Habitar el espacio transgresor para el desarrollo futuro: Explorando el cíborg y ciber-absurdismo de Arca, Villano Antillano y Dorian Electra

Inhabiting transgressive spaces to develop possible futures: Exploring the cyborg and cyber-absurdism of Arca, Villano Antillano, and Dorian Electra

Sarah Colón Vélez 
Departamento de Historia del Arte 
Facultad de Humanidades, Universidad UPR RP

Recibido: 20/09/2024 Revisado: 18/10/2024; Aceptado: 08/11/2024 

Resumen 

Según nos adentramos en tiempos sumamente tecnológicos, comienzan a surgir ramas de pensamiento que exploran nuestra relación humana con la computadora y los ciberespacios. Ideas del siglo anterior (el futurismo y absurdismo) se aplican a ciberespacios que les permite experimentar más allá de nuestra realidad limitada. Dentro de este movimiento, surge el transfuturismo, movimiento artístico que busca repensar identidades transgénero/transexuales en un ambiente no limitado por el físico carnal, utilizando como herramienta principal la imagen del cíborg. En este artículo, argumento por un movimiento ciber-absurdista que compone estos ciberespacios experimentales.   

Palabras claves: transfuturismo, imagen cíborg, ciberespacios, ciber-absurdismo 

Abstract 

As we delve deeper into hyper-technological times, different philosophical branches that focus on exploring how we relate to computers and cyberspaces also start to emerge. Concepts that first appeared in the XX century (like the ones in the Futurist movement and Absurdism) are applied to cyberspaces that allow us to experiment and test the limits beyond our limited reality. Within these new thought experiments, new movements are born, such as Transfuturism, an artistic movement that rethinks transgender/transexual identities in an environment not limited by physical bodies. One of the main tools used by this movement is cyborg imagery to convey this transgressive ideal. In this article, I argue for a cyber-absurdist movement to make up these experimental cyberspaces. 

Keywords: Transfuturism, cyborg imagery, cyberspaces, cyber-Absurdism 



La realidad del siglo XXI es una altamente tecnológica (casi enteramente virtual) lo que ha tenido un impacto significativo en muchos aspectos culturales alrededor del mundo. En el espacio del arte, por ejemplo, podemos observar el uso de programas digitales por artistas para crear su arte y la adopción de una iconografía tecnológica y cibernética para proponer ideas subversivas. Pero estos desarrollos no han ocurrido en un vacío. En este trabajo exploraremos las posibilidades de los ciberespacios y cómo este imaginario futurista podría impactar la creación de futuros fuera del sistema cisheteropatriarcal y colonial que continúa subyugando actualmente a tantas comunidades.   

Para comienzos del siglo XX, en tiempos de alta militarización y la Primera Guerra Mundial a punto de estallar, surgen dos movimientos artísticos vanguardistas que buscaban retar la normativa mediante diferentes estrategias: el movimiento futurista y el movimiento dadaísta.  

El movimiento futurista, liderado por Filippo Tommaso Marinetti, proponía un abandono de lo tradicional para entrar a la modernidad mediante la incorporación tecnológica y la captura del movimiento utilizando la geometría cubista. “To admire an old picture is to pour our sensibility into a funeral urn instead of casting it forward with violent spurts of creation and action” (Marinetti, 1909). Entre los artistas más destacados se encontraba Umberto Boccioni y su obra Dynamism of a Cyclist (1913), en la que logra conllevar la sensación de ver a un ciclista pedaleando furiosamente. Historiadores del arte también atribuyen a esta obra la captura perfecta de la experiencia moderna (Janson, 1991). Los futuristas pioneros fallecieron en la Primera Guerra Mundial, lo que significó una corta vida para el movimiento futurista, pero sus ideas tuvieron un gran impacto en otros movimientos que surgieron alrededor del mundo, como el movimiento supremacista y el cubo-futurismo.  

El movimiento dadaísta iba un paso más allá de los futuristas, ya que buscaba destruir por completo cualquier noción tradicional. Según Benson (1987), el dadaísmo como estrategia social, el movimiento dadaísta se presentaba como un espacio de transformación comunal. Era una crítica desde el uso de materiales plásticos hasta las ideas centrales que formaban los otros grupos vanguardistas. A diferencia del futurismo y el cubismo, el dadaísmo buscaba la abstracción completa de construcción artística, obstruyendo cualquier semblante de individualismo conceptual. Hugnet y Scolari (1936) proponen que se observa un afán por la destrucción en varias vertientes del movimiento en diferentes países: destrucción de nociones de belleza, individualismo, jerarquías sociales, etc. Aunque el dadaísmo criticaba al futurismo y al cubismo, interconectaban en sus intenciones vanguardistas y apreciación tecnológica como herramienta revolucionaria.  

Aunque los movimientos artísticos mencionados se han quedado en la Primera Guerra Mundial por la muerte de sus promotores y fundadores, sus ideas centrales han funcionado como plataforma para la formación de nuevas ramas artísticas y filosóficas lideradas por grupos minoritarios que buscan repensar su realidad y futuro. Algunos movimientos son el afrofuturismo, transfuturismo e incluso el anti-futurismo. Para este artículo solo nos enfocaremos en el movimiento transfuturista.   

El movimiento transfuturista se define por abrir diálogos alrededor de identidades transgénero/transexualesi/no-binarias y explorar las diferentes maneras en que se representan. “This concept encourages us to consider a future where societal norms and prejudices are replaced with understanding, acceptance, and equal rights for all” (JANK, 2023). Siguiendo la línea futurista del abandono de lo tradicional, el transfuturismo busca salir de la cis heteronormatividad cotidiana que vemos plasmada tan a menudo en el mundo visual. Una de las herramientas principales utilizada por este movimiento artístico es la imagen del cíborg, apropiado por las ciberfeministas con el Cyborg Manifesto (1985) de Donna Haraway.  

Inicialmente, el cíborg se veía como otra herramienta en la cultura popular como las películas Robocop, Terminator, Blade Runner, entre muchas otras películas y libros para propagar la idea patriarcal y militarista que ha formado la mayoría de las sociedades occidentales. Según O’Brien, “…the male body is transformed into something only minimally human, as a means of fortifying the masculine subject against a femininity feared by patriarchy” (1993, p. 24). Sin embargo, el patriarcado no era el único observando los grandes avances tecnológicos y sus posibilidades. Grupos como las ciberfeministas y hackfeministas, liderados por las teóricas Donna Haraway, Rosi Braidotti, Sadie Plant, Sarah Kember, Alison Adam, Radhika Gajjala, entre otras, también comenzaron a presentar posibles potenciales de la tecnología (y, subsecuentemente, los ciberespacios) para habilitar liberación social. “The cultural potency of the cyborg figure is due not least to its many interstitial positions between us and the machines, between the alien and the familiar, between dependency and enhancement, terror and life support, creation and destruction, metal and flesh” (Aarseth, 1997, p. 54). Además, Donna Haraway, en su Cyborg Manifesto (1985), se enfrenta al uso patriarcal del cíborg llamándole el hijo ilegítimo del militarismo y patriarcado capitalista y el estado socialista; y al ser ilegítimo, se rebela en contra de sus orígenes. Sin embargo, muchas de estas propuestas se quedan aisladas en nichos cibernéticos, hasta que artistas musicales como Arca y Villana Antillana las traen a un plano más accesible mediante el arte en sus portadas de discos y su presencia en las redes sociales.

Alejandra Ghersi Rodríguez (conocida como Arca) es una artista trans venezolana conocida por su música electrónica experimental. Más allá de su música, Arca también es reconocida por transmitir un mensaje transfuturistaii mediante sus visuales en videos musicales y las portadas de sus discos, especialmente en su serie discográfica KiCk i, KICK ii, KicK iii y kick iiii que salieron entre los años 2020 y 2021. Arca creó estos visuales con la ayuda del artista Frederik Heyman, quien, en una entrevista con Megan Williams (2021) para el Creative Review, comenta: “We wanted Arca to transcend the physical world into an extensive digital seance via her performative avatar, navigating through ancient symbolism revisited in a contemporary post human narrative”. Observando estas portadas, nos percatamos que el avatar de Arca es la artista convertida en un cíborg.   

En KiCK i (2020), la Arca cíborg de la portada parece hacer una referencia al padre militarista, estando ella equipada con garras enormes y extensiones en las piernas zoomorfos. Sin embargo, la vestimenta de la artista es mínima, una clara referencia a la mirada patriarcal o male gazeiii sobre cuerpos feminizados. Mientras tanto, en los álbumes subsiguientes en esta serie discográfica, el avatar cíborg de Arca parece estar en un constante estado de construcción. Estas imágenes nos remontan a las propuestas de las teóricas ciberfeministas y hackfeministas repensando las fronteras y encuentros entre lo humano/ naturaleza/ tecnología, explorando futuros pos-género cibernéticos en el que las líneas identitarias han sido retadas a niveles extremos con la ayuda tecnológica. “The cyborg likewise opens up possibilities in regard to gender that were once restricted due to its strangeness. Just as the cyborg lives in the posthuman abyss between human and machine, likewise lives in the abyss between genders” (Beghetto, 2022, p. 154).

Otra artista que también ha utilizado el cíborg es Villano Antillano.iv Villana es una artista transgénero/no binarie puertorriqueña que, al igual que Arca, ha sido defensora muy vocal de las identidades transgénero/transexuales. En contraste con Arca (una artista mucho más adentrada en el mundo experimental), Villana se ve más centrada en el género musical del rap.  Sin embargo, hay una portada en específico que nos llama la atención: La sustancia X (2022). En esta portada, Villana se presenta dentro de un mundo cibernético que brilla de verde, luciendo un traje que parece compuesto de cables brillantes. Al mirarla más de cerca, nos damos cuenta que ella está sentada dentro de un meca.v Los mecas son otra exploración entre la relación de lo humano y lo tecnológico, ya que usualmente requieren una unión prácticamente completa entre el piloto y el vehículo pero que se lleva a cabo mediante la psiquis en vez de una unión física directa. También, estos vehículos se consideran herramientas de defensa, otra vez referenciando el militarismo en la imagen del cíborg. Argumento, entonces, que se presentan los cíborgs aquí como fuerza protectora además de herramienta transgresora, ya que estas artistas portadoras de tal armamento siempre se han presentado como mujeres defensoras de identidades genero-no conforme mientras que ellas mismas también exploran estos espacios de repensar y retar los cánones cisheteropatriarcales.

Un año después, Villana colaboró con el artista Francisco Sanabria, conceptualizándose también como un cíborg. Villana (2023) escribe en la descripción de las imágenes que subió a sus redes sociales: “All things change in a Dynamic environment.  Your efforts to remain what you are is what limits you”. Se trata de una serie de tres imágenes.  En la primera, Villana se posiciona a la defensiva, alzando un machete (símbolo de su identidad puertorriqueña) en contra de una entidad tecnológica que se le acerca con brazos abiertos y un micrófono. Esta primera imagen nos remonta al miedo o precaución inicial a los avances tecnológicos que han estado ocurriendo.vi No obstante, cuando nos movemos a las otras dos imágenes, Villana ha aceptado la modificación cibernética, convirtiéndose en un cíborg también. La segunda imagen nos recuerda a la portada KiCK i (2020) de Arca, tanto en cromática como en el cuerpo conceptualizado. Villana se presenta sin garras, a diferencia de Arca, pero sí vestida en un traje de cuero negro con extensiones de piernas zoomorfas similares a las de Arca. También se ve rodeada de cables tanto en esta imagen como en la tercera. Al unirlo con el mensaje que ella nos deja bajo estas imágenes, Villana se une a la propuesta cíborg que hemos estado analizando. Ella hace un llamado al cambio, al no permitir que te definas solo por lo que te puede estar limitando en este momento y nos presenta el ciberespacio como una herramienta oportuna para retar estos límites. “Cyborg imagery can suggest a way to get out of the maze of dualisms in which we have explained our bodies and our tools to ourselves” (Haraway, 1985, p. 67). 

Las propuestas del cíborg como presentado por las artistas Arca y Villana Antillana en sus portadas de disco y fotos públicas nos impulsan a adentrarnos aún más en los ciberespacios, siendo estos los espacios propiciados por las redes sociales (Facebook, Instagram, TikTok), juegos que promuevan intercambios sociales (Roblox, Fortnite, entre otros) y páginas en línea que abren foro a que los visitantes interactúen (como 4Chan, Tumblr, Reddit) o páginas personales. Le artiste americane no-binarie Dorian Electra, al igual que Arca, se inmersa en el mundo experimental de la música, pero también resaltando el absurdismo de estos ciberespacios utilizados por diferentes comunidades para retar los límites conceptuales que tenemos hoy en día. Nos estaremos fijando en dos de sus portadas: My Agenda (2020) y My Agenda (Deluxe) (2021). Dorian Electra nos presenta su propio avatar en estas portadas que, en vez de ser un cíborg, es una sátira de la personalidad de internet conocida como los íncels.vii Las personas que se autodenominan de esta manera son personas con ideas de ultraderecha que se sienten victimizadas por movimientos feministas que luchan en contra del patriarcado en busca de equidad social. En la iconografía cibernética, los íncels se representan como personas masculinas con mal higiene, vestidas con una camisa de alguna serie o una chaqueta y un sombrero negro. Además, les gusta presentarse como personas heroicas (cargando con algún arma como una catana, algún sable o espada) ya que, según muchas series y películas populares, el héroe es quien termina con una chica en mano al concluir la historia. Típicamente, estas personas de la subcultura íncel son parte de los grupos que llevan a cabo actos misóginos, homofóbicos y transfóbicos hacia otras personas en el internet; por esto, al Dorian presentarlos como una sátira le ridiculiza y acierta que el ciberespacio no es para sostener sistemas cisheteropatriarcales, sino que lo opuesto.  

La teórica Sadie Plant había propuesta que los ciberespacios son espacios liberadores por naturaleza (Daniels, 2019). Dorian Electra, más allá de sus portadas de discos, también explora estos ciberespacios en sus videos musicales y fotos que sube a sus redes sociales. La expresión artística de Dorian Electra se adentra en el absurdismo,viii a diferencia del transfuturismo de Arca y Villano Antillano. Susanna Andrews (2023) analizando las ideas de Albert Camus, escribe que las personas que crean consciencia de la experiencia absurdista de vivir también tienden a sentirse alienados por personas que no ven la realidad de esta manera. En este sentido, personas transgénero/transexual/no-binarias viven dentro de una realidad absurda. “One method that Camus identifies to cope with the brutality of becoming conscious of the absurdity of existence is through artistic creation” (Andrews, 2023). Sin embargo, Dorian Electra, más allá de experiencias absurdas, nos presenta la experiencia absurda cibernética, que podemos llamar ciber-absurdísimo.   

Las experiencias ciber-absurdas no ocurren en un vacío, aunque a veces lo parezca por el nivel tan alto de discordancia con la realidad. El artículo de Daniels (2009) nos recuerdan el concepto de embeddedness, concepto que recalca que el internet y los ciberespacios están incrustados en las realidades materiales de los/las/les usuarios o ciudadanos cibernéticos que habitan en las diferentes subculturas y comunidades que se siguen formando basados en diferentes intereses que las personas tengan en común. Dorian nos recuerda de este concepto, sacando el ciber-absurdismo de los ciberespacios y presentándolo en sus conciertos también, ya que el ciber-absurdismo es parte de su estética y expresión artística.  

Como mencionamos al principio de este artículo, nos encontramos en una realidad en la que parecen ocurrir avances tecnológicos cada día, situación que tiene sus aspectos buenos y malos.  A la vez, también han surgido muchas ramas de pensamiento intentando conceptualizar esta realidad y cómo nos afecta tanto en el norte como en el sur global. Algunas pensadoras consideran que los ciberespacios se deben ver como un espacio también colonizado por el material que se debe extraer del sur global para poder mantener las tecnologías e internet corriendo; a la vez, otras ciberfeministas como Radhika Gajjala proponen un “subaltern  cyberfeminism from below” (Daniels, 2009, p. 105) para apropiarse de estos espacios y conseguir autonomía y detener el extractivismo rampante en el sur global. Por ende, los ciberespacios presentan esa plataforma y herramienta para diferentes grupos minoritarios explorar diferentes posibilidades para movilizarnos hacia futuros alternos. Esto se logra habitando los ciberespacios, creando comunidad e intercambiando conocimiento con personas que quizá no pueden conocer en persona por limitaciones de tiempo y espacio físico.   

Históricamente, las imágenes y representaciones han tenido un rol importante en crear percepciones populares sobre diferentes ideas. Cuando nos vemos presentados con una plataforma como el internet, que permite movilizar estas imágenes a aún más personas que hubiera podido en siglos anteriores, las expresiones artísticas de artistas reconocidas/reconocides globalmente también ayudan a plasmar futuros posibles de sociedades aceptadoras de identidades fuera del binario cisheteropatriarcal. Además, estas tecnologías sirven de herramienta absurdista que le permite a la persona transgredir aún más allá de la relación humano/naturaleza/máquina; nos permiten acercarnos cada vez más a futuros pos género/humanista si son utilizadas adecuadamente. Preguntas como las que nos propone Mitchell (2006) siguen siendo pertinentes para esta conversación: “Will technology render us posthuman in its blurring of the boundaries of human and machine? Will the practical and theoretical “fluidity” of sex and gender (from gender reassignment surgery to drag performance to theories of a “last sex”) bring about a world that is properly or positively post-gender?” (p. 109) Y también mantener en mente: ¿Quién tiene acceso a estas tecnologías? Estos son diálogos y acciones que se siguen desarrollando y abarcando, por lo que reitero que considero la importancia de habitar los espacios cibernéticos y habilitarlos como herramientas para los movimientos libertadores. 

Referencias  

Aarseth, E. J. (1997). Cybertext: Perspective on Ergodic Literature. The Johns Hopkins University Press. 

Andrews, S. (28 de julio de 2023). Albert Camus on absurd creation: Art as a reaction to meaninglessness. The Collector  

https://www.thecollector.com/albert-camus-absurd-creation/  

Beghetto, R. (2022). Monstrous liminality: Or, the uncanny strangers of secularized modernity. Ubiquity Press.  

Benson, T. O. (1987). Mysticism, materialism, and the machine in Berlin Dada. Art Journal, 46(1), 46–55. https://doi.org/10.2307/776842 

Daniels, J. (2009). Rethinking cyberfeminism(s): Race, gender, and embodiment. Women's Studies Quarterly, 37(1/2), 101-124.  

Haraway, D. (2016). A cyborg manifesto: Science, technology, and socialist-feminism in the late twentieth century. University of Minnesota Press. https://warwick.ac.uk/fac/arts/english/currentstudents/undergraduate/modules/fictionnownarrativemediaandtheoryinthe21stcentury/manifestly_haraway_----_a_cyborg_manifesto_science_technology_and_socialist-feminism_in_the_....pdf  

Hugnet, G., & Scolari, M. (1936). Dada. The Bulletin of the Museum of Modern Art, 4(2/3), 3–18. https://doi.org/10.2307/4057867 

JANK. (17 de mayo de 2023). Transfuturism: Envisioning a world of equality and acceptance. Medium. https://justinenortonkertson.medium.com/transfuturism-envisioning-a-world-ofequality-and-acceptance-40ae3f73ffcd 

Janson, H. W. (1991). History of Art (4th ed.). Harry N. Abrams, Incorporated.  

Mitchell, K. (2006). Bodies that matter: Science fiction, technoculture, and the gendered body.  Science Fiction Studies, 33(1), 109-28. 

Mulvey, L. (2015). Visual pleasure and narrative cinema. En H. Robinson & Wiley-Blackwell (Eds.), Feminism art theory: An anthology 1968-2014 (2da Ed., pp 300-310). Wiley-Blackwell. (Originalmente publicado 1975) 

Marinetti, F.T. (1973). The Founding and Manifesto of Futurism. (Trad. Brain, Robert, R.W. Flint, J.C. Higgitt, and Caroline Tisdall). En Apollonio, Umbro (Eds.) Documents of 20th Century Art: Futurist Manifestos. (pp 19-24). Viking Press (Originalmente publicado 1909) https://www.italianfuturism.org/manifestos/foundingmanifesto/  

Villano Antillano [@villanoantillano]. (2023, 27 de febrero). “All things change in a dynamic environment. Your efforts to remain what you are is what limits you” [Foto]. Instagram. https://www.instagram.com/p/CpLyzL4LzJd/?igsh=MWo2MWx5eWF3cWd2NQ== 

Williams, M. (14 de diciembre de 2021). Arca's album visuals merge futurism and ancient symbolism. Creative Review. https://www.creativereview.co.uk/arca-kick-album-art-video-frederik-heyman/  

Notas

i Aunque el término transgénero es el que actualmente se reconoce como más aceptable para referirse a personas bajo la sombrilla trans, es un dialogo muy matizado ya que hay personas que se consideran mejor representadas por el término transexual. Por tanto, utilizaremos ambos términos al referirnos a identidades fuera del binario cis. 

ii Aunque popularmente se le llame a su estilo experimental como futurista, sería más específicamente transfuturista por las propuestas pos-género que presenta en su arte.   

iii Para adentrarse más en el concepto del male gaze, sugiero leer “Visual Pleasure and Narrative Cinema” (1975) de Laura Mulvey.   

iv La artista Villana Santiago Pacheco está registrada bajo el nombre artístico Villano Antillano en sus redes sociales y plataformas musicales, pero en general se le llama Villana. Por tal razón, nos referiremos a ella de esta manera ya que es como muchas personas la reconocen.   

v Los meca o mecha provienen de las series animadas japonesas y son vehículos mecanizados, usualmente con forma humanoide, controlado por una o más personas. Cada autor/autora/autore trabaja el concepto diferentemente - algunos proponiendo una unión psicológica y hasta espiritual entre el piloto y el vehículo (como sucede en la serie Neon Genesis Evangelion) mientras que otros presentan una conexión más física (como en la serie Voltron).   

vi No es por decir que es un miedo sin base o sin razón. En la actualidad tecnocrática en la que nos encontramos, corporaciones y Estados han utilizado estos avances tecnológicos para llevar a cabo estrategias neo-colonialistas y extractivistas para lucrarse y ocupar territorios históricamente afectados por la colonialidad. También, la precariedad salarial debido a compañías adoptando avances tecnológicos para reemplazar la labor humana ya que ven estos puestos como una pérdida en ganancias.   

vii La palabra incel es la unión de dos palabras: involuntary celibate o célibe involuntario.  

viii La filosofía absurdista se caracteriza por reconocer que el mundo es caótico y sin sentido, no se le pueden aplicar reglas ya que el mundo nunca las seguirá, en fin, la existencia es sin sentido y absurda. 


Posted on December 20, 2024 .