Un barco y una escalera

Xavier D. Ortiz Torres
Programa Interdisciplinario
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Obra de tono absurdo de dos personajes y un lugar.

Personajes:

Pulsar: Persona de más de treinta años delicada e inquieta.

Cuerda: Persona de más de treinta años emocionalmente flexible y pacífica.

Lugar: En un barco, cerca de un puerto.

 

Barco roto cerca de un puerto. La luna está asomándose entre las nubes. El agua refleja su luz y a veces su forma. PULSAR llega al puerto con una mochila bastante pesada. Se trepa en el barco. CUERDA sale de la cabina del capitán.

CUERDA: ¡Qué bueno que llegas! Te estaba esperando. 

PULSAR: Traje lo que me pediste.

CUERDA: Perfecto. Sácala aquí.

PULSAR: ¿Aquí?

CUERDA: No me contradigas.

PULSAR saca la escalera de la mochila. Al sacarla, la escalera se rompe un poco.

CUERDA: ¡Carajo, la rompiste!

PULSAR: Aquí todo se rompe. Tu mirada, la noche... nosotros.

Pausa

CUERDA: El agua sigue entrando y saliendo por el mismo hoyo.

PULSAR: ¿Por qué no lo tapas?

CUERDA: Porque no lo rompí yo.

PULSAR: Pero tú vives aquí.

CUERDA: Porque me dejaste aquí.

PULSAR: Siempre puedes irte.

CUERDA: Pon la escalera en el medio.

PULSAR: Dame un momento.

PULSAR se va al área del puerto. Comienza a buscar en el piso.

PULSAR: (Conversando con el piso). Sí, llegué y le di la escalera. No me la llevaré, por eso es que tú estás abajo. Cuando subes a mi cabeza me vuelves loco con que si fue mi culpa y yo no lo acepto. Quédate ahí.

CUERDA: (Desde el barco). La consciencia también rompe.

PULSAR: (Poniendo la escalera en el medio). Ya está en el medio. Me voy.

CUERDA: Enséñame a usarla.

PULSAR: ¿Cómo? Es una escalera.

Suena Olas y arenas de Sylvia Rexach. Hay una pausa entre ambos. Sus cuerpos escuchan la canción.

PULSAR: ¿Todavía?

CUERDA: En las noches me ayuda a descansar. A veces pienso que permite que el hoyo se cure solo.

PULSAR: Nada se cura solo.

CUERDA: Yo sí.

Pausa corta

PULSAR: Subes de esta manera y ya.

CUERDA: Pero... ¿No está al revés?

PULSAR: Las patas deben tocar el piso.

CUERDA: No, las patas van hacia arriba.

PULSAR: (Hacia el puerto). ¿Escuchaste eso? ¿Qué hacen las patas arribas?

CUERDA: La escalera tiene hambre de ser diferente.

PULSAR: ¿Y qué sugieres?

CUERDA: Que se use al revés.

PULSAR: Entonces la viramos y me voy.

Juntos viran la escalera con las patas hacia arriba.

CUERDA: ¿No quieres subir?

PULSAR: Ya estoy viejo para eso.

CUERDA: Eso también se rompe. 

PULSAR intenta irse, pero se detiene.

PULSAR: Solo una vez.

CUERDA: Obvio. Es mi escalera y no la usarás más de una vez.

PULSAR comienza a subir mientras CUERDA aguanta la escalera. Al llegar arriba, PULSAR se detiene y ve todo como un lugar nuevo.

PULSAR: Tienes razón, así se usa mejor.

CUERDA: Déjame subir.

PULSAR: No, no es como antes.

CUERDA: Déjame estar arriba contigo.

CUERDA sube. Ambos están arriba mirando el cielo estrellado. Poco a poco se encuentran con la mirada. Se reconocen por primera vez.

PULSAR: Perdón por romperte.

CUERDA: Yo sé.

PULSAR: ¿Me perdonas?

CUERDA: No sé.

PULSAR: ¿Aún recuerdas?

CUERDA: Cada día.

PULSAR: Deseo volver.

CUERDA: Siempre puedes.

PULSAR: Tengo miedo.

CUERDA: No importa.

PULSAR: Sí, importa.

CUERDA: Confía. Mírame.

PULSAR: Yo...

CUERDA: Nosotros...

PULSAR: Unidos...

CUERDA: Siempre...

 Se besan.

PULSAR: Rico.

CUERDA: Sabroso.

PULSAR: Abrázame.

CUERDA: No me dejes caer. 

PULSAR: Si te caes, me caigo.

PULSAR y CUERDA se abrazan.

PULSAR: (Señalando la sombra en el agua). Míranos, somos un puente. 

CUERDA: Uno que estaba roto y ya no.

PULSAR: ¿Cómo que roto?

PULSAR se baja la escalera se cae y CUERDA cae.

CUERDA: Cabrón.

PULSAR: Pendeja.

Ambos se dan la espalda. CUERDA se vira y le habla a PULSAR.

CUERDA: Mírame.

PULSAR, se va al puerto a hablar con el piso.

PULSAR: No estoy roto. (Hacia el puerto). Y tú déjame en paz.  Ya pedí perdón.

CUERDA: A veces no basta ser un puente si no hay nada al otro lado para cruzar. Entra.

PULSAR: No.

CUERDA: Entra y llévate la escalera.

PULSAR: Es tuya y está rota.

CUERDA: Estaba dentro de tu bulto.

PULSAR: Pero te la traje a ti.

CUERDA: Como siempre. (Dándole una soga). Esto es tuyo.

 

PULSAR coge un extremo de la soga y camina a otro lado del barco. Están mirándose desde polos opuestos. Hay un silencio. Ambos comienzan a realizar acciones contrarias casi como un juego. CUERDA mueve su mano arriba, PULSAR mueve un pie arriba. Miradas atravesadas. Abren una silla. Se amarran la soga al ombligo, se alejan y se tensa. Pulsar se enreda en la soga, CUERDA llega al extremo opuesto. PULSAR se desenreda y cambian de polos opuestos. Uno se acuesta, otro salta. Uno hala, la otra suelta. Uno corre, otro se sienta. Uno arrastra, el otro se deja llevar. PULSAR se sale del barco, CUERDA va a la orilla. PULSAR no puede caminar, regresa. CUERDA se trepa en la escalera. PULSAR sube a la escalera, CUERDA baja.  Corren en círculos como intentando tocar al otro. Se detienen. Buscan un área filosa y rompen la soga. Se miran. CUERDA celebra. PULSAR llora. CUERDA llora, PULSAR celebra. Hay una pausa. Se reconocen por segunda vez. Se quedan serios. Se dan cuenta que el barco se hunde. Salen al puerto. Se miran y comienzan a reírse sin parar. Caen al piso de la risa.

 

PULSAR: ¡Ay no puedo!

CUERDA: Es tu culpa.

PULSAR: La escalera se hunde.

CUERDA: El barco se hunde.

PULSAR: No queda nada.

Dejan de reírse.

CUERDA: No queda nada.

PULSAR: Ya no está roto... está hundido.

CUERDA: No faltaba mucho para que pasara.

PULSAR: Perdón.

CUERDA: Me perdono.

PULSAR: Perdón.

CUERDA: (Señalando el barco). Ya es tarde.

PULSAR: Sufrí.

CUERDA: A tu manera.

PULSAR: Como único me enseñaron.

CUERDA: Te quise enseñar.

PULSAR: No basta.

CUERDA: Resuélvete.

PULSAR: Ayúdame.

En silencio CUERDA le da la espalda. PULAR coge la soga rota y le hace un nudo. Se acerca a CUERDA.

CUERDA: ¿Qué quieres?

PULSAR: Ven conmigo.

CUERDA: ¿A dónde?

PULSAR: Dos lados rotos hacen uno.

CUERDA: ¿Confiar en ti? ¿Otra vez?

PULSAR: (Señala al suelo). Mira... Ya no molesta. 

CUERDA: ¿Reconoces el quebranto?

PULSAR: Ahora nos reparamos juntos.

CUERDA: Lo que queda de nosotros.

Cada uno aún conserva la soga amarrada a su ombligo. PULSAR señala la soga.

PULSAR: Hay que halar juntos. Cada cual a su lado. Luego se hará fuerte y regresamos.

CUERDA: ¿Y si encuentro otra soga?

PULSAR: Lloraremos.

CUERDA: Otro duelo...

PULSAR: Otro silencio...

CUERDA sonríe, deja de sonreír. Sonríe, deja de sonreír y busca el pedazo roto de PULSAR.

CUERDA: La soga tiene dos lados. Si se quiebra en el medio, puede unirse con otra o con la misma. 

PULSAR: Es que se me hizo tan difícil aceptar que reconocer mis grietas me haría tanto bien. Estar hundido, pero acompañado nunca fue tan bien.

PULSAR, ayuda a CUERDA a amarrar la soga.             

PULSAR y CUERDA: Encontrarse en la fragilidad, eso hace el puente fuerte.

Se cogen de las manos y se lanzan al mar. La luna sale nuevamente, brillando y se ve la silueta del puente. El mar se encuentra con el puerto; hay una luz que los une.

 

FIN

Posted on June 1, 2021 .