Katioly Cabrera Valentín
Departamento de Estudios Interdisciplinarios
Facultad de Humanidades, UPR RP
Vestida de negro
aprendió
la nena
que ni con estruendos
se levantan
los muertos,
porque “como si durmiera”
no es lo mismo
ni se escribe igual
que si así fuera.
Que no se lleva
el luto
en la ropa,
se lleva
donde sea.
Y se lo llevó
a la escuela,
en los tenis
sucios de fango.
El fango
del hoyo
donde dejó a su hermano
hace un rato.
Se lo llevó también
a la cena
en el segundo de vacilación
cuando le preguntan
¿cuántos hermanos?
Lo lleva
la nena
en las carnes
a la puerta.
Por siempre
y es que no se quita,
no es tan fácil
como sería llevarlo en la ropa.