Yosef Cerich Ortiz
Departamento de Gerencia de Oficina
Facultad de Administración de Empresas, UPR RP
Recibido: 25/02/2023; Revisado: 04/05/2023; Aceptado: 04/05/2023
Cuba querida, Cuba apreciada,
quién soy yo sino un mensajero, enviado por tu hermana.
Vengo a asegurarme de que entiendas que a distancia
mi tierra llora, pues ya no escucha tus gritos de victoria.
Distanciadas por La Española, no te podemos ver,
pero te dejo saber, que mientras Cuba llora,
Borinquen también.
Al bajarte del avión
te impacta un sol abrasador,
y recibiendo el calor, te sientes en casa,
estando a 1,200 kilómetros de distancia.
Ver su bandera volar es ver la tuya igual,
y despierta un patriotismo que no se puede explicar.
Al apreciar sus aguas cristalinas
no puedes evitar pensar en las de tu querida isla.
A las orillas de su bahía,
murallas de tamaño impresionante,
calles de adoquines, y vendedores ambulantes.
Borinquen, tierra mía, puedes respirar tranquila,
pues Cuba aún sigue siendo tu gemela querida.
Sin importar ideologías y pensares,
Cuba y Puerto Rico siempre serán una,
luchando contra viento y marea,
con todo lo que tengan.
A ti, mi hermana cansada, te pido que no pierdas la paciencia,
pues si por algo has brillado, ha sido resiliencia.
Borinquen, tu mensajero hoy regresa,
he llevado tu recado a los mejores oídos
y ya tu gemela ha entendido,
que Borinquen tampoco se ha rendido.
Puerto Rico, hoy te digo que tu hermana,
aquella de colores invertidos,
espera en agonía y con grandes ansias
el día que Dios decida… juntarlas.
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