Internalization of violence in heterosexual men in Puerto Rico
Sabrina Pérez-De Santiago
Departamento de Psicología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP
Recibido: 01/03/2024; Revisado: 12/04/2024; Aceptado: 04/05/2024
Resumen
El objetivo de este estudio fue investigar si los hombres heterosexuales internalizan la violencia de pareja hacia hombres. La internalización fue determinada mediante las reacciones de los participantes (n=79) a una simulación de red social en la que se incluyeron seis memes que muestran ejemplos de violencia. Se realizó una prueba de chi-cuadrado en la que se encontró una diferencia estadísticamente significativa en la frecuencia de internalización entre las dimensiones de la violencia. Se halló que el 41% de los participantes internalizan la violencia de pareja a nivel físico, el 53% a nivel sexual y un 58% a nivel psicológico.
Palabras claves: violencia de pareja, internalización, hombres heterosexuales, memes
Abstract
The objective of this study was to investigate whether heterosexual men internalize partner violence towards men. Internalization was determined through participants' reactions (n=79) to a social network simulation including six memes depicting examples of violence. A chi-square test was conducted, revealing a statistically significant difference in the frequency of internalization among the dimensions of violence. It was found that 41% of participants internalize physical partner violence, 53% sexual violence, and 58% psychological violence.
Keywords: intimate partner violence, internalization, heterosexual men, memes
Introducción
La violencia de pareja en Puerto Rico suele abordarse como un evento unilateral en donde la víctima es mujer y el agresor es hombre (Pérez, 2021; Ríos, 2020; Silva & Vázquez, 2019). Aunque los diversos ataques violentos contra las mujeres en Puerto Rico justifican que el foco de atención se encuentre en la mujer como víctima, el estudio sobre los hombres y su vulnerabilidad actual dentro de las relaciones de parejas heterosexuales se ha vuelto sustancial.
En Puerto Rico, la mayoría de los casos de violencia de pareja se manifiesta de la manera tradicional (entiéndase, hombre agresor y mujer víctima). Existe una emergente minoría en donde es la mujer quien ejerce la violencia dentro de la relación. Del año 2019 al 2021, hubo un aumento del 11% en los reportes de incidentes de violencia doméstica hacia hombres. En el año 2022, aunque el número de casos reportados de violencia doméstica hacia hombres no aumentó, la distribución de incidentes de violencia doméstica entre hombres y mujeres se mantuvo constante, constituyendo los hombres un 16% del total de las víctimas en los incidentes reportados desde el año 2019 al 2022 (Negociado de la Policía de Puerto Rico, 2024).
Varios factores pueden explicar la violencia reportada, entre las cuales se puede destacar la “normalización” de la violencia de pareja en los jóvenes (González & Fernández, 2014), una infancia expuesta a la violencia doméstica, y un nivel educacional más bajo (Ferreira & Buttell, 2016). Asimismo, los roles de género pudieran explicar cómo el hombre percibe y recibe la violencia de parte de su pareja. En el contexto de los roles de género, las agresiones clasificadas como violentas suelen catalogarse como tal cuando éstas son perpetradas por individuos masculinos. Esto puede desenlazar en que los hombres heterosexuales internalicen la violencia recibida por parte de sus parejas sentimentales en Puerto Rico, sin cuestionarla, problematizarla, ni denunciarla, lo que los lleva en múltiples instancias a sufrir sus consecuencias en silencio. Igualmente, de acuerdo con la teoría y construcción de género, los hombres caracterizan a las mujeres violentas como "descontroladas" por no saber manejar bien sus emociones (Little, 2020; Rojas-Andrade et al., 2013) y rechazan la idea de buscar ayuda de su familia por temor a la burla social, la vergüenza o por mantener su orgullo según las construcciones sociales impuestas sobre la figura masculina (Kolbe & Büttner, 2020; Rojas et al., 2019; Scott-Storey et al., 2022).
Los factores señalados, junto con la negación, la minimización y el ocultamiento de la violencia, podrían influir en que los hombres no reconozcan e internalicen la violencia (Castelo & Mercedes, 2018). Para esta investigación, se define la violencia internalizada como aquella que no genera rechazo o repudio hacia alguna de las dimensiones de la violencia de pareja (física, sexual o psicológica), y la no internalización como el rechazo o disgusto hacia alguna dimensión de las violencias.
Habiendo tomado el impacto de la violencia en hombres heterosexuales como punto de partida, es menester conocer la forma de internalización de la violencia en esta población. Por tal razón, el objetivo principal de este estudio fue explorar la internalización de la violencia en hombres heterosexuales. A través de este estudio, esperábamos evidenciar diferencias en las distintas formas de internalización en que se manifiesta la violencia. De esta manera, se hará posible transformar las prácticas violentas en la pareja heterosexual por relaciones sentimentales sanas que contribuyan al bienestar social. La relevancia de este estudio radica en generar conocimiento sobre un tema poco estudiado, y el cual se ha invisibilizado como resultado de la persistencia de los roles y estereotipos de género hasta en las generaciones más jóvenes.
Métodos
Diseño y participantes
El diseño de este estudio fue cuantitativo de corte transversal con alcance descriptivo. La muestra estuvo constituida por hombres heterosexuales puertorriqueños. El tipo de muestreo para la muestra seleccionada fue no probabilístico. Los criterios de inclusión para participar en este estudio fueron: ser puertorriqueño, tener de 21 a 31 años e identificarse como hombre heterosexual.
Procedimiento
Una vez aprobado el estudio por el Comité Institucional para la Protección de los Seres Humanos en la Investigación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, se comenzó con el reclutamiento de participantes. Estos fueron invitados al estudio a través de las plataformas Facebook, Instagram y Twitter. Se utilizaron tres cuentas públicas en cada una de las plataformas, en las que se promovió el estudio mediante el uso de anuncios. Los tres perfiles contaban con el enlace al formulario en su biografía, donde se mostraba la hoja informativa. A través de este documento, las personas podían conocer el propósito de la investigación, sus derechos como participantes y consentir a participar voluntariamente. Las personas que accedieron a participar completaron un cuestionario sociodemográfico en donde se corroboró que cumplieran con los criterios de inclusión. Luego de completar el cuestionario, a los participantes se les mostraron seis memes que presentaban algún ejemplo de la violencia. Los memes fueron seleccionados por la investigadora con el fin de explorar la internalización de la violencia en los participantes.
Los memes expresaban algún tipo de violencia de pareja hacia hombres y fueron recopilados a través de la red social Facebook. Todos los memes fueron seleccionados de cuentas públicas. Las palabras claves para la búsqueda de memes fueron "tóxicas" y "tóxicos". Cada meme seleccionado representó un ejemplo de violencia de pareja. De los seis (6) memes, dos (2) fueron de violencia psicológica (ver ejemplo en Apéndice A), dos (2) fueron de violencia física (ver ejemplo en Apéndice B) y dos (2) fueron de violencia sexual (ver ejemplo en Apéndice C). Los memes que presentaron actos de violencia física incluían estrangulamientos y golpes fuertes. Aquellos que presentaban instancias de violencia sexual mostraban una insistencia en tener relaciones sexuales por parte de una mujer, aunque el hombre se negara a hacerlo. Finalmente, en los memes que presentaron ejemplos de violencia psicológica, se mostraba coraje por celos irracionales y no permitir que su pareja tenga amistades. Una vez completada la sección de la hoja informativa y la del cuestionario sociodemográfico, los participantes pudieron reaccionar a los memes con un me gusta, me divierte, me enoja o me entristece. Las alternativas de me gusta y me divierte representaron la internalización, mientras que las alternativas de me enoja o me entristece representaron la no-internalización.
Instrumento
Para obtener la información de los participantes se crearon dos instrumentos. El primero consistió en un cuestionario sociodemográfico creado por la investigadora. El segundo fue la utilización de memes. Se utilizaron memes, dado que son un reflejo de la comunicación, expresión cotidiana y poseen simbolismos culturales valiosos (Iloh, 2021). Además, el uso de memes es una manera no invasiva de explorar la internalización de la violencia de pareja.
Luego de identificar seis (6) memes que expresan violencia de pareja, se desarrolló un formulario que incluyó tres secciones: (1) la hoja informativa, (2) el cuestionario sociodemográfico y (3) una simulación de red social en la que se incluyeron los seis (6) memes previamente mencionados. Los participantes no pudieron acceder a la siguiente sección del formulario si no habían respondido la sección anterior.
El cuestionario estuvo disponible por 35 días (31 de marzo al 4 de mayo del 2023). Luego de la recopilación de datos, se realizó un análisis descriptivo y de chi-cuadrado para conocer si existían diferencias en el tipo de internalización de acuerdo con las dimensiones de violencia exploradas. Para propósitos de esta investigación, se define violencia internalizada como aquella que no provoca rechazo o repudio hacia algún tipo de las dimensiones de violencia. Por otro lado, la no internalización corresponde al rechazo y disgusto que provoca a alguna dimensión de las violencias señaladas a través de lo memes presentados. La presentación de los seis (6) memes permitieron conocer la internalización de la violencia en tres (3) dimensiones: física, psicológica y sexual.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo para las variables sociodemográficas. Las variables sociodemográficas recopiladas fueron: nacionalidad, orientación sexual, edad y nivel de estudios más alto completado. Se realizó una prueba de chi-cuadrado para estudiar las diferencias entre las tres dimensiones de violencia de pareja: física, psicológica y sexual. El análisis estadístico se realizó utilizando el programa estadístico Statistical Product and Service Solutions (SPSS versión 28.0).
Resultados
Un total de 79 personas participaron en esta investigación. Se reportó que la mayoría de los participantes había completado Escuela Superior (37), seguido por un Bachillerato (26), Grado Técnico (8) y Maestría (7). Solamente un participante había completado un Doctorado (M = 1.43, DE = 1.10). El rango de edad fluctuó entre 21 y 31 años (M = 24, DE = 3.0). En relación con la internalización de violencia entre los participantes, el análisis estadístico evidenció una diferencia estadísticamente significativa en las dimensiones de violencia exploradas, 𝜒2 (2) = 9.74, 𝑝 = .008. El 41% de los participantes internalizaban a nivel físico, el 53% a nivel sexual y un 58% a nivel psicológico. Estos resultados sugieren que existe una diferencia significativa en la manera en que hombres heterosexuales de nuestra muestra internalizan la violencia.
Discusión
Este estudio buscó conocer la internalización de la violencia en hombres heterosexuales. Los resultados de este estudio evidenciaron que los hombres heterosexuales demostraron internalizar la violencia. Sin embargo, la forma de internalizar la violencia fue distinta de acuerdo con las dimensiones de la violencia evaluadas. En relación con la violencia física, se evidenció que fue la menos internalizada. Una posible explicación por la cual se presenta menor internalización hacia este tipo de violencia podría estar asociado con los estereotipos de género atados a la masculinidad. Los estereotipos de género producen y perpetúan nociones asociadas a la masculinidad, como la agresividad y dominancia, lo que impide que los hombres se perciban como posibles víctimas de agresiones físicas por parte de mujeres asociadas al estereotipo de ser débiles y sumisas. Como resultado, se contrastan ambas nociones producidas, perpetuadas y normalizadas a través de los estereotipos de género. Los estereotipos de géneros que identifican la masculinidad con un sentido de supremacía llevan a provocar rechazo hacia la violencia física (Toro, 2009). El cuestionar o rechazar esta dimensión de violencia en un hombre bajo estos estereotipos llevaría a un cuestionamiento sobre su masculinidad (Betancourt et al., 2012; Glosario para la Igualdad, s.f.).
En relación con la violencia sexual, una posible repuesta recae nuevamente en los roles asignados al género masculino. Segato (2003) plantea que uno de los mandatos de la masculinidad es la potencia sexual. Dicha exigencia hacia los hombres heterosexuales les cohíbe rechazar propuestas sexuales por temor a verse invalidada su masculinidad (Taylor et al., 2021). Por último, nuestros resultados evidencian que la violencia psicológica fue la de mayor internalización. Nuestros resultados son consistentes con estudios, en los que se establece la violencia psicológica como la más frecuente, seguida por la física y luego la sexual, cuando esta es perpetrada por mujeres hacia hombres (Buitrago, 2016; Folguera, 2014). Dicho hallazgo pudiera indicar que la internalización de la violencia psicológica en los hombres los vulnerabiliza ante el tipo de violencia de pareja al que más propensos están (Machado & Farinha, 2023). Los memes presentados para esta dimensión de la violencia de pareja mostraban el no permitirle tener amistades a la pareja y gritos con celos irracionales. Una posible explicación a la internalización de dichas representaciones pudiera ser que la cultura heteronormativa normaliza las señales de la violencia perpetrada por mujeres hacia los hombres, lo que lleva a que los hombres no perciban estas señales con la misma premura que las mujeres (Delgado et al., 2015). Igualmente, los jóvenes tienden a normalizar la violencia de pareja (González & Fernández, 2014), lo cual pudiera explicar nuestros hallazgos de acuerdo con nuestra población.
Finalmente, el género y la cultura condicionan la percepción de lo que es considerado como violencia en la pareja, por lo que los hombres pueden llegar a culpabilizarse por las discusiones que tienen con sus parejas o a entender la violencia como método de sus parejas para comunicar sus expectativas sobre la relación (Rojas-Andrade et al., 2013). De igual forma, las distintas frecuencias de internalización en los hombres heterosexuales, según el tipo de violencia de pareja recibida, están subordinadas a la cultura y a los estereotipos de género.
Conclusión
Este estudio evidencia la internalización de la violencia y cómo varía significativamente entre las dimensiones física, sexual y psicológica entre una muestra de los hombres heterosexuales en Puerto Rico. Los hallazgos de este estudio sostienen que existe una problemática de internalización de la violencia de pareja hacia el hombre en el contexto de la pareja heterosexual. Entender cómo las diferencias en los roles de género impactan el nivel de internalización para cada dimensión de la violencia de pareja es necesario. No hay un acuerdo general sobre cómo definir la violencia en las relaciones de pareja, puesto que los roles de género interfieren en cómo se ve la violencia hacia las mujeres versus hacia los hombres. Esta situación pudiera o no provocar que los hombres heterosexuales en Puerto Rico asuman pasivamente la violencia de pareja infligida por mujeres, sin abordarla como un problema. Los resultados de esta investigación son congruentes con que existe una diferencia estadísticamente significativa en el nivel de internalización para cada dimensión de la violencia de pareja en el caso de los hombres jóvenes heterosexuales en Puerto Rico.
Este estudio contribuye a la literatura científica sobre la violencia de pareja en Puerto Rico, en los casos en que la misma es ejercida por mujeres. Adicionalmente, le da importancia a la violencia hacia la pareja cometida por mujeres, a pesar de esta ser una minoría en Puerto Rico. Al resaltar la existencia de dicha problemática, fomenta el diálogo sobre la importancia de orientar a la población puertorriqueña hacia prácticas saludables en sus relaciones de pareja. La violencia doméstica resulta perjudicial para la salud pública de Puerto Rico, y la misma no se puede rechazar si es normalizada o internalizada. Entender que la tolerancia de los hombres a la violencia de pareja perpetrada por mujeres no es igual a su inexistencia resulta fundamental para profundizar sobre esta problemática. De igual modo, el presente estudio propone un método innovador que hace uso de los memes para conocer la internalización de problemáticas sociales.
Limitaciones
Entre las limitaciones de este estudio se encuentran: el tamaño de la muestra, el sesgo de respuesta, el tiempo para la recopilación de datos y las variables no controladas. Los resultados de esta investigación no son generalizables puesto a que el número de participantes es insuficiente para representar a la población de hombres jóvenes heterosexuales en Puerto Rico. Adicionalmente, las investigadoras no podemos determinar si hay variables no controladas que pudieron influir en las respuestas de los participantes tales como el sesgo de respuesta. Asimismo, el tiempo para recopilar los datos fue breve.
Recomendaciones para futuras investigaciones
Se recomienda para estudios futuros desarrollar estrategias para contrarrestar las limitaciones antes mencionadas. Por otra parte, se recomienda aplicar el instrumento a otras poblaciones puesto a que los niveles de internalización pudieran ser distintos dependiendo del sexo, género u orientación sexual.
Referencias
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Apéndice
Apéndice A: Ejemplo de violencia psicológica (no se le permite tener amistades)
Fuente: Facebook, Guadalupe Campos, 2022
Apéndice B: Ejemplo de violencia física (golpes fuertes)
Fuente: Facebook, Diego Leal, 2020
Apéndice C: Ejemplo de violencia sexual (relación sexual obligada)
Fuente: Facebook, Juango Garat, 2012
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