Análisis de la organización, métodos y alcance del movimiento español y argentino (1930-1950) y su influencia en otros movimientos de izquierda

Analysis of the organization, methods and scope of the spanish and argentine movement (1930-1950) and its influence in other leftist movements

Javier J. García Quiñones

Departamento de Ciencia Política
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Recibido: 19/10/2023; Revisado: 28/11/2023; Aceptado: 10/12/2023

  

Resumen
Este estudio examina el anarquismo en España y Argentina (1930-1950) analizando sus estrategias, métodos, alcances y sus influencias en movimientos de izquierda mediante un enfoque comparativo. Estos movimientos comparten objetivos políticos y enfoques en la colectividad y la lucha por un cambio fundamental en la estructura política y social.  Evalúa cómo la represión estatal, las estrategias de comunicación y la comunidad desempeñaron roles significativos en el alcance de sus objetivos. Este estudio destaca la complejidad de los movimientos sociales anarquistas, ofrece perspectivas sobre su evolución y la importancia de abordar lagunas en la investigación.

Palabras claves: movimientos sociales, anarquismo, anarcosindicalismo, movimientos de izquierda

Abstract
This study examines anarchism in Spain and Argentina (1930-1950) by analyzing its strategies, methods, scope, and influences on left-wing movements through a comparative approach. These movements share political goals and approaches to collectivity and the struggle for fundamental change in the political and social structure. It assesses how state repression, communication strategies, and the community played significant roles in achieving their goals. This study highlights the complexity of anarchist social movements, offers perspectives on their evolution, and the importance of addressing gaps in research. 

Keywords: social movements, anarchism, anarcho-syndicalism, leftist movements

 

Problemática

Durante las décadas de 1930 a 1950, el surgimiento de los movimientos anarquistas en Argentina y España marca momentos significativos en la historia política de América Latina y Europa. A pesar de su importancia, los estudios comparativos que analizan en profundidad las similitudes y diferencias entre estos movimientos han sido escasos. Este vacío en la literatura académica limita nuestra comprensión de la influencia y el impacto de estos movimientos en la política contemporánea, motivando la necesidad de un análisis más detallado.

Para abordar los movimientos anarquistas en España y Argentina como movimientos sociales, es esencial operacionalizar algunos conceptos clave. Los ‘movimientos sociales’ se definen como “la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad concreta” (Touraine, 2006, p. 255). El componente de identidad sirve como factor de unificación del colectivo. La identidad puede variar considerablemente entre distintos movimientos, pudiendo estar arraigados en identidades étnicas o ideológicas. Su objetivo principal es forjar un sentido de identidad colectiva en el centro del movimiento. Por otro lado, el ‘anarcosindicalismo’ y el ‘anarquismo’, como explica Darlington, se diferencian de sus contrapartes socialistas y comunistas al “enfocar la agencia decisiva en la transformación revolucionaria de la sociedad en los sindicatos, en lugar de en los partidos políticos o el Estado” (2009, p. 31). Es decir, buscan establecer un orden socioeconómico colectivizado gestionado por los trabajadores y supervisado por los sindicatos, en oposición a ser controlado por partidos políticos o el gobierno (Darlington, 2009). Ambos conceptos buscan la abolición de la jerarquía a través de la eliminación del Estado como institución que exhibe el monopolio de la violencia.

Para el análisis seleccioné el caso de los movimientos anarquistas en España y Argentina, ya que estos se autodenominaron explícitamente como anarquistas, fueron muy visibles para el público y se desarrollaron en contextos históricos similares. Analizar estos movimientos anarquistas que comparten una ideología política y exhiben niveles notables de organización es esencial para intentar de entender por qué no logran plenamente sus objetivos como movimiento. Aunque no han cumplido su objetivo plenamente, estos movimientos han influenciado a otros movimientos de izquierda que sí han logrado sus objetivos.

La selección de estos casos lleva a las siguientes preguntas esenciales para esta investigación. ¿Cuáles son las diferencias entre los movimientos anarquistas en Argentina y España? ¿Cuáles son los factores que influyen en los resultados de estos movimientos? Estas preguntas son fundamentales para entender no solo la historia y el impacto de estos movimientos, sino también para extraer lecciones valiosas que puedan identificarse o aplicarse a movimientos similares en el futuro. En las siguientes secciones, exploraré más a fondo las dinámicas y desafíos que enfrentaron los movimientos anarquistas en estos países. Consideraré el contexto histórico en el que se desarrollaron los movimientos, los hallazgos que surgieron de dichas investigaciones y las similitudes y diferencias identificadas entre los movimientos.

Esta investigación es importante ya que aborda a los movimientos anarquistas en España y Argentina con estrategias similares, ambos orientados hacia un cambio fundamental en el que el Estado no ocupe una posición central en el panorama político. Utilizo un método de análisis histórico y crítico de fuentes primarias y secundarias producidas tanto por exponentes de los propios movimientos como por estudiosos que los han analizado. De tal manera, estaré comparando las estrategias de estos movimientos con el propósito de aumentar el entendimiento de cada uno.

España

En la década de 1930, España fue escenario de la Guerra Civil (1936-1939), un conflicto entre el bando nacional liderado por el general Francisco Franco y el bando republicano liderado por el presidente Manuel Azaña. El bando de la izquierda, conocido como el republicano, estaba compuesto por el gobierno, sindicatos, comunistas, anarquistas y numerosos obreros y campesinos (don Quijote, s.f.).

La literatura académica sobre el anarquismo en España se enfoca en gran medida en su evolución durante la Guerra Civil Española. Durante este período, militantes y simpatizantes organizaron “grupos de afinidad” en respuesta a la represión gubernamental. Según Medina (2020), en este período se crearon al menos 377 agrupaciones de afinidad claramente anarquistas (ver Figura 1).  

Figura 1: Distribución por año de los grupos de afinidad creados en España (1930 – 1938)
Fuente: Recuperado de Medina, 2020

Estos desempeñaron un papel clave en la estructuración de sindicatos y eventos culturales para promover la revolución social (Medina, 2020) (ver Tabla 1).

 

Tabla 1: Asociaciones significativas para los movimientos anarquistas
en España y Argentina y el movimiento Zapatista en México
Fuente: Recuperado de Medina, 2020; Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018;
Cubells-Aguilar, 2019

 

Para el 1939, al final de la Guerra Civil Española, el régimen de Franco implementó políticas que prohibieron la propaganda anarquista y la formación de grupos con posturas contrarias al franquismo, marcando el declive del movimiento anarcosindicalista español. Este cambio significativo en la política tuvo profundas implicaciones en la trayectoria del anarquismo en España.  Como explica Graham (2005), además de la represión franquista, se presentaron profundas divisiones políticas internas en el movimiento, incluyendo la fragmentación de las comunidades de trabajadores. La fragmentación se debió en gran medida a la falta de comunicación entre las comunidades, lo que resultó en que se centraran en sí mismas. Igualmente, a pesar de todas sus políticas sociales progresistas, los líderes se mostraron incómodos con la nueva política de movilización de masas introducida por la República (Graham). Aunque miles de trabajadores españoles se habían comprometido a la transformación social a través de la colectivización en el sur republicano y en otros lugares, estas iniciativas radicales permanecieron en gran medida locales y altamente fragmentadas (Graham).

Mientras en España el anarquismo experimentaba un declive bajo el régimen de Franco, en Argentina, durante el mismo período histórico, el movimiento anarquista se desarrollaba con desafíos distintos.

Argentina

El anarquismo en Argentina durante las décadas de 1930 a 1950 se destaca por su diversidad en el uso de la palabra escrita, con un énfasis en el uso de la imprenta y los periódicos. A diferencia de otros movimientos de izquierda, el anarquismo argentino se caracteriza por la ausencia de una autoridad central reconocida, lo que llevó a constantes divisiones y la formación de nuevos grupos y publicaciones que se autodenominaban los verdaderos defensores del ideal anarquista (Anapios, 2016). “Por el contrario, la regla general fue el constante desdoblamiento en nuevos grupos, círculos y publicaciones que seguían identificándose como anarquistas y se presentaban como los verdaderos defensores del ideal” (Anapios, 2016, 15). Por ejemplo, en el ámbito de la prensa, cada agrupación publicaba varios periódicos simultáneamente, lo que generaba una superposición de voces anarquistas. Esta abundancia de perspectivas anarquistas a través de los periódicos proporcionaba a las comunidades acceso a una amplia gama de pensadores y temas, adaptándose a las necesidades locales y manteniendo la perspectiva anarcosindicalista.

En este contexto, la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) se destaca como un actor fundamental (ver Tabla 1). Esta organización obrera anarcosindicalista, cuya definición ideológica se reafirmó en agosto de 1928, utilizó una red de periódicos para mantener informados a los trabajadores sobre protestas y huelgas en diferentes regiones, convirtiéndose en un pilar del movimiento anarquista argentino (Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018). En este contexto, los periódicos y la participación en FORA se convirtieron en pilares fundamentales del movimiento. Sin embargo, a pesar de su influencia, el movimiento anarquista argentino enfrentó desafíos significativos, incluyendo una intensa represión estatal y militar que marcó un período oscuro en su historia.

La represión estatal y militar contra el movimiento anarcosindicalista fue liderada por figuras gubernamentales como José Félix Uriburu y Juan Domingo Perón, quienes llevaron a cabo medidas represivas entre 1921 y 1955. La represión se caracterizó con el cierre de periódicos y sindicatos anarquistas, llevando a violencia, exilio, arrestos, persecuciones y ejecuciones, evidenciando la hostilidad de sectores de la élite burguesa y política del país hacia el anarquismo (Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018). Además, aunque algunos sectores anarquistas preferían utilizar métodos de propaganda y discurso en lugar de recurrir a la violencia, las diferencias internas dentro del movimiento contribuyeron al aumento de la represión violenta. La conexión global con la Guerra Civil Española a través de la Solidaridad Internacional Antifascista también influyó en el movimiento anarquista argentino (Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018). Aunque FORA y la Federación Libertaria Argentina (conocida como FACA) demostraron apoyo internacional, desafíos internos y la movilización liderada por Domingo Perón contribuyeron al declive de las organizaciones anarquistas en Argentina., marcando un período oscuro en su historia.

Análisis

Al explorar las dinámicas del anarquismo en España y Argentina durante las décadas de 1930 a 1950, se observan notables contrastes en sus experiencias históricas. Mientras España se vio inmersa en la Guerra Civil Española, dando forma a un movimiento anarquista marcado por la represión franquista y divisiones internas, Argentina experimentó un desarrollo caracterizado por la diversidad y la constante formación de nuevos grupos. Estas diferencias se reflejan en sus estrategias al responder a la represión estatal y militar. En el caso de España, la represión estatal llevó a la fragmentación de grupos de trabajadores, contribuyendo a que el sindicalismo revolucionario tuviera un impacto significativo en la ola de activismo de la clase trabajadora que abarcó varios países a principios del siglo XX (Darlington, 2009). Por otro lado, en Argentina, la represión estatal y militar enfrentó desafíos internos, resultando en una movilización menos violenta liderada por Juan Domingo Perón, quien no empleó la violencia como estrategia de represión primaria contra los anarquistas. En cambio, se concentró en cooptar a las masas trabajadoras como una alternativa política más viable al movimiento anarquista. Estas diferencias sugieren respuestas variadas y complejas de los movimientos anarquistas en cada contexto frente a la represión, influyendo en sus trayectorias históricas respectivas.

La comparación demuestra que la acción anarquista en ambos países compartió factores estratégicos que condujeron a la movilización política, pero difieren en sus enfoques. En España, el movimiento se centró más en la militancia, lo que llevó a que los sindicatos anarquistas españoles se organizaran como grupos militares capaces de resistir la represión violenta franquista. En Argentina, el movimiento se enfocó en el uso de periódicos y protestas en masa, lo que resultó en menos militancia y, por lo tanto, menos defensa contra la represión violenta de figuras como Uriburu. Ambos movimientos fundamentaron su movilización en la creación de grupos de afinidad, donde la identidad anarquista fortalecía las relaciones comunitarias y facilitaba la acción masiva del movimiento. Al comparar estos movimientos, podemos observar cómo las comparaciones entre distintos movimientos sociales en diversos contextos regionales y periodos históricos son fundamentales para comprender su impacto en la sociedad, ampliando así el poder explicativo de la investigación más allá del análisis de un solo caso. Examinar como estas dinámicas han influido en otros movimientos de izquierda, también nos permite ampliar nuestra comprensión de las interconexiones entre distintos contextos espaciotemporales.

Aunque la evolución del anarquismo en España y Argentina tuvo sus diferencias, el incumplimiento de sus objetivos principales los hace similares. No obstante, propongo que dichos movimientos anarquistas lograron influenciar movimientos de izquierda que, aunque no se autodenominan anarquistas, comparten elementos clave con los movimientos de España y Argentina. Un ejemplo de ello es el movimiento Zapatista en México, que comparte similitudes en métodos e ideología. Esto lo convierte en un caso relevante para analizar cómo los movimientos anarquistas posiblemente han influido en elementos de otros movimientos de izquierda.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) (ver Tabla 1) surgió el 1 de enero de 1994, tras la implementación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Aunque existe un debate sobre si el movimiento Zapatista puede clasificarse como de izquierda, debido a sus fundamentos ideológicos principalmente indígenas, académicos concluyen que, independientemente de sus raíces, el movimiento se identifica claramente como de izquierda. Argumenta Cubells-Aguilar que la autonomía indígena, que implica la capacidad de “elegir sus propias autoridades, ejercer su justicia, crear sus propios sistemas de salud y educativo, tener medios de comunicación que respondan a sus intereses, defender su lengua y sus maneras propias de expresar su cosmovisión”, se convirtió en una estrategia de lucha a nivel nacional para los pueblos originarios a raíz de los Diálogos de paz entre el gobierno mexicano y el EZLN (2019, p. 216). Además, varias de las propuestas indígenas comparten similitudes con los movimientos anarquistas en España y Argentina. Como explica Gómez Suárez, estos consideran que sus formas de democracia indígena priorizan la importancia de lo colectivo frente a lo individual, “la búsqueda del consenso, la autonomía municipal y el 'mandar obedeciendo', deben ser parte orgánica de la nueva construcción política” (2003, p. 49). A diferencia de los movimientos anarquistas previamente discutidos, este movimiento no busca un cambio completo en la estructura de gobierno a nivel nacional, sino que buscan establecer sus visiones de un futuro político sin la autoridad del Estado. Holloway y Peláez (1998) argumentan que a los Zapatistas no les interesa institucionalizarse como partido ni participar de otras formas tradicionales de la política, similar a la práctica anarquista de no aspirar a ser parte del sistema político, sino de crear algo distinto.  Lo mismo es expresado en el siguiente comunicado del EZLN:

El 'centro' nos pide, nos exige, que firmemos rápidamente un acuerdo de paz y nos convirtamos en una fuerza política 'institucional', es decir, que nos convirtamos en otra parte más de la maquinaria del poder. A eso respondemos 'NO', y no lo entienden. No entienden que no estamos de acuerdo con esas ideas. No entienden que no queremos oficinas ni cargos en el gobierno. No entienden que estamos luchando no para que las escaleras sean limpiadas de arriba a abajo, sino para que no haya escaleras, para que no haya reino alguno. (EZLN, según citado en Holloway & Peláez, 1998, p. 4)

Esta afirmación puede entenderse como otra manifestación de las prácticas anarquistas, pero a través de otras vías ideológicas. En este caso, se hace referencia a las ideologías indígenas que, de manera similar al pensamiento anarquista, buscan una sociedad sin la necesidad de acceder al poder político. Igualmente, esto destaca la discrepancia entre la suposición de que la gente busca el poder, un enfoque central en el discurso político y la realidad cotidiana, lo que hace que la postura del EZLN sea una de izquierda similar a la de los movimientos anarquistas (Holloway & Peláez, 1998).

Un aspecto crucial del movimiento Zapatista es el acuerdo alcanzado entre el EZLN y el Estado de México, conocido como Los Acuerdos de San Andrés Larráinzar. Establecidos en 1996 tras demostraciones militantes en Chiapas, México, estos acuerdos incorporan numerosos puntos propuestos por el EZLN, incluyendo el compromiso del Gobierno Federal mexicano de combatir la pobreza y la marginación de los pueblos indígenas:

Esta nueva relación debe superar la tesis del integracionismo cultural para reconocer a los pueblos indígenas como nuevos sujetos de derecho, en atención a su origen histórico, a sus demandas, a la naturaleza pluricultural de la nación mexicana y a los compromisos internacionales suscritos por el Estado mexicano, en particular con el Convenio 169 de la OIT. (Organización Internacional del Trabajo, 1996, énfasis del documento)

Además, como explica Cubells-Aguilar (2019), en agosto de 2003, ante la falta de reformas constitucionales por parte del estado mexicano para reconocer la autonomía indígena, el movimiento zapatista dio un paso adicional estableciendo los cinco Caracoles Zapatistas. Estos actúan como centros políticos y culturales en correspondencia con las cinco zonas zapatistas, abordando problemas “que superan el ámbito municipal y requieren de una coordinación superior” (Cubells-Aguilar 2019, p. 216). Esto indica que el movimiento Zapatista ha influido exitosamente en la configuración de políticas gubernamentales, obteniendo concesiones importantes y promoviendo una transformación social que responde a sus objetivos. Este proceso de diálogo y negociación es una estrategia que comparte similitudes con las tácticas anarquistas de descentralización y participación directa.

El éxito del movimiento Zapatista sirve como herramienta para comprender por qué los movimientos anarquistas en España y Argentina no lograron cumplir su objetivo principal. Los logros de parte del movimiento Zapatista reflejan la efectividad de las estrategias anarquistas en la promoción de cambios estructurales y en la obtención de reconocimiento para sus comunidades. Su éxito se puede atribuir a que su grupo era uno más pequeño que no buscaba un cambio completo del Estado en comparación con los grupos anarquistas establecidos. Como consecuencia, el movimiento Zapatista no enfrentó una represión violenta a gran escala, sino que logró un acuerdo, permitiendo que se pudiera dar de manera más exitosa. Mientras la literatura discutida sobre el anarquismo en España y Argentina documenta la continua represión estatal en los casos anteriores, en México se observa cómo el Estado manifiesta su intención de establecer una nueva relación con el movimiento. Además, existe una diferencia ideológica significativa entre los movimientos establecidos; mientras que en España y Argentina se basaron en ideas anarquistas y en sindicatos de trabajadores, en México se centraron en la identidad de un colectivo indígena.

Conclusión

Este trabajo analiza los movimientos anarcosindicalistas en España y Argentina durante las décadas de 1930 a 1950. Estos movimientos, de orientación izquierdista, se basaron en el fortalecimiento de relaciones comunitarias y en la promoción de discursos colectivos. A pesar de algunas similitudes en sus métodos, como el uso de periódicos y la participación en sindicatos, difieren en su grado de utilización. Por otro lado, los resultados de estos movimientos fueron similares y aparentan haber sido influidos por el tipo de Estado contra el cual se enfrentaron. En el caso del EZLN, lograron negociar con un Estado democrático, mientras que en España y Argentina sufrieron una represión violenta bajo regímenes dictatoriales. Los elementos utilizados para llegar a tal punto respaldan la perspectiva que el EZLN se destaca como un movimiento social indígena que comparte ideales de izquierda y sindicalismo.

Más que brindar una perspectiva para analizar los factores que influyen en los resultados de los movimientos anarquistas en España y Argentina, el ejemplo del movimiento Zapatista sugiere que las ideas y tácticas de los movimientos anarquistas de otras regiones pueden inspirar y tener resonancia en movimientos contemporáneos que buscan cambios sociales y políticos, incluso cuando las circunstancias locales y los objetivos específicos difieren. Aunque existe una gran variedad de movimientos de izquierda no anarquistas, se puede describir una serie de características y actos solidarios con la teoría anarquista. De tal manera, se enfatiza la complejidad y la adaptabilidad de los movimientos sociales de izquierda en diferentes contextos políticos, proporcionando un punto de partida para explorar cómo estas características han influido en la evolución y los resultados de estos movimientos. Esto implica que el anarquismo no es una receta exacta, es primordialmente una acción. Como explica Marín Silvestre,

…no existe como tal si la práctica no va unida a la teoría. Una persona anarquista, cooperativa, mutualista, individualista, naturista, atea, neomalthusiana o humanitarista puede siempre comportarse como tal en la vida pública y privada, en cualquier entorno cotidiano. Basta con que desafíe poderosamente cualquier autoridad y cualquier desigualdad. Por este motivo el anarquismo puede aparecer en momentos de grandes alteraciones sociales o en periodos de calma, en zonas industriales o en el agro, en ciudades o en cuencas mineras. Y siempre con la misma divisa: «Contra toda autoridad». (2014, p. 12)

Esta reflexión sobre los movimientos anarquistas y de izquierda resalta la importancia de abordar las lagunas en la investigación, especialmente en lo que respecta su impacto político e influencia. Además, este estudio también destaca la necesidad de profundizar en lo que respecta a la influencia de la identidad en la organización de los movimientos sociales. El análisis de estos elementos no solo contribuye a una comprensión más profunda de la historia de estos movimientos, sino que también ofrece perspectivas valiosas para la comprensión de movimientos similares en el futuro. Dado esto, se debe examinar la influencia de los movimientos anarquistas en otros movimientos sociales. Encuentro que la inclusión de más movimientos de izquierda en estudios posteriores tiene el potencial de enriquecer el análisis realizado en esta investigación. Esto podría confirmar o desmentir la observación que la creación de una identidad comunitaria es una característica similar en los movimientos anarquistas en España y Argentina, así como en el movimiento indígena en México.

Agradecimientos

Agradezco al Dr. Héctor Martínez por sus aportaciones, consejos y colaboración durante el proceso de desarrollar esta investigación. Igualmente, agradezco a Stephanie Jiménez Rivera por su labor como editora y apoyo técnico a través de este escrito.

Referencias

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Posted on December 23, 2023 .