Nationalism and feminism: the micromachismo in the discourses of pedro albizu campos
Mar Meléndez Navarro
Departamento de Ciencias Políticas
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP
Recibido: 3/10/2022; Revisado: 31/10/2022; Aceptado: 20/12/2022
Resumen
El prócer Pedro Albizu Campos desempeñó un rol importante en el entorno político de 1930 a 1950 en Puerto Rico. Esta investigación busca analizar los discursos del líder, para examinar si existe un patrón de micromachismos en la construcción de un ideario nacionalista puertorriqueño. A partir de los conceptos de micromachismo, se pueden evidenciar las posturas del líder nacionalista. En el análisis de sus discursos, es posible reconocer que no toma en consideración la variable de género. Cuando enumera los asuntos políticos, económicos y sociales que deben ser atendidos con urgencia, promovía la importancia de presentar el perfil de un pueblo puertorriqueño fusionado y no consideraba las condiciones de opresión que afectaban a las mujeres.
Palabras claves: micromachismo utilitario, micromachismo encubierto, micromachismo de crisis, micromachismo coercitivo, mujer
Abstract
The leading figure Pedro Albizu Campos played an important role in the political environment from 1930 to 1950 in Puerto Rico. This research seeks to analyze the leader’s discourses, to examine whether there is a pattern of micromachismo in the construction of a Puerto Rican nationalist ideology. In consideration of the concepts of micromachismo, it is possible to evidence the political stances of the nationalist leader. In the analysis of his discourses, it is possible to recognize that he does not consider the variable of gender. When he listed the political, economic, and social issues that needed to be addressed urgently, he promoted the importance of presenting the profile of a merged community, not considering the conditions of oppression that affected women.
Keywords: utilitarian micromachismo, dissembled micromachismo, crisis micromachismo, coercive micromachismo, woman
Planteamiento
El prócer Pedro Albizu Campos, como líder del Partido Nacionalista Puertorriqueño, tuvo un rol de suma importancia en el entorno político durante las décadas de 1930 a 1950, en donde expresó su repudio hacia Estados Unidos y al estatus colonial de Puerto Rico. En interpretación de sus disertaciones, por ejemplo, el alegato titulado Feminismo y la independencia patria, es posible reconocer que sus discursos iban dirigidos al rechazo de la metrópoli estadounidense, fomentando la obtención de la emancipación, la libertad y la soberanía de Puerto Rico como punto de partida para resolver los problemas de la isla que llevarían a la justicia social. Sin embargo, no toma en consideración las condiciones de opresión de las mujeres cuando enumera los asuntos políticos, económicos y sociales que deben ser atendidos con urgencia. Promovía la importancia de presentar el perfil de un pueblo puertorriqueño fusionado como un solo cuerpo, mientras rechazaba las luchas de las mujeres, en su empeño por presentar una imagen de unión (Albizu, 1930). Por lo tanto, en ocasiones rechazó al movimiento feminista que se estaba configurando en esta época en Puerto Rico, porque a su entender, se trataba de una ideología proveniente de la metrópoli; una ideología colonial. De esta manera expresó: “La mujer puertorriqueña contemporánea ha padecido, hasta ahora de la abrogación que de su representación ha hecho un grupo de señoras, que, con el título de feministas, han hablado siempre en su nombre, y han luchado porque se le concediera el derecho al sufragio” (Albizu, 1930).
Partiendo de la información ofrecida, esta investigación busca analizar los discursos del líder nacionalista mencionado, con el propósito de examinar si existe un patrón de micromachismos en la construcción de un ideario nacionalista puertorriqueño por parte del líder Pedro Albizu Campos. Por micromachismo se entiende, según acuñó Luis Bonino Méndez, “actitudes de dominación ‘suave’ o de ‘bajísima intensidad’, formas y modos larvados y negados de abuso e imposición en la vida cotidiana. Son específicamente hábiles artes de dominio, comportamientos sutiles o insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente” (2004, p. 1). Así la pregunta de investigación planteada es: Partiendo del marco conceptual del micromachismo, ¿es posible identificar patrones de micromachismo en los discursos de Pedro Albizu Campos?
A raíz de que existen otras investigaciones sobre Pedro Albizu Campos en las que se exploran temas de raza, religión, colonialismo y nacionalismo, por tratarse de una figura política de suma importancia en la historia de Puerto Rico, se considera relevante y útil ejecutar una investigación que se efectúe desde un lente feminista, con perspectiva de género. Investigaciones académicas como Don Pedro Albizu Campos a la luz de sus discursos (1998) por Delgado, Pedro Albizu Campos y su concepción de «raza»: una perspectiva decolonial (2016) por Mariani y The Catholic Worldwide in the Political Philosophy of Pedro Albizu Campos (2002) por Stevens-Arroyo, son ejemplificaciones precisas sobre los lentes por los que ha sido estudiado, a nivel académico, la figura de Pedro Albizu Campos. De este modo, esta investigación es relevante, ya que, más allá de la tesis de Reyes Walker El discurso albizuista en torno a las mujeres: el caso de Juanita Ojeda, 1930-1950 (2016), no hay estudios sobre la figura de este líder político puertorriqueño desde una perspectiva de género. Por lo tanto, esta investigación puede comenzar a sentar las bases en el estudio de estas temáticas en las que se interseca el nacionalismo del siglo XX, con las miradas de la realidad social desde perspectivas de género, para brindar, además, la posibilidad de analizar y reflexionar sobre los machismos que se han incorporado en la cultura del nacionalismo en Puerto Rico. Se considera de suma importancia la percepción que se tiene o se podría tener con respeto a estas realidades desde el análisis con perspectiva de género.
Revisión de la literatura y marco teórico
Partiendo del problema de investigación, es imperativo comenzar definiendo el concepto clave, micromachismo. Se trata de comportamientos de control y dominio de “baja intensidad” naturalizados, legitimados e invisibilizados que son ejecutados indemnemente, con o sin conciencia de ellos (Bonino, 2004, p. 1). Su prefijo “micro” es añadido, no porque se trate de violencias pequeñas e insignificantes, sino que son tan normalizadas que pierden visibilidad (Bonino, 2004). Como bien plantea su autor: “Se ejercen generalmente con total impunidad produciendo efectos dañinos” (Bonino, 2004, p. 1). Bonino Méndez, en su escrito, conforma unas categorías dentro de la definición de micromachismo. Estas categorías son inminentes para el desarrollo de esta investigación ya que, a partir de la operacionalización de estas, es que es posible desarrollar y ampliar un marco teórico, desde el que se analizan críticamente los discursos de Pedro Albizu Campos. Entre las categorías se destacan las siguientes por su relevancia a la investigación: los micromachismos utilitarios, los micromachismos encubiertos, los micromachismos de crisis y los micromachismos coercitivos.
Por otro lado, se analiza el único trabajo académico que estudia el discurso albizuista en torno a las mujeres, El discurso albizuista en torno a las mujeres: el caso de Juanita Ojeda, 1930-1950 de Miguel Reyes Walker. El autor utilizó el análisis crítico del discurso, y evaluó dieciséis piezas discursivas, dos artículos periodísticos y catorce disertaciones públicas articuladas por Pedro Albizu Campos entre las décadas del 30 al 50 del siglo XX. “Se inquirió sobre las características primordiales que el albizuista procuraba para cualificar los que Albizu Campos llamaba La Mujer Libertadora” (Reyes, 2016, p. 1). A su vez, aporta al diálogo de la presencia femenina en la lucha revolucionaria, mientras discute los asuntos de género en el discurso albizuista. Según se plantea en la tesis de Reyes Walker, Albizu Campos se insertó en el PNPR en 1924, pero fue a partir de 1930 que inició el proceso de integrar mujeres a sus filas, una vez fue electo presidente del partido. No obstante, el desarrollo discursivo de Albizu Campos colocaba a la mujer en una posición más activa en comparación con las acciones y discursos oficiales del Partido Nacionalista Puertorriqueño (Reyes, 2016).
Como se mencionó anteriormente, además de la investigación realizada por Reyes Walker, no hay investigaciones que exploren la figura de Pedro Albizu Campos desde un lente de género, es decir, en reconocimiento del género como variable esencial de estudio. No ha habido preguntas y, por lo tanto, tampoco explicaciones para poder responder, desde ahí, la pregunta de investigación. Sin embargo, es relevante considerar y subrayar sobre el concepto clave cuando se discute el nacionalismo que planteaba Albizu Campos para Puerto Rico. Cynthia Enloe, en el capítulo “Nationalism and Masculinity” de su libro Bananas, beaches and bases (1990), discute “a ‘nation’ is a collection of people who have come to believe that they have been shaped by a common past and are destined to share a common future” (p. 45). Por lo tanto, plantea que estos se basan en creencias universales de su lenguaje, mientras los grupos a su alrededor son considerados una otredad, como defensa del abuso que se ejerce en las manos del colonialismo y el racismo. A esto añade, “becoming a nationalist requires a man to resist the foreigner’s use and abuse of his women” (p. 44), por lo que argumenta que la relación de las mujeres con los movimientos nacionalistas se ha basado en que estas hayan sido tratadas como símbolos, como trabajadoras y cuidadoras, adjudicaciones cruciales para toda la empresa colonial. De hecho, es relevante hacer la distinción de que raramente los movimientos nacionalistas han tomado la experiencia de las mujeres como un punto de partida del entendimiento de cómo estas naciones son colonizadas y son arrojadas a la dominación material y psicológica de maneras muy distintas (Enloe, 1990). Por tanto, mientras muchos nacionalistas han sido víctimas del colonialismo y el racismo, otros han sido los perpetradores de estas violencias. Asegura, además, “living as a nationalist feminist is one of the most difficult political projects in today’s world” (p. 46). Estos detalles son relevantes porque, si las concepciones nacionalistas desde su raíz cuentan con una base de exclusión, las mujeres son víctimas de la omisión. Desde esta línea de pensamiento es posible inferir que algunos nacionalismos, ciertamente, se desarrollan desde un punto de partida que se mueve a erradicar el poder al que otras potencias intentan someter a otros. No obstante, no se abordaban asuntos sobre la desigualdad de género dentro de los mismos espacios.
Asimismo, al examinar el escrito de Margaret Power, Interviews: Independentistas Remember, (2017) es posible abordar un análisis de algunos espacios nacionalistas en Puerto Rico, partiendo de las experiencias de figuras femeninas puertorriqueñas. Este escrito permite el análisis del impacto de la figura de Pedro Albizu Campos en la experiencia misma de la mujer puertorriqueña nacionalista. Se examina la posibilidad del impacto del micromachismo ejercido por el líder nacionalista, desde la perspectiva de Lolita Lebrón, líder nacionalista puertorriqueña de suma importancia para la historia de Puerto Rico. De hecho, en la entrevista relató que, aunque Albizu Campos le adjudicó un rol de líder en el ataque del Congreso, fue difícil, por tratarse de un círculo de hombres donde ella era la única mujer. Había una mayoría evidente de figuras masculinas que tomaban el control y las decisiones importantes. “And, given everything that happened, they felt under so much pressure thinking they were men, they were the ones who gave the orders” (Power, 2017, p. 39). A eso añadió: “I don’t want to say I was a victim, but I was affected by machismo” (Power, 2017, p. 39). Por lo tanto, a pesar de la carencia de información sobre la figura de Albizu Campos desde un lente de género, esta información sugiere la posibilidad de micromachismos en sus discursos y en su práctica, aunque solo se estará evaluando en sus discursos para propósitos de esta investigación.
Por otra parte, el libro La lucha por el sufragio femenino en Puerto Rico (1896-1935) (1997) de María de Fátima Barceló Miller, carga con un valor sustancial para el desarrollo de la investigación por contextualizar con precisión la historia sufragista en Puerto Rico, lucha que se caracterizó́, en esencia como “una opción de resistencia a una realidad que imponía categorías sexuales para la participación en la vida pública a través de las instituciones políticas” (p. 10). Además, esta lucha sufragista se personificó por ser una ideología transformadora de los roles que ocupaban las mujeres en la sociedad puertorriqueña, que proponía permitir la participación directa de la mujer en la política. Mientras las mujeres puertorriqueñas sostenían una lucha sufragista, Albizu Campos rechazaba el feminismo por decir que era una ideología que venía del exterior. “Cuando decimos un pueblo, por supuesto, nos referimos a la unidad nacional puertorriqueña, sin distinciones de ninguna clase, y mucho menos, la distinción absurda, de dividirla entre hombres y mujeres” (Albizu, 1930, p. 1), incapaz de atender los asuntos de género como unos separados. Partiendo de estos planteamientos y de la lectura de discursos como Feminismo y la independencia patria (1930) y La mujer libertadora (1985), es posible deducir que existe la posibilidad de micromachismos en los discursos del líder nacionalista.
En suma, estas referencias primarias completan el marco de estudio a evaluarse para propósitos de esta investigación. Partiendo de la definición de micromachismo de Bonino, se fija un marco conceptual para evaluar los discursos del líder nacionalista. Además, con los argumentos de Enloe, también es posible fijar un marco conceptual sobre el desarrollo de un imaginario sobre el nacionalismo. Consecuentemente, se busca examinar sobre la posibilidad de un patrón de micromachismos en la construcción de un ideario nacionalista puertorriqueño. A esto se añade la consideración de la experiencia de la figura de Lolita Lebrón, para entender que, de alguna manera, el machismo fue parte de las dinámicas de relación dentro del Partido Nacionalista Puertorriqueño.
Diseño de investigación
A partir de la naturaleza del problema bajo estudio previamente identificado, se reconoce la necesidad de analizar una muestra de discursos políticos llevados a cabo por el líder nacionalista desde un enfoque cualitativo, para producir entendimientos académicos con perspectiva de género sobre su figura, por lo que no se aspira a la cuantificación de los datos. Se utilizó la aproximación desde los alcances investigativos: descriptivo y exploratorio. La muestra está compuesta por un total de diez documentos; los cuales se encuentran recogidos en un libro (La palabra como delito: los discursos por los que condenaron a Pedro Albizu Campos) y otros en periódicos, entre ellos discursos que publicados entre 1930 hasta 1985. Además, se estará analizando la variable micromachismo. La definición que se utilizará para propósitos de esta investigación es aquella expuesta por Luis Bonino y presentada anteriormente.
Para la identificación del micromachismo en sus discursos, se operacionalizó el término en cuatro categorías principales: micromachismos utilitarios, micromachismos encubiertos, micromachismos de crisis y micromachismos coercitivos. El micromachismo utilitario se reconoce en las instancias y patrones en las que asocian a la mujer con responsabilidades domésticas y los roles tradicionales de cuidadora y de madre. Además, se reconoce, cuando incluye la objetificación y sexualización de las mujeres en sus discursos. Mientras tanto, el micromachismo encubierto se reconoce en las instancias y patrones en los que se demuestra paternalista en sus discursos en relación con las mujeres. Por su parte, el micromachismo de crisis es aquel identificable en la medida en la que, en ciertas instancias, con sus discursos, fuerza el estatus quo desigualitario en donde el hombre tiene más poder, y la mujer menos. Por último, desde el micromachismo coercitivo, se consideran las instancias y patrones en los que apela a la superioridad de la lógica masculina en sus discursos.
La estrategia principal que se llevó acabo en esta investigación fue el análisis crítico del discurso, identificando tendencias y patrones, partiendo del marco conceptual del micromachismo. Mientras tanto, las técnicas que se llevaron acabo fueron la recopilación de datos de documentos e investigaciones. Una vez recopilada esta información, se analizó a través de un proceso de codificación en el programa Atlas TI (programa informático utilizado en investigaciones cualitativas, es decir, para el análisis de datos cualitativos). Se buscó la cantidad de instancias en las que mencionó los términos: mujer, madre, esposa, hija y Padre de la Patria. Se subrayaron las citas particulares de interés con estos términos, y luego se identificaron bajo los códigos de micromachismo utilitario, encubierto, de crisis y coercitivo, en la medida que fueran aplicables. La intención era poder identificar las instancias y patrones en las que el líder nacionalista esbozó en sus discursos algún rasgo de micromachismos. Es de relevancia considerar que la información que se utilizó para desarrollar esta investigación es una muestra de documentación selecta. Por lo tanto, al ser una muestra de fracción pequeña de discursos, el análisis de documentos puede presentar una limitación debido a la falta de referencia a literatura sobre análisis crítico de los discursos.
Resultados
En los discursos de Pedro Albizu Campos es posible hallar un patrón de micromachismos. Con la herramienta del programa Atlas TI fue posible identificar siete instancias en las que asoció a la figura del “hombre puertorriqueño” como el “Padre de la Patria”, diecinueve instancias en las que se halló micromachismo utilitario, veintinueve instancias en las que fue posible identificar micromachismo encubierto, cuatro instancias en las que se reconoció micromachismo de crisis y dieciséis instancias en las que se precisó micromachismo coercitivo.
Asociar la figura del “hombre puertorriqueño” como el “Padre de la Patria” es importante de reconocer, ya que va alineado con el planteamiento que propone el machismo coercitivo y encubierto, donde se reconocen las instancias y patrones en los que se presenta paternalista en sus discursos, a la vez que apela a la superioridad de la lógica masculina:
La vida es vida en cuanto es ejemplar; aquí no estamos hablando de un ser imaginario, aquí estamos hablando de un ser ejemplar, del Padre de la Patria, y le decimos al Padre de la Patria porque él la concibió libre, la llevó a la revolución armada y ejecutó la revolución armada para hacer respetar los derechos de los demás. (Acosta, 2000, “Discurso pronunciado por Pedro Albizu Campos el día 8 de abril de 1949”, p. 69).
Fijar la figura de los hombres puertorriqueños, más específicamente la figura de Ramón Emeterio Betances, como el Padre de la Patria es importante para entender cómo relacionaba la figura masculina como la superior para alcanzar la patria: república libre, independiente y soberana. En cuestión del micromachismo utilitario, se reconoce inminente reflexionar sobre cómo en diecinueve instancias de los discursos evaluados, relacionó a las mujeres con responsabilidades domésticas, roles tradicionales de cuidado y de maternidad; incluso la objetificación y sexualización de las figuras femeninas. Un ejemplo muy marcado de cómo ejerce este micromachismo se ve reflejado en la siguiente cita:
La mujer más endeble puede derribar un imperio si tiene valor. Que empuñen su rosario, que se inspiren en lo eterno. Y las mujeres nuestras serán las que empujarán los hombres a ser los hombres gloriosos para lo que han nacido. Las mujeres de Puerto Rico no han parido hombres cobardes, tienen que ser hombres que sean genuinos héroes, para la historia del mundo. No se es digno de la entraña de una mujer de Puerto Rico, si no es un defensor con la vida y del honor de la patria. (Acosta, 2000, “Discurso pronunciado por el Sr. Pedro Albizu Campos el día 8 de abril de 1950 en Cabo Rojo”, p. 151)
Ciertamente, es interesante cómo en varias instancias resalta el valor de las mujeres puertorriqueñas por su rol de madre y de cuidadoras. También en instancias apeló a la belleza de las mujeres puertorriqueñas. A pesar de todas las figuras femeninas imprescindibles para el movimiento nacionalista de la época, en estos discursos se enfocó en hablar sobre lo que tradicionalmente se relaciona con las figuras femeninas: la belleza, sus roles de cuidadoras, la responsabilidad de la maternidad, etc. Por eso llegó a plantear: “La mujer es la depositaria de nuestra existencia como madre…ese honor no puede ser mancillado ni con el pensamiento” (Acosta, 2000, “Discurso pronunciado por Pedro Albizu Campos en Utuado, Puerto Rico, el día 23 de febrero de 1950”, p. 130).
Mientras tanto, se identificaron veintinueve instancias en las que ejerció micromachismo encubierto, en la medida en la que se demostró paternalista en relación con las mujeres. En ciertos momentos partía desde un discurso de autoridad, mientras que también planteaba su necesidad de protección hacia las figuras femeninas puertorriqueñas. Promovió que las mujeres fueran parte de la lucha política contra el imperio yanqui, pero lo llegó a hacer, desde su posición de autoridad; más allá que como líder del partido, como hombre en poder que también cuenta con una “lógica masculina superior”: “las mujeres tienen que erguirse a su marido; el machete, el palo y la pistola para que defiendan el honor de su patria” (Acosta, 2000, “Discurso pronunciado por Pedro Albizu Campos en Utuado, Puerto Rico, el día 23 de febrero de 1950”, p. 130).
A pesar de que las instancias en las que se reflejó el micromachismo de crisis, es decir, en momentos en los que promovió el estatus quo de superioridad masculina versus inferioridad femenina no fue tan notable, es evidente que hubo instancias en las que sí. En la medida en que habla de las mujeres como pertenencia de los hombres sugiere este tipo de micromachismo en sus discursos. “Aquellos hombres que no sienten en su rostro la vergüenza, cuando un déspota se permite el lujo de pasear la mirada insolente, sobre su mujer amada” (Acosta, 2000, “Discurso pronunciado por Pedro Albizu Campos el día 8 de abril de 1949”, p. 69). En otro de sus discursos dijo: “¿Dónde están los hombres de Puerto Rico que toleran toda esa humillación sobre sus mujeres y sobre sus hijos? ¿Merecen esos hombres, tan bellas, tan virtuosas mujeres?” (Acosta, 2000, “Discurso pronunciado por el Sr. Pedro Albizu Campos el día 8 de abril de 1950 en Cabo Rojo”, p. 149).
Por otro lado, el micromachismo coercitivo, en donde se reflejan patrones en los que apela a la superioridad de la lógica masculina, se reflejó en la mayoría de los discursos que fueron evaluados. El 20 de mayo de 1930 presentó su alegato titulado Feminismo y la independencia patria donde manifestó: “Cuando decimos un pueblo, por supuesto, nos referimos a la unidad nacional puertorriqueña, sin distinciones de ninguna clase, y mucho menos, la distinción absurda, de dividirla entre hombres y mujeres” (Albizu, 1930, p. 1). Aquí se hacen evidentes dos aspectos muy importantes: (1) cuán fundamental era presentar el perfil de un pueblo puertorriqueño fusionado como un solo cuerpo cuyo fin era la derrota del imperio yanqui y (2) rechazar la separación de la variable género de esa imagen de unión. Más adelante, en el mismo texto, se descolla la siguiente frase:
La mujer puertorriqueña contemporánea ha padecido, hasta ahora de la abrogación que de su representación ha hecho un grupo de señoras, que, con el título de feministas, han hablado siempre en su nombre, y han luchado porque se le concediera el derecho al sufragio. Si los hombres directores de la opinión pública malgastaran gran parte de su tiempo combatiéndose unos a los otros, en lugar de dar el frente al invasor, las feministas dedicaron, todas sus energías a la adquisición del sufragio, creyendo sin duda, que combatiendo a los hombres que a esta medida se oponían, llenaban la finalidad de la existencia de su organización. (Albizu, 1930, p. 1)
Aquí el líder nacionalista manifiesta características que Enloe pacta en su texto con la figura académica feminista de Kumari Jayawardena, quien explica que aquellos que desean mantener la subordinación de las mujeres en sus países, denominan al feminismo como una ideología exterior (Enloe, 1990). Aunque se considera que los discursos de Albizu Campos eran elocuentes, críticos y persuasivos con conceptos claros (Reyes, 2016), con la constante crítica al feminismo por tratarse de una ideología que proviene de afuera, excluye la significación de este movimiento para las mujeres. Se vitupera esta manera de construir un imaginario político nacionalista, por realizar una inclusión subordinada femenina a su colectivo. Se trata de la necesidad de cumplir con una agenda política específica, que requiere de la representación femenina por su nuevo papel como agente político con la obtención del derecho al voto. Ya no se trata solamente de una madre y una esposa, sino de la adquisición de derechos como ciudadana. Continúa:
Han obtenido el sufragio. Estamos obligados a preguntarles para qué lo quieren. ¿Es acaso para reforzar el coloniaje sobre su patria? ¿O para anexarla a los Estados Unidos definitivamente, anulando su personalidad internacional para convertirla en una provincia norteamericana o es para hacer de Puerto Rico una patria, libre, soberana e independiente? (Albizu, 1930, p. 1)
Cuestiona evidentemente, de manera paternalista, si las mujeres con su extensión de derechos ciudadanos pueden ser capaces de discernir las necesidades de la patria. Insiste: “... es necesario que se les llame la atención en la forma más energética sobre la responsabilidad histórica que adquieren al ejercer por primera vez el sufragio” (Albizu, 1930, p. 1). Atamos estas expresiones con las tendencias micromachistas que expone Bonino, “muchos de estos comportamientos no suponen intencionalidad, mala voluntad ni planificación deliberada, sino que son dispositivos mentales y corporales incorporados y automatizados en el proceso de ‘hacerse hombres’” (2004, p. 1). La inclusión de la mujer a la esfera pública no reimagina su posición, su rol, ni la manera en la que es percibida. Por eso la importancia de una colectiva en donde se pueda repensar el espacio de las mujeres en la política:
A pesar de parecer muy progresista para su tiempo, el PNPR no dejó de ser una organización con los mismos prejuicios de género de su tiempo. Los organismos femeninos y las mujeres en general no dejaron de estar sujetas a la concepción masculina. En el caso de Albizu como ideólogo, el desarrollo discursivo colocaba a la mujer en una posición más activa en comparación con las acciones y discurso oficial del PNPR. (Reyes, 2016, p. 34)
Conclusión
En esta investigación se planteó la pregunta ¿es posible identificar patrones de micromachismo en los discursos de Pedro Albizu Campos? con el objetivo de estudiar y analizar, desde una perspectiva de género, si hay instancias de micromachismo en la construcción de un ideario nacionalista puertorriqueño. A través de la evaluación directa de diez discursos de Albizu Campos, el estudio del término micromachismo y la operacionalización categórica del mismo, se constataron patrones de micromachismos en los discursos del líder nacionalista. Por tratarse de una elocuencia rebuscada, el micromachismo se introduce a su discurso de manera sutil y, por tanto, ha pasado por desapercibido. Es importante reconocer, que no solo se trataba de él, pues la narrativa de Lolita Lebrón (Power, 2017) evidenció lo común que era en el colectivo. Por último, se debe reconocer que esta investigación se vio limitada por el tiempo y espacio en la que fue reproducida/ realizada, lo que significó la falta de acceso a muchos de los otros discursos de Albizu Campos. Además, existen algunas lagunas, debido a las mismas limitaciones, pues se obvió información imperativa como el trasfondo educativo del líder y el catolicismo que tanto proclamaba. Con las consideraciones de esta y otra información, en futuras investigaciones podría desarrollarse un mejor análisis, y consecuentemente, mejor entendimiento de su elocuencia discursiva.
Referencias
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