Alejandra Fernández Santiago
Departamento de Historia
Facultad de Humanidades, UPR RP
Resumen
El Antiguo Gabinete de Lectura Ponceño (1870-1888) fue el primer centro de información educativo en Ponce para mediados del siglo XIX. El propósito de esta investigación histórica es demostrar el impacto que tuvo en la vida social y cultural de Ponce. Se empleó el análisis de fuentes primarias como la prensa de la época, testimonios escritos de socios y el Libro de Actas del Gabinete de Lectura. Se consideró las actividades y la accesibilidad a los recursos culturales y educativos que ofrecía el Gabinete de Lectura como foco de impacto al desarrollo cultural, social e intelectual de la sociedad ponceña. En consecuencia, se sugiere cómo el Gabinete de Lectura representó un fomento de la modernidad en Puerto Rico.
Palabras claves: gabinete de lectura, modernidad, Ponce, Puerto Rico, historia social
Abstract
The Antiguo Gabinete de Lectura Ponceño (1870-188) [Old Reading Cabinet of Ponce (1870-1888)] was the first educational information center in Ponce in the mid-19th century. The purpose of this historical investigation is to demonstrate the impact it had on the social and cultural life of Ponce. The analysis of primary sources such as the press of the time, written testimonies of members, and the Minute’s Book of the Reading Cabinet. The activities and accessibility to cultural and educational resources offered by the Reading Cabinet were considered as a focus of impact on the cultural, social, and intellectual development of Ponce’s society. Consequently, it is suggested how the Reading Cabinet represented a development of modernity in Puerto Rico.
Keywords: reading cabinet, modernity, Ponce, Puerto Rico, social history
Introducción
A mediados del siglo XIX, la Villa de Ponce carecía de un lugar donde la gente pudiese reunirse a leer periódicos y otras obras. En el 1890 se estableció la Biblioteca Municipal, ocupando la posición primordial de centro de información en la ciudad de Ponce. No obstante, veinte años antes, en el 1870 se había establecido el primer Gabinete de Lectura Ponceño, convirtiéndose en el primer centro de información educativo en Ponce. En otras palabras, el Gabinete de Lectura Ponceño fue como el antecesor de la Biblioteca Municipal. Fue gracias a Federico Pérez, Antonio Molina, Diego Vicente Texera, Rafael Rodríguez, Luis R. Velázquez, Ángel Aguerrevere y Eduardo Neumann que se levantó este primer Gabinete de Lectura.[1] Esta respuesta a la falta de un espacio como este, demuestra el progreso que estaba viviendo Ponce a mediados del siglo XIX y, así mismo, los esfuerzos de alcanzar la modernidad.
Un gabinete de lectura es un “salón de lectura público en que se reúnen las gentes, mediante una retribución, a leer papeles públicos y otras obras”.[2] La existencia de un gabinete de lectura en el Ponce decimonónico no es de conocimiento popular y tampoco se ha estudiado lo suficiente sobre el tema. Este tema amerita que se investigue considerando que es importante estudiar las asociaciones que se formaron en Puerto Rico para poder entender cómo estas tomaron parte en los movimientos culturales, intelectuales, políticos y económicos que se estaban dando en la época.
Para la problemática de esta investigación he formulado la siguiente pregunta: ¿Qué impacto tuvo el Gabinete de Lectura en la vida social y cultural de Ponce? Su respectiva hipótesis es la siguiente: El Gabinete de Lectura Ponceño fue una de las asociaciones con mayor impacto en el Ponce del siglo XIX, debido a que creó un espacio donde, a través del fomento de las letras y a través de las actividades organizadas, se logró un desarrollo cultural e intelectual en la sociedad ponceña. De igual forma, el Gabinete de Lectura otorgó una cierta accesibilidad a recursos culturales y educativos en una época donde el acceso a estos era limitado.
Localización, contexto histórico e inicios del Gabinete de Lectura Ponceño
El Gabinete de Lectura tuvo sus inicios en el año 1870 en la calle Sol de la Villa de Ponce.[3] La calle Sol en aquel entonces era de las pocas calles que formaban al Ponce Urbano. Luego, el Gabinete de Lectura, se estableció en los bajos de la casa del Dr. Rafael Pujals en el número 17 de la calle Isabel de la Ciudad de Ponce para su reinauguración.[4] La calle Isabel también en aquella época formaba parte del Ponce Urbano y era una de las calles principales. El Gabinete de Lectura, tanto como en sus inicios como para su reinauguración, estuvo localizado en el centro del Pueblo de Ponce, cerca de la Plaza las Delicias, la Plaza del Mercado, el Teatro la Perla; en fin, estuvo en una localización céntrica y estratégica para todo aquel que concurría a sus salones. En la Figura 1 se presenta un croquis de Ponce del 1895[5], en el cual se identifica la Calle Sol y la calle Isabel.
La segunda mitad del siglo XIX fue una de mucha actividad política, económica y cultural en Puerto Rico. Por lo cual, es importante resaltar ciertos puntos que son relevantes para entender el contexto histórico en el cual operó el Gabinete de Lectura Ponceño. Para comenzar, el año 1868 fue uno de mucha actividad tanto en la Península Ibérica como en Puerto Rico. El 17 de septiembre de 1868 en España destronan a la Reina Isabel II en un levantamiento recordado como la Revolución Gloriosa. Como consecuencia, España entró en un periodo de inestabilidad política, mientras que en Puerto Rico el 23 de septiembre de 1868 estalló el Grito de Lares. A finales de este mismo año llegó a la gobernación el General José Laureano Sanz. En el 1869, el Gobernador Sanz autorizó la circulación de periódicos, pero prohibió discutir la esclavitud y la naturaleza de las relaciones entre la Isla y la metrópoli. También en ese mismo año, se publicó una circular declarando vigente en la Isla el derecho de reunión, pero con muchas restricciones.[6] El Gabinete de Lectura Ponceño se organizó poco después de esto entre el 1869 y 1870. Finalmente, el Gobernador Sanz fue relevado de su puesto el 28 de mayo de 1870. Con respecto a la restricción en los periódicos, el Gobernador Baldrich levanta la censura el 31 de agosto de 1870.
El 22 de marzo de 1873 se logró la abolición de la esclavitud en Puerto Rico.[7] Asimismo, se aprobó una ley que promulgaba la libertad de asociación para Puerto Rico. En este periodo liberal el cambio se convirtió en un indicador de modernidad y progreso. Las reformas que tomaron lugar, como la libertad de prensa y la libertad de asociación, fueron aceptadas por los puertorriqueños de la época como liberales, progresistas y modernas. El proceso de modernidad fue uno complejo que incluyó el desarrollo de los intelectuales, la secularización, las asociaciones, la prensa periódica, la educación, la literatura, la historia, el conocimiento científico y la tecnología, entre otros. Por otra parte, en el 1874 el General José Laureano Sanz regresó a la gobernación y quitó lo establecido de libre asociación. Como resultado, el Gabinete de Lectura es clausurado. Sin embargo, tres años después, el 30 de junio de 1877, ocurre la reinauguración del Gabinete de Lectura Ponceño.[8]
Es importante mencionar un poco del contexto histórico de Ponce. Desde el 1848 Ponce es Villa y disfrutaba de una prosperidad. En las palabras de Socorro Girón, “la villa prosperaba por el movimiento marítimo en su Playa, por la industria de la caña de azúcar, por su comercio. Era el pueblo de más actividad mercantil y artística en Puerto Rico. Ponce también fue el refugio de libre pensadores, artistas, maestros y periodistas”.[9] Ya que se trata de un gabinete de lectura, es importante destacar las cifras de alfabetismo en Ponce en aquella época. La población de Ponce, según el censo del 1876, llegaba a los 33,514 habitantes, de los cuales 7,102 sabía leer y escribir; 2,033 solo sabían leer; y 24,379 eran analfabetas.[10] Mientras que, según el censo de 1887, la población de Ponce era de 42,388, de los cuales 10,181 sabían leer.[11] Por último, Ponce se declaró ciudad en 1877 por una Real Orden.
Primera etapa del Gabinete de Lectura: 1870-1874
Para recalcar, bajo el segundo término del General Sanz en el 1874 se mandó a clausurar el Gabinete de Lectura dejando a Ponce nuevamente sin el único espacio que asimilaba una biblioteca pública. La información que existe del Gabinete de Lectura antes de su clausura es poca. Pero podemos tener una idea de la dinámica del Gabinete a través de la publicación de las notas de viaje de Eleuterio Derkes en el periódico La Razón de Mayagüez el 23 y 30 de septiembre de 1872, titulado “Impresiones de viaje”. Eleuterio Derkes fue el primer novelista negro de Puerto Rico, hijo de esclavos libertos, quien se destacó como educador, poeta, dramaturgo y periodista. Derkes fue invitado al Gabinete de Lectura para asistir a la lectura de un drama puertorriqueño escrito por Ramón Marín titulado El hijo del amor. ¿Qué nos dice esto del Gabinete de Lectura? Que las personas no socias podían asistir al Gabinete por medio de una invitación y que no había distinción de persona por raza, tomando como ejemplo a Eleuterio Derkes quien era un hombre negro e hijo de esclavos libertos. La invitación de Derkes al Gabinete de Lectura fue un marcador de modernidad política al tomar una postura inclusiva. De igual modo, nos otorga una idea del tipo de lecturas que se pronunciaban en el Gabinete. Por ejemplo, en la visita de Derkes, se trató una obra puertorriqueña. Por otra parte, Derkes comparte en sus notas sobre la visita al Gabinete lo siguiente, “nos colocamos alrededor de una larga mesa cubierta con un tapete, leyendo libros y periódicos mientras llegaban los demás concurrentes”.[12]Esta descripción se puede visualizar en la Figura 2 con la pintura The reading cabinet por Johann Peter Hasenclever del 1843, donde se puede observar un grupo de hombres en una sala leyendo sobre una mesa distintos papeles y periódicos.
Reinauguración del Gabinete de Lectura Ponceño: 1877-1888
El Gabinete de Lectura Ponceño se reinstituyó en el 1877 bajo la dirección del doctor Rafael Pujals y junto a una directiva de socios que pertenecieron al primer Gabinete de Lectura como Ramón Marín, vicepresidente, Rafael Rodríguez, secretario, y Eduardo Neumann, segundo vocal. Se puede hallar más documentación de este nuevo periodo del Gabinete de Lectura en la prensa de la época, testimonios escritos de socios, y en el Libro de Actas del Gabinete de Lecturas que se encuentra en el Archivo General de Puerto Rico. Al analizar críticamente estas fuentes se puede comprender el impacto que tuvo el Gabinete de Lectura en la sociedad ponceña. A continuación, expondré mi análisis sobre las actividades organizadas por el Gabinete, la accesibilidad a este y cómo el Gabinete de Lectura representa un fomento de la modernidad y el progreso.
Antes de su reinauguración, Ramón Marín había compartido en el 1875 que el Gabinete de Lectura estaba en vías de restablecerse, pero esta vez sería más provechoso de lo que fue en la primera época de su existencia, puesto que los socios se proponen a establecer conferencias científicas y literarias. Al mismo tiempo, los socios proponen crear clases de idiomas, comercio, agricultura y etc.[13] El Gabinete de Lectura no simplemente sería una asociación para reunirse a leer obras y periódicos, sino que desde los inicios de su restablecimiento hubo una intención de contribuir al progreso intelectual de la sociedad ponceña a través de sus actividades.
El Gabinete de Lectura tuvo su reinauguración el 30 de junio de 1877. Poco después de su reinauguración se anuncia en los periódicos que el Gabinete de Lectura estará realizando próximamente veladas literarias.[14] Las veladas literarias y sus conferencias fueron las herramientas de mayor impacto por parte del Gabinete en su contribución al desarrollo intelectual y cultural de la sociedad ponceña.
En la Tabla 1 se desglosan las actividades de conferencias literarias y científicas realizadas por el Gabinete de Lectura en el año 1877; en la Tabla 2, las actividades realizadas entre los años 1878 y 1879. De esta forma se podrá ver de una forma más clara el contenido e impacto de estas conferencias. Cabe resaltar, que la información obtenida en estas tablas proviene de las actas del Gabinete y de la prensa de la época.
Entre las conferencias ofrecidas se destacan los temas relacionados a las artes, las ciencias biológicas y terrestres, y la literatura. Probablemente estos eran los temas más populares de la época y a través de estas conferencias se buscaba instruir a todo aquel que asistiera. Se debe agregar que en el acta del 8 de mayo de 1878 el socio F. Cinagero solicitó versar en una velada sobre “La esclavitud de la antigüedad”, pero la Junta Directiva no aprobó el tema. No se ofrece explicación de por qué la Junta Directiva no lo aprobó. No obstante, hay que considerar que hace menos de diez años estaba prohibido discutir sobre la esclavitud y, añadiendo que la abolición de la esclavitud se había aprobado en Puerto Rico hacía cinco años, puede ser un factor contribuyente. Es posible que la Junta Directiva consideró que el tema sería algo polémico, teniendo en cuenta que los socios del Gabinete pertenecían a la clase adinerada y es muy probable que muchos hayan sido dueños de esclavos. Además, en la isla vecina de Cuba aún había esclavitud. Por otra parte, aparte de las conferencias, el 2 de noviembre de 1877 el Gabinete de Lectura instaló clases de inglés y francés gratis para todos los socios, ya que con la cuota mensual de los socios se le pagaría al profesor.[15]
Accesibilidad a los recursos del Gabinete de Lectura
Consideremos ahora la accesibilidad a los recursos que ofrecía el Gabinete de Lectura. Uno de los miembros fundadores, Neumann, nos da una pista de los recursos al describir que el Gabinete contaba con una colección de libros clásicos, objetos arqueológicos y un museo de historia natural.[16] En el reglamento se establece que para ser socio había que otorgar algún volumen para la Biblioteca del Gabinete y más pagar la cuota mensual de un peso.[17] Claramente, para ser socio del Gabinete tenías que pertenecer a la clase acomodada. Sin embargo, los socios podían llevar al Gabinete personas no socias por un periodo total de quince días, demostrando la intención de alcanzar a más personas, lo cual revela una aspiración a una sociedad más inclusiva e igualitaria.
Otro punto importante es que los socios no podían extraer libros ni periódicos del Gabinete, según el artículo 13 del reglamento. Por otro lado, cualquier persona podía asistir a las veladas literarias y conferencias del Gabinete, ya que estas eran abiertas al público general y se anunciaban en los periódicos. En cuanto a las clases de idiomas, que solo los socios podían aprovechar, se trajo a la mesa en la junta ordinaria del 15 de enero de 1878 la poca concurrencia de alumnos a las clases. Por lo cual se propuso discutir en la junta general la posibilidad de que personas no socias al Gabinete pudiesen ser admitidas a las clases. En la junta general del 22 de enero de 1878 se acordó lo siguiente: “Fue acuerdo unánime expresado por todas las papeletas depositadas en la urna, que pudiese admitir en las clases que sostiene la sociedad, personas no socias, de condición pobres; y que fuese de la [incumbencia] de la Junta Directiva escoger los medios para que sean más eficaces los beneficios que por ese medio trata de esparcir la sociedad en pro de la instrucción”.[18] Ciertamente, el Gabinete de Lectura se dio a la tarea de que fuera posible el acceso a sus recursos culturales y educativos para el aprovechamiento de los no socios también.
Mujeres y niños en el Gabinete de Lectura
Todavía queda señalar que el alcance del Gabinete de Lectura no se limitó solamente a los hombres ilustrados que formaban las filas de los socios. Ciertamente, la gran mayoría de los socios del Gabinete eran hombres y así lo demuestran las listas de socios entre los años 1877 al 1879, pero no significa que el Gabinete era exclusivamente para hombres. En el acta del 2 de noviembre de 1877 se informa que fue admitida como socio de número la Srta. Cayetana Pon y Carreras.[19] Por otro lado, retomando la Tabla 1 y la Tabla 2 podemos ver como se distingue la asistencia de señoras y señoritas en las veladas literarias y conferencias. Otro ejemplo de la representación femenina es la colaboración de Lola Rodríguez de Tió en el periódico La Página, órgano del Gabinete de Lectura.[20] Así mismo, de Tió publicó en el 1880 una composición dedicada al Gabinete de Lectura.[21] Esto demuestra como el Gabinete de Lectura también logró alcanzar una parte de la población de mujeres de la época, quienes eran figuras claves para una buena educación de la niñez. Una vez más podemos ver ese afán de una sociedad más igualitaria e inclusiva, lo cual refleja una modernización sociopolítica.
De igual forma, el Gabinete tuvo un impacto en la niñez. Tomemos por ejemplo cuando se acordó la admisión de personas no socias, de condición pobres a las clases de idiomas. Los primeros en ser aceptados a las clases fueron dos niños pobres, que fueron recomendados por el socio y profesor de instrucción pública, Juan Fer Rodríguez.[22] Ese mismo año se creó el Cuadro de Honor del Gabinete de Lectura para reconocer la aplicación, el aprovechamiento y la buena conducta de los estudiantes de Ponce. El 16 de julio de 1878 se llevó a cabo el acto de reconocimiento del Cuadro de Honor del Gabinete, reconociendo a los dos alumnos más destacados por cada institución en Ponce.[23] Igualmente, al año siguiente el Gabinete reconoció y otorgó premios a los estudiantes más destacados de las escuelas en una ceremonia que se llevó acabo el 24 de agosto de 1879.[24] El Gabinete de Lectura Ponceño no solo se comprometió con sus socios, sino también con las mujeres, niños y todo aquel de la sociedad ponceña que estaba dispuesto a formar parte del progreso, la modernidad y de los movimientos intelectuales que estaban liderando.
Conclusión
Después de analizar los resultados obtenidos de las fuentes estudiadas, puedo concluir que la hipótesis de esta investigación histórica sí se pudo comprobar. Puesto que el espacio creado por el Gabinete de Lectura se convirtió en el primer centro de información educativo en Ponce. Por otro lado, se pudo comprobar que las actividades organizadas por el Gabinete: veladas literarias, conferencias, clases de idiomas y las ceremonias de reconocimiento académico, se realizaron con el propósito de promover el desarrollo cultural e intelectual en la sociedad ponceña en pro de la instrucción. De igual forma, el Gabinete impulsó que algunos de sus recursos fueran accesibles a personas no socias, mujeres, niños y pobres, asegurando un impacto mayor en la sociedad ponceña. El Gabinete de Lectura es un reflejo del progreso que estaba viviendo Ponce en el último tercio del siglo XIX. Las ideas modernas, especialmente las relacionadas a la modernidad social y política, que surgieron en esta época se manifestaron en asociaciones como el Gabinete de Lectura. Definitivamente el Gabinete de Lectura fue parte de un proceso de construcción de lo que significaba progreso y modernidad en Puerto Rico.
Referencias
Fuentes primarias
Archivo General de Puerto Rico, Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce 1877-1883, Colecciones Particulares, Documentos Sueltos, Caja 9.
Derkes, Eleuterio. “Impresiones de Viaje”. Literatura puertorriqueña negra del siglo XIX escrita por negros: obras encontradas de Eleuterio Derkes, Manuel Alonso Pizarro y José Ramos y Brans: antología de la literatura puertorriqueña negra escrita por negros 1880-1920, Editado por Roberto Ramos-Perea, San Juan, P.R., Editorial Lea, 2009, p. 219.
El Boletín Mercantil de Puerto Rico, 1877-1898.
Marín, Ramón. Las fiestas populares de Ponce. Editado por Socorro Girón, San Juan, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1875-1994.
Neumann, Eduardo. Benefactores y hombres notables de Puerto Rico: bocetos biográficos-críticos con un estudio sobre nuestros gobernadores generales: obra exornada profusamente con hermosos fotograbados, vol. 2, Ponce, P.R., Establecimiento Tipográfico “La Libertad”, 1896.
Neumann, Eduardo. Verdadera y auténtica historia de la ciudad de Ponce. Reimpresión facsimilar de la primera edición, s.l., Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1913-1987.
Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico. www.biblioteca.uprrp.edu.
Fuentes secundarias
Cruz Monclova, Lidio. Historia de Puerto Rico (siglo XIX), vol. 2, Río Piedras, Editorial Universitaria, Universidad de Puerto Rico, 1965.
Departamento de Educación de Puerto Rico. Los municipios de Puerto Rico: Ponce, La Perla del Sur, Santurce, Departamento de Educación, Programa Editorial, 1992.
Socorro Girón, “Ramón Marín y su tiempo” en Ramón Marín, Las fiestas populares de Ponce. Editado por Socorro Girón, San Juan, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1875-1994, p. 15.
Grupo de Estudios de Asociacionismos y Sociabilidad. España en Sociedad. Las asociaciones del siglo XIX, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla- La Mancha, 1998.
Pedreira, Antonio. El periodismo en Puerto Rico, Río Piedras, P.R., Editorial Edil, 1969.
Notas
[1] Neumann, Eduardo, Benefactores y hombres notables de Puerto Rico: bocetos biográficos-críticos con un estudio sobre nuestros gobernadores generales: obra exornada profusamente con hermosos fotograbados, vol. 2., Ponce, P.R.: Establecimiento Tipográfico “La Libertad”, 1896, p. 218.
[2] Grupo de Estudios de Asociacionismo y Sociabilidad, España en Sociedad. Las asociaciones a finales del siglo XIX, Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla- La Mancha, 1998, p. 49.
[3] Neumann, Eduardo, Verdadera y auténtica historia de la ciudad de Ponce. Reimpresión facsimilar de la primera edición, s.l., Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1913-1987, p. 103.
[4] Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce 1877-1883, Archivo General de Puerto Rico (en adelante AGPR), Colecciones Particulares, Documentos Sueltos, Caja 9.
[5] Véase Figura 1. Departamento de Educación de Puerto Rico, Los municipios de Puerto Rico: Ponce, la perla del sur, Santurce, P.R.: Departamento de Educación, Programa Editorial, 1992, p. 9.
[6] Girón, Socorro, “Ramón Marín y su tiempo”, en Ramón Marín, Las fiestas populares de Ponce, editado por Socorro Girón, San Juan, P.R.: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1875-1994, p. 15.
[7] Cruz Monclova, Lidio, Historia de Puerto Rico (siglo XIX), vol. 2., Río Piedras, P.R.: Editorial Universitaria, Universidad de Puerto Rico, 1965, p. 290.
[8] Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce, p. 11.
[9] Girón, op. cit., p. 18.
[10] Neumann, Verdadera y auténtica, op. cit., p. 85.
[11] Ibid, p. 86.
[12] Derkes, Euleterio, “Impresiones de Viaje”, en Literatura puertorriqueña negra del siglo XIX escrita por negros: obras encontradas de Eleuterio Derkes, Manuel Alonso Pizarro y José Ramos y Brans: antología de la literatura puertorriqueña negra escrita por negros 1880-1920, editado por Roberto Ramos-Perea, San Juan, P.R.: Editorial Lea, 2009, p. 219.
[13] Marín, Ramón, Las fiestas populares de Ponce, editado por Socorro Girón, San Juan, P.R.: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1875-1994, p. 254.
[14] Véase el Boletín Mercantil de Puerto Rico, 1 de agosto de 1877.
[15] Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce, acta del 2 de noviembre de 1877.
[16] Neumann, Verdadera y auténtica, op. cit., p. 104.
[17] Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce. Reglamento.
[18] Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce, acta del 22 de enero de 1878.
[19] Ibid, acta del 2 de noviembre 1877.
[20] Antonio Pedreira, Antonio. El periodismo en Puerto Rico, Río Piedras, P.R.: Editorial Edil, 1969, p. 499.
[21] Boletín Mercantil de Puerto Rico, 6 de junio de 1880.
[22] Libro de actas del Gabinete de Lectura de Ponce, acta del 19 de febrero de 1878.
[23] Ibid, acta del 16 de julio de 1878.
[24] Boletín Mercantil de Puerto Rico, 31 de agosto de 1879.