Tayna Mía Rivera Rodríguez
Programa de Educación Secundaria
Facultad de Educación, UPR RP
Esta investigación es dedicada a la joven Jaideliz Moreno Ventura.
Resumen
La pobreza, marginación, exclusión, deserción escolar y delincuencia en Vieques afectan de manera particular a la juventud. Los datos recogidos en esta investigación, a través de seis entrevistas y dos grupos focales con jóvenes viequenses de entre 13-18 años, permitieron brindarles un espacio para que presentaran sus preocupaciones y compartieran sus soluciones ante las problemáticas. La investigación mostró la exclusión social y estatal que viven los jóvenes viequenses; además, permitió ver el papel limitante y antagónico de la escuela. Ante esto, se recomienda evaluar los programas, conversar con las comunidades, compartir los hallazgos y exigir servicios dignos.
Palabras claves: deserción escolar, marginación, pobreza, escuela, Vieques
Abstract
Poverty, marginalization, exclusion, school dropouts and delinquency in Vieques affect the youth in a particular way. The data collected, through six interviews and two focus groups with young viequenses between 13-18 years old, allowed to provide them with a space to present their concerns and share their solutions to the problems. The research showed the social and state exclusion experienced by young viequenses. In addition, it permitted seeing the limiting and antagonistic role of the school. Given this, it is recommended evaluating the programs, discussing with the communities, sharing the findings, and demanding deserving services.
Keywords: school dropout, marginalization, poverty, school, Vieques
Introducción
Buscando atender las brechas que existen en la literatura sobre la exclusión, los juvenicidios y la educación, desde la percepción de los jóvenes viequenses, desarrollamos una investigación con un diseño fenomenológico y un alcance exploratorio y descriptivo. A pesar de que el tema de la educación ha sido ampliamente discutido en la literatura, son pocas las ocasiones en las que los jóvenes son el principal sujeto de investigación y no el objeto de estudio en su función dentro de las diversas instituciones. En general, se investigan como estudiantes o desertores escolares (jóvenes que “abandonaron” la escuela), sin entender que los jóvenes no son una categoría homogénea y que constituyen espacios diferenciados y desiguales (Reguillo, 2000).
Revisión de Literatura
Contexto social en Vieques, Puerto Rico
“Glenda (residente en Vieques) entiende que, ante ese panorama, agravado por el COVID-19, la educación en Vieques cierra más puertas de las que abre... Confiesa que sus hijos ven en el bajo mundo una alternativa que se vuelve más tentadora cada día” (Encarnación-Martínez, 2020). Durante muchos años, la población de Vieques ha sufrido carencias en el ámbito de la salud, seguridad, educación, transportación y otros factores que le han negado la oportunidad de contar con una calidad de vida digna. Tan reciente como el 12 de enero del 2020, falleció una joven de 13 años en el Centro de Diagnóstico y tratamiento (CDT) de Vieques por falta de un ventilador mecánico (Ruiz Kuilan, 2020). Por otra parte, Vieques cuenta con una red de narcotráfico que, en el 2013, generó 16 muertes en una población de aproximadamente 9,300 personas (Worley-López, 2013). Actualmente, en el municipio de Vieques hay 1,086 estudiantes matriculados, distribuidos en seis distintas escuelas a través del pueblo (Departamento de Educación, 2020). De estos, se registró que para el 2019, el 85% vivía con desventaja económica y que el 18% presentaba algún impedimento. En el 2001, Candelaria Arce y Rivera Oquendo realizaron una investigación de la cual se desprendió que las principales preocupaciones de los jóvenes viequenses eran la drogadicción, el cáncer, el embarazo adolescente, el desempleo y la deserción escolar. Es importante destacar que estas preocupaciones y estas condiciones de precariedad constituyen y construyen la realidad de estos jóvenes.
Educación en Puerto Rico
El Departamento de Educación de Puerto Rico es la agencia con el mayor presupuesto, contando con más de 7 mil millones de dólares. Ante esto se discute cómo los estudiantes del sistema público no adquieren los conocimientos y se plantea que el sistema postsecundario se ha desligado del mercado laboral y genera egresados que no tienen modos de insertarse en el mundo laboral (Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, 2016).
Deserción escolar
Durante el primer semestre del año académico 2019-2020 desertaron 8,719 estudiantes en Puerto Rico. Resulta alarmante que 7,813 fueran reportados en el informe oficial bajo la categoría titulada “se esperaban y no llegaron” y 295 bajo la categoría “paradero desconocido”, lo que significa que se desconoce la situación en la que se encuentran el 93% de los jóvenes (Departamento de Educación, 2020). Diversos investigadores plantean que la deserción escolar aumenta las tasas de desempleo, la demanda de los servicios de bienestar social y la delincuencia, por lo que disminuye la capacidad de Puerto Rico para competir en el mercado económico global. Además, se expone que “el problema del abandono escolar agudiza la desigualdad social” (Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, 2016, p. 175). ¿No es en realidad la desigualdad social lo que agudiza el abandono escolar?
Jóvenes ante la pobreza y la desigualdad
Los jóvenes crecen esperando convertirse en seres productivos y autosuficientes, pero la pobreza, el racismo y la inequidad social les generan barreras para el éxito (Conchas & Vigil, 2012, Capítulo 1). Entre los países que publican sus datos en el Banco Mundial, Puerto Rico ha sido catalogado como el tercer país del mundo con mayor desigualdad (Caraballo Cueto, 2018). Una tercera parte de los jóvenes no logra ingresar al mercado laboral y cuando por fin logran acceder obtienen trabajos a tiempo parcial o con salario mínimo (Kliksberg & Rivera, 2007). Esto se suma a un ambiente con la aspiración de tener bienes materiales, en el que los principios éticos y morales van a favor del consumismo. El resultado de la suma de las condiciones de precariedad y la necesidad es un espacio donde se recluta a los jóvenes en el tráfico de droga (Kliksberg & Rivera, 2007).
Exclusión social, estatal y familiar
La exclusión social se manifiesta en la estigmatización, la exclusión estatal en la pobreza, falta de bienes y la inaccesibilidad a servicios básicos y la exclusión familiar en la actitud de los adultos y el vínculo familiar. En los estudios sobre la vinculación de los jóvenes al sistema se reconocen dos tipos de jóvenes: los que se consideran “incorporados” y los “disidentes”. Desde esta perspectiva, se establece una relación mecánica y elementos como “la calle” se piensan como antagonistas de los espacios escolares (Reguillo, 2000). La negación de la identidad y la precarización social inserta a los jóvenes en zonas donde surge la violencia “como el punto máximo de expresión del menosprecio, el culmen de situaciones de exclusión que lentamente configuran la dramática trama con el conocido desenlace” (Restrepo, 2010, p. 184).
Juvenicidios
“Llama la atención que sean los jóvenes, cotidianamente representados como potencial de vida, quienes paradójicamente encabecen las cifras de muertes violentas” (Restrepo, 2010, p. 184). Al configurarse el neoliberalismo en la década de los 80 y 90, se creó una noción de los jóvenes como delincuentes y responsables de la violencia, utilizando como agente la droga (Reguillo, 2000). Las campañas contra las drogas y los marcos prohibicionistas crearon espacios que incrementaron el miedo, la violencia y la muerte (Valenzuela Arce, 2019). Ante esto, Valenzuela Arce desarrolló el concepto de juvenicidio con el objetivo de visibilizar la cantidad de jóvenes asesinados y desarrollar propuestas orientadas a impedir que esto suceda. Según el autor, el juvenicidio es el resultado de un proceso que comienza con la precarización de la vida, la criminalización y la disminución de opciones que acerca a los jóvenes a la muerte.
El papel de la educación
En la actualidad, se continúa debatiendo el valor y el papel de la escuela en el que se cuestiona si educarse garantiza la movilidad social. En Puerto Rico, se destaca que la educación, aunque no asegura un empleo, es un requisito para tener empleabilidad (Kliksberg & Rivera, 2007). El mercado laboral se presenta como uno cambiante, restrictivo y segmentado, por lo que la escuela secundaria posterga para muchos jóvenes la incertidumbre (Ducoing Watty & Barrón Tirado, 2017). La educación secundaria obligatoria va más allá de la educación; esta implica proveer y garantizar las condiciones para el acceso, la permanencia y el egreso. Exige eliminar las brechas de la desigualdad que afectan a los adolescentes en espacios marginados (Ducoing Watty & Barrón Tirado, 2017).
Preguntas y objetivos de investigación
Teniendo como meta entender las percepciones de los jóvenes viequenses nos planteamos tres preguntas de investigación: (a) ¿Qué dicen las voces de los jóvenes viequenses ante la exclusión (social, familiar y estatal) y los juvenicidios?; (b) ¿Cómo la escuela incide en estos fenómenos?; y (c) ¿Qué educación o espacio de aprendizaje aspiran a construir los jóvenes viequenses?
Metodología
Ante las preguntas planteadas en el estudio, desarrollamos un diseño de alcance exploratorio y descriptivo, partiendo de un enfoque cualitativo con un análisis fenomenológico. Para recopilar los datos, realizamos dos (2) grupos focales y cuatro entrevistas semi estructuradas, dos (2) individuales y dos (2) en pareja y entrevistas informales (a miembros de la comunidad), lo que nos permitió triangular los datos.
Diseño
El estudio contó con los siguientes criterios de inclusión: las y los potenciales participantes serían jóvenes de 13 a 18 años de edad que residieran en el municipio de Vieques. La muestra contó con un total de 15 jóvenes, de estos, doce (12) se identificaron como mujeres y tres (3) como hombres.
Análisis
Este estudio tomó como base la propuesta de análisis de datos en una investigación fenomenológica desarrollada por Marí Molla et al. (2010). En el proceso del análisis e interpretación de los datos se establecieron tres categorías que atendían los tres temas principales planteados en la investigación: exclusión, juvenicidios y educación. Las tres categorías establecidas fueron: experiencias como joven viequense, yo y la otredad y la escuela.
La primera categoría se dividió en cuatro subcategorías: (a) comunidad y comodidad, (b) aquí y allá, (c) precariedad en los servicios y (d) oportunidades y futuro. La segunda categoría se dividió en dos subcategorías: (a) la percepción de sí mismos y (b) la visión de “el otro joven”. La tercera categoría se dividió en dos subcategorías: (a) nuestra experiencia en la escuela y (b) la escuela que queremos.
Experiencias como joven viequense
Comunidad y comodidad
Partiendo de la idea de que la exclusión social se manifiesta en la estigmatización y en el sentimiento de no pertenecer a un determinado espacio, a base de sus expresiones podemos plantear que no se sienten excluidos socialmente dentro de Vieques. Estos expresaron que se sentían tranquilos, libres y en paz. Además, mostraron tener una identidad como viequenses y que son parte de ese espacio. Esto lo podemos ver a través de sus propias voces:
GF-Y: “No tienes que tener ese miedo a salir, sola o algo así, porque sabes que todo el mundo te conoce y no va a pasar algo malo...”
GF-N: “Si no es en Vieques no me siento cómoda…”
En el ámbito de la exclusión familiar, ningún joven mostró sentirse excluido. Al contrario, los jóvenes entrevistados mostraron tener sentimientos de afecto positivos y tener buenos vínculos familiares. En sus entrevistas, algunos de estos jóvenes describían a su familia como “un lugar seguro y feliz” y como su “zona de confort”. Es importante destacar que, en más de una ocasión, cuando mencionaban a quiénes consideraban familia, no se mencionaron figuras paternas; la primera figura que se mencionaba era la materna. Por otra parte, vimos cómo consideraban familia a miembros de la comunidad que los ayudaran o apoyaran. De esto podemos desprender que los jóvenes sienten un apoyo dentro de sus vínculos familiares y de comunidad en Vieques, que les permiten sentirse incluidos y valorados.
Aquí y allá
Las expresiones de los jóvenes nos permitieron ver que sienten un rechazo por parte de los puertorriqueños (no viequenses) y sienten que no pertenecen a la isla grande. Esto lo podemos contemplar en sus propias palabras:
P-E1: “Vieques es parte de PR, no me preguntes si estoy en Vieques o estoy en PR porque es lo mismo. Me molesta eso, como nos distinguen, como si fuéramos algo aparte, como si no fuéramos parte de ellos, como otra cosa”.
P-E2: “Tú mencionaste Puerto Rico y yo en el momento que lo mencionaste me sentí fuera de lugar. Me siento primeramente viequense, después puertorriqueño, boricua o lo que tú quieras”.
Este sentimiento es una consecuencia de la exclusión social y estatal que ocurre desde la isla grande (sus instituciones y ciudadanos), hacia los viequenses.
Precariedad en los servicios
Al preguntarle a los jóvenes “¿Qué sienten que les ha dado el gobierno de Puerto Rico?”, las respuestas inmediatas y coreadas eran “nada” o “problemas”. Los jóvenes expresan un abandono por parte del Estado donde vemos la precariedad en los servicios, pero no solo porque “no nos da nada” sino porque además de negarles servicios esenciales, los limita y les genera problemas. En una de las entrevistas una joven dijo: “somos la colonia de la colonia”, lo que es reflejo del sistema de opresión al cual pertenece Vieques. Además, esta expresión nos invita a repensar nuestras concepciones del colonialismo y cómo el gobierno central de Puerto Rico y los Estados Unidos se han aprovechado de Vieques. Si apelamos a un ejemplo dado por los mismos jóvenes, la invasión de la Marina en Vieques es una símil directa de esa relación de colonialismo. Adjunto algunas de las expresiones cuando los invitaba a hablar sobre el tema del gobierno:
P-E1: “El gobierno, aunque no lo creas, el gobierno no está por el pueblo”.
P-E2: “Problemas… es dolor de cabeza, tras dolor de cabeza, definitivamente mal”.
P-E1: “sin agitarme, sin agitarme… el gobierno ha hecho cosas que me han limitado”.
Es necesario destacar que tanto en los grupos focales como en todas las entrevistas hubo dos puntos que fueron constantes: la necesidad de un hospital y un servicio de transporte marítimo digno. Además, al finalizar, ambos grupos focales exhortaban a los jóvenes a expresar algo que les preocupara y que no podían obviar al escribir el artículo de investigación. En todas las ocasiones utilizaron el espacio para hablar del hospital y del servicio de transporte marítimo.
PG-O: “a nosotros los viequenses, no nos da nada en realidad. No hay hospital, no hay servicios de lancha, no hay servicios de todo. Aquí en Vieques es bien difícil, aquí hay que sobrevivir”.
P-E4: “Siento abandono de su parte. Pagamos impuestos y no tenemos hospital, ni transportación marítima de calidad. Realmente siento que pudieran hacer muchísimo más por nosotros, pero parece que no importan nuestros reclamos”.
P-E4: “Realmente estamos amenazados todo el tiempo. ¿Qué mayor amenaza a qué sufrir algún malestar o accidente y que no te puedan llevar a un hospital? Realmente siento amenazas contra mi vida siempre”.
G-FG: “Bueno para mí la gran preocupación es que empiecen a trabajar con el hospital…igual un transporte marítimo que eso es ahora, lo que hace falta”.
Otros servicios que los jóvenes expresaron que no tenían fueron espacios de recreación y deporte. Además, expresaron como todo en Vieques es más caro que en la isla grande, lo que hace más complicada la subsistencia y la estabilidad económica en sus hogares.
Oportunidades y futuro
A pesar de lo cómodos y seguros que expresan sentirse en Vieques, hay un sentimiento general de los jóvenes sobre cómo Vieques no les da oportunidades para desarrollarse. Esta falta de oportunidades también forma parte de la exclusión estatal y es un tipo de precariedad. Estos sugieren que es muy probable que, de tener las oportunidades de estudiar y desarrollarse en Vieques, no se irían. Por lo mismo recalcaron la importancia de los institutos y de que se ofrezcan programas postsecundarios. Expresado en sus propias voces:
GF-Y: “Estás feliz estando en Vieques y te sientes en paz y libre, pero hay otras cosas que te molestan y que no van contigo, sientes que no fluyes, que no prosperas”.
P-E3: “Vieques me ha hecho sentir cómoda en casa, mientras Puerto Rico me ha abierto más oportunidades”.
GF-Al: “Algo que deberías poner es que antes aquí había un Instituto de Banca…la mayoría no quiere estudiar porque no quiere irse de aquí. Si hubiera un ‘mini College’, si no quieres ir a la isla grande…te quedas aquí y estudias algo que te ayude sobrevivir”.
Como consecuencia de las condiciones de precariedad y la falta de oportunidades, muchos jóvenes se visualizan fuera de Vieques. Aquí una de las expresiones dadas:
P-E6: “me veo fuera de Vieques trabajando y formando una familia, pero bien lejos de Vieques porque aquí literalmente es insostenible vivir como quien dice”.
Yo y la otredad
Percepción de sí mismos
Esta categoría parte de la pregunta sobre cómo se sienten dentro de su comunidad, donde recogimos las siguientes expresiones:
P-E2: “Bendito, yo puedo decir que soy una excepción en mi comunidad…”
P-E6: “como una sabelotodo…”
Es importante puntualizar que todos los jóvenes entrevistados se encontraban estudiando. Partiendo de la idea de los jóvenes categorizados en la literatura como disidentes e incorporados, podríamos decir que este grupo de jóvenes se percibe como incorporado en el sistema. Ante esto, las jóvenes entrevistadas identifican unas diferencias entre ellas y los otros jóvenes, que giran, principalmente, en torno a las aspiraciones del futuro y a la responsabilidad académica.
La visión de “el otro joven”
Pudimos apreciar que perciben a los otros jóvenes como talentosos, capaces, pero limitados por la falta de oportunidades, estímulos positivos en su desarrollo y la ineficiencia del Departamento de Educación. En esta categoría recogimos expresiones como las siguientes:
P-E2: “la mayoría aquí no está por na’, no tienen unos padres como los míos que los apoyen al 100, que los motiven a ir más allá de este mar que nos rodea”.
P-E5: “Pues a mis compañeros yo los veo capaces de hacer cualquier cosa porque aquí también la educación de algunos fue mala y algunos maestros le dijeron tú no puedes… y eso les baja la autoestima a muchos”.
P-E2: “me siento a veces amenazada por la gran cantidad de jóvenes que están perdidos, que están en otro mundo, que no están por el camino que yo estoy, que pueden en algún punto, por el mismo vandalismo y esa área, hacernos daño…”
Estos jóvenes que son identificados como “perdidos” son los mismos jóvenes que anteriormente fueron identificados como “no está por na’”, son los jóvenes “disidentes” del sistema. A pesar de, los jóvenes entrevistados reconocen e identifican que la culpa no es de los jóvenes sino del sistema que no les provee lo que necesitan, incluyendo un buen sistema de educación. Aquí lo podemos apreciar en sus propias voces:
P-E5: “hay varios jóvenes involucrados en la criminalidad porque entonces no tienen más nada para hacer aquí, no tienen los recursos para salir”.
GF-Y: “Es verdad, pero si no tienen esas opciones de hacer otras cosas, de hacer alguna otra cosa que les interese, uno no puede hacer nada con eso”.
La escuela
Nuestra experiencia en la escuela
Las expresiones dadas y recogidas en esta subcategoría, unidas a las expresiones de los jóvenes en los temas anteriores, nos permiten ver que la escuela incide en los fenómenos de exclusión y juvenicidios, en la medida que no les provee a los jóvenes lo que necesitan. De esta manera el joven “desertor” o “disidente” del sistema, es en realidad un joven expulsado por el sistema a través de la exclusión. Al preguntar “¿Qué es la educación para ustedes?”, la respuesta directa fue “El diablo”. Los jóvenes sienten que la escuela no los ayudó y consideran que lo que han logrado se debe a sus vínculos familiares y externos. Los jóvenes perciben el sistema como anticuado y que no responde a las necesidades que tienen los jóvenes. Es importante destacar que cuando hacía preguntas sobre las aportaciones de la escuela en su vida, los jóvenes se reían (de manera sarcástica). Algunas de las respuestas sobre qué aportó la escuela fueron las siguientes:
P-E1 “Tuve que prender la cámara porque esta pregunta yo sabía que te iba a lastimar. (Riendo). Yo tampoco lo he superado mucho, pero wow no sabría que decir que aportó la escuela”.
P-E1: “limitarnos... (no) le debo a la escuela que yo esté estudiando en la universidad”
P-E2: “vez nuestra transcripción de crédito y vas a ver clases ahí con unos nombres, pero realmente no aprendimos nada, y eso va de la mano con el personal nuevamente, con el interés”.
P-E3: “Fue poco inspiradora. Si yo no hubiera tenido personas a mi alrededor que me inspiraran, probablemente no estaría en la universidad”.
Sin embargo, pudimos ver que a pesar de que la mayoría coincidía en que la escuela “no aportaba nada a su vida”, sí cumple una función de espacio de socialización, lo que es vital en el desarrollo de la niñez y la juventud.
La escuela que queremos
Los jóvenes sienten una desconexión entre lo aprendido en la escuela y la “realidad”, la vida fuera de la escuela. La siguiente cita recoge ese sentir general:
“P-E1: “Hay algo en el sistema que está fallando y yo pienso que una escuela ideal es una escuela te prepara como ser humano para que cuando salgas a la vida”.
Ante esto, los jóvenes entrevistados expresaron que les gustaría recibir cursos y talleres que desarrollen destrezas que consideran útiles para la vida adulta. Los temas relacionados a las actividades financieras como declarar impuestos, ir al banco y la adquisición de propiedades, fueron una constante en sus respuestas. Además, mencionaron que les gustaría que se les enseñara a “votar sabiamente”. Otro elemento que les parece fundamental que tenga su escuela ideal son fuentes de acompañamiento y apoyo en las diferentes áreas para su desarrollo social y emocional, donde se atienda la salud mental. En este aspecto destacan la importancia de “humanizar el personal” de manera que sean conscientes de las situaciones que pueden tener y cambien su trato hacia los jóvenes. Estos entienden que la escuela no los apoya y no les ayuda a encontrar o a desarrollar lo que les apasiona; al contrario, les arranca las ilusiones. Esto se une a lo que expresan los jóvenes sobre los maestros donde destacan una falta de interés y un proceso de selección inadecuado.
Por otra parte, destacaron las deficiencias en infraestructura y cómo percibían el plantel escolar “como una cárcel”. Esto nos invita a repensar los espacios educativos y a transformar la infraestructura y las aulas, de manera que le proveamos a los jóvenes espacios en los que quieran y disfruten estar. En este punto destacaron la falta de personal de limpieza y cómo esto los impacta, y que tienen infraestructura completamente dañada desde el huracán María.
Conclusiones
A través de la investigación pudimos responder “¿Qué dicen las voces de los jóvenes viequenses ante la exclusión y los juvenicidios?”. De este modo, pudimos ver que los jóvenes no sienten exclusión social (dentro de Vieques), ni mostraron sentir exclusión familiar. Los jóvenes entrevistados expresaron sentir exclusión social (como puertorriqueños) y además eran excluidos por el estado, como resultado de la precariedad en los servicios. No obstante, hay que reconocer el papel de la familia y los vínculos comunitarios, que, a pesar de la precarización, han logrado darles a estos jóvenes una identidad y los han mantenido alejados de las zonas de muerte. Por su parte, al responder “¿Cómo la escuela incide en estos fenómenos?”, nos situamos nuevamente en lo que dice la literatura donde se debate el papel de la educación. La educación se verá limitada siempre que el estado no garantice, como se estipuló previamente, las condiciones para el acceso, la permanencia y el egreso. El sistema educativo debe lograr combinar la curiosidad y los intereses personales, con las metas laborales de los jóvenes. A través de las manifestaciones que hacen los jóvenes entrevistados, exponemos que estos vieron la escuela como un proceso tedioso y limitante. Finalmente, al responder, “¿Qué educación o espacio de aprendizaje aspiran a construir los jóvenes viequenses?”, pudimos ver que el mayor interés de los jóvenes es un espacio que los desarrolle para la vida, que los guíe y que les brinde redes de apoyo. Esto nos abre un espacio de discusión que busca entender cómo promover experiencias con sentido que articulen a los alumnos y estudiantes con los aspectos formativos de la escuela en aras de la construcción de mejores ciudadanos y les provean las herramientas para poder tener estabilidad social y económica, posterior a la escuela. Ante esto, afirmamos que la investigación realizada logró: (a) explorar la visión de la escuela y los cambios que les gustaría ver a los jóvenes viequenses e (b) indagar en las metas, las preocupaciones y las expectativas del grupo de jóvenes entrevistados. La limitación principal fue que no tuvimos la oportunidad de entrevistar a jóvenes que no estuvieran en la escuela o que no hubieran terminado la misma. Es importante realizar futuras investigaciones que recojan el sentir de estos jóvenes.
Recomendaciones
Con el fin de mejorar los métodos de estudio, entendemos que, al menos a través de la modalidad en línea, el método de recopilación de datos más efectivo fueron las entrevistas en parejas en las que los jóvenes escogieron sus parejas, donde pudimos observar una participación más equitativa. Por otra parte, proponemos que se realicen investigaciones cualitativas similares a esta, así como cuantitativas a través de todo Puerto Rico, con diversos grupos de jóvenes para continuar indagando en sus percepciones. Invitamos a los maestros a indagar en la percepción de la realidad de sus estudiantes y permitirles dar sugerencias que se implementen en el salón de clases.
Finalmente, en miras de promover cambios que le provean una mejor calidad de vida a los jóvenes viequenses y que fomenten cambios sistemáticos en Puerto Rico proponemos:
Evaluar los currículos y programas del Departamento de Educación de manera que atiendan las necesidades de los jóvenes y consideren los temas que estos consideran pertinentes. Además, que se atiendan desde las escuelas las necesidades de apoyo emocional, ocupacional y consejería, que expresan los jóvenes.
Conversar con los maestros de las escuelas sobre la percepción de los jóvenes acerca de su falta interés y motivación. De manera que se pueda generar un diálogo sobre esos sentimientos, tomando en consideración la experiencia de los maestros, pero donde se tenga presente la meta de mejorar la experiencia educativa de los jóvenes y de atender sus preocupaciones.
Compartir los hallazgos con maestros/as y grupos comunitarios que se interesen en trabajar con los jóvenes de Vieques. Esta recomendación parte de la idea de que los problemas que no se puedan atender a través del sistema de educación, puedan ser atendidos en otros foros. Más aún, tomando en cuenta que los jóvenes expresaron que las experiencias comunitarias y los espacios extracurriculares fueron y son agentes de cambio en sus vidas.
Exigir un hospital y un servicio de transportación marítima digno para los viequenses. Esto no necesita mayor explicación, Vieques necesita un hospital y un servicio de transportación marítima digno urgentemente. La salud es un servicio indispensable y un derecho humano.
Agradecimientos
Principalmente le agradezco a todos los jóvenes entrevistados por su disposición a participar del estudio, por su tiempo, por la oportunidad de escuchar sus historias y por ser entes de transformación social. Al mismo tiempo, le agradezco a mi mentora y supervisora de estudio, la Dra. Ileana María Quintero por inspirarme a investigar y por siempre invitarme a reflexionar y a ir más allá. Por último, es de suma importancia darle las gracias a las maestras y miembros de la comunidad viequense con quienes tuve la oportunidad de conversar y quienes fueron de gran ayuda para la construcción de esta investigación.
Referencias
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