Mental health in the Puerto Rican context: A look from masculinities in older adults
Alina P. Colón Serrano
Departamento de Psicología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP
Recibido: 19/09/2024; Revisado: 11/14/2024; Aceptado: 17/11/2024
Resumen
El propósito de esta investigación es explorar las percepciones sobre el concepto de la salud mental en una muestra de hombres adultos mayores que pertenecen a la generación Baby Boomers. Se adoptó un enfoque cualitativo fenomenológico. A la luz de las respuestas de los participantes, surgieron las siguientes categorías basadas en los objetivos de investigación: concepto de salud mental, estigma de la salud mental, perspectiva de género, gestión de emociones y perspectiva acerca de los servicios de salud mental. Se resalta la importancia de tomar en consideración los factores individuales y socioculturales.
Palabras claves: salud mental, estigma, perspectiva de género, Baby Boomers, Puerto Rico
Abstract
The purpose of this research is to explore perceptions of the concept of mental health within a sample of older men belonging to the Baby Boomer generation. A qualitative phenomenological approach was adopted. In light of the participants’ responses, the following categories emerged: concept of mental health, mental health stigma, gender perspective, emotion management, and perspective on mental health services. The importance of considering individual and sociocultural factors is emphasized.
Keywords: mental health, stigma, gender perspective, Baby Boomers, Puerto Rico
Introducción
La campaña de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca que “No hay salud sin salud mental” (2020), resaltando la importancia de la salud mental como componente esencial de la salud integral. La salud mental se define como un estado de bienestar que permite a las personas enfrentar el estrés, desarrollar habilidades, aprender y trabajar efectivamente, y contribuir positivamente a su comunidad (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2022). Este aspecto afecta a personas de todas las edades, géneros y culturas. En Puerto Rico, se ha observado un aumento en los trastornos de salud mental, exacerbado por fenómenos socio-naturales recientes (OMS, 2022). Sin embargo, la salud mental a menudo se percibe como un tabú en este contexto, lo que puede llevar a la represión emocional y a la falta de búsqueda de ayuda profesional. El estigma asociado a la salud mental, especialmente en los hombres, ha sido identificado como un determinante social que afecta negativamente la salud emocional, inhibiendo la expresión de sentimientos y la gestión de emociones (Cepeda Hernández, 2019).
Investigaciones sugieren que la masculinidad tradicional o hegemónica puede ser perjudicial para la salud emocional de los hombres (Cepeda Hernández, 2019). Sin embargo, existe una escasez de investigaciones sobre el estigma de la salud mental y la represión emocional en hombres adultos mayores en Puerto Rico. Este estudio busca explorar las percepciones sobre la salud mental entre hombres de la generación Baby Boomers, examinar el impacto del estigma y cómo este ha afectado la búsqueda de tratamiento psicológico. El objetivo es contribuir a la psicoeducación con una perspectiva de género, fomentar la creación de espacios libres de prejuicios y permitir a los hombres expresar y gestionar sus emociones de manera saludable.
Planteamiento del problema
Las dificultades para acceder a los servicios de salud pueden derivarse de la falta de alineación entre los servicios disponibles y los roles masculinos tradicionales que valoran la autosuficiencia, el control emocional y el poder (Addis & Mahalik, 2003). La OMS (2002) señala un sesgo de género en el diagnóstico de depresión, donde los médicos tienden a diagnosticarla más en mujeres, a pesar de que los hombres puedan presentar síntomas similares. Los estereotipos de género contribuyen a la percepción de que las mujeres son más propensas a problemas emocionales y los hombres a adicciones, reforzando el estigma social hacia estos trastornos y dificultando la búsqueda de ayuda y el acceso al tratamiento (Martínez-Taboas, 2007; OMS, 2002; Santiago-Negrón y Albizu-García, 2007). La represión emocional en los hombres también afecta su disposición a buscar ayuda. En Puerto Rico, se puede observar una cantidad muy limitada de investigaciones sobre la masculinidad y su impacto en la salud mental de hombres puertorriqueños (Ramírez y García Toro, 2002; Román Tirado et al., 2003; Toro-Alfonso, 2009).
Justificación
El acceso a los servicios de salud mental se ve obstaculizado por la escasa disponibilidad, el estigma y la discriminación (Varas-Díaz et al., 2007). A nivel mundial, las limitaciones en la atención médica incluyen la falta de profesionales, la ubicación inaccesible de los centros de salud y los costos elevados. En Puerto Rico, aproximadamente el 7.3% de los adultos de 18 a 64 años cumplen con los criterios para ser diagnosticados con una Enfermedad Mental Grave (EMG) (Canino et al., 2016). Las tasas de EMG son ligeramente más altas en mujeres (4.2%) en comparación con los hombres (3.1%), y los adultos de 46 a 64 años presentan tasas más elevadas, con alrededor del 4.3% cumpliendo con los criterios para una EMG en el último año (Canino et al., 2016).
Marco teórico
Partiendo de los hallazgos destacados a través de una revisión literaria, este estudio se ancla en la teoría sobre la masculinidad hegemónica desarrollada por Connell (1983), quien la define como aquella que en cualquier tiempo dado se exalta culturalmente sobre otras formas de masculinidad, y que no solo representa la normativa, sino que autoriza el patriarcado y garantiza la gobernanza de los hombres y la subordinación de lo femenino.
Desde la década de 1980, la masculinidad hegemónica ha sido un enfoque teórico clave para entender la dominación histórica masculina sobre las mujeres y otros grupos minoritarios (Jewkes et al., 2015). Este modelo analiza cómo las actitudes y prácticas masculinas perpetúan la desigualdad de género. Connell (2005) introdujo el concepto de "discrepancia del rol de género", que describe el sentimiento de fracaso que sienten los hombres al no cumplir con las expectativas del rol masculino, generando una incongruencia entre sus características individuales y las expectativas sociales. Además, se identificó el "trauma de rol de género", donde el proceso de socialización para cumplir con estas expectativas puede ser potencialmente traumático y tener efectos negativos a largo plazo. Por otro lado, la "disfunción del rol de género" señala que cumplir con las expectativas masculinas puede traer efectos secundarios negativos, tanto para los hombres, como para quienes los rodean (Pleck, 1995). Las principales normas de la masculinidad incluyen el rechazo a lo femenino, el control, la fuerza para ocultar emociones y la violencia en defensa de la masculinidad (Messner, 1997). Estas expectativas sociales pueden ser perjudiciales para la salud, ya que el estigma asociado limita la capacidad de los hombres para expresar y manejar sus emociones de manera saludable.
Pregunta de investigación
Esta investigación tiene como propósito conocer la opinión sobre el constructo salud mental en un grupo de hombres adultos mayores que pertenecen a la generación Baby Boomers. Pretendemos auscultar sobre el estigma de la salud mental desde una perspectiva de género tomando en cuenta el concepto de las masculinidades como una construcción social y cultural. ¿Cómo la masculinidad hegemónica podría contribuir a la percepción del concepto salud mental y la gestión de emociones en un grupo de adultos mayores en Puerto Rico?
Metodología
Diseño
Esta investigación adopta un enfoque cualitativo fenomenológico. La investigación cualitativa permite comprender fenómenos sociales desde diversas perspectivas, centrándose en las experiencias individuales y comunitarias, y es un enfoque se centra en explorar los fenómenos desde la perspectiva de los participantes, de modo que utilizamos declaraciones y vivencias de las personas participantes para crear un modelo basado en sus interpretaciones (Hernández-Sampieri, 2018). En este estudio, se exploraron aspectos sobre la construcción de género, evaluando la perspectiva sobre la salud mental en hombres adultos mayores Baby Boomers en Puerto Rico. Se llevó a cabo un grupo focal para recopilar opiniones y experiencias, permitiendo a los participantes compartir sus puntos de vista y conocer diversas perspectivas.
Participantes
Los participantes de la investigación fueron cuatro (N=4). Los criterios de inclusión fueron los siguientes: a) personas de género masculino, b) ser parte de la generación de los Baby Boomers (haber nacido entre los años 1946-1964), c) ser de nacionalidad puertorriqueña, d) saber hablar español y e) tener acceso y saber utilizar la plataforma Zoom. Los criterios de exclusión fueron: a) personas que no sepan leer ni escribir español y b) personas que padezcan de algún trastorno mental severo.
Instrumentos para la recopilación de datos
Hoja de datos sociodemográficos
El cuestionario sociodemográfico consistió en 10 preguntas y fue diseñado por la investigadora principal. Las preguntas incluían datos psicosociales y demográficos tales como: su nombre, edad, género, ocupación, estado civil, nivel de educación, pueblo de residencia y si ha recibido servicios de salud mental anteriormente. Además, se preguntó sobre un contacto de emergencia para poder garantizar la seguridad y el bienestar del participante en caso de una emergencia psicológica. La Tabla 1 presenta dicha información:
Tabla 1: Información sociodemográfica de los participantes, 2024
Fuente: Elaborado por la autora
Guía de preguntas semiestructuradas
La guía de preguntas semiestructurada constó de cinco preguntas, de las cuales dos de ellas tenían preguntas de seguimiento. Las preguntas se crearon según los objetivos de la investigación. Las preguntas fueron las siguientes:
1. ¿Qué significa para ti la salud mental?
2. ¿Expresas tus emociones a otras personas?
2a. ¿A quiénes le expresas tus emociones?
2b. ¿Cómo te sientes cuando expresas tus emociones?
3. ¿Crees que existe un estigma sobre la salud mental?
3a. Abunda sobre tu respuesta ¿Por qué sí o por qué no?
4. ¿Qué piensas acerca de buscar ayuda con un profesional de la salud mental?
5. ¿Crees que existen barreas u obstáculos que impiden que los hombres no puedan ir a terapia?
Procedimientos
Para garantizar la protección de los participantes, se siguieron guías estrictas aprobadas por el Comité Institucional para la Protección de los Seres Humanos en la Investigación (CIPSHI) bajo el protocolo #2324-059. El proceso comenzó con la difusión de una hoja promocional que detallaba el objetivo del estudio y los criterios de inclusión, compartida en redes sociales y por correo institucional, permitiendo que los interesados tuvieran acceso a la información inicial y contactaran a la investigadora principal. A cada persona interesada se le proporcionó una explicación detallada del estudio a través de una llamada mediante la lectura de una hoja informativa que incluía aspectos como la naturaleza de la investigación, derechos, confidencialidad, y los riesgos y beneficios. Además, se le proveyó un espacio para que pueda aclarar cualquier duda sobre la participación en el estudio. Asimismo, se dieron instrucciones sobre el uso de la plataforma Zoom para garantizar la comodidad y privacidad de los participantes durante la sesión grupal. Antes del encuentro, se enviaron recordatorios e instrucciones detalladas a cada participante, asegurando así que estuvieran completamente informados y protegidos a lo largo de todo el proceso de investigación.
Grupo focal
El grupo focal se reunió de manera virtual mediante la plataforma Zoom en el día y tiempo acordado según la disponibilidad y disposición de todos los participantes. Antes de comenzar el grupo focal, la investigadora principal leyó las instrucciones discutidas oralmente y enviadas al correo electrónico previamente. Luego de discutir las instrucciones y atender dudas, se comenzó la grabación de audio y video. Como técnica de recolección de datos, se utilizó una guía de preguntas semiestructurada. La duración del grupo focal fue de aproximadamente una hora. Tras culminar el grupo focal, se accedió a la grabación y se completó la transcripción para propósitos del análisis de datos.
Análisis de datos
Para analizar los datos cualitativos, se utilizó el programa Atlas.ti 24, que facilitó la codificación, identificación de patrones y temas y la generación de visualizaciones. El análisis de contenido se aplicó para interpretar la información proporcionada por los participantes en el grupo focal. Según Berg (2007), el análisis de contenido es un proceso sistemático para estudiar información con el fin de descubrir patrones, temas y significados comunes en la comunicación. Este método es común en investigaciones de género para examinar y comparar mensajes transmitidos por diferentes grupos (Neuendor, 2011). En este estudio, el análisis de contenido permitió identificar patrones en los mensajes de los participantes y establecer categorías basadas en los objetivos de investigación. Según las respuestas entre los participantes, se generaron varias categorías. Estas fueron: “concepto de salud mental”, “estigma sobre salud mental”, “perspectiva de género”, “gestión de emociones” y “perspectivas sobre los servicios de salud mental”.
Resultados
Auscultamos el estigma de la salud mental desde una perspectiva de género tomando en cuenta el concepto de las masculinidades como una construcción social y cultural. Exploramos si el estigma hacia la salud mental ha representado un obstáculo en la búsqueda de tratamiento psicológico en el adulto mayor. Las categorías que sugirieron a la luz de las respuestas de los participantes se establecieron a partir de los objetivos de investigación.
Concepto de salud mental
Los participantes destacaron que la salud mental es un concepto multifacético que incluye el equilibrio emocional, la adaptación al contexto social y el desarrollo personal. Valoraron la estabilidad económica e independencia como factores importantes que permiten mayor libertad y autenticidad. También enfatizaron la importancia del perdón y la aceptación de errores, así como la fortaleza emocional para enfrentar desafíos. Sobre el tema, el Participante 001 expresó:
Salud mental del punto de vista personal es tener equilibrio, tranquilidad y comportarse de acuerdo con, verdad, con los cánones del contexto social donde uno vive... Eso digamos que es a nivel individual, ¿verdad? A nivel colectivo, pues obviamente es un proceso complejo que implica que cada uno de los seres humanos con los que compartimos en la sociedad experimenten también ese equilibrio, ese equilibrio mental, y que ese equilibrio le permita compartir en sociedad y ejercer la función que le toque en la vida… de una manera que sea aceptada por la sociedad y que se sienta, además, la persona que no está siendo… no está recibiendo cohesión, ¿verdad?, o presiones indebidas que le afectan precisamente ese estado de salud mental equilibrado.
Estigma sobre la salud mental
Los participantes reconocieron la presencia del estigma asociado a la salud mental en la sociedad puertorriqueña, aunque algunos señalaron una disminución gradual del mismo debido a una mayor conciencia y discusión sobre estos temas. A pesar de los avances, persisten prejuicios, especialmente entre los menos informados. Todos coincidieron en la importancia de promover la tolerancia, el respeto y la educación para abordar y reducir el estigma. El sentir del Participante 001 al respecto es el siguiente:
Lamentablemente, claro que hay estigma de diversa naturaleza, ¿no? Y, en ese sentido, esos estigmas que casi siempre llevan una carga negativa que se manifiesta fundamentalmente en las personas que son estigmatizadas y que sufren las consecuencias de esos estigmas en una sociedad que es bastante cruel… y creo que, si algo a mí me parece que tenemos que superar como sociedad, como pueblo a tener tolerancia, es el respeto por la diversidad.
Perspectiva de género
Al abordar el estigma sobre la salud mental, los participantes afirmaron que no vinculan directamente este tema con la masculinidad. Uno de ellos mencionó que la sociedad en general no fomenta que los hombres busquen ayuda. Otro indicó que el estigma impacta a todos los seres humanos, aunque puede afectar más a los hombres en algunos casos. Ambos coincidieron en la necesidad de educar y sensibilizar para superar el estigma y apoyar a quienes lo necesiten. Además, uno de los participantes compartió su experiencia personal con el estigma al revelar su tratamiento para ansiedad y depresión, expresando su deseo de reducir el estigma hablando abiertamente sobre su propia salud mental:
Sí. Yo estoy bajo tratamiento; yo tomo el Butrino y Zoloft. Este... ¿por qué? Porque padezco de ansiedad y de depresión… sí, yo… el coronel del ejército, el que fue a combate 3 veces… Me veían fuerte, pero soy yo. Sigo siendo fuerte y no tengo miedo en admitirlo. Y así, tratando de ayudar también quizás a la gente ¿no? A los que están enfermos y tomando algún otro tratamiento a no sentirse mal por eso y a los que quizás están pensando buscar tratamiento que se puede. Uno no tiene que sentirse mal, tú sabes, que vean en una persona positiva, que confía. Yo confío en mí. Este... yo creo que así también puedo ayudar a reducir el estigma y ayudar a otro. (Participante 003)
Gestión de emociones
Los participantes compartieron diversas perspectivas sobre cómo gestionan sus emociones. Algunos valoran la importancia de compartir emociones para el bienestar mental, mientras que otros prefieren ser más reservados. Se observó que la expresión de emociones positivas es generalmente más abierta, especialmente con personas cercanas y de confianza. Por otro lado, se observó que las emociones negativas, como el coraje, son manejadas de manera más variada, desde la represión hasta la exteriorización. Todos coincidieron en que las esposas y las mujeres juegan un papel crucial en la expresión emocional, evidenciando la influencia de factores sociales y personales en cómo los hombres gestionan sus emociones. El Participante 001 compartió: “Creo que ciertamente es fundamental que tenemos que aprender a compartir las emociones… me siento liberado… le expreso mis emociones a mi esposa… y a algunas amistades de confianza”. Mientras la postura de otros participantes fue distinta:
Yo soy medio privado y mis emociones, incluyendo las positivas como las negativas… pero no son muy abierto a expresar emociones… No es que no le diga a mi esposa, quizás a los hijos míos a un amigo muy cercano, mi hermano, pero no acostumbro. (Participante 002)
Yo expresaba las emociones a mis padres, especialmente...pues, a la mamá. Mi mamá es la que estaba en la casa y una vez uno entonces cambia y se casa pues… es como una línea a lo que es la familia y lo que es la sociedad o afuera. Y pues, en mi caso, pues yo lo soy obviamente con mis padres y ahora con mi esposa yo soy más abierto a expresar mis emociones a ella, ya sea de emoción positiva o de emoción negativa. Porque, pues, es la que está ahí… me va a ayudar a balancear, especialmente las negativas, para yo ¿verdad? continuar hacia adelante. Pero ya cuando uno sale afuera ciertamente uno como que las... yo, por lo menos, las controlo más. (Participante 004)
Perspectivas acerca servicios de salud mental
Los participantes destacaron la importancia de recibir servicios de salud mental, resaltando que cada individuo tiene derecho a buscar soluciones para los problemas emocionales que pueda enfrentar. A pesar de posibles estigmas sociales, señalaron la necesidad de buscar ayuda profesional para reintegrarse a la sociedad y llevar una vida plena. Resaltaron que hablar sobre los problemas emocionales con un profesional puede mejorar la calidad de vida y reducir las presiones emocionales. Los participantes enfatizaron que buscar ayuda profesional en salud mental es fundamental para vivir una vida funcional y normal. Por ejemplo, el Participante 003 expresó: “Yo estoy totalmente de acuerdo. Hay gente que, quizá el estigma llega a tal punto, que ellos mismos no quieren buscar ayuda. No aceptan ayudarse”. Mientras el Participante 001 sumó:
El error, en todo caso, es no buscar la ayuda profesional de aquellas personas que se opongan a que cualquiera que conozcamos… pueda canalizar esa ayuda profesional… para eso están los profesionales de la conducta humana, para ayudarnos en nuestros problemas que todos nos enfrentamos a lo largo de la vida.
Adicionalmente, los participantes identificaron varias barreras que impiden a los hombres buscar terapia psicológica. Entre estas barreras se encuentran la limitación financiera, especialmente para quienes tienen bajos ingresos, y el estigma social que asocia la búsqueda de ayuda psicológica con ser “loco”:
Los estigmas que rodean a nuestras familias puertorriqueñas de ingresos bajos a veces están más presentes… para estos sectores poblacionales de bajos ingresos se les pone una barrera de naturaleza financiera… y también el miedo de que te pongan el estigma de que “estás loco”. (Participante 001)
También mencionaron la inseguridad personal y la falta de información como obstáculos adicionales. El Participante 003 destacó que las presiones cotidianas, no solo los traumas extremos como los de guerra, también pueden afectar la salud mental, lo cual amplía la comprensión sobre la necesidad de buscar ayuda:
Estoy de acuerdo. Yo creo que barrera, ignorancia y estigma… Yo no sufrí trauma en zona de combate. Yo sufrí trauma, yo creo, en Estados Unidos...en el trabajo, por las presiones y que sabes yo le digo a la gente cuando hablo… no necesariamente tú tienes que ver guerra o muerte para sentir, para experimentar trauma, tú sabes. Las presiones del diario vivir son suficientes para ponerte tanta presión para tú sufrir, ¿sabes?, de alguna enfermedad mental… para hacerle caer en cuenta de que sí te está pasando, ¿sabes?, y no es culpa tuya, ¿tú sabes?, y puedes buscar ayuda.
Discusión
Las investigaciones en Puerto Rico han sido fundamentales para entender el impacto de la masculinidad en la salud mental de los hombres puertorriqueños. Los hombres a menudo sienten que deben restringir sus emociones debido a normas de género que valoran la fortaleza emocional. Investigaciones han señalado que los hombres puertorriqueños se ven a sí mismos como proveedores y protectores, sintiendo la necesidad de controlar sus emociones (Cepeda, 2019). A través de la exploración del estigma asociado a la salud mental desde una perspectiva de género, se revelan diversas categorías que delinean la complejidad de este tema en la sociedad puertorriqueña. Se destaca la comprensión amplia y multidimensional de la salud mental, que va más allá de la mera ausencia de enfermedad mental para incluir aspectos como el equilibrio emocional, la adaptación al contexto social, el desarrollo personal a lo largo de la vida, la estabilidad económica y la fortaleza emocional. Las investigaciones en Puerto Rico han sido fundamentales para entender el impacto de la masculinidad en la salud mental de los hombres puertorriqueños. A menudo los hombres sienten que deben restringir sus emociones debido a normas de género que valoran la fortaleza emocional. Esta comprensión refleja la interconexión entre diferentes aspectos de la vida que influyen en el bienestar psicológico de las personas. Por otro lado, aunque el estigma persiste en la sociedad puertorriqueña, se observa una disminución gradual gracias a una mayor conciencia. Sin embargo, los prejuicios siguen presentes, especialmente entre los menos informados. Investigaciones destacan la importancia de los valores culturales y el papel de los proveedores de salud en la experiencia de quienes enfrentan problemas de salud mental. Los participantes subrayan la necesidad de fomentar la tolerancia, el respeto y la educación para reducir el estigma. Además, se explora las diferencias de género en la expresión y gestión de emociones, destacando la influencia de factores sociales y personales en este proceso. La falta de expresión emocional en algunos hombres es resultado de la falta de práctica (Jansz, 2000). Algunos participantes muestran una mayor apertura emocional, otros revelan ser más reservados, reflejando la influencia de normas de género. Aunque los participantes destacan valorar compartir emociones positivas, muestran reserva cuando se trata sobre expresar emociones negativas, reflejando normas de género que promueven la ocultación de emociones "débiles", lo cual destaca una sintonía con la masculinidad hegemónica. Esto se evidencia en cómo algunos participantes mencionan aprender a reprimir emociones con la edad, o cómo otros se sienten presionados por expectativas de ser "fuertes" y "resistentes". Sin embargo, todos reconocen la importancia de compartir emociones como una práctica fundamental para el bienestar mental. Aunque los participantes niegan que la masculinidad esté relacionada con el estigma de la salud mental, sus respuestas sugieren que, aunque no lo admitan directamente, que la masculinidad hegemónica puede influir en cómo los hombres enfrentan el estigma de la salud mental. A pesar de que los participantes muestran una perspectiva positiva sobre la salud mental, solo uno de ellos expresa su experiencia personal y cómo acudió a buscar ayuda. Mientras que los demás participantes no comparten si han considerado buscar ayuda profesional. Por otro lado, se identifican diversas barreras para acceder a servicios de salud mental, como obstáculos financieros, estigma social, falta de información y seguridad personal. Los participantes resaltan la importancia de superar estos impedimentos para mejorar su calidad de vida. Además, enfatizan que un enfoque en los roles de género, la familia y la cultura permitiría a los profesionales de la salud brindar un mejor apoyo a los hombres en la búsqueda y adherencia a tratamientos.
Limitaciones y recomendaciones
El estudio enfrenta varias limitaciones significativas. Inicialmente, se reclutaron 6 participantes, pero solo 4 asistieron al grupo focal, lo que representa una muestra reducida y posiblemente no representativa. La ausencia de uno de los participantes se debió a problemas tecnológicos fuera del control de la investigadora. Mientras que otro participante completó la información, pero no se conectó al grupo focal. Además, la demora en la aprobación del protocolo y el tiempo limitado para presentar los resultados impidieron extender el reclutamiento. Para futuros estudios, se recomienda ampliar la muestra incluyendo participantes de diversas regiones de Puerto Rico, grupos étnicos, niveles socioeconómicos, escolaridad, identidades de género y orientaciones sexuales. y situaciones familiares. También se sugiere realizar el grupo focal en persona para evitar problemas tecnológicos y mejorar la interacción. Además, sería beneficioso llevar a cabo estudios comparativos con otros grupos de edad y género (hombres, mujeres y personas trans) y explorar en mayor profundidad los factores culturales y sociales que influyen en la percepción del estigma en Puerto Rico. También se sugiere realizar seguimientos a largo plazo para ajustar intervenciones, así como desarrollar campañas de concientización y programas educativos sobre salud mental para reducir el estigma y mejorar el acceso equitativo a los servicios. En cuanto a la práctica clínica, además de hacer conciencia sobre cómo las normas de la masculinidad pueden limitar la búsqueda de ayuda, es crucial que los terapeutas consideren un enfoque inclusivo que valide la vulnerabilidad y promueva la apertura emocional, de manera que se logre abordar el estigma interno y externo de los pacientes que puedan enfrentar barreras culturales y sociales.
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