Lourdes Sofía Jiménez Rodríguez
Escuela de Arquitectura, UPR RP
(Fotomontaje digital)
Medio: Impresión cromogénica
Dimensiones: 11”x14”
Descripción
Cuando me mencionaron la idea de que quieren construir un monumento conmemorativo a las víctimas del huracán María en la ciudad de Nueva York, durante lo que queda del 2019 y principios del 2020, no lo podía creer. ¿Cómo se le ocurre a alguien hacer un memorial de algo que no ha terminado de ocurrir? Mucho menos en la ciudad de Nueva York, donde sé que hay una población grande de puertorriqueños que vivieron María desde allá, e hicieron todo lo posible para ayudar, pero aquí se vive todos los días.
Esta obra critíca el hecho de que el monumento se haga en este momento. Es demasiado pronto. La herida sigue abierta. Si hablamos de diseñar el memorial en diez, quizás quince años, hablaríamos de algo completamente diferente. Cuando estemos preparados creo que sería incluso buena idea (aunque preferiría el memorial en Puerto Rico). Con esta imagen intenté demostrar que Nueva York no pasó por lo que pasamos nosotros. Aunque sufrieron el huracán María desde allá, no es lo mismo que hablen de eso viviendo en Nueva York a haberlo experimentado en Puerto Rico. Una parte de mi se sintió dolida porque ellos están preparados para hacernos un memorial, pero no se dan cuenta que acá no ha terminado. Ellos, lo más que podían hacer, en ese momento, era crear conciencia acerca de lo que estaba pasando. Por eso hice este fotomontaje. Siempre que ocurren eventos importantes en los Estados Unidos se proyectan en el Empire State Building como un gesto artístico para conmemorar lo ocurrido. Para el huracán María no lo hicieron, pero tampoco lo esperaba porque paso acá y no allá. Pero ahora, casi dos años después, quieren hacer un memorial del huracán María y el sufrimietno que este significó. Quieren inmortalizar la idea del huracán en Nueva York, pero aquí todavía batallamos día a día con el post-María.
No se debería estar pensando en memoriales ni en conmemoraciones para el huracán María. Es demasiado pronto. Incluso, para el 9/11 esperaron más de cinco años para comenzar a diseñar el memorial. Es insensible que alguien que no vivió el huracán proponga una manera de recordarlo en una ciudad muy lejos de donde ocurrió el evento.