Narayán Marrero
Departamento de Ciencias Políticas
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP
Recibido: 12/02/2024; Revisado: 11/04/2024; Aceptado: 28/05/2024
Es el momento infinito,
gemelo del nacer,
abusado con malevolencia.
Llegará a sus hijos,
Que, malditos, tuvieron que sentir
la crueldad de sus hermanos,
y, en su vacío, podrán oír
las notas correctas,
en harmonía perfecta,
de cada memoria
de éxtasis única.
En la vida siempre está presente,
en las gargantas quemadas,
en los pechos inflados,
que se estrellan a la velocidad
de su nota.
Es duramente bella,
como la cascada marrón
en esos ojos.
Mojan la campana
en mi centro, y le sacan
reflejo de brillo.
Allí la nada tiene un tono
de luna llena, para que todos
los dignos la gocen en silencio.
Certeza tengo
de que en ella
dicha tendrán
todos los robados del mundo.
No sé si mis fantasías,
calculadas a hacer justicia,
allí les esperan a los que, desde arriba,
en el tope de nuestra comida,
nos miran cayéndose,
pues le han comido los pies
a su torre.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.