Maraia N. Vásquez Mercedes
Departamento de Ciencias Ambientales
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP
Recibido: 29/08/2024; Revisado: 16/12/2024; Aceptado: 17/12/2024
En el archipiélago del encanto, bajo el sol borincano,
donde el mar baila con el viento,
surge la voz del pueblo, con su canto sincero,
celebrando la belleza del sueño perpetuo.
Perla del Caribe, tierra de maravilla y luz,
recupera tu esencia, sin miedo ni cruz.
Eras libre, eres bella, en cada latido,
en un nuevo sentido, renace tu grandeza.
Que retumbe tu voz, con la fuerza de un vendaval.
Que se escuche tu canto, por todo el ancho mar:
en cada verso, en cada nota, en cada estrella.
A pesar del sol radiante,
la sombra de la opresión persiste.
La tierra lucha por su voz,
en un clamor que nunca renuncia.
Sus hijos anhelan la justicia,
un mañana sin dependencias,
donde su tierra sea verdaderamente libre,
y la dignidad su estatura.
Querida tierra mía, date la vuelta,
no quiero que me veas llorar.
Me parte el alma pensar en ti mañana.
Sueño demasiado alto,
pero en mi corazón siempre serás mi norte
y como buena borincana,
lucharé por ti.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.