Natasha A. Fernández Pérez
Departamento de Sociología y Antropología
(Antropología) Facultad de Ciencias Sociales
Resumen:
En este trabajo se analiza la problemática de la alimentación en los primeros años de la conquista en Puerto Rico. Los productos hechos de trigo eran una parte central del sistema alimenticio ibérico, pero dada la incapacidad de cosechar este grano en el Caribe, debían ser importados. Sin embargo, debido a factores económicos, políticos y ambientales, la importación, basada en los viajes transatlánticos, no era constante. En estos casos, las personas tenían la opción de consumir productos del Caribe, como la yuca y maíz. Aquí se utilizan los documentos de la Real Hacienda de Puerto Rico para comparar las importaciones de harina de trigo, bizcochos, pan, casabe y maíz a los puertos de San Juan y San Germán, y se analizan las causas sociales de las similitudes y diferencias en el patrón de mercancías entre ambos asentamientos.
Palabras clave: Pan; mercaderías; importación; Real Hacienda; asentamientos coloniales
Abstract:
In this paper the problem of foodstuff’s supply in the early years of conquest in Puerto Rico is analyzed. Products made of wheat were a central part of the Iberian food system, but because of the inability to harvest this crop in the Caribbean, they had to be imported. However, because of economic, political and environmental factors, importation dependent on transatlantic travel was not constant. In these cases, people had the choice to consume Caribbean products, such as cassava and maize. Based on the documents of the Real Hacienda (Royal Treasury) of Puerto Rico, in this article I compare imports of wheat flour, biscuits, bread, cassava and maize to the ports of San Juan and San German, and analyze the social causes of similarities and differences in the pattern of goods between the two settlements.
Keywords: Bread; merchandise; importation; Real Hacienda; colonial settlements
Problema de Investigación
Después del contacto iniciado en 1492, los inmigrantes europeos intentaron recrear la dieta ibérica en el Nuevo Mundo. Sin embargo, la trasplantación de cosechas no fue fructífera en todos los lugares, como ocurrió en el Caribe. El trigo, el ingrediente preferido para la confección de pan en la Península Ibérica y la Europa medieval, es una de las plantas que no se cultivó efectivamente en las Antillas, como se evidencia en el caso del asentamiento de La Isabela en La Española. (Deagan & Cruxent, 2002; Earle, 2012; Parry, Keith & Jiménez, 1984: 90-91; Ruiz, 2001: 39-67) Por otro lado, en el Nuevo Mundo existían otros frutos, como la yuca y el maíz, utilizados por las poblaciones indígenas para confeccionar una especie de torta, en algunas instancias aceptadas por los recién llegados europeos. Según varias crónicas escritas durante la conquista, estos eran alimentos importantes para los grupos indígenas los cuales solían consumirse en formas de “panes” (Fernández de Oviedo y Valdés 1526: 15; 91-95). Por esta razón, aquí el término “pan” no se limita al pan de trigo, pues es un vocablo mucho más amplio como demuestra su definición; “… alimento que consiste en una masa de harina, por lo común de trigo, levadura y agua, cocida en un horno” (RAE, s.f.).
A pesar de su importancia para el sustento, el obispo de Puerto Rico Don Fray Damián López de Haro, en una carta redactada en el 1644, plasma su desagrado hacia algunos de estos alimentos: “…[ ] me dan cazabe [sic] cada semana para que coma la familia y los pobres, que es el pan de esta tierra que la necesidad les ha enseñado a comerlo, pero a mí no me entra en los dientes…” (Caro-Costas, 1980: 314). No obstante, estas actitudes por parte de los europeos, en tiempos de escasez de alimentos como resultado de lo infrecuente de las llegadas de barcos procedentes de Castilla, el comer productos que podían ser adquiridos localmente o posiblemente de bajo costo, se transformaba en una necesidad para la sobrevivencia.
Contexto Histórico
Caparra fue fundada en 1509 por Juan Ponce de León, en la parte noreste de la isla de Puerto Rico, a media legua (2,786.333 kilómetros) tierra adentro, cercano a los ríos Cibuco y Toa (La Plata) donde ya se habían iniciado actividades mineras y agrícolas (Castaño Álvarez, 2015; Sepúlveda, 1989). La idea pensada para escoger esta localización fue que el asentamiento tuviera más protección al no encontrarse directamente en la costa. Sin embargo, según Sued Badillo (2001), esto no funcionó porque transportar las mercaderías por tierra desde el puerto Rico (luego llamado puerto de San Juan) hasta el asentamiento, aumentaba casi el doble su costo. Debido a que los primeros colonos tuvieron casi total dependencia en el tráfico marítimo con España y La Española, pronto se dieron cuenta de lo inconveniente que era su actual inaccesibilidad siendo ésta una de las razones para su posterior traslado a la isleta (de Hostos, 1966; Sepúlveda Rivera, 1989: 21-34; Sued Badillo, 2001: 36-63).
Por otro lado, el primer asentamiento en el oeste de la isla fue la Villa de Tavora (o Villa de Sotomayor) fundada por Cristóbal de Sotomayor en 1509 (Sued Badillo, 2001). El poblado fue quemado por la rebelión indígena de alrededor de 1510 o 1511. Sobre las cenizas de este primer poblado, se levantó la Villa de San Germán en 1512. Según Sued Badillo (2001), San Germán superó económicamente a Caparra por unos años gracias a su localización cercana a la región de Higüey en La Española. Esto se debió al hecho de que, para los navíos cargados con oro en ruta a Sevilla o de tráfico comercial, resultaba más expedito parar en San Germán, que desviarse hacia Caparra.
Para poder estudiar la entrada de mercancía en los comienzos de la colonización, utilizaremos documentos generados por la Casa de Contratación de Sevilla. Esta fue fundada en 1503 y era el organismo rector que monopolizó el comercio entre España y las Indias (Kamen, 2014; O’Flanagan, 2008: 39-79). La Real Hacienda velaba que se cumplieran las funciones de la Casa de Contratación en las Indias, actuando como Cámara de Comercio, Aduana, Almacén, Oficina de Emigración, Academia Náutica, Tribunal de Justicia, y Correo Mayor, entre otras (Tanodi, 1971:133-397). La función que será examinada para este análisis es la de Aduana, pues la misma registraba los barcos que entraban a Puerto Rico, sus tripulantes, las mercaderías importadas y sus aranceles. En un estudio similar, Collazo López (2016) cuantificó las personas registradas (tripulantes y pasajeros) y los navíos que entraron para los años 1512 y 1513 utilizando esta fuente.
Objetivos de Investigación
El objetivo principal de este trabajo es investigar y comparar las importaciones de productos para la generación de pan en los primeros asentamientos españoles en Puerto Rico (Caparra y San Germán), durante las primeras décadas del siglo XVI. A partir de los registros de los navíos y las mercaderías que entraban a la isla, documentadas por la Real Hacienda de Puerto Rico, se establecerá cómo difieren los patrones entre ambos asentamientos y se contabilizará, comparará y contrastará las importaciones de los distintos tipos de panes y productos para la confección de los mismos.
Se analizará la cantidad de entradas, la cantidad en libras importadas de cada producto y el costo de los mismos, para ver qué señala este movimiento de mercaderes sobre la accesibilidad que tuvieron estos productos en cada asentamiento. Además, se analizará cómo este movimiento ilustra el tránsito mercantil y la inclusión de los puertos de Caparra y San Germán como escalas de parada, según la procedencia de los productos y la cantidad de barcos entrados a cada asentamiento. Finalmente, se analizará la provisión y utilización alimentaria del producto importado (ingrediente, harina o pan) sobre los sistemas de producción que pudieran haber estado involucrados.
Metodología
Como primer paso, se realizó una consulta de los catálogos del Archivo General de Indias que existen en el Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Se revisó también el primer volumen de Documentos de la Real Hacienda de Puerto Rico de Tanodi (1971), y el libro de Artesanías, comestibles y vestuario del historiador Francisco Moscoso. (2007) Subsiguientemente, se escogieron las palabras clave a utilizar en referencia a panes, en base a lo que había disponible en los documentos de la Real Hacienda. Estas fueron: pan, bizcocho, casabe, pan casabe, harina, y maíz. Las primeras cuatro fueron seleccionadas según el apartado de “Panes” en el libro Moscoso (2007: 58-59). La harina se encontraba en el apartado de tipos de comestibles, y es definida como “polvo que resulta de la molienda del trigo o de otras semillas, y raíces comestibles”. (Moscoso, 2007: 55) Es importante notar que en los registros transcritos por Tanodi (1971: 133-397) no apareció la palabra trigo. No obstante, como en cada una de las instancias en que se importaba “harina”, la misma procedía de Castilla y/o estaba asociada a otros productos y objetos que no provenían de las Antillas (como quesos de Canarias, vinos, aceitunas, dátiles, higos, seda, espejos, espadas, entre otros bienes económicos), para propósitos de evitar la confusión sobre el tipo de harina, se ha denominado aquí como “harina de trigo”. El maíz aparece en el apartado de “Granos” (Moscoso, 2007: 58). El maíz no era necesariamente importado con la finalidad de convertirse en harina o en pan. Sin embargo, se examina y contabiliza aquí por lo expuesto en la introducción sobre su importancia para las poblaciones indígenas.
Con el objetivo de comparar estos diversos tipos de alimentos importados, las diferencias en su procedencia y los sistemas de producción que pudieran haber estado relacionados, optamos por un acercamiento orientado a observar las etapas alimentarias en la producción de pan. La primera etapa la definimos como la del “ingrediente”. El único producto examinado aquí que cae en esta categoría es el maíz, ya que el trigo no parece haber sido importado en grano (al menos en los documentos examinados aquí). La segunda etapa es la de “harina”. Como vimos anteriormente, esta etapa se refiere al polvo que resulta de la molienda de los ingredientes. El único producto estudiado aquí que cae en esta categoría es la harina de trigo. La tercera y última etapa alimentaria analizada es la de “pan” o el producto final de un proceso de molienda de ingredientes y confección. En esta categoría, caen el pan, bizcocho, casabe, y pan casabe. Luego, se sintetizó la información de cada entrada que registrara alguna de estas palabras en una base de datos en el programa Microsoft Excel®. La información fue organizada en las siguientes columnas identificadas como: producto, cantidad reportada, valor, costo pagado, registrador, maestre, nombre del navío, procedencia, puerto al que arriba, fecha, y número de navío (esto último, para contabilizar los navíos incluidos en análisis).
Pan casabe y casabe se tomaron como equivalentes, y se pasaron a la base de datos como “casabe”. Para el resto de las entradas en donde se registrara la palabra “pan”, fueron pasadas de la misma manera a la base de datos aunque incluyeran otras especificaciones, como “pan quita quiebra” y “pan quita tara” (Moscoso, 2007). Las entradas que registraran “bizcocho” (pan sin levadura) fueron pasadas a la base de datos de la misma manera, exceptuando las ocasiones en que fueran especificadas como rosquetas y rosquetes de bizcocho, debido a que estas indican confiterías, y no panes (Moscoso, 2007: 60-61). Las últimas no se incluyeron en contabilización de bizcocho. Harina y maíz fueron pasados con estos mismos términos respectivamente.
Además, en cuanto al puerto de San Juan es importante aclarar que en los documentos se menciona siempre como “Puerto Rico”. Esto es porque para esos años, el nombre de la isla era “San Juan Bautista” y el del puerto, “Puerto Rico” (hoy en día es lo opuesto). Sin embargo, para propósitos de análisis y evitar confusión, en este trabajo se refiere a este puerto como “San Juan”. De igual manera, el pueblo de San Germán en el Puerto Rico de hoy en día no corresponde al asentamiento y puerto de San Germán aludidos en estos documentos, cuya localización no es clara. San Germán continuó trasladándose a través del siglo XVI, y llegó a su actual localización en el 1573 con el nombre de la Nueva Villa de Salamanca.
La variación en procedencia de los navíos fue contabilizada a partir de la cantidad de entradas de cada producto, por año (1512, 1513, 1516 y 1517) y por puerto de procedencia: La Española, Higüey, Yuma, Salvaleón, Santo Domingo, Isla de Mona, Castilla, y No definido. Debido a que las primeras cinco categorías ofrecen cierta ambigüedad y que proceden de La Española, las mismas fueron agrupadas en las gráficas bajo este nombre. La categoría de “no definido” fue utilizada cuando la procedencia no estaba especificada en el documento.
La comparación de las importaciones de cada producto se basó en la cantidad de entradas y la cantidad en libras, convirtiendo las unidades provistas según lo expuesto en Castaño Álvarez (2015). Para calcular el valor de los productos y su variación por año, se convirtió el valor expuesto a granos (unidad monetaria antigua) con las siguientes equivalencias: 1 peso= 8 tomines= 96 granos; y 1 tomín= 12 granos (Burdick, 2009). Luego, se calculó el promedio y la mediana en granos de cada producto por año. Estos cálculos fueron luego expuestos en gráficas lineales para ver la variación en valor por año. El cálculo presentado aquí es la variación de la mediana, debido a que esta medida de tendencia central no es afectada por valores extremos, como lo es el promedio (Sánchez Viera, 1998). Para efectos de esta investigación, no se está tomando en consideración las variaciones en valor por puerto.
Limitaciones de Investigación
Además de las ventajas de este tipo de investigación para ofrecernos una relación de alimentos de tan temprano en la conquista, existen varias limitaciones en cuanto a la muestra que son importantes considerar. Primeramente, los documentos que se encuentran en el primer volumen de la obra de dos volúmenes de Aurelio Tanodi (1971) corresponden a una selección que el editor transcribió (paleografía) de la totalidad de documentos que se encuentran en el Archivo General de Indias en Sevilla. Segundo, estos documentos posiblemente representan algunos de los documentos relacionados a la Real Hacienda de Puerto Rico que han sobrevivido con el pasar de los años, pero no podemos asegurar que todos los documentos que, en algún momento fueron escritos, hayan sobrevivido. Tercero, todavía existe la posibilidad que se encuentren más documentos relacionados a la Real Hacienda de Puerto Rico en otros legajos del archivo, o en otros archivos como, por ejemplo, la sección sobre Puerto Rico que se conserva en el Archivo de la Nación en México y que forman parte del registro de la Audiencias de Santo Domingo y de La Habana bajo el Virreinato de Nueva España para el siglo XVI y para el siglo XVII. Por lo mismo, la información aquí presentada, al igual que toda investigación con documentos y/o arqueológica, es fragmentada (Collazo López, 2016; Schiappacasse, 2015; Sued Badillo, 2001; Tanodi, 1971).
Es importante estar consciente que cada gráfica presenta ciertos factores mientras omite otros para beneficio del análisis del investigador. Es una construcción social pues se fragmenta la realidad vivida en categorías, en la mayoría de los casos numéricos, para tratar de ver patrones en la correlación de los datos. No obstante, si se utiliza correctamente, la estadística permite descubrir problemas, las posibles causas de los mismos, identificar soluciones y evaluar logros (Sánchez Viera, 1998). En este caso, es posible identificar problemas en la llegada de navíos con alimentos, específicamente los panes o los que podrían ser convertidos en panes, durante los primeros años de conquista y colonización europea en Puerto Rico. Por otro lado, la contestación de estas preguntas de investigación está atada a lo que se importaba legalmente pues lo ilegal no pagaba aranceles ni se registraba. Tampoco se ha podido examinar en este trabajo lo que se sembraba localmente, pues la Real Hacienda registraba lo que se importaba y no lo que había de manera local. Sin embargo, si se asume a priori que lo que se importaba era lo que no se podía adquirir fácilmente en el ambiente local y/o lo que poseía un mayor valor social, a partir de los datos sobre la cantidad de lo que entraba y la frecuencia con que se importaba a cada uno de los puertos, podemos inferir sobre lo que se sembraba y/o confeccionaba localmente en Puerto Rico.
Resultados y Discusión
En cuanto a la procedencia de los productos (omitiendo los casos no definidos), se observa que la harina y los bizcochos procedían de Castilla; mientras el casabe, el pan y el maíz, de La Española o Isla de Mona. En la Figura #1, se presenta una comparación de la cantidad y procedencia de los navíos identificados que entraron a cada puerto por año (que traían alguno de los productos examinados aquí). En los años 1512, 1513 y 1517, la mayor parte de los navíos registrados en San Germán procedían de La Española, los navíos registrados en San Juan en estos tres años son escasos (uno o ninguno cada uno). En el 1516, la cantidad y procedencia de navíos a ambos puertos es generalmente equitativa. La mayoría proceden de Castilla, pero también hay entradas de La Española.
San Germán recibió más navíos que San Juan en estos cuatro años. Su cercanía a La Española, que era la sede de gobierno en las Indias en ese momento, posiblemente le facilitó su inclusión en las rutas comerciales; mientras a San Juan, por encontrarse más lejos, le pasó lo opuesto. En la Figura #2, se presentan los resultados de la cantidad de entradas de cada producto por año a cada puerto. Claramente, se puede observar que los registros con más entradas son San Germán en el 1513 (con casabe componiendo la mayoría, seguido por maíz y pan) y San Juan en el 1516 (con harina componiendo la mayoría, seguido por casabe, maíz y pan). San Juan parece haber tenido una mayor variedad de importaciones, incluyendo productos europeos; mientras que el patrón en San Germán fue mucho más variable (en el 1512 su muestra parece componerse casi en su totalidad por casabe; en 1516, de harina; y, en el 1513 presenta mayor variabilidad). Sin embargo, si lo comparamos con la Figura #3, vemos cómo en cada uno de los casos el producto más importado en libras fue el casabe. Aun cuando había variedad en las entradas de productos, el casabe era el producto más importado en masa a ambos puertos.
En la Figura #4, se ilustra la variación de la mediana del costo de los productos en base al valor en grano de los mismos. El aspecto más llamativo es la diferencia en el valor de la harina respecto a los otros productos, con el pico más alto en el 1513, un descenso en el 1516, y un breve ascenso en el 1517. Tanto el casabe, el pan y el maíz, productos procedentes de La Española o Isla de Mona (casabe), parecen seguir un patrón similar. En base a las entradas con procedencia definida, la harina procedía únicamente de Castilla. Es curioso que el bizcocho, producto procedente de Castilla, no estuviera mencionado en las importaciones de 1517, y por tanto haga un descenso momentáneo en ese año.
Si partimos de la premisa que un alto costo limitaba la accesibilidad, la harina era el producto menos accesible. También, debido a la procedencia y el costo, es posible postular que la mayor parte de los registros de “pan”, se están refiriendo a casabe. No obstante, como no se especificó el tipo de pan en cada uno de los casos, no es posible determinar esto con exactitud. No obstante, si juntamos la información de cantidad de libras importada (Figura #3) de casabe y pan, la muestra se conformaría casi en su totalidad de casabe. Es decir, aun cuando en ocasiones había cierta variabilidad en las entradas de productos (Figura #2), debido a que el casabe era el producto más accesible (en costo y porque los navíos de La Española eran más comunes que los de Castilla, como vimos en la Figura #1), este era el más importado en masa a ambos asentamientos. Consecuentemente, la variedad de entradas en ambos puertos, reflejadas en la Figura #2, podría señalar que aun cuando el casabe era el producto más accesible para estos dos asentamientos coloniales tempranos, las personas en los asentamientos trataban de mejorar su situación expandiendo su dieta con otro tipo de productos, notablemente harina, pan y maíz en el 1513 y 1516.
Finalmente, la Figura #3 muestra que los tipos de productos más favorecidos en cantidad atados a la importación eran los panes (casabe y otros), relegando las harinas e ingredientes a un segundo plano. Esto podría deberse simplemente a la mayor accesibilidad en costo y procedencia de los mismos. Pese a que otra posibilidad a considerar puede ser que hubo una preferencia por los productos que tuvieran una atractiva cualidad costo-efectiva, esto es, por ejemplo, aquellos que estuvieron a un mayor alcance y por menos trabajo. Considerando, por ejemplo, el modo de vida material minero, y la harina y los ingredientes tenían que ser procesados si su propósito era hacerlos pan.
Conclusiones
Según estos resultados, los productos con mayor demanda para la confección de pan variaron en cada asentamiento por año. El patrón reflejado aquí indica que la subsistencia (asumiendo que las importaciones la reflejan) estaba basada en el casabe, debido a que era un producto accesible en cuanto a costo y procedencia. San Germán, el encontrarse más cercano a La Española, tuvo un mayor movimiento mercantil y por lo mismo, una mayor entrada de productos (especialmente en 1513) que San Juan. No obstante, las personas en ambos asentamientos, importaron una variedad de productos. Es decir, los colonos en San Juan y San Germán no fueron agentes pasivos que se limitaron a consumir los productos más económicos, sino que buscaron mejorar su condición colonial haciendo uso de una variabilidad de productos para conformar su dieta y sus panes. Como futura investigación, sería importante examinar cómo varía este panorama cuando se traslada Caparra a la isleta de San Juan en el 1521 y los subsiguientes años.
Agradecimientos
Quisiera agradecer al Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, por orientarme y proveerme las fuentes primarias, al igual que a la Dra. Paola Schiappacasse, la Dra. Isabel Rivera Collazo, y a Ana Fernández Castañer por su ayuda en la edición de este artículo.
Bibliografía
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Revista [IN]Genios, Vol. 3, Núm. 1 (septiembre, 2016).
ISSN#: 2374-2747
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