Semióticas urbanas, ciudades imaginadas e imágenes actuantes en Simone de Eduardo Lalo

Urban semiotics, imagined cities and acting images in Eduardo Lalo’s Simone 

  

Pat Santalices Torres 

Departamento de Literatura Comparada 

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 15/09/2023 Revisado: 4/12/2023; Aceptado: 8/12/2023


Resumen 

El artículo explora brevemente la construcción de imaginarios urbanos en la novela Simone (2012) de Eduardo Lalo a través un estudio de códigos, íconos y significaciones urbanas. Propongo la construcción del imaginario urbano del narrador como práctica de libertad, dando cuenta de las imágenes que destaca en su práctica literaria. Además, estudio la evolución discursiva del narrador sobre la ciudad como un proceso de (des) identificación con la urbanidad que le rodea. Los acercamientos teóricos de este trabajo se nutren de la semiótica urbana de Roland Barthes, los imaginarios urbanos de Néstor García Canclini y las imágenes actuantes de Daniel Hiernaux y Alice Lindón. 

Palabras claves: semiótica urbana, imaginarios urbanos, ciudad imaginada, urbanismo literario, urbanismos 

Abstract 

The article briefly explores the construction of urban imaginaries in the novel Simone (2012) by Eduardo Lalo through a study of codes, icons and urban meanings. I propose the construction of the narrator's urban imaginary as a practice of freedom, giving an account of the images that stand out in his literary practice. Furthermore, I study the narrator's discursive evolution about the city as a process of (dis)identification with the urbanity that surrounds him. The theoretical approaches of this work are nourished by the urban semiotics of Roland Barthes, the urban imaginaries of Néstor García Canclini and the active images of Daniel Hiernaux and Alice Lindón. 

Keywords: urban semiotics, urban imaginaries, imagined cities, literary urbanism, urbanisms  


Introducción y revisión de literatura 

Abordar la contemporaneidad como época histórica exige el análisis de la ciudad como núcleo céntrico del desarrollo de la identidad. Descrita por Walter Benjamin como el mayor enigma y emblema moderno, la ciudad se ha desplazado de su naturalidad estática para iniciarse en las experiencias subjetivas y en el movimiento de los individuos heterogéneos que la habitan. Esta pluralidad de identidades que sostienen los usuarios de la ciudad influye, de gran manera, los acercamientos que establezcan con el espacio urbano. Las experiencias que sostienen los usuarios de la ciudad con el espacio urbano que les rodea serán elementos determinantes en la construcción de su identidad social. 

Estas subjetividades que se presentan en la ciudad producen ciertos discursos urbanos que se ejercen bajo las condiciones prediscursivas del espacio y la mirada, según Jorge Monteleone. La percepción espacial del espacio urbano permite desarrollar un juicio subjetivo que defina la ciudad en términos de la propia identidad. Aunque algunos apuntan al empobrecimiento de la urbanidad por esta subjetividad (Aguilar 414), otros materializan acercamientos teóricos de esta tendencia. Roland Barthes, por ejemplo, reconoce que el juicio ejercido sobre la lectura urbana requiere la intervención de la práctica de la escritura. En Semiología y urbanismo (1967), Barthes propone un acercamiento revolucionario hacia el concepto de la ciudad. “La ciudad es una escritura; quien se desplaza por la ciudad, es decir, el usuario de la ciudad es una especie de lector que, según sus obligaciones y sus desplazamientos, aísla fragmentos del enunciado para actualizarlos secretamente” (5). Esta aproximación fenomenológica hacia el espacio urbano permite entender la pluralidad de acercamientos que provoca la ciudad. Estos signos y significaciones que el usuario de la ciudad identifica a través de su desplazamiento permiten comprender el espacio urbano como un texto social donde abundan fragmentos identificables a modo de crítica. A través del desplazamiento urbano, el usuario de la ciudad se transforma en un crítico perceptual que, mediante una lectura detallada signos y significaciones, desarrolla un panorama crítico sobre la ciudad. A este proceso interconectado de andamiaje urbano y lectura crítica de la ciudad se le incorpora la práctica de la escritura, como lo apunta Barthes. Quien realiza lecturas sobre la ciudad se ve obligado a aislar fragmentos específicos para luego ser interpretados y reimaginados mediante la práctica de la escritura. Tal y como apunta María Paz Oliver, “las improvisadas caminatas a lo largo de la ciudad se convierten en un método de observación y análisis de los diversos nombres, objetos y situaciones de la vida cotidiana que, al modo de un inventario que continuamente se renueva en esos movimientos, intenta resignificar y develar el potencial crítico del espacio cotidiano” (570). Esta mezcla de prácticas entre la lectura y la escritura constituye la semiología urbana. La semiología urbana, como campo amplio de estudio, le presta una atención particular a la práctica de la escritura, pues resalta la subjetividad de la navegación urbana. 

A esta escritura se le refiere como imaginarios urbanos. Apunta Néstor García Canclini que “los imaginarios han nutrido toda la historia de lo urbano. Los escritores y los críticos literarios lo han puesto de manifiesto con particular énfasis” (5). Entremezclando la experiencia del usuario de la ciudad junto al conjunto de signos y significaciones que la caracterizan, la escritura de imaginarios urbanos se ejerce bajo tres posibles propósitos, según apunta Luz Mary Giraldo. Primero, la parodización contracultural; segundo, el retrato urbano en conexión con la identidad; tercero, la imaginación improbable que se nutre de la fantasía (Giraldo xv). En la práctica literaria del Caribe, y en especial Puerto Rico, los imaginarios urbanos nacen tradicionalmente a partir de la combinación de la primera y segunda estrategia, revitalizando ciudades literarias que posibiliten nuevos mundos a modo de crítica ante el deterioro territorial urbano en la región. 

Si el desarrollo de la ciudad como un fenómeno de experiencias subjetivas es yuxtapuesto a las posibilidades de actualización del texto social a través de los imaginarios urbanos, es preciso explorar las diferentes escrituras que se desprenden del proceso de uso de la ciudad. En la literatura contemporánea de Puerto Rico, estas exploraciones textuales se presentan de manera explícita. Es de gran importancia considerar el aspecto físico de la ciudad en Puerto Rico, pues el proyecto fallido de la modernidad ha dejado a gran parte de sus espacios urbanos en un estado de decadencia. Las diferentes voces que habitan los textos desarrollados desde el espacio urbano se caracterizan por estar interactuando constantemente con el escenario urbano que les rodea. Con una identificación de signos y significaciones identificados mediante el proceso de desplazamiento urbano, los protagonistas en los relatos de la literatura urbana en Puerto Rico se sienten en la obligación de realizar una escritura actualizada de este espacio urbano con tal de encontrar un escape crítico a esta decadencia. 

Estas narrativas de escape, en la mayoría de los personajes urbanos de la literatura puertorriqueña, se convierten en prácticas de liberación del detrito. Por lo tanto, los personajes urbanos que habitan la ciudad sienten la compulsión de liberarse de la experiencia en decadencia de la ciudad urbana para reconstruir identidades liberadas que transformen su conexión con el espacio urbano y la ciudad. Esta práctica de liberación dentro de los imaginarios urbanos se entiende como una experiencia en acción. Según lo define Alicia Lindón, las experiencias en acción proponen una manera de interpretar los imaginarios urbanos como procesos de identificación y acción social. La creación de imaginarios urbanos se construye para reconceptualizar las relaciones que se desarrollan con el detrito urbano. Apunta Lindón sobre esto: 

Así, el punto de vista de la experiencia no conduce al investigador a explorar al individuo en sí mismo, sino al individuo orientado hacia los otros, y actuando desde un universo de sentido socialmente compartido; por eso, colocar el foco en la acción social no es independiente de la subjetividad social, más bien ambas están estrechamente relacionadas. (16) 

Al campo de las experiencias en acción, le complementan las imágenes actuantes de Daniel Hiernaux. Comenta el autor que estos “imaginarios [urbanos] se traducen en estrategias concretas, es decir, en acciones sobre lo urbano, para garantizar la protección propia” (26). Por tanto, los personajes urbanos construidos por diversos escritores puertorriqueños contemporáneos recurren a la práctica de la escritura para construir experiencias en acción traducibles a imágenes actuantes ante la necesidad apremiante de liberar su identidad del detrito en la ciudad. 

Metodología 

La obra del escritor y artista multidisciplinario puertorriqueño Eduardo Lalo presenta un ejemplo preciso de las semióticas urbanas y el urbanismo literario. En la mayoría de su oficio literario, Lalo ha explorado la ciudad de San Juan, Puerto Rico con un énfasis particular, siendo consciente de la abundancia de significaciones que surgen a partir de la legibilidad de la ciudad y los espacios urbanos. Esto es evidente en su obra literaria, pues textos como En el Burger King de la Calle San Francisco (1986), Los pies de San Juan (2002) y Simone (2012) piensan en la ciudad desde términos discursivos e icónicos (Sancholuz 2). Desarrollando sus narrativas desde la ciudad urbana de San Juan, las voces subjetivas que recorren el espacio urbano destacan ciertos significantes a modo de crítica social contra el legado colonial caribeño, específicamente el estatus colonial puertorriqueño. El proyecto fallido de la modernidad en la isla trajo consigo un abandono de las estructuras urbanas que componen la ciudad de San Juan; los personajes de Eduardo Lalo lo resaltan con particular atención. Ante el detrito infraestructural que exploran en su andar por la ciudad, los personajes se sienten inclinados a escapar a través de la escritura. La práctica de los imaginarios urbanos textuales en las narraciones del escritor se ejerce como ejercicios de escape y liberación, para confeccionar identidades transgresivas al dominio colonial. 

Utilizando el trasfondo presentado y aplicando las teorías exhaustivamente desarrolladas con anterioridad, este artículo explora las prácticas de lectura de la ciudad, las escrituras de imaginarios urbanos y las libertades de identidad a través de experiencias en acción realizadas por el narrador en la novela Simone (2012) de Eduardo Lalo para amplificar una práctica de liberación de identidad desde el espacio literario. Destacando los signos iconográficos y las significaciones específicas que el narrador de la historia resalta a través del desplazamiento del espacio urbano, busco establecer patrones de lecturas en los cuales el narrador identifique signos urbanos que signifiquen el detrito. Este proceso de identificación semiótica llevará al protagonista a desarrollar ejercicios de escritura crítica que constituyan los imaginarios urbanos. Finalmente, pongo atención considerable a la manera en que el imaginario urbano del narrador propone experiencias en acción e imágenes actuantes. De esta manera, el narrador encuentra un método efectivo liberarse de la potencialidad absorbente de la ciudad en detrito, creando una identidad capaz de transgredir los límites sofocantes de la ciudad. Para el narrador, la escritura constituye una metodología para reconfigurar su identidad dentro del legado colonial.  

Propone María Paz Oliver con relación a la obra del escritor que, “al igual que en otras obras, en Simone Eduardo Lalo traslada la pregunta por la identidad puertorriqueña a la cotidianidad de la vida urbana de San Juan y a la experiencia psico-geográfica de la ciudad” (2). Como guías teóricas, me nutro del contexto establecido anteriormente. Utilizo, principalmente, la semiótica de la ciudad de Roland Barthes para delimitar los significantes que los narradores destacan junto a los imaginarios urbanos de Néstor García Canclini para orientar el análisis del proceso de escritura del espacio urbano. Sobre la construcción de una crítica al deterioro urbano a través de la escritura, refiero inicialmente a las experiencias en acción de Alicia Lindón junto al trabajo de Daniel Hiernaux para observar las maneras en que los narradores escriben como un esfuerzo de liberación.  

“Escribir sin salidas, desde cualquier sitio, en esta ciudad opaca, por ejemplo, sabiendo que esta actividad resulta incomprensible para mis vecinos y que de cualquier manera estas palabras no llegarán a ellos” (Lalo 19). De esta manera inicia la novela Simone (2012). Inmediatamente, el narrador establece ciertas condiciones previas a la lectura. “Ni siquiera hace falta saberlo. No sé lo que pasará mañana. (…) Tengo toda la escritura por delante” (62). Su escritura se ejerce como única opción ante la lejanía que se ejerce entre él y el espacio que habita; entiéndase, la distancia de los cuerpos externos que componen la ciudad y la oscuridad del entorno urbano. Según los diversos encuentros que sostiene el narrador con los sujetos urbanos que le rodean, su visión está informada por su superioridad ante estos sujetos sociales. Menciona el narrador, sobre la ingenuidad de aquellos que le rodean, que “sabía que gente de este tipo existía en cualquier sociedad, pero en ésta [sic] prácticamente todo parecía estar dispuesto para ellos” (50). Esta distancia intelectual que el narrador establece de antemano sienta las bases para su individualidad sofocante, pues “a través de su existencia, se construía mi exclusión” (50). 

Partiendo de esta individualidad determinada, el narrador asume la escritura como escape rutinario al deterioro que percibe en su práctica deambulante de la ciudad. Ya de entrada al texto se presenta un narrador capaz de identificar la escritura como un escape al deterioro urbano. Como apunta Elsa Noya, “se va filtrando en la subjetividad del narrador un tercer núcleo de preocupación que pone en escena la continua pregunta sobre la condición de la escritura” (15). En su acción de caminar y deambular, el narrador menciona en una ocasión: 

Observé las torres de alumbrado del parque en el que jugué pelota cuando era niño. Llegué incluso a ver cómo lo construían. Fue hace más de treinta años. Las torres son las mismas que impacté con el mejor batazo de mi carrera. La bola se extravió en un pedazo de pastizal cenagoso, que era lo que quedaba de lo que debió ser el área hasta que fue urbanizada en los años cuarenta o cincuenta del siglo XX.  (Lalo 53) 

Con una escritura fragmentaria que subraya la fragilidad de su cotidianidad (Oliver. 571), la escritura de la ciudad urbana y el imaginario urbano construido por el narrador se aproxima al deterioro tempranamente consciente del legado colonialista como entes productores del detrito. Con tal de conectar ambos ejemplos, por ende, resultaría útil considerar ejemplos de proyectos de modernización en la isla, tales como la construcción rampante de urbanizaciones residenciales. El narrador ha “aprendido a vivir entre el detrito, satisfecho de no estar satisfecho” (Lalo 40; énfasis mío). El deterioro urbano alimenta la construcción de su imaginario urbano sobre San Juan, Puerto Rico. 

Otro signo del detrito urbano, según lo identifica el narrador en sus acciones de desplazamiento por la ciudad, es el cine Paradise en el distrito de Río Piedras en San Juan, Puerto Rico. Dice el narrador mientras se dirige a una actividad en este local que “El cine Paradise quedaba en Río Piedras y, si no me fallaba la memoria era una ruina” (Lalo 139). Este cine, que juega el doble rol de centro de entretenimiento y espacio cultural, ejerce como código del detrito urbano atado al tiempo. Recuerda el narrador cómo este espacio, en su adolescencia, era céntrico en la producción de filmes y obras de teatro. Sin embargo, las políticas burocráticas en el espacio colonial provocaron un desgaste en su estructura. Este ícono invita a reflexionar sobre el espacio urbano como un espacio en constante decadencia. Dice el narrador que “al final, el edificio que tanta alegría albergó, había sido abandonado y en él incursionaban vagabundos y drogadictos, hasta que los propietarios o el gobierno municipal tapiaron sus entradas” (Lalo 139). Esta cita no tan solo introduce la idea del cuerpo humano en decadencia como ícono del detrito en la ciudad e imaginario urbano del narrador, pero también apunta al gobierno colonial como un cuerpo que aspira a la eliminación de ciertos cuerpos del entorno urbano. 

Los signos físicos del detrito urbano, como lo son las torres del alumbrado en abandono y las estructuras culturales desgastadas, no son los únicos elementos que construyen el imaginario urbano del narrador de Simone (2012). Como la cita anterior sugiere, los “vagabundos y drogadictos” forman parte del panorama del espacio urbano en decadencia. Bajo un análisis detallado de las descripciones empleadas para caracterizar a estos sujetos, en su escritura se destaca la incorporación de sujetos vivientes como signos iconográficos del deterioro urbano. El sujeto vivo se transforma en símbolo. En su desplazamiento sobre la ciudad, el hombre recoge múltiples imágenes de personas en el espacio urbano que simbolizan el detrito en la ciudad. Menciona el narrador: 

Un hombre empuja su carrito de mantecado de coco y piña, por la acera de la avenida Ponce de León, cerca de la universidad. Calza tenis muy baratos y gastados, con los cordones sueltos, iguales a los que venden en una zapatería de la Plaza del Mercado en Río Piedras. Camina muy lentamente, anunciando sin ganas su mercancía como si a esta hora de la tarde no le importara nada. (Lalo 32) 

Este retrato visual es clave en la comprensión del imaginario urbano del narrador de la novela. Si los fragmentos aislados en el desplazamiento urbano constituyen un proceso de identificación, la imagen registrada en su lectura sobre la ciudad revela su propio sentimiento sobre el espacio urbano. A primera instancia, la apariencia física desgastada del vendedor de helados apunta al desgaste que el narrador recoge del espacio urbano. Dado a que la imagen se desarrolla en una avenida sanjuanera de alta cantidad de tránsito junto a una pobreza infraestructural notable, es preciso entender que el entorno provee claves al cansancio del vendedor. De igual manera, el agotamiento que caracteriza el andar del hombre despierta en el narrador interés particular, pues en instancias anteriores su escritura ha reflejado el agotamiento físico que le produce la ciudad. Por ejemplo, dice el narrador en una entrada dominical: “Hoy todo duele demasiado y, sin embargo, casi estoy en paz. Es por la costumbre del dolor. Ya no percibo su sonido incesante” (Lalo 25). El símbolo del cansancio en el vendedor es reconocible por el narrador, pues su experiencia corporal le permite brindarle significaciones. 

La visión que sostiene el narrador sobre el espacio urbano conlleva, de igual manera, un sentimiento de inferioridad ante la potencia silenciadora de la ciudad. Según el narrador construye las dimensiones de la ciudad, este constantemente se siente inferior a esta. En este espacio, el narrador se convierte en un anónimo dado a esa inferioridad que le provoca el entorno urbano. En su desplazamiento por la ciudad, la voz narrativa recoge una instancia donde reflexiona, desde términos semióticos, en los signos que componen la ciudad: 

D’Style. Novias y Novios. Los anuncios de los negocios con su fabuloso y tantas veces patético mensaje. Ese larguísimo texto urbano, constituye una especie de sustituto del diálogo de la descripción, una cartografía de las palabras de tantos seres anónimos, puestas en rectángulos de plástico o convertidas en estructuras de neón. Por ellos habla el deseo, pero también el aburrimiento y la mentira. Son oraciones en la novela de la ciudad. (Lalo 49) 

Este énfasis en el anonimato de los seres para quienes se reproduce la ciudad es importante para el imaginario urbano del narrador. Su inclinación por pensar en el texto social del casco urbano como un ejercicio iconográfico provee una entrada a su construcción imaginaria sobre la ciudad. El anonimato en los íconos de la ciudad es una herramienta para silenciar las identidades que transitan la ciudad. Por tanto, el narrador enfatiza este anonimato, pues de alguna manera se siente silenciado por la ciudad. Como bien apunta Barthes, la cartografía moderna constituye una especie de censura (1). 

El sentimiento de inferioridad que le produce el espacio urbano al narrador se extiende, de igual manera, a sus definiciones de la Nación, una dimensión importante en la construcción de su urbanismo literario. Reflexionando en las instancias donde ha leído o escrito el concepto “Puerto Rico”, el narrador sugiere que ambas palabras crean una imagen que es débil en sus proyecciones (Lalo 27). Dice el narrador “pienso esto cuando leo, escribo, escucho ese nombre de país que más allá de sus fronteras (y acaso también dentro de ellas) significa tan poco” (Lalo 27, énfasis mío). La significación que el narrador le confiere a la imagen de Puerto Rico está plasmada por un sentimiento de inferioridad y debilidad. 

El narrador de esta historia no se exime de establecer juicios interpretativos sobre el desgaste material que destaca en su mirada sobre la ciudad urbana. Mientras vaga por las calles del Viejo San Juan el narrador observa un dependiente vertiendo leche sobre un café utilizando un recipiente con la frase Colony Economy. Esta frase conlleva una gran carga semántica, como la clasifica Barthes, de procesos históricos causantes del deterioro previamente anotado. Esta cercanía de sucesos habilita la posibilidad de conectar el detrito urbano con la economía colonial en Puerto Rico de la cual el narrador se vuelve sujeto. De este modo, la lectura sitúa al lector en el reconocimiento del estatus colonial que influye en su mirada subjetiva sobre la ciudad. De manera inmediata, el narrador reflexiona en esta frase en conexión a su desgaste, lo cual provee el espacio de comprender la economía colonial como un retrato del detrito urbano.  El aspecto más relevante de este mensaje se materializa en el análisis que el narrador ejerce sobre su observación, cuando, reflexiona: “se me ha ido la vida en esta Colony Economy, repitiendo el gesto del café como si con ello pudiera poner un dique a una historia que me rebasa y determina” (Lalo 64; énfasis mío). Este es un momento óptimo para establecer el imaginario urbano del narrador sobre la ciudad de San Juan dando cuenta de los significantes destacados: una ciudad urbana en deterioro por la economía colonial que la constituye. Utilizando los sucesos presentados, el imaginario urbano que el narrador de Simone (2012) construye en su lectura se caracteriza por los residuos sofocantes del legado colonial; la escritura es un método de escape al paisaje visual. 

Aunque desde una perspectiva inferior, el narrador se considera un narrador deteriorado ante el menoscabo de la ciudad. Al final de sus reflexiones, el narrador no logra desligarse del espacio urbano que lo asfixia. No entiende esto como una relación simbiótica, más allá que una dinámica de poder en la cual la ciudad se interpone sobre su identidad llamándola “… la ciudad autobiográfica, la ciudad cuyo cuerpo mi cuerpo ha cubierto” (Lalo 81). El narrador de la historia se siente dominado por una urbanidad que le supera, impulsándolo a su invisibilidad. Dice más adelante para continuar su identificación con el retrato ciudadano: 

¿Qué son estas calles sino la vida mía? El tiempo circulando como agua o viento, un cuerpo que se irá haciendo pequeño y frágil junto a las cunetas que van siempre en la misma dirección, por el camino que también es mío. Las ciudades le importan más a los que van en la misma dirección de sus cunetas, a los que caminan a su misma altura. (69) 

Este imaginario urbano y juicio sobre la ciudad por parte del narrador de Simone (2012) no se ejerce en vano; detrás de su ejercicio metaliterario se encuentran intenciones de revelación contra una ciudad deteriorada que lo absorbe. Más allá de oponerse al espacio urbano, el narrador busca crear en la ciudad un espacio donde su identidad tenga visibilidad. Estas intervenciones van a representar un ejercicio textual propio de las experiencias en acción en su construcción del imaginario urbano, un esfuerzo de acción social contra la potencialidad absorbente de la ciudad. Tras comenzar los encuentros a destiempo con el personaje secundario de la novela, Li Chao, alias Simone, el narrador concretiza ciertas prácticas en contra de su invisibilización, casualmente todas conectadas a la expresión artística. Inicialmente, el narrador le deja a su confidente Li un mapa de la isleta de San Juan en el 1509 junto a una frase escrita por Rodrigo de Figueroa. Apunta la nota “aquí ha de ser la ciudad… aquí ha de ser la ciudad sin preguntas” (Lalo 93). Este suceso puede ser comprendido como una intervención directa con el espacio urbano que el narrador ha recorrido anteriormente. Nutriéndose de elementos psico-geográficos, el narrador logra interceptar la ciudad que ha protagonizado su invisibilidad. De esta manera, el narrador se niega a pasar desapercibido, dejando su marca letrada sobre el mapa cartográfico de la ciudad que absorbe su identidad y censura su subjetividad. Esta experiencia de intervención urbana se interpreta como experiencia en acción e imagen actuante por parte del narrador. En la medida que el narrador intercepta la ciudad, este logra involucrar la acción social como método de conservación propia. Su acto transgresivo en el mapa simboliza un método de visibilización en contra de la ciudad urbana que, según sus propias reflexiones, lo absorbe. Este punto marca el inicio transicional de su imaginario urbano; ahora el narrador encuentra las condiciones adecuadas para liberarse de este espacio al accionar su propia identidad como elemento visual. 

Más adelante, el narrador y Li Chao realizan una obra conceptual que consiste en fotografiar los rostros de cocineros chinos, sujetos olvidados en el retrato urbano de Puerto Rico. Luego, estas fotografías se unieron en “una línea de caras que una mañana sorprendía en las avenidas a peatones y automovilistas” (Lalo 123). Este acto de intervención con la ciudad presenta otra experiencia en acción por parte del narrador para revelarse en contra de la potencialidad absorbente de la ciudad colonial. Si esta intervención se analiza junto al contexto social de invisibilización que permea a las comunidades asiáticas en Puerto Rico, la selección iconográfica de rostros chinos presenta un cambio radical en la presencia de estos seres. Sus rostros se ejercen como un signo que significa la existencia, una imagen actuante que garantiza la protección. Dado a que este acto es principalmente impulsado por los deseos que siente el narrador hacia Li Chao, esta práctica también se puede interpretar como un intento del narrador por establecerse presencialmente en la ciudad. “A menudo me he preguntado por qué optamos por el anonimato. Probablemente supusimos una incomprensión e indiferencia casi totales” (Lalo 124). Esta selección por el anonimato no es más que un deseo de permanecer bajo la sombra de la ciudad, pero siendo consciente de la realidad visible que existe en su identidad. Sus esfuerzos fueron exitosos, pues como apunta el narrador “habíamos corroborado además cómo varias de nuestras pintadas e intervenciones todavía interpelaban a los transeúntes” (Lalo 131). Si durante el texto el narrador se identifica bajo la ciudad, este momento es un intento por hacer de lo urbano un espacio subjetivo que ate su acción a la ciudad que siempre constituirá su identidad. Su intención jamás es des identificarse de la ciudad, pero crear en ellas las significaciones adecuadas para crear una identidad de resistencia contra la potencialidad invisibilizante que destaca anteriormente. Sobre esto, apunta Azucena Galettini:  

Si bien Lalo construye su obra desde la fragmentación, una fragmentación que no busca reconstruir una imagen de totalidad ni que pretende, como la postal, que una parte represente al todo, también está presente un anhelo de totalidad, asociado con la pertenencia, ser San Juan, y no solo uno de sus fragmentos, un barrio o colonia. (204)  

Es evidente la transformación que Li Chao marca en el texto. El narrador no tan solo se ha desplazado de leer la ciudad como un discurso iconográfico de signos sobre el detrito, pero también ha encontrado un campo amplio de intervención, una posibilidad de crear imaginarios urbanos que rompan con la narrativa absorbente de la ciudad. El narrador se posiciona como un agente social capaz de transformar su identidad a través de intervenciones. Se materializa este cambio, de manera directa, al decir el narrador: 

Resultaba difícil así, sin explicación ni contacto, aceptar el naufragio. Ya no podía dejar pasar la vida presuponiendo que no pasaría nada, que los años en esta ciudad no serían más que lo que conocía hasta el asco. Este deambular por calles y avenidas, sin ningún lugar a dónde ir, con la vaga esperanza de que algún día encontraría una salida que permitiera la ilusión momentánea de que se había partido, de que era posible otra vida o una situación que pareciera de verdad otro mundo. (Lalo 137) 

Este momento es crucial para el análisis de la novela en su construcción de imaginarios urbanos, pues su cambio de perspectiva exalta la capacidad transformadora del imaginario urbano. La culminación del escrito desestabiliza completamente la visión de la ciudad y la construcción del imaginario urbano que el narrador ha sostenido en la parte inicial del texto. Dice el narrador para cerrar sus reflexiones: 

Esa noche salí a la calle y con un grueso pastel y óleo escribí: “Esa absurda ausencia de tu cuerpo”. En los muros y aceras, durante horas, dejé grabado el desenlace. Era una forma de duelo para un dolor que no cesaba. La ciudad era lo que quedaba, el territorio, al que pese a todo, continuaba perteneciendo. (Lalo 218) 

La desaparición de Li Chao obliga al narrador a hacer de la ciudad un espacio de posibilidad transformadora. Luego de este suceso, el narrador encuentra e la ciudad un espacio para producir experiencias en acción que le permitan romper con sus nociones antiguas de la ciudad. Sus prácticas crean imágenes actuantes que, tras la obligación de lectura por parte de otros usuarios de la ciudad, garantizan la preservación de la identidad. Además de recordar las identificaciones que el narrador realiza con la ciudad, esta reflexión obliga a pensar en la ciudad desde su dimensión moldeable. La ciudad, como apunta Daniel Hiernaux, es constantemente leída, interpretada y modificada a la necesidad del transeúnte para armar imágenes que atiendan ciertas críticas. Por tanto, este relato apunta de igual manera a la evolución discursiva sobre la ciudad imaginada por parte del narrador para dar cuenta de prácticas liberadoras desde los espacios urbanos. 

 

Conclusión 

“San Juan siempre era el resultado de la mirada de un escritor” (Lalo 145). Los escritos de Eduardo Lalo no se pueden desligar de una dimensión urbana tanto en su desarrollo espacial, como en la construcción de sus personajes en sí. Simone (2012) es ejemplo preciso de la ciudad imaginada de doble dimensión, aquella del retrato urbano en su conexión con la identidad, junto a la crítica amplificadora contra el deterioro urbano que le es interpuesto al narrador. A través de una identificación de signos iconográficos y significaciones que superan las dimensiones estáticas y físicas de la ciudad, el narrador construye un imaginario urbano que le provee las herramientas para garantizar su protección a través de experiencias en acción. Este proceso de actualización se convierte en una estrategia literaria de Afirmación. propia. Por tanto, es importante conducir la crítica literaria contemporánea hacia la inclusión de elementos urbanistas como céntricos en la constitución y representación de la identidad transgresora. 

  

Referencias 

Barthes, Roland. “Semiología y urbanismo”. Conferencia organizada por el Instituto de Historia y de Arquitectura de la Universidad de Nápoles y la revista Op. cit., 1967. Reimpresa en L’Architecture d’Aujourd’hui, n. 53, diciembre 1970 - enero 1971. Recuperada de https://semiologiafiorini.files.wordpress.com/2013/04/barthes-semiologiayurbanismo.pdf 

Benjamin, Walter. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Taurus, 1998. 

Canclini García, Néstor. Imaginarios Urbanos. Eudeba, 2010.  

Galettini, Azucena. “Paisaje, cuerpo y residuos en Los pies de San Juan de Eduardo Lalo”. Anclajes, vol. 2, 2015, pp. 196-212. https://doi.org/10.19137/anclajes-2021-25213 

Giraldo, Luz Mary. Ciudades escritas. Literatura y ciudad en la narrativa colombiana. Convenio Andrés Bello, 2010. 

Hiernaux, Daniel. “Los imaginarios urbanos: de la teoría y los aterrizajes en los estudios urbanos”. EURE, vol. 33, n. 99, 2007, pp.17-30.  

Lalo, Eduardo. Simone. Corregidor, 2012.  

Lindón, Alicia. “La ciudad y la vida urbana a través de los imaginarios urbanos”. EURE, vol. 33, n. 99, 2007, pp. 7-16.  

Monteleone, Jorge. “Ciudad”. sYc, n. 6, 1995, pp. 183-188.  

Noya, Elsa. Prólogo. Simone, por Eduardo Lalo, Corregidor, 2012, pp. 11-16.  

Paz Oliver, María. “A pie: wandering y cotidianidad en Simone de Eduardo Lalo”. Neophilologus, vol. 99, 2015, pp. 569-57. https://doi.org/10.1007/s11061-015-9429-5 

Sancholuz, Carolina. “La ciudad interpelada: percepciones de San Juan de Puerto Rico en Eduardo Lalo”. Revista Iberoamericana, vol. 83, n. 261, 2017, pp. 937-950. 


 

 

Posted on January 16, 2024 .

Altar al duelo

Medio: Collage

Kelly Caballero Álvarez 
Departamento de Lenguas Extranjeras 
Facultad de Humanidades, UPR RP

Recibido: 5/09/2023; Revisado: 27/11/2023; Aceptado: 2/12/2023

Descripción

“Altar al duelo” es una ventana de comunicación entre el que sufre y el difunto. Hay preguntas que se quedan sin respuesta y nos provocan un inmenso sentimiento de incertidumbre e impotencia. Inspirada por mi conexión a la muerte con la pérdida de mi madre, en combinación con una canción del álbum más reciente de le artista Melanie Martínez titulada “Death”, trabajo el duelo y la transformación espiritual por la que uno pasa durante la aceptación, el último estado del duelo. Tomando la oportunidad de inspiración que me brindó participar de un taller de arte de collage del Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico, hice, por primera vez, un collage con relieve utilizando obras de artes encontradas dentro de revistas de arte para dar vida a lo que yo visualizo que es un altar al más allá de nuestra dimensión.   

“Death has come to me, kissed me on the cheek, gave me closure” fueron las palabras que le dieron vida a mi obra en un intento de conseguir cierre. Pero siempre queda una pregunta: ¿hay cierre realmente? Como no sé la respuesta, prendo una vela y me siento frente a mi “Altar al duelo” y le pregunto al más allá.   

 


Posted on December 23, 2023 .

Polarización, The Federalist Society y el originalismo  en el proceso de nominación y confirmación judicial

Polarización, The Federalist Society y el originalismo  en el proceso de nominación y confirmación judicial

Jorge E. Rosa Vidal

Programa de Educación Secundaria en Historia 
Facultad de Educación, UPRRP

Recibido: 18/09/2023; Revisado: 18/11/2023; Aceptado: 3/12/2023


Resumen
Este artículo analiza el desarrollo del proceso de nominación y confirmación judicial desde la incorporación de vistas públicas hasta la confirmación de la jueza Barret, destacando cambios que han polarizado el proceso. En particular, se discuten la tendencia de los nominados a ofrecer respuestas privilegiadas, los cambios al filibuster y el discurso contestatario de los senadores. Además, se evalúa el rol de The Federalist Society en la promulgación del originalismo como herramienta discursiva para desviar alegaciones de polarización. Por último, se comenta el éxito de esta filosofía jurídica, y se utiliza la historia reciente para responder a argumentos sobre su eventual fracaso. 

Palabras claves: originalismo, polarización, The Federalist Society, filosofía jurídica  

Abstract
This paper analyzes the development of the judicial nomination and confirmation process from the incorporation of public hearings to the confirmation of Justice Barret, highlighting changes that have polarized the process. Particularly, it discusses the tendency of nominees to offer privileged responses, changes to the filibuster, and the discourse of contestation utilized by senators. Moreover, the article evaluates the role of The Federalist Society in promulgating originalism as a discursive tool for diverting allegations of polarization. Lastly, this article comments on the success of this judicial philosophy and employs recent history in responding to arguments about its eventual downfall.   

Keywords: originalism, polarization, The Federalist Society, judicial philosophy 


Introducción 

 La polarización en el Congreso de los Estados Unidos de América ha avanzado de manera rápida y forzosa durante los últimos veinte años. El desarrollo de este fenómeno ha sido de tal magnitud que, insertándose en los procedimientos del Comité de lo Jurídico del Senado, cambió generacionalmente la composición de la judicatura en todos sus niveles. Sin embargo, a pesar de este último dato, en ningún instante o proceso la polarización a la que se hace referencia es tan marcada como en el de confirmar jueces a la Corte Suprema. 

Esto se vuelve evidente al considerar cómo fueron confirmados los últimos miembros de la Corte Suprema. Los jueces Gorsuch, Kavanaugh, Barret y Jackson—en el orden en que se unieron a la Corte—recibieron un promedio de 52 votos a su favor. En ninguno de estos casos el partido de oposición a la administración presidencial mostró apoyo significativo a los nominados; ningún nominado recibió más de cuatro votos de la oposición. Incluso las dos juezas que les anteceden—Sotomayor y Kagan, en el orden en que se unieron a la Corte—, a pesar de haber sido confirmadas con 68 y 63 votos, recibieron un apoyo mínimo por parte del partido de oposición: nueve votos en el caso de Sotomayor y cinco en el caso de Kagan. Similarmente, el juez Alito fue confirmado con tan solo cuatro votos del partido de oposición. Se requiere retroceder hasta la confirmación del juez presidente Roberts y a las confirmaciones que ocurrieron entre 1970 y 1994, exceptuando a los jueces Rehnquist y Thomas, para presenciar verdaderos momentos de bipartidismo (United States Senate, n.f.). 

Como se discute adelante, la transformación del proceso de confirmación ha sido propiciada por una serie de cambios directos e indirectos. La evolución del filibuster senatorial ejemplifica los cambios directos, mientras que las estrategias utilizadas por los nominados para evadir preguntas representan cambios indirectos. Adicionalmente, la inserción de The Federalist Society como propulsor de la filosofía jurídica originalista en el proceso de nominaciones y confirmaciones es otro cambio indirecto. Más allá de promover el originalismo a través de conferencias y simposios para abogados y estudiantes de derecho, la organización se encarga de cultivar relaciones personales entre sus miembros que permitan evaluar y nombrar candidatos a todo tipo de puestos gubernamentales utilizando como criterio su compromiso con esta metodología de interpretación. 

El impacto de The Federalist Society y la prevalencia del originalismo han generado críticas políticas. Entre ellas, una que ha cobrado popularidad establece que el originalismo es utilizado como una herramienta discursiva que disfraza de imparcial el activismo judicial conservador y su sesgo en contra de políticas públicas que gozan de apoyo popular. A partir de eso esta crítica plantea que el éxito contemporáneo del originalismo no se debe a sus méritos, sino a una falsa noción de neutralidad que es atractiva para la población dada la alta polarización de los procesos políticos.  

Una investigación reciente sobre el tema de la filosofía jurídica y su percepción pública provee resultados útiles para evaluar esa crítica. Los hallazgos del estudio parecen ponerla en duda, aunque no logran descartarla de manera concluyente. En particular, el estudio parece destacar una preferencia genuina por los méritos metodológicos del originalismo que va más allá del aspecto discursivo (Krewson & Owens, 2021). Interesantemente, hay quienes señalan, como el profesor Eric Posner, que, aunque esa preferencia metodológica sea genuina, eventualmente será desfavorecida porque produce resultados que, como se mencionó anteriormente, son contrarios a las preferencias populares de política pública. Según Posner (2011), el problema para el originalismo radica en que es incompatible con políticas públicas de “gobierno grande” que son populares; aunque la ciudadanía aprecia que los jueces se ciñan al texto, sus preferencias de política pública toman primacía al evaluar la labor judicial. A continuación, se analizan de manera profunda los hallazgos del estudio realizado por Krewson y Owens (2021), y, considerando tanto desarrollos históricos recientes como aspectos estructurales del sistema político estadounidense, se utilizan para evaluar la predicción de Posner sobre el futuro del originalismo. 

 Desarrollo histórico

El proceso para nominar y confirmar jueces a la Corte Suprema tiene sus orígenes en la Constitución de Estados Unidos de América. La Sección 2, Artículo II del documento establece que el presidente tendrá el poder de hacer las nominaciones, mientras que le asigna al Senado la tarea de ofrecer su consejo y consentimiento respecto a la nominación. Históricamente, aunque el “consejo y consentimiento” del Senado se ha manifestado de distintas maneras, la más longeva ha sido el voto de los senadores a favor o en contra del nominado. Otros aspectos del proceso, como las vistas públicas de confirmación, son más recientes. 

La primera vista de confirmación se llevó a cabo en 1916. El presidente Woodrow Wilson había nominado a Louis Brandeis a una vacante en la Corte Suprema y, de ser confirmado, Brandeis se convertiría en el primer juez judío de la Corte. Preocupados por lo que percibían como una amenaza etno-religiosa y valores radicalmente alejados de la tradición estadounidense, algunos senadores en el Comité de lo Jurídico instituyeron la vista para expresar sus inquietudes. Brandeis no testificó en la vista, y ningún nominado lo haría hasta 1939 con la nominación de Félix Frankfurter (Boyd, 2023). Curiosamente, este también se enfrentaba a acusaciones de ser insuficientemente estadounidense por razón de su etnicidad austriaco-judía (Boyd, 2023).  

Este tipo de consideraciones raciales continuó, y continúa, formando parte del proceso de confirmación. Las vistas sobre la nominación de Thurgood Marshall, confirmado como primer juez negro de la Corte en 1967, estuvieron contenciosamente marcadas por estereotipos raciales y cuestionamientos a su inteligencia y carácter moral (Boyd, 2023). De la misma manera, las vistas sobre la nominación de la jueza Sotomayor incluyeron alusiones a estereotipos latinos cuando se le intentaba desacreditar como demasiado emocional (Boyd, 2023).  

Desde las vistas del juez Frankfurter, no es hasta la nominación de Robert Bork en 1987 que el proceso experimenta otro gran instante de polarización. Sus vistas son generalmente consideradas como el momento definitorio de ese desarrollo (Krewson, 2021).  Contrario a la norma actual, Bork se mostró en la mejor disposición para contestar las preguntas de los senadores. Sin embargo, la franqueza de sus respuestas y su dependencia de tecnicismos legalistas solo parecían reforzar las acusaciones de extremismo que eran lanzadas en su contra, y que fueron un elemento importante en el rechazo de su nominación (Brannon, 2022). La nominación de Bork estableció un precedente a evitar. Luego de ver el resultado de su estrategia, nominados más recientes se han mostrado menos dispuestos a expresar sus posturas (Brannon, 2022). 

Ringhand y Collins (2018) han estudiado el impacto del precedente establecido por Bork empleando el concepto “respuestas privilegiadas”. Con él hacen referencia a aquellas preguntas que el nominado se rehúsa a contestar argumentando que su respuesta crearía la apariencia de sesgos, interferiría con la independencia judicial, o sería inapropiada por alguna otra razón. En específico, más allá de presentar la notoriamente baja cantidad de respuestas privilegiadas que ofreció Bork, los autores destacan un alza significativa en la cantidad de respuestas privilegiadas ofrecidas por candidatos posteriores. Tras haber visto dos cambios directos al proceso—la implementación de vistas y el testimonio de los nominados—la indisposición de los nominados a contestar ciertas preguntas, como se discute con más detalle en la próxima parte de este trabajo, es el primer cambio indirecto que abre paso a un proceso más polarizado. 

El próximo desarrollo significativo en el proceso de confirmación ocurrió en el 2013 cuando el Senado eliminó el filibuster para nominados judiciales a cortes de distrito y cortes apelativas, pero no para nominados a la Corte Suprema. Esto significaba que el debate en el hemiciclo sobre una confirmación judicial podía terminarse con una mayoría simple de 51 votos en lugar de 60, y el nominado se confirmaba más fácilmente. La eliminación de esa regla no solo nació de una creciente polarización, sino que generó polarización. Como concluyen Nash y Shepherd (2020), luego de eliminar el filibuster los jueces nominados por el presidente Barack Obama fueron más jóvenes, más ideológicamente liberales, y los jueces para quienes habían sido oficiales jurídicos eran más liberales. Además, los jueces de distrito comenzaron a utilizar lenguaje en sus opiniones que resaltaba su capacidad para ser elevados a cortes apelativas. Aquellos que eran Demócratas comenzaron a utilizar lenguaje más liberal, mientras que aquellos que eran Republicanos adoptaron un lenguaje más conservador (Nash & Shepherd, 2020). 

Habiéndose llevado a cabo por una mayoría Demócrata y estrecha en el Senado, la eliminación del filibuster para nominados judiciales a cortes de distrito o apelativas desató una fuerte oposición en las filas republicanas. En respuesta, los Republicanos realizaron un cambio similar, pero significativo, al proceso de confirmaciones judiciales. En el 2016, tras la muerte del juez Scalia, el presidente Obama nominó a Merrick Garland a la Corte Suprema. El Senado, controlado por el Partido Republicano, invocó la Regla Thurmond y se rehusó a actuar sobre la nominación. La Regla Thurmond no es oficial, pero generalmente establece que, durante un año electoral, después de un tiempo, el Senado debe dejar de actuar sobre nominaciones judiciales a menos que sean incontrovertibles y amasen apoyo de ambos partidos (Chang & Freeman, 2021).  

El Partido Republicano tomó control de la presidencia en el 2016, retuvo el Senado estrechamente e intentó llenar la vacante. Luego de lo ocurrido con la nominación de Garland, ningún nominado recibiría apoyo sustancial de la oposición. Por ello, cuando el presidente Trump nominó a Neil Gorsuch en el 2017, la mayoría Republicana del Senado eliminó el filibuster para nominados a la Corte Suprema. El resultado de estos dos cambios, aunque intuitivo, también recibe apoyo empírico; que los Demócratas eliminaran el filibuster para nominados a cortes de distrito y apelaciones, y que los Republicanos lo eliminaran para nominados a la Corte Suprema dio al público la apariencia de que las confirmaciones solo dependen de la ideología y el partido del nominado (Krewson, 2021). Poco a poco, además de afectar el procedimiento, la polarización comenzaba a impactar más de cerca cómo se percibía la Corte.  

Las nuevas reglas para la confirmación permitieron que el presidente Trump llenara dos vacantes adicionales en la Corte Suprema. De estas, la primera ciertamente fue políticamente controversial puesto que el actual juez Kavanaugh enfrentó acusaciones de agresión sexual. Las mismas fueron un tema contencioso en las vistas realizadas por el Comité de lo Jurídico. No obstante, el nominado fue aprobado en el Senado con un solo voto de la oposición.  

La tercera nominación del presidente Trump también es importante en el desarrollo de la polarización. En el 2020, año de elecciones, falleció la jueza Ginsburg. La situación resultante era similar a la del 2017. El presidente Trump rápidamente compartió su intención de llenar la vacante, y los Demócratas en el Senado invocaron la Regla Thurmond—al igual que hicieron los Republicanos en 2017—para argumentar que el próximo presidente debía llenar la vacante (Chang & Freeman, 2021). La diferencia crucial entre el 2017 y el 2020 fue que, durante este último, los Republicanos controlaban el Senado, y tenían los votos para confirmar a un nominado por mayoría simple. Ante esa realidad, Trump rápidamente nominó a Amy Coney Barret, y el Senado la confirmó en 27 días. Su confirmación ocurrió tan solo ocho días antes de la elección (Chang & Freeman). Las circunstancias de este evento fueron tan peculiares y significativas para el proceso de confirmación que incluso la cobertura mediática tenía como temas de enfoque la Regla Thurmond, la filosofía jurídica de la jueza y los votos que emitiría en casos controversiales (Chang & Freeman, 2021). Con la confirmación de la jueza Barret y las distintas invocaciones de la Regla Thurmond, se consolidó la imagen polarizada del proceso. 

Respuestas privilegiadas y la adaptación senatorial  

Antes se ha discutido cómo, tras la nominación fracasada de Robert Bork, los nominados han limitado sus respuestas ante el Comité de lo Jurídico. A continuación, se abunda con más profundidad sobre la propia evolución de ese fenómeno y su relación con la polarización del proceso de confirmación. 

La cautela al contestar preguntas del Comité quedó plasmada de manera más clara con la nominación de Ruth Bader Ginsburg en 1993. Tras su confirmación, pasaron a conocerse como invocaciones de la “Regla Ginsburg” cada vez que un nominado evitaba declarar su postura sobre un caso o controversia porque posiblemente se vería ante la Corte o porque su respuesta podría sugerir prejuicio en el caso (Brannon & Lampe, 2022). Puesto de otra manera, se dio nombre a lo que Ringhand y Collins posteriormente llamarían respuestas privilegiadas.  

Sin embargo, aunque la invocación de la Regla Ginsburg se ha vuelto práctica común y explícita—como lo fue en la confirmación de la jueza Barret (Sherman, 2020)—los autores previamente mencionados resaltan una transformación importante. Para ello, utilizan las confirmaciones de la jueza Ginsburg y la del juez Gorsuch de manera comparativa. Ringhand y Collins encuentran que la primera versión de la Regla Ginsburg tenía dos elementos claves, y el primero era la respuesta privilegiada como ya se ha discutido. El segundo era la afirmación de concordancia con el consenso constitucional del momento, y los autores lo proponen como un mecanismo para balancear el primer elemento. Ahora bien, si en eso consistía la Regla Ginsburg, Ringhand y Collins notan que en las vistas para confirmar al juez Gorsuch quedó omitido el segundo elemento de la regla; el juez Gorsuch en muy pocas ocasiones afirmó su concordancia con el precedente (Ringhand & Collins, 2018). Sin embargo, vale la pena cuestionar la aseveración de balance hecha por los autores ya que presupone un juicio valorativo más favorable a la interpretación jurídica en base a precedente, además de que cataloga como “consenso constitucional” a casos como Roe v. Wade y Planned Parenthood v. Casey a pesar de haber sido controversiales desde el momento en que fueron decididos (Ringhand & Collins, 2018). 

Los senadores se han visto obligados a modificar sus estrategias de cuestionamiento en vista de la evolución de la Regla Ginsburg. Algunos han optado por lo que Rogowski y Stone (2021) llaman contestation; cuando figuras partidistas hacen declaraciones políticas sobre jueces y proyectan sobre ellos sus diferencias ideológicas. Esto genera polarización. En el caso de confirmaciones a la Corte Suprema, los autores encuentran que las personas evalúan a los nominados de manera similar sin importar sus afiliaciones partidistas, pero cuando son expuestos a la retórica contestataria cambian su evaluación de acuerdo con el discurso favorecido por su partido (Rogowski & Stone, 2018).  

Otros han optado por una dirección que, a primera vista, parece menos polarizada. Reconociendo la futilidad de preguntar a un nominado cómo votará en un caso específico, estos senadores enfocan sus preguntas en la filosofía jurídica del nominado, sus declaraciones previas, casos que ha decidido y su perspectiva sobre procesos judiciales y éticos (Brannon & Lampe, 2022). No obstante, el propósito sigue siendo el mismo: auscultar cómo votará el nominado.  

De esos temas, el que ha cobrado más importancia es la filosofía jurídica: el acercamiento de cada juez a la interpretación estatutaria y constitucional (Brannon & Lampe, 2022). Por ejemplo, el juez Thomas recibió preguntas sobre el rol que la ley natural ejercía en la interpretación constitucional, el juez Gorsuch fue interrogado sobre su filosofía originalista y la jueza Kagan explicó su creencia en aplicar la Constitución a nuevas circunstancias, pero su discrepancia con lo que tradicionalmente se asocia al “constitucionalismo vivo” (Brannon & Lampe, 2022).  

La razón por la que este acercamiento a las vistas de confirmación puede aparentar neutralidad es que se enfoca en lo que parece ser meramente procesal (la filosofía o metodología jurídica de cada juez) en lugar de lo sustantivo (los resultados de esas metodologías y sus impactos en la política pública). Aun así, circunstancias que son producto de la polarización del proceso de confirmación hacen de esta neutralidad una apariencia cuestionable. En primer lugar, ambos partidos favorecen filosofías jurídicas que son incompatibles entre sí, de manera que los nominados incontrovertibles han sido relegados al pasado (Shapiro, 2021). Además, las filosofías jurídicas encajan muy claramente con resultados de tipo ideológico; no hay muchos originalistas liberales, ni muchos conservadores que se suscriban a la “constitución viviente” (Shapiro, 2021). Por último, este cambio de discurso no ha dificultado que organizaciones liberales y conservadores se inserten en el proceso para impulsar sus intereses. Ambos bandos se han adaptado al nuevo terreno de juego. Como menciona Shapiro (2021) sobre el conservadurismo, este movimiento ya no busca únicamente candidatos con posturas de centro y derecha, sino que se ha enfocado en reclutar posibles nominados cuyo historial judicial muestra un compromiso sólido con el originalismo y el textualismo. Sobre este fenómeno no hay mejor ejemplo que el de The Federalist Society.

Exportación del consejo y consentimiento: The Federalist Society    

La participación de grupos de interés en el proceso de nominación y confirmación no es nueva y mucho menos insignificante. De hecho, va en aumento. En el 2005, la nominación del juez Alito generó una inversión de $2.3 millones en campañas a su favor y en su contra. Ya para el 2020, ante la nominación de la jueza Barret, esa cifra era de $20 millones (Krewon & Schroedel, 2022). Además, grupos como la American Constitution Society, de tipo liberal, operan con presupuestos anuales de $6 millones. Sin embargo, ese presupuesto difícilmente compara con los $20 millones que dispone anualmente The Federalist Society para sus fines (Toobin, 2017). Por ser actualmente más influyente, este artículo se enfoca en The Federalist Society.  

Esta organización surge en las escuelas de derecho de la Universidad de Chicago y la Universidad de Yale, donde los consejeros eran Antonin Scalia y Robert Bork, respectivamente. En el contexto académico, la organización se imaginaba a sí misma como un espacio para resistir el liberalismo legal, promover corrientes originalistas y textualistas, y defender la separación de poderes como el mejor mecanismo para la protección de la libertad (Toobin, 2017). Luego, con el crecimiento de la organización, se instituyeron capítulos de abogados a través de la nación para mantener las relaciones entre los miembros (Toobin, 2017). Instrumental en la conformación de estos fue Leonard Leo, vicepresidente de la organización y su figura más prominente. Él no solo ha ayudado a agrupar estudiantes y abogados de manera que se refuercen los valores de la organización, sino que también ha intervenido directamente en el proceso de nominación y confirmación de múltiples jueces, y en particular cinco actuales jueces de la Corte Suprema.   

Como destaca Southwick (2020), el trabajo relacionado a las nominaciones judiciales con el tiempo se ha concentrado en la Oficina del Consejo Legal de la Casa Blanca. Leo, como figura prominente en The Federalist Society, logra entablar relaciones con los miembros de la organización desde que están en escuela de derecho, siguen en contacto mediante las actividades para abogados, y cuando alcanzan puestos en la Oficina del Consejo ya existe una vía de comunicación abierta y eficiente. En base a eso, Leo y la organización se han vuelto prácticamente contratistas para el proceso de nominación bajo administraciones republicanas. Más allá de formar a juristas originalistas y textualistas, la organización sirve como filtro para el reclutamiento y la validación de posibles nominados a los tres niveles de la rama judicial (Southwick, 2020). The Federalist Society tiene los recursos para buscar y revisar el historial de posibles nominados cuyo trabajo sea consistente con las metas de la organización, y que no generen controversias sorpresivas o innecesarias en su proceso de confirmación (Southwick, 2020). 

Varios casos ilustran el impacto y la misión de la organización. Tomemos por ejemplo la decisión de la Corte en Planned Parenthood v. Casey. En esa controversia, la jueza O’Connor, junto a los jueces Kennedy y Souter—todos nominados por presidentes Republicanos—fallaron a favor de Planned Parenthood y la preservación de un derecho al aborto. Ninguno de esos tres jueces tenía lazos con The Federalist Society. Por el contrario, seis de los miembros de la Corte que revocó ese precedente en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization del 2022 participan de la organización; los seis miembros que votaron por revocar el precedente (Green, 2022).  

La participación de Leo fue particularmente importante en las nominaciones de los jueces Gorsuch, Kavanaugh y Barret. Leo se reunió con el entonces candidato presidencial Donald Trump y conformó para él una lista de posibles nominados a la Corte Suprema que estarían considerando en caso de que ganara la presidencia. Según expresa Leo, Trump solicitó jueces que interpretaran la Constitución de la manera en que los fundadores la entendían (Toobin, 2017). Sin embargo, los discursos políticos del candidato enfatizaban la nominación de jueces que revocarían los casos de Roe y Casey. Esto es crucial para Toobin (2017) puesto que refleja la utilización del enfoque en la filosofía jurídica para desviar la atención de resultados legales enteramente predecibles.  Los jueces Gorsuch, Kavanaugh y Barret aparecían en la lista que Leo preparó y luego Trump publicó (Southwick, 2020).  

El triunfo del originalismo 

Concuerdo con Toobin cuando expresa que parte del éxito de la organización se debe a la separación entre la filosofía jurídica y los resultados que esta produce. Sin embargo, añado que también influye independientemente el ofrecimiento de una apariencia de imparcialidad en un proceso sumamente polarizado. El trabajo de Krewson y Owens sobre la percepción pública de las filosofías jurídicas es vitalmente informativo para explicar esto.  

La literatura sobre este tema sostiene que los ciudadanos son conscientes de que existen elementos extralegales que influyen en el trabajo de los jueces. Sin embargo, favorecen generalmente que estos se mantengan cercanos a la ley (Krewson & Owens, 2021). El apoyo a los jueces disminuye a medida que sus votos se entienden como estratégicos y no el resultado de argumentos legales. No obstante, la oposición o el favorecimiento a un nominado depende fuertemente del partido, la ideología, las cualificaciones y la identidad compartida (Krewson & Owens, 2021).  Aun así, la filosofía jurídica es un factor de injerencia significativa.  

En general, las personas no tienen mucho conocimiento sobre el concepto “filosofía jurídica” o sus variantes. Sin embargo, cuando estas reciben información básica sobre el tema, Krewson y Owens (2021) encuentran que la categoría se convierte en un elemento de juicio. Esto es importante porque el tema es frecuente en las vistas, ocupando entre el 10% y el 20% de los comentarios, y la cobertura mediática del proceso de confirmación (Krewson & Owens, 2021). 

Para determinar cuál de las filosofías jurídicas es preferida por la ciudadanía, Krewson y Owens informaron a un grupo de sujetos sobre las tres corrientes principales de interpretación legal. Importantemente, no utilizaron los nombres comúnmente asociados con ellas para evitar que se reconociera el lenguaje utilizado por los líderes de los partidos con los que los participantes se identificaban (Krewson & Owens, 2021). Describieron el originalismo como la búsqueda por la intención de los fundadores, o la interpretación de la Constitución de acuerdo con lo que las palabras significaban en el momento en que se escribieron. En segundo lugar, se describió el constitucionalismo vivo como la interpretación de la Constitución según la evolución de los valores de la ciudadanía. Por último, describieron el stare decisis como la interpretación de la Constitución de acuerdo con los casos previamente decididos (Krewson & Owens, 2021). Luego de compartir esa información, los investigadores presentaron a los participantes una serie de nominados hipotéticos con distintas filosofías, partidos, ideologías y demás características, para que escogieran a cuáles preferían y así poder evaluar los elementos de juicio (Krewson & Owens, 2021). 

Los autores no solo encontraron que la filosofía jurídica era un elemento de juicio, sino que su impacto era comparable al de la ideología y las cualificaciones del candidato. De hecho, la filosofía jurídica quedó como el tercer elemento de juicio más importante (Krewson & Owens, 2021). Más allá de esto, hallaron que el público en general prefiere jueces moderados a liberales o conservadores por 4 puntos porcentuales y favorece por 5 puntos porcentuales el originalismo (que fue la opción preferida) sobre el constitucionalismo vivo (que fue la menos preferida) (Krewson & Owens, 2021).  

Estos datos apoyan lo antes planteado; un discurso enfocado en la filosofía jurídica es útil para evadir la polarización en el proceso de confirmación. Más aún, es precisamente la preferencia del público por la neutralidad lo que ha permitido que el originalismo, por ser la filosofía que menos se distancia del texto de la ley, emerja como la corriente preferida. De ahí que The Federalist Society sea tan exitoso en la difusión de su filosofía preferida y la adquisición de sus resultados preferidos; el originalismo ofrece un sentido de imparcialidad favorecido por el público. 

¿El fin del originalismo? 

Como se anticipó en la introducción, el profesor Posner ha comentado la posibilidad de que el originalismo pierda su atractivo. Argumenta que, aunque las personas aprecian la fidelidad judicial al texto de la ley, el originalismo a largo plazo se quedará sin apoyo porque es incongruente con algunas de las políticas de “gobierno grande” que tienen apoyo ciudadano (Ponser, 2011, párr. 11). Discrepo de ese planteamiento, y me parece que el sistema político estadounidense y la historia reciente arrojan duda sobre él.  

Para comenzar a enfrentar la predicción de Posner, es útil considerar la decisión de la Corte Suprema en Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization que revocó los precedentes sobre el aborto de Roe v. Wade y Planned Parenthood v. Casey. Esta revocación no fue bien recibida por la población en general. Los Demócratas utilizaron el tema para movilizar a los votantes en las elecciones de medio término del 2022 y así sumarse un escaño senatorial. Además, aunque perdieron el control de la Cámara de Representantes, lograron reducir sustancialmente el margen de pérdida esperado. Las consecuencias a nivel estatal son aún más interesantes. En seis estados—California, Michigan, Vermont, Kansas, Kentucky y Montana—se llevaron a cabo referéndums sobre el tema del aborto, y en cada uno los resultados fueron en contra de las limitaciones al aborto o en favor del establecimiento de un derecho al aborto (Ballotpedia, s.f.). 

Basado en esos desarrollos, creo que la postura de Posner subestima las posibilidades de la política legislativa estatal y federal. Aunque se asuma que el originalismo llevaría a la Corte a actuar en contra de algunos programas con apoyo popular, no es necesariamente cierto que la llevaría a eliminar la capacidad del gobierno federal para legislarlos en su totalidad. Además, si ese fuera el caso, el gobierno federal aún podría utilizar otros mecanismos para apoyar monetariamente iniciativas estatales que remplacen las federales. Todo esto sin considerar que, como ejemplifica la situación respecto al aborto, la ciudadanía retiene la capacidad de expresar sus preferencias a nivel estatal. La predicción de Posner es difícil de aceptar ya que la Corte tendría que severamente limitar la capacidad legislativa del Congreso respecto a los programas de “gobierno grande”, limitar su capacidad para condicionar parte del apoyo monetario estatal a la implementación o el cumplimiento con políticas de “gobierno grande”, y, por último, inmiscuirse en la esfera estatal—cosa que el originalismo federal no favorece—para imponer las mismas limitaciones legislativas. Estos eventos, en conjunto, son improbables.  

Conclusión  

El punto de partida que legitima la postura de Posner es asumir que el público evalúa a la judicatura por sus resultados y no por su filosofía. El trabajo de Krewson y Owens, aunque no descarta esa posibilidad, ofrece información que la contradice seriamente. La ciudadanía no solo toma en consideración la filosofía jurídica, sino que valora el distanciamiento de la política en la labor judicial. No obstante, la tendencia histórica reflejada en los procesos de confirmación para vacantes en la Corte Suprema es hacia mayor polarización. Esa situación ha permitido que el originalismo, por su profesada lealtad al texto, triunfe como una metodología de interpretación que se percibe como apartada de consideraciones políticas o personales. Aun cuando ha sido apoyado por grupos abiertamente conservadores como The Federalist Society, las características del originalismo parecen ser lo suficientemente deseables como para que este sea exitoso ante la ciudadanía. En ese sentido, aunque quizás se invoque en contextos políticos como una herramienta discursiva para disfrazar la polarización del proceso de confirmación a la rama judicial, la complejidad y la valorización pública del originalismo no se limitan a una mera apariencia de imparcialidad.  

Referencias 

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Posted on December 23, 2023 .

La recta final

Sheyleen Rosado Ramos
Programa de Educación Secundaria en Matemáticas
Facultad de Educación, UPR RP

Recibido: 10/09/2023; Revisado: 21/11/2023; Aceptado: 2/18/2023  

 

Justo cuando estaba a punto de llegar a la meta, todo se volvió negro. Solo éramos la línea de meta y yo. 

 

Había estado preparándome para esta carrera durante toda mi vida. Muchas veces me levanté antes que el sol, y me acosté tarde en la noche con tal de poder entrenar. Hubo veces en las que me rendí, no voy a mentir, pero luego volvía a empezar. A lo largo de mi trayectoria perdí y conocí a muchas personas. Todas ellas, de una u otra manera, aportaron a mi preparación.  

 

Pensaba que esta carrera era mi mayor sueño, pero cuando la fecha se fue acercando las cosas cambiaron. Ya no era la misma persona segura de lo que quería hacer, como lo era antes. Mis piernas estaban cansadas de tanto correr, y mi respirar era más pesado que nunca. Tenía muchas dudas en mi mente. ¿De verdad esta carrera es lo mejor para mí? ¿Valieron la pena todos estos años de esfuerzo? ¿Esto es, realmente, lo que quiero hacer? Quisiera descansar, pero ¿me merezco descansar?  

 

Cuando el día de la carrera llegó, hice todo lo que era esperado de mí hacer. Me levanté temprano, desayuné, llegué al lugar de la carrera, y esperé a que comenzara. Vi a dos pájaros caminando cerca de la pista y, ¡cuánto deseé ser uno de ellos! Sin expectativas ni estándares esperados de ellos, qué bonito debería de ser.  

 

La entrenadora se acercó a mí para decirme que la carrera estaba a punto de comenzar, que debía ponerme en posición. Los demás corredores y yo fuimos a la pista, a nuestros lugares asignados. Y, con el sonar del disparo, la carrera había comenzado.  

 

Hice todo lo que tenía que hacer. Usé las técnicas aprendidas, y hasta improvisé en momentos. La línea de meta ya estaba a mi alcance. Justo cuando estaba a punto de cruzarla, el tiempo se paralizó. Miles de pensamientos pasaban por mi mente. El más ruidoso de todos siendo: ¿Esto, realmente, vale la pena?  

 

En mi vida hice muchos sacrificios para llegar a donde estoy. Debería de estar feliz por haber llegado tan lejos y de estar tan cerca, pero no lo estoy. El futuro me aterra. No sé qué vendrá después, ni cómo calmar mi ansiedad sobre él. Pero ya estoy aquí. Se lo debo a mi yo del pasado, que tanto se esforzó, luchó, y sacrificó para terminar esta carrera.  

 

Con un salto de fe, crucé la línea de meta. Muchos vinieron a felicitarme. Hubo aplausos y gritos de felicidad por montones. Hace mucho no sentía una alegría tan honesta, ni sonreía tan genuinamente, como lo hacía ahora. Después de tanto tiempo, terminé mi carrera.  

 

Vi a los mismos pájaros de antes. Ambos me miraron fijamente y, luego, se fueron volando. Ellos, también, han de tener otros asuntos con los que lidiar.  


Posted on December 23, 2023 .

Gloria

Sebastián López Fernández
Departamento de Literatura Comparada
Facultad de Humanidades, UPR RP

Recibido: 26/08/2023; Revisado: 22/11/2023; Aceptado: 18/12/2023  

Escondida tras la transluciente cortina del cuarto que descendía como una cascada turbia hasta desembocarse fuera de su caudal sobre el piso ajedrezado del apartamento en la esquina que sirve de colindancia de la calle Sol y la calle Luna, se encontraba la señora Gloria de Jesús. Elegante, rígida como una varilla, siempre andaba abrazada por su echarpe de seda fina degradada hasta ser un mero trapo de hilos perfumado. Una bata de baño manchada tras años de uso resaltaba los picos esqueléticos de su cuerpo, sobresaltando la tela como islotes inhabitados en un mar muerto. Se cargaba con una fragilidad concebida en un comienzo como símbolo de su estatus, su finura compuesta de lazos atados por gentiles copos de nieve. “¿Sabes que una vez nevó en Viejo San Juan? Doña Fela la trajo en avionetas desde allá afuera”. Gloria le contaba a todos los que pasaban por su residencia por una copita de café o vino (dependiendo del propósito de la visita) la historia de cómo desfiló por la calle vestida de dama fina española en una de las fiestas de la Calle San Sebastián en los 70. El año específico se le escapaba de las entrañas, y, además, pedir especificaciones sería un paso cercano hacia cuestionar su edad, y eso sí que no. Su pared portaba un artículo de periódico en que una mujer con facciones efímeras usaba un traje amarillo sencillo, pero regio, y un parasol inclinado, solamente su sonrisa delimitada por sus labios rojos que cortaban la sombra. 

 

Esta no sería su última apariencia en la prensa. Gloria era, de hecho, una personalidad recurrente en su tiempo por su famosa columna de crítica culinaria desde finales de los 70. Sus gustos eran “refinados”. Conocía el flamenco. Pronunciaba las “eses” al final de las palabras y las “zetas” como una castellana. Tenía cuidado con quien se involucraba, ya que quería preservar la “reputación” privilegiada de su familia. Conocía la ética de cubiertos apropiada para una cena y sabía qué botella de tinto usar para cada ocasión. Cargaba consigo valores con raíz en el Viejo Mundo. Sin embargo, su talento, todes pensaban, era su calidad de describir lo gourmet con una riqueza de detalles que era como si el plato mismo estuviera en frente del lector. Las crujientes chispas de un filet mignon en una olla; ese particular sonido que detona una profunda hambre, despertando las glándulas salivales y el innato deseo de devorar, era replicada a la perfección en sus artículos. La experiencia élite: el conocer que ese plato había sido cocinado a su estado ideal y tenía un sabor sublime era traducido en unas meras palabras para el goce del público. 

 

Gloria tenía un regalo: con unos pocos caracteres en su columna de El Nuevo Día y con su fina composición de adjetivos descriptivos, podía conjurar un acercamiento a la esencia de la comida que probaba. Chisteaba con que no le sorprendería ver a sus lectores lamiendo las páginas del periódico; Platón quedaría bobo. Sus seguidores aumentaban con cada pieza y su popularidad de efervescente champán la llevó de una pequeña columna a artículos de doble página a color. Era solamente una cuestión de tiempo en lo que su éxito la propulsara a donde siempre había sentido que pertenecía: invitada a galas de la élite colonial, donde por fin sería vista. Había, sin embargo, una dimensión totalmente desconocida a sus lectores; una experiencia que solamente Gloria cargaba consigo. Un don nacido de alguna irregularidad genética le había dado millones de receptores en sus papilas gustativas (la persona corriente solamente tiene alrededor de 10,000). Con un solo mordisco al filete, Gloria conocía la historia de la vaca. Las diminutas inflexiones de su lengua le daban su sobrehumana capacidad de transportarse con el sabor a los campos de Hatillo, cuando el filete era todavía vaca y rondaba las fotosintetizadas tierras. Tomando un segundo después de cada bocado para que la saliva hiciera su trabajo, llegaba a conocer cómo esa vaca fue tratada, la riqueza de su nutrición y los aditivos que se le agregaban. Solía dejar a chefs y otros críticos sin palabras al conocer detalles íntimos de la confección; cosas que hasta ellos desconocían.  

 

“El sufrimiento se saborea en la carne”, Gloria solía decir al concluir una larga anécdota en los soirées que tenía en su casa. La distinguida crítica tenía mala fama de sacar platos de la basura para cavar por los restos de carne o arroz que las personas dejaban. Toda partícula de comida sin consumir era una historia invisibilizada, destinataria de los vertederos cuando hay tanto sin ver... cuando ella pudiera ser la que pruebe esa vida tomada. Nunca llegó a conocer por nombre su aflicción. Siempre la pensó como una excentricidad privilegiada hecha posible por genética superior. Tenía que serlo; para Gloria, era un mundo invisible hecho real por su propia carne. Sus sensibilidades estaban en sintonía con el mundo natural, como si pudiera dar un vistazo a la red conectiva en ciclos de la vida y las grandes maquinaciones de procesos más grandes que la mera carne que ella habitaba. No hubo una gran lección de esto; su experiencia sensorial bordeaba en gula. Firmó un contrato con Telemundo para tener su propio programa, Desde la cocina de doña Gloria, todos los miércoles y viernes al mediodía en el canal 11. El programa fue un éxito en masa. Gloria se convirtió en parte de la iconografía de la televisión puertorriqueña, su temprano éxito solamente domeñado por la cara del indio todas las noches cuando el canal se iba off air. Su programa corrió en emisión por 15 años, hasta principios del 2000 cuando las audiencias comenzaron a pasar la página en su carrera. No hubo un evento escandaloso que la envió corriendo a las sombras del anonimato, sino que fue un mal más sutil y desprevenido.  

 

El telón sube sobre una tragedia larga y triste que comenzó cuando descubrió un nuevo sabor en su extraordinaria paleta… la descomposición de partículas de plástico sopándose por su cuerpo. Un mal de gastronomía, y una presa onda de detrimento que, como úlcera cancerígena, crecía en volumen con cada comida contaminada. Para su círculo, la comida era como siempre era; en su máxima capacidad, era perfecta, una pieza compuesta por manos maestras. Para Gloria, algo se había perdido. Como una nube negra solapada, su verdad del mundo cambió en el instante en que, en vez de ser transportada por los pastizales donde rondaba el ganado, encontró puro disgusto en el plato que sus propias manos habían preparado. Sus papilas gustativas la llevaron a través de la sofocante maquinaria impersonal de empaquetados, atándole sus manos en cautiverio plástico, su carne llena de preservativos y hormonas. Las cebollas que le añadían parecían estar repletas de fumigantes, gotas de veneno esparcidas para matar insectos y que han llegado a la tierra. Podía hasta sentir la marcha de botas fumigantes en el campo. Usualmente, podía trazar las huellas de condimentos idiosincráticos del chef, con la gentileza que la carne fue rebanada y tratada hasta ser llevada a la olla donde se uniría a los otros ingredientes. Gloria anhelaba saborear las cebollas de su campo favorito, importadas desde la Quinta del Sordo en Madrid. Todo ha cambiado. Poniendo la cuchara de vuelta en el plato, bajó la cabeza para tragar la última porción a escondidas. Solamente pudo subir su cabeza y sonreír a la cámara, su horror espectral escondido bajo la desmoronada máscara de clase y profesionalismo. La audiencia tomó un segundo, siendo espantados por la cara de Gloria, antes de comenzar a aplaudir por otro plato exitoso. Lágrimas balbuceaban un pánico existencial. El invitado, el Honorable Senador Carlos “Toti” Pacheco, tomó su cuchara y dio un mordisco, completamente ajeno a Gloria. Su cara brilló: –¡Otro éxito, Doña Gloria! –. En esa cocina artificial, su mundo se vio contaminado por una realidad inescapable y sus ideas fundamentales fueron reveladas a tener pie de arcilla. Aquí, en el episodio 294, el programa tornó en declive. Los rumores comenzaron a esparcirse cuando el crew de la filmación al día siguiente de Entérate con René la encontraron sentada en el piso de la cocina que servía como almacenaje de los ingredientes del programa, como una niña perdida en un centro de convenciones después de rendirse de tanto llorar. En vez de lágrimas, su cara estaba manchada con restos de comida. Docenas de ollas sucias tiradas en el piso la coronaban como culpable del caos. –Parece que pasó la noche cocinando como loca –decía la gente que la encontró. Ignoraban sus oraciones, hechas susurros por el horror que cargaba en su boca. –Todo sabe malo. Todo sabe a mierda. –Gloria alzaba la vista y preguntaba –¿Sabes qué le hicieron a la comida? Por favor, ¿tú sabes? Dime. Dime, por favor. –Gloria continuaría con el programa, cocinando la comida como debía ser, como conocía que era excelente, y siendo abatida por un horror industrial innato en cada plato. Como parte de su identidad en pantalla, en cada episodio que grababa, en el momento donde estampaba su identidad era cuando, luego de tomar el primer bocado, bajaba la cabeza para permitir el éxtasis de sus papilas gustativas. Tras un segundo, la alzaba con una sonrisa coqueta que denotaba experiencia y finura. Aquí era el momento en que su audiencia conocía la calidad de la comida, donde, mediante la complexión de Gloria, sentía que podía acercarse, aunque fuera una pizca, a la trasformadora experiencia sensorial que era su mano en la cocina. El asco le quitó su magia; sus facciones parecían transformarse dolorosamente en una máscara trágica tergiversada por exageradas contorciones de sus músculos que intentan moldearse, sin éxito, en algo bello. Empezó siendo algo triste que la audiencia que la recordaba con cariño de sus días de oro lamentaba. –Mira lo vieja que se está poniendo–. Luego de varias temporadas así, paso a ser un chiste… hasta que finalmente cancelaron su programa por pena. Esta historia está contada en silencio en cintas de VHS de grabaciones que, sin intención, narran desde el fondo. Gloria tiene docenas de cajas de todas sus temporadas en VHS puestas contra una pared en su apartamento. El estudio no sabía qué hacer con tantas copias en el almacén que se las dejaron tiradas al frente de su apartamento un desprovisto jueves a las 7:30 de la mañana, seis años luego de la cancelación. Todos los vecinos la vieron cargar las cajas. Las mañanas pueden ser inesperadamente calladas, incluso dentro del ajetreo de la metro; como si hubiese habido una intervención, donde una fuerza invisible pidió silencio en el set, se preparó la escena y, en vez de pájaros cantado esa mañana, solamente se escuchaban los quejidos de la patética dama. A través de los años descubrió que solamente puede tolerar una dieta de papas y zanahoria, una receta del doctor Normando. Desde su estación del programa, puede cambiar más vidas que en cualquier consultorio, Gloria siempre recuerda. 

 

María piensa que ella es una hipocondriaca. 

¿María? 

 

En fin, eso fue lo que fue. Ahora vive entre nubes del ayer, hechizada por la magia del ajenamiento temporal. Las cosas que sí recordaba con certeza, los trataba como fantasmas que no ofrecían nada, solo un tacto punzante de melancolía hecha sensible por su presencia atormentante. El condenado pretérito pasado simple del ser era su estado: Fue. El haber sido, pero ya no. Contrario a todo su poder, se había convertido en un fantasma intangible: era Tantalus, sin poder saciar su deseo de comida. Este inalcanzable apetito bailaba ante sus ojos, su condena era la bruma que tanto le litigaba sus lacerados ojos. ¡Ningún especialista podía decirle qué le ocurría! Sobre sus ojos, María, la enfermera que pasaba a visitarla todos los lunes, miércoles y días de fiesta, ya le decía cuál era la razón de su mal… pero total, no estaba aquí con Gloria para recordárselo. No entendía. De la misma forma que no entendía por qué hasta el día de hoy no se podía brindar al terminar un plato de comida sin terminar en quejas. Hablando del hoy… ¿Qué día era hoy? Captar el tiempo le resultaba difícil a Gloria; tenía una noción ligera que giraba en torno a ciertas garantías: el programa de doctor Normando y la milagrosa naturopatía en el canal 8, las visitas ocasionales de María cuando la llevaba a sus citas médicas y las fiestas de la Sanse. Pero, fuera de eso, anoche pudo haber sido pasado antier y el anclaje de “¿Hace cuánto fue que…” pudiera estar en el mañana escondido? Pero… ¿y hoy? 

 

¿Qué tiene hoy? 

 

Hoy a las nueve estaría el doctor Normando en el canal 8 para hablar sobre la experiencia recordada en la carne y cómo había creado una pastilla natural para tratar este fenómeno. Antes, en un día como hoy le hubiera encantado recibir visita. Té en mano y empapada en conversación refinada, pasarían a su sala, ornamentada con pequeños querubines de porcelana, platos coleccionables de momentos históricos de Puerto Rico y muebles antiguos de pajilla entrelazada. Los cojines estaban, por supuesto, envueltos en plástico. La capa de polvo que, como condena solemne, pesa sobre la sala y los querubines en sus espectros vigilantes, transformándola en un purgatorio solitario que no había sido penetrado en años. Un solo crucifijo en la pared norte de la sala era testigo único del abandono. Lo único que no tenía oportunidad para ser consumido por el olvido era la mediana bandeja que cargaba con todas las píldoras y suplementos naturales que Gloria tomaba. La carátula de las pastillas, además de tener el nombre impronunciable para cualquiera que no fuese doctor, portaba la cara del doctor Normando, naturópata y negociante, que había encontrado la cura a los males del cuerpo en recetas naturales y píldoras milagrosas. Siempre sonaba como un coro de maracas por todas las pastillas y creaban una efervescencia natural desagradable. Estas cosas se le pasaban por desapercibido a Gloria. María siempre le decía que iba a pasar un día a limpiarlo todo, pero luego de tener todo preparado, se paralizaba al tomar los marcos de fotos en sus manos. Luego de un segundo, guardaba todo y se despedía de Gloria. Pasaban unos días hasta que Gloria agarrara su teléfono apresurado para contrale del dolor de su cuello o de qué obscenidades estaban gritando los vecinos mientras Gloria espiaba. – ¿Quién te manda a escuchar eso? –le preguntaba María. Ella no entendía, nunca entendería lo que era estar allí, en el Apartamento C3, rodeada por nada excepto espectros efímeros de memoria y retumbos de una vida ajena que, adoptando la forma de dolores, castigaba su cuerpo. Hoy era el cuello, ayer fue la espalda, mañana si tenía suerte, serían las piernas. Gloria nunca llegó a entender el lloriqueo de María. Siempre le dio todo lo que necesitaba. María, que no ha vivido la vida de Gloria. María, que no entiende lo mucho que todo le duele a Gloria. María, que tuvo otros dos hermanos que la acompañaban. 

 

Pero… ya, basta con María. Ella no contaba como visita, y para la visita, Gloria pudiera describir en detalle los trajes finos que la primera alcaldesa de San Juan portaba, obsesionándose con comparaciones de medidas y en descripciones que rayaban en lo absoluto. Incluso, a veces se encontraba practicando la conversación para cuando alguien pasara (nunca pasaba, pero uno nunca sabe). Pudiera hasta sacar una cinta métrica del segundo baño que rodeaba la cocina que había convertido en almacén impromptu para comparar partiduras, longitudes de piernas, espaldas, o senos. En fin, todo para proclamar que el suyo fue mejor. Ella conocía de estas cosas. Esta habilidad descriptiva la conservaba de sus días de crítica de comida, pero a Gloria no le gustaba pensar en ese pasado. Era lo único que tenía claro que le pertenece al ataño y al polvo; sus papilas gustativas no le dejaban olvidar. Hoy no era un día de visitas. Hoy era como todos los días que habían pasado. Igual que todos los que vendrán. El mismo dolor de cuello que la mantenía paralizada en su silla por horas viendo televisión, la misma gritaera de los turistas que venían en cruceros y su boca… su pobre boca no olvidaba el horror. ¡Tenía que llamar a María! Ay, qué mucho le molesta todo el cuerpo. Su dolor venía desde profundo, y solamente Gloria conocía su agudeza. Había un mal, un veneno, por llamarlo así, en el cuerpo de Gloria que tomó raíz por su lengua hace muchos años. Ella, tan refinada y digna. Ella que conocía el flamenco, las joyas y la élite culinaria.  Ella que había sido olvidada. ¿Dónde estaba la mantequilla otra vez? No recordaba cuando tomó un plato de la cocina y se sirvió una lasca de pan seco. ¿Dónde estaba María? Ah, así es. En la graduación de su nieto; el nieto de Gloria. María no tenía edad para nietos. Solamente era madre y antes de eso fue hija.  

 

¿Hija de quién?  

 

Gloria desprendió el teléfono de la pared y sus frágiles dedos, estalagmitas de piel trazaron el número de María. Hoy no era ni lunes, ni miércoles, ni día festivo.  

 

CLACK 

 

El reloj de la pared dio las nueve. Su chirrido sacudió el estacionario apartamento, rebotando por todas las losetas travertino de patrón blanco y negro. Era hora del programa de Normando en el canal 8. Ojalá fuese el timbre de la puerta… ay, y si era un hombre guapo, que las vibraciones del timbre retumbaran por todas las paredes hasta llegar al pecho de la ansiosa Gloria. Desplazándose hasta la puerta, el mundo pasó a segundo plano y el sonido, tornándose mudo en búsqueda del latiente corazón al otro lado de la puerta. Luego de un suave rapado en la madera, escucharía: 

 

–Aló, ¿quién está ahí? 

–Soy yo, Gloria de Jesús. ¿A quién buscas? En este edificio viven otras dos Glorias, y cada una es más linda que la otra. 

–Y, ¿cuál eres tú? 

 

Qué macho más coqueto, es todo un sinvergüenza. Con hombros anchos que llevan a su busto, pincelado con canas grises que dan una sazón de experiencia a la apuesta cara. Sabía que era el doctor Normando, que, aunque fuese un hombre casado, Gloria no podía rechazar su atención. Gloria no se atrevía a mirar por la mirilla de la puerta y ceder al deseo. Entonces, deslizándose a la sala, toma el teléfono en mano. Esperaba el ring, ring, ring, de su otro novio. Este llamaba para buscarla y sacarla de aquí. 

 

–¿Así como estoy?  

–Sí. Ve bajando, que te busco ahora. 

 

Pero no había una voz en el receptor. Ni un cuerpo caliente en su felpudo. Tal vez, estarían en la cocina esperándola. Gloria los recibiría con una verdadera cena, abriendo el horno y sacando un pavo perfectamente ahumado, con crujiente olor y sin el sabor que la perseguía. –¿Me sirven una copa? –Gloria les preguntaría, guiñando a la experta selección de vino. Entonces, cortaría la primera rebanada de la carne, un filete para la invitada de honor: una hija. Quizás la suya, pero de alguien tiene que ser. Su cara disuelta e irresoluta sobre su pequeño cuerpo de muñeca de cerámica. La fantasía no le daba para reconocer su cara.  

 

Entonces, dieron las 9:04 y el reloj, continuó gritando, hasta que tomó forma en una furia amarilla y verde, entrando por su ventana y restregándose por el techo del apartamento en un vuelo desesperado. La incorpórea voz gritaba: HIERBAS CULTIVADAS AL TOPE DE MACHU PICHU LLEGAN A USTED EN FORMA DE UNA MILAGROSA PÍLDORA. GAAAAAAH. LA PÍLDORA DESTRUYE ENZIMAS DE CÁNCER EN SU CUERPO. GAAAAAAAAAAH. SOLAMENTE CINCO PAGOS DE VENTICINCO NOVENTINUEVE MENSUALES. GAAAAAAAH. SON LAS NUEVE, SON LAS NUEVE. Gloria se lanzó sobre el suelo, huyendo de la cotorra intrusa. Desde su cuarto, podía escuchar la voz de su doctor dándole la bienvenida a su audiencia. La cotorra gritaba una discordante mímesis: GAAHHHHHHH. EL CUERPO RECUERDA TRAUMAS QUE ENVENENAN. GAAAHHHHHHH. Bajo el pánico y los gritos, Gloria olvidó su finura y se lanzó sobre las cajas en la sala, corriendo para escabullirse al cuarto. Si el pájaro se enreda en el pelo y todos lo ven, Gloria simplemente caería muerta, la humillación reclamando su última víctima en la historia de la humanidad. Gloria había sobrevivido varias muertes, pequeñas muertes, pero nunca tuvo un pánico como el de hoy. La cotorra se seguía zambullendo sobre el cuerpo de la dama, gritando estadísticas de nutrición y ofertas de cremas contra la vejez. Si María solamente estuviera aquí, si María viera esto. ¿Dónde estaba ella? ¿Dónde está ella? Son las nueve de la mañana, no es una hora para sentir miedo. Hoy el doctor Normando hablaba en el canal 8 sobre sus teorías de cómo curar el cáncer, la gastritis, la diabetes. ¿Sabes quién fue el primer doctor en encontrar lo divino en la carne? Decía que la conciencia se veía atado a nuestras experiencias sensoriales, que nuestra alma, hecha divina por el Creador, seguía atada al frágil cuerpo. El cuerpo que era contaminado por comida moderna y creencias falsas. Solamente, tomando sus productos naturales y siguiendo la dieta de papas y zanahorias podías ser joven otra vez. –¿QUIÉRES SER JOVEN OTRA VEZ? –le gritaba la cotorra. ¿TE COMISTE LAS PAPAS Y ZANAHORIAS? GAHHHHHHHHHHHH, SON LAS NUEVE. En su paso cegado, Gloria tiró una caja al piso. Docenas de píldoras milagrosas salieron rodando por el suelo. Si tan solo parara de gritar. Gloria alzaba su vista, en genuflexión al televisor, donde la estática baila, podía notar la cara de su amado doctor. Su voz, tomada por la criatura y burlaba, sentía como la mueca apuñalaba su carne interna. Gloria miraba la boca de su doctor, buscando la sublevación de sus labios contra el caos que ella escuchaba, pero solamente encontró los gritos del pájaro emergiendo de su boca. –GAAAAAAAH. GAAAAAAAAAAAH. NUESTRA INVITADA, GLORIA GAAAAAAH NO QUIERE TOMARSE SU MEDICINA. GLORIA NO QUIERE TOMAR SU MEDICINA–. 

 

Cállate. Cállate. Cállate. Sentía el dolor de cabeza crecer, un caldero desatendido amenazando desbordar el caldo que hervía. Hoy no era el día para esto. Sus ojos le dolían demasiado, y su cuello necesitaba descansar. ¿Había tomado su medicina? Las lagunas de tóxicos, invisibles al ojo, hirvieron de la agitación y Gloria tuvo que tomar su medicina. La voz de la cotorra mentía y Gloria dio sus últimas fuerzas y tomó una palmada de las pastillas milagrosas, mordiéndolas y, hasta, llevándose su lengua con todo. En ese momento final de conciencia cuando el sonido desapareció y sus ojos comenzaron a sentirse pesados descubrió un nuevo sabor; el último que probaría, ya que solamente pudo dar cinco pasos sobre las losetas negras hasta llegar a su cama donde cayó como copito de nieve a las manos de un niño sanjuanero y dormiría, por fin, rodeada de su cuna barroca. Sus escabullidos pensamientos, buscando a qué sostenerse llegaron a la raíz de este nuevo y único sabor; el último que llegaría a reconocer y moriría, con el retorno de su don y la sublime descripción aun húmeda en sus labios. La cotorra termina su vuelo sobre la ornamentada cabecera de la cama, silenciando su grito. Los animales son seres empáticos. Ver el cuerpo crucificado por languidez despertó un sentido profundo de duda y un pensamiento privado, quizás el primer ejercicio de conciencia de su especie: 

 

¿Qué historia contará la carne de ella?  

 

Y, entonces, la cotorra sintió hambre, por primera vez. 


Posted on December 23, 2023 .

Poéticas vivas

Medio: Fotografía

Jayling Drowne Rodríguez
Programa de Estudios Interdisciplinarios
Facultad de Humanidades, UPR RP

Recibido: 20/09/2023; Revisado: 10/12/2023; Aceptado: 18/12/2023 

 

Descripción 

Poéticas vivas es un proyecto interdisciplinario que busca brindar una nueva vida a medios digitales como la imagen fotográfica y el video. Lleva a cabo esta transformación por medio de intervenciones poéticas, creando nuevas interpretaciones al fusionar el poder de la imagen y el poder de la palabra.   

“Desvanecer”

Lo que resultaría en una fotografía descartada cobra nueva vida en “Desvanecer”. En sus comienzos era una imagen sobreexpuesta, destinada a la supresión. Sin embargo, al ser manipulada se revelaron los colores escondidos tras la intensa luz. Ante los espacios donde la sobreexposición de luz permanece, entra la poesía a su rescate:   

  

Personas, lugares. 

memorias, 

que el tiempo desvanece, 

mientras nueva luz llega, 

la paz mental crece. 

  

Se contrasta esta venida de luz, ambas figurativa y contextualmente, como un marcador de un nuevo comienzo. La fotografía demuestra cómo el espacio y su sujeto se desvanecen, dejando entrar nuevos colores y matices que provocan un sentido de nostalgia, pero serenidad ante lo que acontecerá.   

Desvanecer, 2023
Fotografía digital intervenida

“Capturar el momento” 

 Una de las virtudes más grandes de la fotografía es poder capturar y apreciar un momento en el tiempo. “Capturar el momento” nos invita a estar presentes ante la rapidez de la vida. La fotografía, tomada desde un tren en movimiento, refleja un momento de pausa, detenerse en el presente y solo vivir sin las turbulencias del ambiente. Como apuntan los versos:  

  

A veces hay que atreverse a vivir en el momento, 

a sentirlo todo, 

con el presente en alto, 

y la mente callada.

Capturar el momento, 2023
Fotografía digital intervenida 


Posted on December 23, 2023 .

La liminalidad de los espacios de la mente: la búsqueda de una metodología pre-liminal

La liminalidad de los espacios de la mente:  la búsqueda de una metodología pre-liminal 

Liam A. Gómez Pedraza
Programa de Estudios Interdisciplinarios 
Facultad de Humanidades, UPR RP 

Recibido: 18/9/2023; Revisado: 17/11/2023; Aceptado: 30/11/2023 

Resumen 
Los estudios de performance son un lente metodológico interdisciplinario que se utiliza desde sus inicios en las décadas de los 60 y 70. Uno de los grandes proponentes de las teorías culturales, Victor Turner, propuso la utilización de la liminalidad para describir rituales religiosos. Retomando este concepto en las artes escénicas podemos conceptualizar una metodología de tránsito entre disciplinas como el performance, la danza y el teatro para desarrollar un producto escénico transdisciplinario. Este producto, tomando como objeto de estudio la mente y el ADHD, logra capturar la esencia de cada disciplina mientras conversan en el escenario. 

Palabras claves: liminalidad, performance, transdisciplinario, ADHD, transmisión 

Abstract 
Performance studies are an interdisciplinary methodological lens that has been used since its beginnings in the 60s and 70s. One of the great proponents of cultural theories, Victor Turner, proposed using liminality to describe religious rituals. Returning to this concept in the performing arts, we can conceptualize a methodology of transit between disciplines such as performance, dance, and theater to develop a transdisciplinary stage result. This result, taking the mind and ADHD as its object of study, manages to capture the essence of each discipline while they converse on stage. 

Keywords: liminality, performance, transdisciplinary, ADHD, transmission 

Introducción  

¿Alguna vez has presenciado un performance? Quizás sí, y no te habrás percatado. Imagina estar sentado en una mesa. Al otro lado hay una persona provocando algo con tan solo su mirada y un derrumbe de emociones te confronta en el interior. Eso es performance y de eso constó The Artist is Present de Marina Abramović en el Museo de Arte Moderno (MOMA, por sus siglas en inglés). Este performance se basó en el proceso humano de la mirada, la provocación y la quietud. Miles de personas visitaron la exhibición. Lo fascinante de este trabajo es la habilidad de presentar a un público que no conoce nada de performance, a participar de uno sin percatarse. La importancia de este acto de intervención sobre un público es el poder que contiene el performance para abrir espacios de presencia directa con el arte. Un acto efímero con un potencial infinito.  

Durante el siglo xx, el performance fue un aspecto importante en el desarrollo de las vanguardias de las artes escénicas. Este desarrollo dio paso a un movimiento que traía, según Taylor, “un reclamo en contra de la ausencia del cuerpo en el arte” (2012, p. 61). Este reclamo trajo consigo un renacer al quehacer artístico escénico, que más allá de representar, venía a “constituir una provocación y un acto político casi por definición” (Taylor, 2012, p. 65) Esto ató, en gran mayoría, los actos de performance a intervenciones y acciones socio-políticas. Los antecedentes del arte del performance datan desde la década de los ‘60 “para referirse a una forma específica de arte en vivo” (Taylor, 2012, p. 61) Las trayectorias de este arte son muchas y sus circuitos de desarrollo y circulación varían entre cada contexto. Pero parte primordial es entender su uso en la contemporaneidad donde se destaca lo interdisciplinario de este arte el cual “surge de varias prácticas artísticas pero trasciende sus límites; combina muchos elementos para crear algo inesperado” (Taylor, 2012, p. 62) Por lo cual, se entiende que siempre que se evoca el performance y se acciona sobre él, algo nuevo se crea.  

En las artes escénicas existe un concepto utilizado para describir las puestas escénicas llamado “representación”. Este término utilizado en muchas disciplinas, primordialmente en los circuitos de teatro, produce un significado específico y evoca a la caracterización, a la mímesis y a la simbología. Es un término ampliamente utilizado para describir los actos teatrales basados en el sistema de libreto y caracterización. Para propósitos de esta investigación, utilizaremos la palabra transmisión para sustituir representación debido a que el performance “como acción e intervención, va más allá de la representación” (Taylor, 2012, p. 43) En efecto, esto permite establecer la realidad del performance, la cual, como argumenta Taylor, “borra la línea entre lo ficticio y lo verdadero” (2012, p. 43) De esta manera, lograremos concretizar el uso del performance como metodología, ya que, en el caso de esta investigación buscamos no meramente representar, si no transmitir aquellos conceptos abstractos y ambiguos.  

El objetivo principal es proponer una mirada a los espacios de la mente, a través de las artes escénicas, desde el lente del performance, del teatro experimental y de la danza. De esta forma se estaría conformando una metodología de trabajo donde imperan las tres disciplinas, pero sin especificar en qué momento entra cada una. En la investigación, tomamos la mente como objeto de estudio con el propósito de estudiar diferentes aspectos de esta a través del performance como herramienta de transmisión. A partir de esto, se utilizará el attention deficit and hyperactivity disorder (ADHD, por sus siglas en inglés) para ejemplificar aspectos de este “trastorno” de comportamiento y cómo podemos utilizar el performance como herramienta demostrativa y transmitiva. Esto se llevaría a cabo con el objetivo de mostrar los efectos, rasgos y vivencias de una persona que vive con dicha visión del mundo. El performance surge como “una práctica y una epistemología, una forma de comprender el mundo y un lente metodológico” (Taylor, 2012, p. 31) A partir de entender el performance como una metodología, logramos capturar su esencia transmitiva como pretexto para difundir, experimentar y analizar las posibilidades de transmisión de los aspectos del ADHD.  

Esta investigación aporta a la apertura de espacios que continúen fomentando el desarrollo de las disciplinas escénicas. El performance no puede ser estático ni puede detenerse en su camino. Las infinitas posibilidades del performance nos permiten ver conceptos como la liminalidad, la imaginación, la mente y el espacio desde un punto de vista experimental y así poder investigar el ADHD desde una metodología escénica.  El concepto de la liminalidad nos proveerá, para propósitos de este trabajo, un espacio para experimentar entre cada disciplina y poner a prueba las fronteras entre cada una de estas. Esto permitirá que continuemos explorando esos vacíos que aún quedan por visitar en el plano escénico, convocando las distintas prácticas y disciplinas con un lente transdisciplinario.

Revisión de literatura 

El performance desde la mente: la liminalidad como recurso de experimentación escénica 

La liminalidad surge desde la disciplina de la antropología con Victor Turner como proponente del concepto. Este, cuyos estudios se enfocaron en los rituales ndembu, explora los estados de la fase liminal desde la perspectiva de dichos ritos. Turner analiza la liminalidad en “situaciones ambiguas, pasajeras o de transición, de límite o frontera entre dos campos” (Diéguez, 2014, p. 41). La aproximación de este concepto al campo artístico nos propone la reflexión a las distintas prácticas escénicas y de performance que pueden propiciar maneras distintas de analizar y experimentar en varias disciplinas. El trabajar con el concepto de la liminalidad en los espacios artísticos, específicamente del performance, tiene como propósito iniciar una nueva manera de analizar la cotidianidad. Esto, nos acerca a conceptos ambiguos que el performance tiene la habilidad de estudiar, analizar y responder a ellos. A través de la liminalidad existen maneras de estudiar las fronteras escénicas existentes, utilizando el concepto para alejarnos del estado habitual de la teatralidad tradicional.  

La liminalidad describe “una situación de margen, de existencia alternativa en los límites” (Diéguez, 2014, p. 66) Esta situación de margen nos ayuda a contextualizar el uso del término liminal como parte de la investigación. La propuesta escénica de convivir y existir entre las fronteras del performance, la danza y el teatro experimental puede ser justificada a través del concepto de la liminalidad y su uso como conceptualización de un espacio escénico ambiguo. Esta creación de una interpretación sobre los márgenes existentes propone darle fuerza a un producto escénico que pueda combinar las disciplinas sin la necesidad de una justificación al uso de cada una. Posteriormente, se crearía un espacio de ambigüedad en el que se trabaja con las tres disciplinas, dándole forma a una metodología escénica ambigua, transicional y transmitiva.  

Metodología 

El performance como recurso metodológico y de transmisión  

Al referirnos a la transmisión, hablamos de poder transmitir aspectos de la mente que pueden transcribirse o transferirse a gestos corporales que dialoguen con las consignas establecidas bajo una experimentación. Este diálogo que se transforma en una secuencia de movimientos y gestos al final cobra vida como un performance. Al crear una secuencia que establezca la lógica del performance podemos difundir y transmitir lo que las consignas y los conceptos proponen. En términos del uso de la palabra “transmisión” podríamos referirnos de manera directa a comunicar. La comunicación en el escenario es clave para la interpretación de algún acto escénico, y por eso utilizamos la transmisión de gestos corporales trabajados desde cada una de las disciplinas para lograr dar vida y escenificación a la mente. Es a partir de esta escenificación de la mente que se transmitirá la forma de ver el mundo desde la óptica del ADHD. El performance o las performances siempre operan como “actos vitales de transferencia, transmitiendo el saber social, la memoria y el sentido de identidad a partir de acciones reiteradas” (Taylor, 2012, p. 22). El performance desde sus prácticas originarias ha trabajado con la creación escénica desde el cuerpo para dar significado a algo, ya sea un concepto, un tema o una situación específica. El performance, más allá de ser un acto de intervención sobre algo, busca “una manera de generar y transmitir conocimiento a través del cuerpo, de la acción y del comportamiento social” (Taylor, 2012, p. 31).  

La mente como objeto de estudio y el ADHD como pretexto escénico 

La mente como objeto de estudio y concepto a escenificarse funge como una especie de biblioteca. Un repertorio de conceptos y facultades que hacen la mente una máquina de producción y reproducción infinita. Estos atributos que nos permiten desarrollar pensamientos e ideas van desde la memoria, la percepción, la imaginación, hasta la introspección y la emoción. Estas manifestaciones de las facultades de la mente se describen como la personalidad. Esta puede variar entre cada persona y podría constituir una identidad, una forma de ver el mundo. Como propone Kernberg: 

The dynamic integration of the totality of a person’s subjective experience and behavior patterns, including both (1) conscious, concrete, and habitual behaviors, experiences of self and of the surrounding world, conscious, explicit psychic thinking, and habitual desires and fears and (2) unconscious behavior patterns, experiences and views, and intentional states. (2016, p. 145) 

En cuanto al aumento de diagnósticos y auto-diagnósticos del ADHD prevalecen los adultos. Esto se debe a un mejor entendimiento en cuanto a los síntomas que se describen en estudios sobre el ADHD, como la desregulación, la hiperestimulación y el hyperfocus (por su nombre en inglés). 

Assessment of this psychopathological dimension has shown sufficient reliability and validity. Empirical studies have confirmed a high prevalence of this psychopathological feature in adults with ADHD that compares to the frequency of the ADHD core symptoms, inattention, hyperactivity and impulsivity. (Retz et al., 2012, p. 1,249). 

Estos estudios corresponden a un alza de auto-diagnósticos que describen una diversidad entre lo que experimentan las personas que viven con ADHD y que a su vez ha permitido una expansión sobre cómo vemos y entendemos la sintomatología y las manifestaciones del ADHD. La forma en la que se ha trabajado el ADHD como una condición o trastorno mental propone una exclusión o distinción a las personas que lo viven y lo experimentan en su diario vivir. La fórmula que podría ser utilizada en la escenificación de la mente y del ADHD es precisamente romper con las fronteras propuestas por estudios que excluyen la diversidad. De esta forma, se plasma la importancia de romper con las identidades establecidas por ciertos estudios y así dar forma a nuevas maneras de entender y estudiar el ADHD no como una “condición” o “trastorno”, si no como una forma de ver y vivir el mundo.  

El performance siempre ha sido pieza clave para romper con aquello que encierra o condiciona a las personas a una forma específica de expresión. Desde sus orígenes ha sido plataforma para interrumpir con la norma y proponer maneras de romper con lo establecido.  

Desde esta perspectiva, «interrumpir» una identidad es suspender su potencial para validar antagonismos con su mera afirmación. Las identidades interrumpidas son aquellas que han dejado de ser útiles para el sistema en la medida en que se desbordan continuamente sobre territorios que siempre han sido considerados como «otros». Buscan la diferencia desde el debilitamiento de su facultad contrastiva. Obtienen su valor en el gesto inclusivo, no en el exclusivo. Disuelven su constitución categórica sobre la piel de los demás. (Cruz Sánchez, 2021, p. 553). 

Como fórmula para aproximar el performance y el ADHD debemos primero entender: ¿Qué aspecto del ADHD buscamos utilizar como pretexto escénico para la escenificación de la mente? A partir de esta pregunta dialogamos con lo documentado sobre el ADHD y sus efectos en la vida cotidiana de quiénes lo viven. Este diálogo permitirá proponer una consigna para llevar al escenario aquello que se quiera diseñar como un producto escénico. Este producto escénico, ya sean movimientos, gestos o secuencias repetitivas, llevarán al espectador a entender esta serie de sugerencias como referencias directas a lo que se plantea transmitir como el ADHD al escenario. Estas referencias directas a la transmisión del ADHD ubicadas en una serie de secuencias podrían constituir una pieza de algún montaje que utilice esta fórmula como metodología de creación escénica.  

El performance como metodología  

Los conceptos de método, metodología e investigación académica han sido objetos de múltiples debates. Se ha proliferado el uso de la palabra método para conceptualizar una forma específica de llevar a cabo investigaciones en la academia. Sin embargo, cuando investigamos en un ámbito artístico escénico donde se lleva a cabo todo un proceso de encomienda creativa, el concepto de investigación cambia. A partir de este cambio surge la necesidad de la adaptación a un modelo investigativo de acuerdo a las necesidades de la investigación artística. Este modelo  requiere de un análisis literario extenso sobre los conceptos para luego proceder a la investigación desde un ámbito donde el método sea uno práctico. El enfoque de esta investigación pretende encender la discusión de la literatura existente sobre los conceptos destacados para luego recomendar su aplicación a la práctica.  

Cuando nos referimos a la búsqueda para una metodología pre-liminal, hablamos sobre el trabajo transdisciplinario que se desarrolla al combinar la práctica de tres disciplinas. Utilizando como pretexto la liminalidad, la cual trabaja el tránsito entre fronteras y límites, observaremos el uso de la danza, el teatro experimental y el performance en sus límites para alcanzar un tránsito entre cada disciplina. Este tránsito denominado “pre-liminal” nos presenta un escenario de infinitas posibilidades para trabajar una metodología transdisciplinaria:  

Performance methods almost always involve variation, proliferation, subversion, difference, and often failed approximation (Butler, “Imitation”). As a rule, the concept of method in certain pockets of the arts and humanities shifts, or perhaps “slips,” free of its typical association in the sciences. Performativity resists methodology as typically understood in that it requires and rewards interdisciplinary approaches that might best be conceptualized as “multi-method” tactical assemblages nuanced enough to trace variation and proliferation in insubordinate repetitions, rather than simply replication. (Gingrich-Philbrook & Simmons, 2023, p. 9). 

De esta manera, al aplicar el uso de diversas herramientas que nos provee cada disciplina podemos embarcar el descubrimiento de hallazgos que dialoguen con el conocimiento existente. 

Conclusión  

Hacia un futuro investigativo transdisciplinario 

Por mucho tiempo, hemos construido imaginarios conceptuales sobre divisiones entre disciplinas. La estructura académica hegemónica ha restringido el desarrollo de nuevos materiales de estudio y lentes metodológicos. El estudio del performance como herramienta investigativa promueve su uso metodológico. En esta investigación analizamos los límites de la representación y sus posibles retos, las fronteras disciplinarias entre cada práctica y cómo podemos reimaginarlas. También, dialogamos sobre las infinitas posibilidades que existen cuando intervenimos algo y cuando lo redefinimos.   

El futuro de las artes escénicas gira en torno al desarrollo de ideas que promuevan su avance, su evolución y la gran mezcla entre conocimientos existentes y futuros que aún no conocemos. Esta investigación no pretende establecer o fijar algún resultado específico. Retomé la liminalidad desde la antropología y la concepción de Ileana Diéguez (2014) para poder ejercer una intervención del concepto a algo práctico y útil tanto en los escenarios tradicionales como en los circuitos de performance actuales. La investigación de todas las ramas artísticas debe surgir con urgencia bajo la importancia de que proveen un servicio a la raza humana como un todo. El desarrollo de las sociedades no puede darse desde el estudio de los estados y naciones solamente, ni partiendo del estudio político sobre el poder y sus estructuras. Debemos tener una mirada transdisciplinaria desde las humanidades como fuente del desarrollo humano, enfatizando que todo fundamento de las decisiones humanas y de los avances sociales deben darse desde un razonamiento y un estudio humanístico. Al final del día, solo nos queda eso que llamamos nuestra humanidad.  

Restituir a las humanidades desde el escenario y los circuitos culturales 

A modo de cierre, enfatizaré la importancia de continuar los estudios escénicos desde los distintos puntos disciplinarios. Con una mirada transdisciplinaria, logramos observar distintas perspectivas que bajo un solo lente metodológico no podría ser posible. Esta investigación nace para compartir una nueva perspectiva sobre el performance, la liminalidad y retomar objetos de estudio (como el ADHD) para el trabajo transdisciplinario humanístico desde las artes escénicas. Mi expectativa es poder proveer una plataforma que permita el estudio de esta dinámica interdisciplinaria y transdisciplinaria para acercarnos a potencialmente continuar la expansión de los saberes tanto escénicos como de las humanidades en general. A la luz de un futuro incierto, dependemos de cultivar los saberes humanos a través de los elementos culturales disponibles. Confío en que siempre habrá aquellos que decidan coincidir o se atrevan a pensar diferente por el bien del desarrollo humanístico tanto escénico como cultural. Después de todo, sin las artes no hay expresión, sin expresión no hay cultura y sin cultura no hay humanidad. 

Referencias 

Diéguez, I. (2014). Escenarios liminales: teatralidades, performatividades, políticas. Yorick.  

Cruz Sánchez, P. A. (2021). Arte y performance: una historia desde Las Vanguardias hasta la actualidad. Akal.  

Gingrich-Philbrook, C., & Simmons, J. (2023). Research methods in performance studies. Routledge. 

Kernberg, O. F. (2016). What is personality? Journal of Personality Disorders, 30(2), 145-156. https://doi.org/10.1521/pedi.2106.30.2.145 

Retz, W., Stieglitz, R., Corbisiero, S., Retz-Junginger, P., & Rösler, M. (2012). Emotional dysregulation in adult ADHD: What is the empirical evidence? Expert Review of Neurotherapeutics, 12(10), 1241-51. https://doi.org/10.1586/ern.12.109 

Taylor, Diana. (2012). Performance. Asunto Impreso Eds. 

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Posted on December 23, 2023 .

Trabajo invisibilizado: las lavanderas, planchadoras y costureras en el barrio-pueblo de Vega Baja en 1910

Invisible work: Laundresses, ironers, and seamstresses  at downtown Vega Baja in 1910 

Najely Tridas May
 
Departamento de Sociología y Antropología 
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Recibido: 20/9/2023; Revisado:  28/11/2023; Aceptado: 4/12/2023 

Resumen 
Este trabajo utiliza datos censales para trazar el perfil de las lavanderas, costureras y planchadoras en el barrio-pueblo de Vega Baja en 1910. Se enfoca en identificar los individuos que ejercían las previamente mencionadas profesiones, la distribución de las mismas, su nivel de alfabetización, edad y si existe una tendencia a ser jefes de familia. A partir de los datos censales, se concluye que la ocupación más prevalente es la de lavandera por la accesibilidad que presentaba, y aunque existe una prevalencia de personas más jóvenes ejerciendo estas profesiones, hay una porción significante de mujeres de mayor edad que continúan ejerciendo su profesión.  

Palabras claves: censo, lavanderas, planchadoras, costureras, trabajo doméstico 

Abstract
This paper uses census data to create a demographic profile of the laundresses, ironers, and seamstresses in the downtown area of Vega Baja in 1910. Its primary focus is identifying which individuals held these professions, the distribution of said professions, their level of education, age, and if there is a tendency for these women to be the heads of households. Upon analyzing the census data, the findings indicate that the most common profession was that of laundress for its accessibility, and even though a significant portion of the individuals were young women, some older women continued to practice their profession. 

Keywords: census, laundresses, ironers, seamstresses, domestic labor 

Introducción 

Los censos han sido una herramienta utilizada por distintas naciones a través de las décadas para conocer el perfil demográfico de sus habitantes. Entre la información disponible se encuentre el sexo, edad, lugar de procedencia, lengua materna y profesión, entre otras variables. Cuando se analizan los datos que presentan los censos en conjunto, es posible ver diferentes cambios y tendencias en las poblaciones, incluyendo la alta o baja tasa de natalidad en comparación con décadas pasadas o estudiar el aumento y disminución de escolaridad en ciertas áreas o grupos. En Puerto Rico se han llevado a cabo varios censos desde la época colonial, pero el censo más temprano que incluyó a toda la población puertorriqueña se llevó a cabo en 1765. Sin embargo, no es hasta la segunda mitad del siglo XIX que surge un ejercicio censal tal y como lo conocemos actualmente (Vázquez-Calzada, 1990). Luego de la invasión estadounidense en 1898, Puerto Rico se incluye como parte del censo de Estados Unidos. Los censos, aunque utilizados extensamente en otras disciplinas, pueden ser útiles dentro de la arqueología ya que, tomando estos documentos como referentes, podemos crear un modelo predictivo de la cultura material que quizás se puede encontrar en un espacio, al igual que las dinámicas socioeconómicas y culturales que formaron ese registro arqueológico (Fliess, 2000). 

El enfoque de esta investigación es el censo realizado en Puerto Rico en 1910, específicamente en el barrio-pueblo de Vega Baja. El estudio se centra en tres oficios históricamente asociados con las mujeres en la esfera doméstica: lavanderas, planchadoras y costureras, labores domésticas que eran subvaloradas por su asociación al “trabajo de una mujer”. Aunque estas mujeres recibían remuneración por su trabajo, por poco que fuese, existía la creencia que estas eran destrezas que toda mujer debía tener y que debía ejercer en su propio hogar comoquiera. Su trabajo y esfuerzo es entonces invisibilizado. Se habla de los hermosos atuendos y encajes que formaban parte de la vestimenta en Puerto Rico de la época, pero se mantienen ocultas las manos que tomaban textiles y formaban esos mismos trajes, así como las manos que los restregaban para librarlos de toda la suciedad que había acumulado o que sostenían planchas de hierro ardiente que hacían que la ropa tuviera esa apariencia inmaculada. Por eso, el presente escrito se ha realizado con la intención de aportar más información sobre la vida de estas personas y entender cómo era el perfil demográfico de estas mujeres, específicamente la distribución de estas tres profesiones en la muestra escogida, su nivel de escolaridad, su edad y cuántas de ellas eran jefes de familia. 

Justificación y pregunta de investigación 

Esta investigación se ha realizado para continuar y aportar a los estudios de los oficios de las mujeres en la década del 1910 en Puerto Rico. La literatura actual sobre las lavanderas, costureras y planchadoras se compone primordialmente en el estudio de estos oficios en relación con la abolición de la esclavitud en el Caribe, ya que muchas mujeres libertas seguían realizando estos trabajos después de ser liberadas para poder sustentarse a ellas y a sus familias. Igualmente, investigaciones sobre estas profesiones también son escasas o constituyen una pequeña sección en trabajos más amplios, algo que ocurre particularmente con las planchadoras. Utilizando los datos del censo, se puede adquirir más información sobre estas personas que no se puede obtener solo de la arqueología propiamente. Es por estos motivos que se indaga en la temática con la siguiente pregunta, ¿qué nos pueden decir los datos del censo sobre las costureras, planchadoras y lavanderas que podamos utilizar para enriquecer investigaciones arqueológicas sobre estas profesiones? 

Objetivos 

Los objetivos generales de esta investigación son: a) identificar las personas que ejercían las profesiones de costureras, planchadoras y lavanderas en Calle Delicias, Calle Alto del Cabro y Calle Lateral del Sur en el barrio-pueblo de Vega Baja en 1910 y b) presentar el perfil de las personas que ejercían como costureras, planchadoras y lavanderas en la Calle Delicias, Calle Alto del Cabro y Calle Lateral Sur en el barrio-pueblo de Vega Baja en 1910. Mientras, los tres objetivos específicos son los siguientes: a) analizar y comparar el nivel de escolaridad entre las lavanderas, planchadoras y costureras; b) examinar las edades de las personas que ejercían estas profesiones; y c) identificar cuántas eran jefes de familia. 

Contexto histórico 

Posterior a la abolición de la esclavitud, las personas libertas continuaron trabajando con sus antiguos dueños, a través de contratos por jornal. Tras vencer estos contratos, muchas se mudaron de los campos a zonas urbanas con la intención de conseguir trabajo en estas áreas (Alemán, 2021; Mayo Santana & Negrón, 1995). Entre estas personas se encontraban muchas mujeres que ejercían trabajos como lavanderas, una labor que les permitía recibir remuneración sin tener que gastar dinero en instrumentos para ejercer esta profesión. Históricamente, estas labores domésticas relacionadas a los textiles han sido ejercidas por mujeres que buscan generar ingresos para sus hogares, ya sea porque son jefes de familia o porque necesitan recursos adicionales para sostener a sus familias.  

A principios del siglo XX se desarrolla la industria de la aguja en Mayagüez. No obstante, en Puerto Rico ya existía la producción de vestimentas hechas por costureras en sus hogares, bazares o sastrerías ubicados en los cascos urbanos (González García, 1990). La educación de las mujeres, ya fuese formal o informal, involucraba la enseñanza de las destrezas de la aguja, así que podían desarrollar estas habilidades desde una temprana edad (Barceló Miller, 1992). La posible remuneración que podían esperar las mujeres que ejercían la profesión de costurera era entre 25 centavos y un dólar diario, dependiendo del lugar donde ejercían. Aquellas mujeres que trabajaban desde sus hogares eran pagadas por pieza. Aunque no se ha podido identificar cuál era la remuneración de las lavanderas y planchadoras en esta época, existe la posibilidad que trabajaban también con un sistema de pago por pieza. Igualmente, es probable que las mujeres que ejercían estos oficios residieran en lugares próximos ya que ofrecen un “servicio completo” en relación con la vestimenta.  

Metodología 

En el presente escrito se estudian diferentes indicadores disponibles en el censo de población que permitan trazar un perfil de las personas que ejercían esta profesión en un sector del barrio-pueblo del Municipio de Vega Baja en 1910. Por tal razón, se realizó una revisión bibliográfica identificando investigaciones que han tocado la temática previamente, particularmente textos que se centraran en estas profesiones. Se llevó a cabo una búsqueda preliminar en el Sistema de bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico y se consultaron algunas fuentes académicas en la Biblioteca y Hemeroteca Puertorriqueña. Igualmente se utilizaron otras páginas en línea como Jstor e Issuu.  

La fuente esencial de información de esta investigación son los documentos del Censo de Estados Unidos de 1910 que se encuentran digitalizados en Internet Archive (United States Bureau of the Census, 1982). Después de examinar todas las páginas relacionadas al municipio de Vega Baja, se identificó como área de estudio el barrio-pueblo de Vega Baja. En dicho sector había 135 personas ejerciendo la profesión de lavandera, planchadora o costurera. Para trazar su perfil, se escogió como muestra las tres calles de Calle Lateral del Sur, Calle Delicias y Calle del Alto Cabro. Esta selección se basó en la diversidad de profesiones e individuos que ejercían estas labores en estas áreas, que sirve como microcosmo de lo que podía ser la situación en la época. Luego de esto, se realizó una transcripción de toda la información censal de estas personas a una plantilla de Excel. Ciertos datos tales como la escolaridad y edad se utilizaron para hacer gráficas. 

Uno de los problemas enfrentados con la metodología, además de la ilegibilidad de ciertos documentos, ha sido el localizar estas calles. Aunque existen mapas y descripciones de Vega Baja a lo largo de su historia, ninguno de los documentos identificados hasta el momento hace una ilustración o descripción detallada del barrio-pueblo y solo muestran su tamaño aproximado. Esto se complica por dos razones: los nombres de las calles han cambiado y, en otros casos, es posible que algunas ni hayan tenido un nombre. Otra de las debilidades de esta investigación concierne a las planchadoras. Ha sido difícil encontrar información sobre las planchadoras en comparación con las lavanderas y las costureras, quienes en general tendían a tener más información disponible gracias a trabajos enfocados en la industria de la aguja en Puerto Rico. Finalmente, otra limitación es meramente el tamaño de investigación. El análisis hecho no es necesariamente representativo de las tendencias que quizás existían en el resto del barrio-pueblo y mucho menos en Vega Baja o en Puerto Rico. Aun así sirve como referencia de posibles resultados que podrían conseguirse en futuras investigaciones de esta misma naturaleza.  

Hallazgos 

En el censo de 1910 realizado en la región urbana del barrio-pueblo de Vega Baja, en la Calle Lateral del Sur había siete costureras, seis planchadoras y una lavandera. En la calle Delicias, se encontraron seis costureras, tres planchadoras y 17 lavanderas. En la Calle Alto del Cabro había una costurera, cuatro planchadoras y cuatro lavanderas. Esto es para un total de 22 lavanderas, 14 costureras y 13 planchadoras. Dicho de otra manera, las lavanderas componían el 45% de la muestra, mientras que las costureras y planchadoras correspondían al 29% y 26%, respectivamente. 

La frecuencia de edad que más se observó en estos grupos ocupacionales fue personas entre 20 y 24 años. Una tendencia similar se halló también para las mujeres entre 50 y 54 años. Es importante destacar aquí que dos personas seguían ejerciendo la labor de lavandera, aun teniendo 75 y 80 años, respectivamente, mientras que la persona más joven tiene 15 (vea Figura 1).  

 

Figura 1: Distribución de edades  

Fuente: Elaborado por la autora a partir de Censo E.E.U.U. 1910 

La distribución de escolaridad entre las profesiones es significante; casi todas las costureras sabían tanto leer como escribir, mientras que casi todas las lavanderas carecían de esta educación. Por el otro lado, solo un tercio de las planchadoras podían leer y escribir (vea Figura 2). Notablemente, de las 49 personas escogidas, 11 son jefes de familia y de ellas, dos vivían por su cuenta mientras que las otras vivían solas con sus hijos o nietos. 

Figura 2: Nivel de escolaridad  

Fuente: Elaborado por la autora a partir de Censo E.E.U.U. 1910 

Discusión 

La distribución de frecuencias entre las tres ocupaciones muestra la posible tendencia a ejercer la labor como lavandera por la accesibilidad de la profesión. Esta ocupación les permitía a las mujeres cierta movilidad social y libertad. Además, no era necesario comprar equipo para realizar la labor, ni requería el entrenamiento de algunas profesiones, como las costureras (Alemán, 2021; Esnard, 2022; Matos Rodríguez, 1998; Martínez Vergne, 1994; Mayo-Santana & Negrón-Portillo, 1995). El factor de accesibilidad también está presente al escoger la profesión de planchadora. Para muchas mujeres era una oportunidad para poder sustentar a sus familias o así mismas. Justamente, se debe de destacar que estos trabajos eran labores que ya se esperaban de las mujeres en sus propios hogares, y al no tener acceso a otro tipo de entrenamiento, se encuentran bajo la obligación de recurrir a trabajo remunerado solo en el ámbito de labores domésticas (Baerga, 1995). En cuanto a los niveles de escolaridad, la alta incidencia de alfabetización entre las costureras en comparación con las planchadoras y las lavanderas puede ser un indicio de que recibieron algún tipo de educación formal. Como parte de la educación de las niñas, los currículos de las escuelas les ensañaban estas destrezas o entre familias de altos estratos sociales se les incluía este entrenamiento como parte de su educación en sus hogares (González; 1990; Barceló; 1992). 

El rango de edades de las personas que continuaron ejerciendo estas profesiones no necesariamente sigue tendencias vistas en investigaciones similares. Aunque en los resultados se puede apreciar mujeres jóvenes ejerciendo estas profesiones, el segundo grupo mayor es de personas entre 50 y 54, mientras que otros individuos seguían ejerciendo sus profesiones hasta sus 75 y 80 años. En comparación, un trabajo similar hecho por Picó (2000) muestra que escasamente se reportan personas con 50 años en adelante. Dos hombres de 50 y 60 años tienen como profesión “lavandera”, pero son las únicas personas de este género que aparecen en la muestra. Aquí es importante destacar la división de trabajo por género y las expectativas que se pueden tener en estas investigaciones. Beaudry (2006) señala que no se debe de asumir que un artefacto que se puede asociar con la costura o labores domésticas es necesariamente una indicación de que una vez hubo una mujer en ese espacio. Esta información del censo revela el por qué. No obstante, es una realidad que la separación de trabajos por género y la consecuente explotación de la mujer en las labores domésticas se dio extensamente, aún más después del desarrollo del capitalismo y la industrialización, pero esto no significa que ningún hombre realizó estas tareas. Si hay necesidad económica, se hace lo que se tenga que hacer para sobrevivir (Rotman, 2009). 

Entonces, ¿cómo se puede aplicar toda esta información sobre los censos a la arqueología? Mediante el censo, se ha podido adquirir información que hubiese sido imposible imposible conseguir, como la distribución exacta de las edades (Vázquez-Calzada, 1990). Como postula Fliess (2000), estos datos se pueden utilizar para hacer un modelo predictivo de los posibles descubrimientos que se pueden hacer en una investigación arqueológica. Empezando con las lavanderas y planchadoras, ellas desafortunadamente son las que presentan más limitaciones. Sin la información que nos ofrece el censo, sería difícil identificar irrefutablemente su presencia. Las lavanderas, por ejemplo, escasamente dejan cultura material que se pueda analizar directamente, y es solo a través de los censos y fotografías que podemos estudiarlas. Las planchadoras presentan otro reto. Aunque ellas utilizaban planchas de hierro, esta herramienta estaba presente en muchos hogares en Puerto Rico. Por tanto, no hay manera de saber si las planchas que se pueden encontrar en una investigación arqueológica indican la presencia de personas que ejercían el oficio de planchadora o si simplemente era un artículo que se usó en ese hogar como parte de las tareas domésticas no-remuneradas que se hacían cotidianamente. 

Las personas con la mayor cantidad de información arqueológica disponible son las costureras. Su labor conllevaba el uso de una variada cantidad de equipo, como tijeras, alfileres, agujas, dedales, entre otros. Para cada uno de estos instrumentos existían diferentes tipos que se utilizaban según la técnica que se quería realizar y el material con el que se estaba trabajando (Beaudry; 2006). Anuncios que se publicaban en periódicos de la época, tales como El Imparcial, conservan información sobre las diferentes telas a las que se tenía acceso en Puerto Rico en la década de 1910, entre ellas la seda y la muselina (Del Río & Co., 1918). En la Figura 3 se presenta otro ejemplo de los materiales que estaban siendo utilizados en el año 1910, como el uso de un “encaje grueso” que imita el crochet (Margueritte, 1910). Todas estas labores conllevaban diferentes agujas y tijeras, y en una investigación arqueológica es posible que, aunque no se encuentre evidencia del textil en sí, sí aparezcan los artefactos que nos puedan ayudar a identificar qué material se trabajó allí.  

Conclusiones 

Tomando en consideración los hallazgos de la investigación, se puede decir que la información de los censos añade una dimensión importante para el estudio de las lavanderas, planchadoras y costureras desde la disciplina de la arqueología. Aunque es más común hablar sobre las costureras y de la industria de la aguja en Puerto Rico, se encontró que la profesión más prevalente realmente era la de lavandera en este caso. Los objetivos que se señalaron al inicio de la investigación permitieron ver las complejas dinámicas sociales entre los diferentes grupos. Las costureras parecían tener acceso a una educación y entrenamiento específico, y quizás por tal motivo las lavanderas son más prevalecientes, pues es un oficio más accesible y requería la tenencia de menos herramientas de trabajo. Esto también puede ser la razón por la que muchas personas seguían ejerciendo esta profesión cuando estaban aun en una edad avanzada, ya que les permitía tener algún ingreso adicional en sus hogares. 

Aunque esta investigación fue limitada por su muestra, existen diferentes vías de investigación que se pueden tomar desde este punto. Quizás se puede expandir la investigación e incluir todas las personas que eran lavanderas, planchadoras y costureras en Vega Baja en el censo de 1910. Un trabajo más ambicioso sería comparar los resultados de esta investigación con otros municipios alrededor de Puerto Rico, y analizar si reflejan los mismos resultados o si difieren substancialmente. Alternativamente, se pueden tomar los censos de diferentes décadas e ir viendo las tendencias de estos oficios desde el 1910 hasta 1940, ya sea solo el barrio-pueblo o incluyendo a toda Vega Baja. Investigaciones como estas permiten reconstruir, aunque sea parcialmente, las vidas pasadas de los puertorriqueños, y no solo limitarnos a aquellas personas de la clase alta por las limitaciones inherentes dentro de la disciplina de la arqueología. Mucha de la cultura material que sobrevive en el registro arqueológico pertenece a estas clases, pero las fuentes documentales pueden ayudarnos a suplementar el conocimiento sobre las vidas de aquellos de la clase trabajadora. La cantidad de información disponible nunca va a ser la misma ciertamente, pero aun así es necesario realizar este esfuerzo para poder reconstruir el pasado de Puerto Rico, incluyendo a aquellos que han sido olvidados por la historia.

Referencias 

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Baerga, M. C. (1995). Las jerarquías sociales y las expresiones de resistencia: género, clase, y edad en la industria de la aguja en Puerto Rico. En M. C. Baerga (Ed.), Género y trabajo: la industria de la aguja en Puerto Rico y el Caribe hispánico (pp. 103-138). Editorial de la Universidad de Puerto Rico.  

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Beaudry, M. C. (2007). Findings: The material culture of needlework and sewing. Yale University Press. 

Del Río & Co. (1918, diciembre 11). La fama. El Imparcial. https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn88073003/1918-12-11/ed-1/seq-10/. 

Esnard, T. R. (2022). Entrepreneurial women in the Caribbean: Critical insights and policy implications. Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1007/978-3-031-04752-7_2. 

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Rotman, D. (2009). Historical Archaeology of Gendered Lives. Springer. 

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Vázquez-Calzada, J. L. (1990). La historia de los censos en Puerto Rico. CIDE Digital, 13, 1-9. https://revistas.upr.edu/index.php/cidedigital/article/view/11532 


Posted on December 23, 2023 .

Beyond hermeneutics in Northern Renaissance visual culture: A case study of Bosch’s The Garden of Earthly Delights

Más allá de la hermenéutica en la cultura visual del renacimiento nórdico: Un estudio de caso del Jardín de las delicias del Bosco

Albert L. Cruz Toro

Departamento de Historia del Arte
Facultad de Humanidades, UPR RP

Recibido: 20/9/2023; Revisado: 29/11/2023; Aceptado: 30/11/2023

Abstract
Hieronymus Bosch’s tryptic The Garden of Earthly Delights is frequently described as a symbolic piece that can be deciphered through hermeneutics. However, as Susan Sontag proposes in her essay “Against Interpretation,” this act only reinforces the idea that cultural objects cannot be self-contained but are mere portrayers of meaning. When confronting Bosch’s work through the ideas of Sontag, approaching it by understanding the sensory experience it entices, its physical decontextualization, and questioning our own contemporary semiotic constructions, viewers might be capable to achieve an experience more in tune with the perceptual nature of the object.

Keywords: Bosch, Susan Sontag, The Garden of Earthly Delights, interpretation, hermeneutics

Resumen
El jardín de las delicias del Bosco suele describirse como un tríptico simbólico que puede ser descifrado a través de la hermenéutica. Sin embargo, como propone Susan Sontag en su ensayo, “Contra la interpretación”, este enfoque refuerza la idea de que los objetos culturales no son autónomos, sino que son meros portadores de significado. Al enfrentar la obra a través del lente de Sontag, abordándola al comprender la experiencia sensorial que incita, su descontextualización física y cuestionando nuestras propias construcciones semióticas contemporáneas, los espectadores podrían ser capaces de lograr una experiencia perceptual acorde a la naturaleza del objeto.

Palabras claves: El Bosco, Susan Sontag, El jardín de las delicias, interpretación, hermenéutica

  

Introduction

Described by many as one of the most bizarre objects of the Early Modern European visual inventory, The Garden of Earthly Delights (c. 1490-1500) has become a highly debated case of interpretation among scholars. Painted by the Dutch-Netherlandish artist Hieronymus Bosch (c.1450-1516), this oil painting of an oak tryptic has garnered extensive attention for its implied symbolic mystery. In general, art historians have converged into two major approaches to its interpretation: first, the biblical creation narrative, and second, the account of the deluge. Stemming from the ideas of Reindert Falkenburg, the historian of Hispano-Flemish art, Pilar Silva argues that Bosch painted a symbolic depiction of the creation narrative conducted by the theme of sin (2016). On the other hand, the art historian Ernst Gombrich says, “Thus the message of the triptych is not one of unredeemed gloom. The rainbow in the storm-cloud contains the promise that no second deluge will destroy the whole of mankind...” (1969, p. 12). Despite the wide range of institutionalized interpretations that have framed this painting as highly symbolical, this article's scope and primary focus is precisely to provide an alternative view of this work, stemming from the rejection of hermeneutics, as a primary concern in the relationship between the object and the viewer.

In 1966, the American theorist and essayist Susan Lee Sontag (1933-2004) published her provoking essay “Against interpretation”, in which she criticizes the notion that the activity of interpretation is a fundamental part of experiencing art. She argues:

And it is in the defense of art which gives birth to the odd vision by of which something we have learned to call ‘form’ is separated off from something we have learned to call ‘content’, and to the well-intentioned move which makes content essential and a form of accessory (p. 2).

In other words, in attempting to interpret works of art, we are uncritically engaging in the fallacious division of form and content. Bosch’s work results be an ideal case study in the discussion of such phenomena; its figures lack congruence with the observable physical world, luring a hermeneutical analysis. Despite this, the proposal is to reengage with visual media through the senses. That is to say, to reconcile the act of understanding to the sensual experience. Following Sontag’s theory of art, The Garden of Earthly Delights presents a solid case against interpretation: its understanding is stifled by the evasion of the sensuousness of objects, the ephemeral nature of lost historical context, and the imposition of contemporary semiotics.

The Garden of Earthly Delights, closed (left) and opened (right) tryptic
 Hieronymus Bosch, c. 1490-1500
Museo del Prado  

Literature Review

The Sensuousness of Northern Renaissance Paintings

One of the primary characteristics that define the objects created in Northern Europe during the 14th up until the 16th century is the sensory richness of their representations. The paintings of this period are characterized by their attention to detail, the imitation of textures, the compositional arrangement of elements, and the experimentation of mass and space—a trait that was possible due to the properties of oil painting, an innovation developed in this area. A fascination with the specific qualities of physical objects prompted the widespread adoption of naturalistic tendencies in the production of works that dominated painting up to the impressionists. In short, the illusory forms of representation are properties not only of the object but perceptible by the observer and its creator.

However, the artistic concerns in the Northern Renaissance did not end at the representation of elements that can be found in the natural, physical world, as is demonstrated by the sheer existence of The Garden. The naturalistic and detailed depiction of what is anomalous, imaginary, and impossible is also within the range of things that can be portrayed in the painting. The right panel on the opened tryptic presents the spectator with an obscure landscape filled with imaginary creatures and figures. Near the upper left margin, two great ears of monumental scale are divided by the blade of a knife while they press on a pile of kneeling humans. The sensorial appeal of this image may provoke a sense of dissonance, the disruption of a sweet melody, and the overbearing feeling of discordance. Despite this, even in encountering such opulent objects of visual culture, it seems that the prevalent approach to its study is understanding such qualities as signifiers. Concerning this general tendency of art historical research and criticism, Sontag states, "interpretation takes the sensory experience of the work of art for granted, and proceeds from there” (p. 9). In other words, the actual experience of confronting the object in question is, in fact, not the primary function of its existence.

Bosch’s tryptic presents itself as an opportunity to reflect on the artificiality of separating what is visible in contrast to what it means. In the upper-middle section of the right panel of the tryptic, a particular figure occupies a significant landscape space. The creature has a rigid, pale body supported by two branch-like limbs standing on boats. Its hollow body inhabits an array of significantly smaller figures, and on the flat projection of its head stands a wind instrument. An oxymoronic smile is suggested by the slight upward arching of its lips. This creature, the Tree Man, provides more room for an uncomfortable sensual experience rather than a clear and programmatic, meaning-inquisitive approach. In his article “Impossible Objects: Bosch’s Realism”, the art historian Joseph Koerner points out a relevant observation about the portrayal of Bosch’s Tree Man, which doesn’t only appear on the right panel, but also in other drawings and engravings by the artist:

No matter how anomalous or outsized his Tree Man seems to be, Bosch insists on placing it in a landscape. The surrounding world is another argument for the reality of the impossible thing. Sight is given its avenue by framing elements of land, and by the meandering water, which draws our eye into a distance, were it not for that conspicuous thing floating there. This landscape is one of Bosch's most precocious achievements. (2004, p. 81).

Koerner suggests that there is an intentionality in framing these imaginative figures within a physically familiar setting. This assertion points out the concreteness of the Tree Man, whose formal features contrast with the composition of the subject itself. Nevertheless, Bosch insists on depicting them with an evident naturalism. Searching for concrete meaning in such complex figures eludes the figure's existence. In this sense, it resists the logic of hermeneutics in order to create a sensorial-based affect.

Detail of the right panel of The garden of Earthly Delights, Hieronymus Bosch, c. 1490-1500

Museo del Prado 

The complexities of historical context

It is a well-known fact that, in the contemporary world, creative visual works are frequently removed from their original contexts for their preservation, amongst many other reasons. Bosch’s tryptic was probably commissioned by Engelbert II of Nassau, count of the region of his toponymical last name, who lived in the second half of the 15th century and was to be placed in the coldness of the Coudenberg Palace (Pilar, 2016). Now, The Garden of Earthly Delights is standing on a pedestal of the Prado Museum in Madrid, decontextualized from its original space, illuminated by a dramatic light that significantly affects our perception of this object. In her essay, Sontag reminds the reader of an essential aspect of interpretation that is sometimes eluded when she argues: “Thus, interpretation is not (as most people assume) an absolute value, a gesture of mind situated in some timeless realm of capabilities. Interpretation must be itself evaluated, within a historical view of human consciousness” (p. 4). As revealed by the essayist, the assumption of interpretation as a transcendental activity, whose implications are true across time, cultures, and historical paradigms, can lead observers to impose contemporary notions and values on objects created outside our time of existence. Stating, for example, that Bosch’s right panel is a visual metaphor for hell or an apocalyptic world is attributing hundreds of years of accumulated knowledge and interpretation to the object. This not only incentivizes a reconstruction of the mind of an early modern observer, but it also disregards the actual effect of the work on contemporary viewers.

Another aspect to consider in the decontextualization of objects of visual culture is the way they are present in the institutions that have custody over them. As the art historian Susie Nash, an expert on the Northern Renaissance, explains the mobility of works of the period: “Their static presentation today, fixed to walls in galleries or in cases in museums, often obscures this fundamental aspect of their nature, and takes us far from the drama and inherent meaning in the process of their manipulation...” (2008, p. 229). The Garden was made to be open and closed. The grisailles of exterior panels, with their geometric emphasis on the gray sphere of Earth, may feel silent. In complete contrast, the interior feels strikingly vociferous; action is portrayed everywhere the viewer looks. An erratically harmonious array of bright and saturated colors creates a world full of noise. Expanding on Nash’s observation, it becomes clear that the stillness of the isolated tryptic separates it from its dramatism and functionality, which is fundamental to the experience of such creations.

It is clear that, unless the tryptic is irreparably broken or perhaps permanently lost, it can still be experienced. However, the inquiry for meaning outside context stifles the physical language that can only be felt. In recent studies such as Margaret Sullivan’s 2014 article, “The Timely Art of Hieronymus Bosch”, the prescriptive incorporation of interpretative action is the primary concern of confronting the panels. As such, she argues:

The painting on the exterior establishes the religious context and introduces the triptych as a dream, a vision of the world after the flood. When the triptych is opened Antichrist begins his reign by presenting the male with a demonic woman and tempting him with the sin of lust. (p. 186).

By assigning a particular interpretation to the historical function of the mobility of the panels of The Garden, the author equates its functionality and formal elements to a concrete, unwavering religious meaning. On this precise tendency, Sontag suggests that “The interpreter, without actually erasing or rewriting the text, is altering it... He claims to be only making it intelligible, by disclosing its true meaning” (p. 3). That is to say, the temporal gap between an object and the interpreter provides ample space for prescriptive attitudes to inform the reading of a text. Similarly, in Ways of Seeing, John Berger notes that “the visual arts have always existed within a certain preserve; originally this preserve was magical or sacred. But it was also physical: it was the place, the cave, the building, in which the work was made” (1972, p. 32). Thus, the contemporary observer must recognize that in the world of sequestered, still frames in museums, a prescriptive interpretation only reconstructs a text that is physically absent in the image.

Semiotics as a contemporary construction

Bosch’s work is perhaps one of the most discussed, studied, and interpreted in the history of Western art. Its figures, the interplay of technicality, and the sui generis mode of representation have generated a contemporary desire to treat it as a puzzle to be solved, which may hinder the capacity to open up the senses to perception. The last argument of Sontag’s essay proposes a clear approach to the object of observation: “Our task is not to find the maximum content in a work of art, much less to squeeze more content out of the work that is already there. Our task is to cut back content so that we can see the thing at all” (p. 10). To exemplify this idea, the writer suggests that the primary interaction should be where the image is, not where it could be. This couldn’t be more assertive in the case of the Northern Renaissance, where the property of what is represented is extensively detailed.

The Garden, as a self-contained object, still speaks to the fascination, discomfort, and enjoyment of many. As proved by its general recognition and diffusion, the image created over five hundred years ago still solicits attention. As the art historian James H. Marrow establishes:

First, it seems to me evident that the meaning of works of art from this period cannot be adequately defined by analyses, no matter how full of their iconographic content; for the effects of these works are constituent and ultimately both overt and dominant elements of their meaning (1986, p. 169).

In other words, even though the possibility of iconographic analysis seems inherent to the complexities of this piece, the effect it provoked on its first viewers and still produces is where the experience takes its most holistic form. In fact, it is a sort of pathos that drives the connection humans develop with objects designed to be felt somehow.

Conclusion

As the American art historian Anne D’Alleva explains in her text Methods and Theories of Art History, “art history has a hermeneutic orientation, in that art historians are self-conscious about the process of interpretation” (2012, p. 122). A non-interpretative approach is based on observing the object as it is; such reflections pay attention to the physical properties and their reception through our perceptive innate abilities. One may focus on how the saturation of colors affects the eyes, how shapes and patterns make the observer imagine textures and sensations, or how represented figures evoke feelings of fear and anguish. The semiotic, positivist, and logic-seeking attitudes that are currently carrying the discourses about visual culture are, in fact, hindering our innate relationship with objects. That is not to say that objects cannot be “liberated” from their physical attributes, but that objects and images are created to be affective, to instigate emotional and physical responses, to induce changes in behavior, and to invite the act of reflection. Assuming that meaning is an inherent trait of visual culture, without considering the decontextualization of images from their intended habitat, our historical distance to their conception and paradigms, and without questioning the transcendentalism of contemporary thought only separates us more from experiencing works like The Garden of Earthly Delights as the sensory experiences they have the potential to convey. The strident brightness of its green landscapes of the left and center panels and the incandescent fires of the dark left panel invite the spectator to ponder over the sensual world of images. Whether the tryptic is seen at the museum, through a printed book, or even as a digital image, Bosch’s painting will never be seen again as it was in its genesis. For this reason, facing the image as it is, rather than as a symbol for a hidden, hermeneutic system, may reveal more about its nature. Humans may not entirely share paradigms and thought patterns throughout time, but without a doubt, all humans, regardless of their time of existence, have the capacity to feel.

References

Berger, J. (1972). Seeing comes before words. Ways of Seeing. Penguin.

Bosch, H. (1490-1500). The Garden of Earthly Delights [painting]. Museo del Prado, Madrid, España.

D’Alleva, A. (2012). Taking a stance toward knowledge. Methods and theories of art history (2nd ed.). Lawrence King Publishing.

Gombrich, E. H. (1969). Bosch’s “Garden of Earthly Delights”: A progress report. Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, 32, 162–170. https://doi.org/10.23 07/750611

Koerner, J. (2004). Impossible objects: Bosch’s Realism. RES: Anthropology and Aesthetics, 46, 73–97.

Marrow, J. H. (1986). Symbol and meaning in Northern European Art of the Late Middle Ages and the Early Renaissance. Simiolus: Netherlands Quarterly for the History of Art, 16(2/3), 150–169. https://doi.org/10.2307/3780635

Nash, S. (2008). Northern Renaissance Art. Oxford University Press.

Silva, P. (2016). Tríptico del ‘Jardín de las delicias': El Bosco. Museo Nacional del Prado, La exposición del V Centenario, 46, 330–346. https://www.museodelprado.es/coleccion/artista/el-bosco/c9716e4a-4c24-44dd-ac65-44bc4661c8b5

Sontag, S. (1966). Against Interpretation. In Against Interpretation: and Other Essays. Farrar, Straus, & Giroux.

Sullivan, M. A. (2014). The timely art of Hieronymus Bosch: the left panel of “The Garden of Earthly Delights.” Oud Holland, 127(4), 165–194. http://www.jstor.org/stable/24766228


Posted on December 23, 2023 .

Desde el gremio en los extramuros: análisis del rol económico de las jefas de hogar negras y mulatas en el barrio Puerta de Tierra

From the extramural guild: An analysis of the economic role of black and mulato female head of households in the Puerta de Tierra neighborhood

Alejandra V. Achaval Marcano

Departamento de Antropología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Recibido: 20/09/2023; Revisado: 27/11/2023; Aceptado: 29/11/2023

Resumen
Esta investigación se enfoca en las jefas de hogares negras o mulatas en el barrio Puerta de Tierra en San Juan y los oficios que asumieron, basándose en los datos provistos en el censo de 1910. Analizando la composición demográfica de 25 unidades familiares, se destacaron las labores realizadas por las mujeres seleccionadas y el significado que tienen dentro del contexto histórico del barrio. Por lo tanto, la manera en que inciden el aspecto racial y de género en las jefas de hogar fueron fundamentales para situar los datos censales.

Palabras claves: jefas de hogares, composición demográfica, San Juan, censo 1910

Abstract
This research focuses on the black or mulato female heads households in the Puerta de Tierra neighborhood in San Juan and the jobs they assumed, based on the data provided in the 1910 census. Analyzing the demographic composition of 25 family units, the jobs carried out by the selected women were highlighted, and their meaning within the neighborhood's historical context. Therefore, the way in which the racial and gender aspects affected the heads of household was fundamental to situate the census data obtained.

Keywords: female head of household, demographic composition, San Juan, 1910 census


Introducción

El censo es un instrumento de suma importancia para reconstruir estadísticamente el pasado, ya que contabiliza los datos de una población, con el fin de recopilar la información necesaria para elaborar respuestas para las necesidades de las comunidades (Vázquez-Calzada, 1990). Ante la escasez de información de sectores marginalizados en los espacios urbanos, el censo provee información valiosa en la reconstrucción de las experiencias vividas de las poblaciones (Negrón, 2018). El censo en Puerto Rico tiene una historia que se puede trazar desde hace siglos, iniciándose con el primer censo que se realizó en 1765, a petición del militar Alejandro O’Reilly. Durante la ocupación española, se realizaron censos esporádicamente, tales como los de 1845 y 1860. Luego, con la llegada de las fuerzas estadounidenses a Puerto Rico, se llevó a cabo el primer censo en 1899, el cual venía acompañado con información de los censos españoles. Mediante la utilización de datos censales del censo realizado en el 1910 con una revisión de literatura para profundizar el contenido de la muestra, se van forjando unidades familiares lideradas por jefas de hogares en Puerta de Tierra, de modo que se enfatiza la importancia económica y social de ellas en el crecimiento urbano que se estaba llevando a cabo (Pizarro-Santiago, 2022).

Revisión de literatura

En acompañamiento a los datos censales obtenidos digitalmente del censo decimotercero realizado en Puerto Rico, se utilizaron datos del censo como el Boletín de Población. Para contextualizar el censo dentro de San Juan y su legado, se utilizaron recursos como La historia de los censos en Puerto Rico de Vázquez-Calzada (1990), en adición al texto Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la isla de Puerto Rico de Córdova (2001). En el texto, el autor nos detalla datos estadísticos de San Juan relacionados con la infraestructura, composición poblacional e información relacionada con el presupuesto del municipio. Similarmente, en la recopilación de información se utilizaron los textos de Úbeda y Delgado (1998) para identificar aspectos geográficos e históricos del municipio, así como el texto Puerto Rico: territorio y ciudad de Sepúlveda (1998).

Ya que el estudio tiene un enfoque que incorpora conceptos de género y raza, se utilizaron recursos que profundizan sobre dichos temas, de modo que se facilite la creación de un análisis comprensivo. Uno de los textos utilizados es Women in San Juan de Matos-Rodríguez (2001), el cual incluye información estadística e histórica de las mujeres en San Juan y sus labores. Adicionalmente, el texto de Rotman (2011) incorpora a la discusión los aspectos de cómo el género en particular influye en las experiencias domésticas de las mujeres, donde la identidad del género interseca con aspectos de clase social que se encuentran en los entornos espaciales. Asimismo, se debe de considerar la manera en que el género puede influir en la manera en que a las mujeres se les permite adentrarse en ciertos espacios (McEwan, 1991). De este modo, cómo se desarrollan las experiencias en un espacio doméstico y urbano se ve impactado por los aspectos sociales que una persona conlleva con si mismx en el contexto histórico que se encuentra. El hogar es uno de los espacios que refleja y construye la realidad social en donde la unidad familiar se encuentra, por lo que debería analizarse como un aspecto esencial en el momento del análisis de las conceptualizaciones de la labor doméstica (Hendon, 1996).

Por otra parte, el aspecto racial es uno que se encuentra íntimamente ligado con los antecedentes históricos que llevaron al desarrollo de las dinámicas que ocurrieron durante el principio del siglo XX en San Juan, por lo que es necesario considerar las características distintivas que pueden resultar en sus poblaciones (Beckles, 1995; Negrón-Portillo & Mayo-Santana, 1993). Similarmente, la manera en que las comunidades racializadas y marginalizadas fueron ocupando y asentándose en el entorno urbano responden a las estructuras políticas que las relega al exterior e invisibiliza, como resultado de jerarquizaciones y políticas españolas del siglo XIX (Matos-Rodríguez, 1999; Pizarro-Santiago, 2021; Quiles-Rodríguez, 2014). Por lo tanto, es necesario emplear un análisis interseccional al reflexionar acerca de dichas comunidades para poder contextualizar adecuadamente sus experiencias (Crenshaw, 1997).

En adición, se consultó el texto de Home Laundering de Balderston (1920), ya que en el mismo detalla ciertos aspectos de la lavandería como una actividad doméstica. Al detallar la ardua labor que conlleva esta tarea doméstica, brinda un panorama durante una época similar a la que se seleccionó para la investigación. Merino-Falú (1996) también destaca las condiciones pésimas en que las lavanderas ejercen su trabajo en Puerta de Tierra, demostrando la precariedad del oficio. Por otro lado, se incluyó el texto de Pizarro-Santiago (2022), por su contribución en centralizar a la mujer mulata o negra como un agente económico en San Juan, donde se valoriza las labores domésticas por su contribución económica.

A pesar de la escasez de información enfocada con las tareas domésticas de las mujeres racializadas en San Juan, como destaca Matos-Rodríguez (1998), posible identificar mujeres que fueron capaces de insertarse en las actividades económicas del espacio urbano, así como en espacios laborales donde ni siquiera eran aceptados por sus propios vecinos, como argumenta Bird-Carmona (2004). Además, es posible identificar cómo la manera limitada en que el Estado se insertaba en el ámbito doméstico era de tal manera que ejercía control e influencia, reflejándose igualmente fuera del entorno inmediato.  

Para poder combinar el análisis estadístico de los datos censales y reconciliarnos con la realidad cualitativa por su aspecto social, es necesario entonces crear un acercamiento que logre combinar lo demográfico con lo doméstico para visualizar las unidades familiares de la época (Negrón, 2018). Utilizar tales datos permite una visualización parcial de las condiciones en que vivían estas comunidades, y a las que muy probablemente fueron sometidas al ser contadas de esa manera ante los ojos del gobierno. 

Justificación de la investigación y preguntas de investigación

El estudio busca esclarecer la importancia de la mujer negra y mulata en Puerta de Tierra, de modo que resalte el lugar de suma importancia que asumió durante un tiempo de grandes cambios en Puerto Rico, específicamente en San Juan. Ante la escasez y poca accesibilidad a información que se enfoque en las historias de las mujeres mulatas y negras en Puerto Rico durante los inicios del siglo XX, la investigación busca profundizar las conceptualizaciones que se tienen de ellas, yendo más allá de un análisis unidimensional como contribuyentes en el espacio doméstico, restándoles el mérito de sus contribuciones.

Se intenta contestar las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los trabajos más prevalentes en las jefas de hogar de Puerta de Tierra? ¿Cuáles son las actividades económicas en que participan los demás miembros de la familia? ¿Cómo influye el aspecto racial en la forma en que se desenvuelven en el ámbito económico de Puerta de Tierra? ¿Cómo el espacio urbano influye la relación económica entre las jefas de hogar y el barrio en que se encuentran?

Contexto histórico

La ciudad de San Juan, al ser la capital, ha asumido un rol distintivo e importante para la isla de Puerto Rico, en gran parte por su posición geográfica y estratégica (Sepúlveda, 1998). Ya para el siglo XVIII, se dieron procesos para fomentar el desarrollo militar en la capital, tales como las numerosas construcciones e instalaciones en la ciudad. Durante este proceso, también se dio una expansión de las comunidades en lo extramuros de trabajadores por la densidad poblacional de los barrios intramuros (Quiles-Rodríguez, 2003). No obstante, algunas comunidades procedieron a establecerse como barrios para la segunda mitad del siglo XIX (Matos-Rodríguez, 2001). De este modo, se fue forjando su identidad como una ciudad amurallada, distinguiéndose de los demás asentamientos en la isla, limitando la transportación y comunicación entre ellas. Según Córdova (2001), para el 1830 se destacan ciertas edificaciones como la comandancia de artillerías, el cuartel de artillería y el hospital militar. Además de edificios militares, contaba con edificios públicos tales como el teatro, la aduana y la casa consistorial. El libro de Córdova (2001) incluye información demográfica de la ciudad para el siglo XIX; la población constaba de un total de 9,452 personas, donde 4,150 de ellas son personas blancas, 2,011 son pardos, 1,160 son morenos y 1,1945 son personas esclavizadas. Ya para el censo decimotercero estadounidense, en Puerta de Tierra se encontraban 10,836 personas, duplicando la población del 1899 de 5,453 (Boletín de Población, Censo 1910).  

Durante el siglo XIX surgieron preocupaciones acerca del crecimiento poblacional en áreas de desarrollo urbano intramuros en San Juan (Delgado, 1998; Sepúlveda, 1998). Nuevos retos como la higiene y el manejo de los desechos crearon la necesidad de elaborar una política pública de los pueblos que los atienda, donde ciertos grupos poblacionales enfrentaron condiciones de vida muy pobres (Matos-Rodríguez, 2001). Uno de los asuntos principales que se enfrentó en la isleta de San Juan era el acceso al agua potable, ya que ciertos edificios como las fortificaciones militares dependían de cisternas enormes para su uso, mientras que otras poblaciones como la de Puerta de Tierra dependían de pozos. 

La llegada de los nuevos habitantes en el área, acompañada con la creciente demanda por los servicios domésticos, impulsó entonces una economía en la que personas negras, especialmente mujeres, pudieron buscar empleos realizando labores domésticas que se consideraban arduas, como es en el caso de las lavanderas y planchadoras (Matos-Rodríguez, 2001; Pizarro-Santiago, 2022). Sus condiciones eran paupérrimas, de modo que organizaron el Gremio de Lavanderas de Puerta de Tierra en 1900, y le enviaron una carta al Ayuntamiento de San Juan solicitando ayudas para aliviar sus condiciones de vida de “miseria” (Merino-Falú, 1996). Aunque no se llegaron a realizar las mejoras que exigían, su organización ante las pésimas condiciones en que laboraban (en su mayoría en sus patios) demostró la necesidad que tenía la comunidad de mejorar su situación (Quiles-Rodríguez, 2014). No obstante, asumiendo las labores domésticas, dichas mujeres racializadas obtuvieron cierta autonomía económica, ya que algunas hasta lograron ser dueñas de su vivienda. Cabe destacar que las mujeres negras y mulatas también realizaron labores como comerciantes, llegando a ser, por ejemplo, dueñas de tabernas o insertarse en la industria tabaquera (Bird-Carmona, 2004; Pizarro-Santiago, 2022).

Metodología

La investigación utiliza principalmente datos obtenidos del censo decimotercero estadounidense realizado en Puerto Rico en el 1910, seleccionando un total de 25 jefas de familia en el barrio de Puerta de Tierra en San Juan aleatoriamente de cinco calles del barrio. Para crear una base de datos utilizando la aplicación Microsoft Excel, se tomaron como referencias las planillas del censo digitalizadas. Con un enfoque cuantitativo se identificaron los datos censales de las familias, los cuales fueron analizados en conjunto con una revisión bibliográfica, obtenida a través de las plataformas Google Scholar, JSTOR y Google Books.

Las principales fuentes que fueron utilizadas fueron “La negra y mulata como trabajadoras y empresarias en los barrios del San Juan del siglo XIX” de Pizarro-Santiago (2022) y Women in San Juan de Matos-Rodríguez (2001), las cuales fueron indispensables en el momento de obtener datos históricos que se enfocaban en mujeres negras y mulatas de Puerta de Tierra y sus labores económicas. Se consultaron informes arqueológicos en la Oficina Estatal de Conservación Histórica y el Programa de Arqueología del Instituto de Cultura Puertorriqueña; sin embargo, ninguno de los informes provistos incluía información directamente relacionada con las labores domésticas en el área seleccionada de estudio. Luego de crear una base de datos y realizar una revisión de literatura, se crearon gráficas correspondientes con los datos en respecto con las variables seleccionadas, como la composición racial y la edad.

Hallazgos

En la investigación se logró compilar datos censales de la muestra seleccionada de 25 unidades familiares de Puerta de Tierra. De las familias seleccionadas se encontraban en las calles Ranchones La Cotorra, Poblado del Calvo, Calle Baradero y Calle San Agustín. Esta última calle fue donde la mayoría de las familias se encontraban, con un total de catorce familias en ella. En cuanto la composición racial de la muestra, 60 personas se identificaron como mulatas y 24 se identificaban como negras. De las jefas de hogar, 18 eran mulatas y siete eran identificadas como negras. En cuanto a su estado marital, la mayoría eran solteras (19), mientras que tres eran viudas y tres estaban casadas.

Entre los oficios de las jefas de hogar, prevalecieron las lavanderas con un total de catorce jefas de casa ejerciendo dicho trabajo, seguido por cuatro mujeres que se dedicaban a los quehaceres de la casa, tres costureras y dos planchadoras. Además de dichos oficios, se encontró una despalilladora y una comerciante al menor.  En el hogar de la mujer despalilladora, su hija también ejercía la misma labor. En el total de la muestra se encontró un total de 21 lavanderas, siete costureras y ocho personas que se dedicaban a quehaceres de la casa. Adicionalmente, se encontraron en la muestra estibadores, un herrero, chapera, vendedor ambulante y dos personas que se dedicaban a pintar casas. Para los niveles de escolaridad o alfabetización se encontró que ocho de las jefas de familia sabían leer y cinco sabían escribir.

En cuanto el origen de las jefas del hogar, la mayoría era de origen puertorriqueño, sin embargo, tres nacieron en Santa Cruz y una era identificada como de origen africano. El tamaño de las familias promediaba 3.36 personas, con algunas familias de hasta nueve integrantes. Algunas de ellas eran de composición individual de la jefa del hogar. La mayoría de la composición de edad de las jefas de hogar era de 25-29 años con 6 personas, seguida por 50-54 años con cinco personas.

Discusión

Considerando el trasfondo histórico de San Juan y el barrio de Puerta de Tierra previo a los inicios del siglo XX, ante las problemáticas del crecimiento demográfico y el cambio de soberanía en un entorno militar, surge una creciente demanda de atender las necesidades domésticas como el lavado de ropa (de Córdova, 2001; Matos-Rodríguez, 2001; Sepúlveda, 1998; Úbeda y Delgado, 1998). Adicionalmente, se puede observar una relegación física de la comunidad obrera y en su mayoría negra, creando áreas que sean olvidadas antes el ojo blanco y purificando paulatinamente el interior de San Juan de la negritud (Matos-Rodríguez, 1998; Pizarro-Santiago, 2021). Mediante los datos censales y la documentación de apoyo para la misma, es posible reconstruir aspectos del pasado al momento de indagar sobre comunidades particulares y su composición demográfica, a pesar de sus limitaciones (Negrón, 2018; Vázquez-Calzada, 1990). Con los datos obtenidos, es posible formar una concepción de cuáles son las particularidades que enfrentaban las mujeres jefas de hogar en un espacio tan volátil como fue Puerta de Tierra en el 1910 ante los cambios emergentes (Matos-Rodríguez, 2001). Se debe de destacar la limitación de tener una muestra de solo 25 unidades familiares, por lo que solo ofrece una perspectiva limitada de la composición del barrio de Puerta de Tierra. 

Sucesivamente, resulta que se delegó la lavandería, considerada como una de las tareas más difíciles en realizar y en las condiciones indigentes en que la realizaban (Balderston, 1920; Quiles-Rodríguez, 2014), a un sector racializado e inferiorizado de la población, por lo que crea desde la precariedad una labor especializada para las mujeres negras y mulatas (Beckles, 1995). Se ve reflejado ante su relevancia estadística, donde en el 1899 había 16,855 lavanderas en Puerto Rico, de las cuales el 60% eran negras y el 89% no sabía leer ni escribir (Merino-Falú, 1996).  La baja escolaridad y falta de alfabetización fueron evidentes en la muestra, donde ninguna de las jefas de hogar asistió a la escuela y menos de la mitad podía escribir o leer. 

Ante los oficios destacados en la muestra (ver Figura 1), se puede observar cómo las tareas domésticas proveían un acceso económicas para las mujeres en ese entorno que las intenta delimitar espacialmente, aunque no se limite estrictamente a ellas (Matos-Rodríguez, 1999; Pizarro-Santiago, 2021). La capacidad de las jefas de hogar de encargarse económicamente de su unidad familiar se ve en la creación de la clase obrera donde las mujeres negras y mulatas fueron esenciales (Pizarro-Santiago, 2022). Es importante considerar como la composición e intersección de sus identidades sociales influyen en la manera en que se crean las expectativas sociales impuestas al adentrarse en los espacios urbanos y domésticos. (Crenshaw, 1997; Hendon, 1996; McEwan, 1991).

Figura 1: Profesiones de las jefas de hogar en Puerta de Tierra, A. Achaval, 2023
Fuente: Censo E.E.U.U. 1910

Igualmente, al considerar el aspecto racial contextualizado dentro de lo que fue la esclavitud urbana en San Juan como precursor de las clases obreras urbanas (Matos-Rodríguez, 1999; Mayo-Santana, 1993), se hace evidente la poca variabilidad de oficios que una mujer racializada en Puerta de Tierra podía asumir. En futuras investigaciones, una recopilación de datos más exhaustivas de las unidades familiares en Puerta de Tierra podría esclarecer el trabajo que se llevó a cabo en las familias, posiblemente delineando los oficios que asumían en un periodo de tiempo que va más allá del censo decimotercero. 

Conclusión

La composición de las jefas de hogar de la muestra seleccionada mostró una porción considerable de jefas que asumían las labores de lavanderas, por lo que puede considerarse un reflejo de lo inferiorizadas que estaban estas mujeres ante los ojos de la sociedad. Este fenómeno es el reflejo de la intersección de cómo el género que las asocia con las labores domésticas, en adición con la dimensión racial, las debilita dentro del ambiente laboral y en su participación económica. Aunque es importante destacar que dichas tareas domésticas no ocurren de manera homogénea, ya que las personas que la realizan no son homogéneas en su carácter personal o en cuanto a sus condiciones, la prevalencia de dichos oficios es un indicador del contexto en que se encontraban estas mujeres. Ante la dificultad de ejercer oficios como lavanderas en el contexto de Puerta de Tierra, las jefas de hogar fueron capaces de establecerse y sus familiares en el espacio hostil que se les impuso. 

Por otra parte, es interesante notar la composición de las edades de las mujeres de la muestra, donde se ven dos grupos principales, 25-29 y 50-54, lo cual podría indicar cómo las condiciones en que se encontraban las jefas de hogar en Puerta de Tierra no era una exclusiva de un grupo de edad en particular. La participación de mujeres jóvenes y mujeres entrando a la edad avanzada también podría indicar cómo sus condiciones laborales y familiares permanecieron a lo largo de los años. 

Uno de los factores que más se distinguió fue la falta de escolaridad de las jefas de hogar, ya que ninguna de ellas había asistido la escuela, lo cual podría resultar en las estructuras que relegan a estas mujeres a tales trabajos. Además, mediante la documentación se puede apreciar cómo un 76% eran mujeres solteras, lo cual agudiza la presión para cumplir sus tareas en el ambiente laboral y doméstico inmediato. Sin embargo, es importante destacar cómo la composición familiar nuclear no necesariamente es indicativa de una mayor distribución de las tareas del hogar, donde las dinámicas familiares que se apartan de la nuclear podrían dar cierto apoyo a las mujeres de maneras alternas. Para poder indagar más sobre el impacto de dicho aspecto, es necesario ampliar la muestra de las familias que se encontraban en Puerta de Tierra. 

Referencias

Balderston, L. R. (1920). Home Laundering (No. 1099). US Government Printing Office.

Beckles, H. (1995). Sex and gender in the historiography of Caribbean slavery. En V. Shepherd, B. Brereton, & B. Bailey (Eds.), Engendering history: Caribbean women in historical perspective (pp.125-140). Palgrave Macmillan, New York.

Bird-Carmona, A. (2008). Parajeros y desafiantes: la comunidad tabaquera de Puerta de Tierra a principios de siglo XX. Ediciones Huracán.

Crenshaw, K. (1997). Mapping the margins: intersectionality, identity politics, and violence against women of color. Stanford Law Review, 43(6), 1241-1299.

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Posted on December 23, 2023 .

La lluvia no llegó: un estudio breve de los años setenta en Puerto Rico a través de la salsa

The rain never came: A brief study of the seventies in Puerto Rico through salsa

Alejandro Rodríguez León

Departamento de Historia
Facultad de Ciencias Sociales, UPRM

Recibido: 19/10/2023 Revisado: 11/12/2023; Aceptado: 13/12/2023

Resumen
El 12 de mayo de 1947, la legislatura puertorriqueña promulgó la Ley de Incentivos Económicos, una serie de incentivos y subsidios destinados a atraer inversiones industriales estadounidenses. Esta estrategia impulsó los esfuerzos de industrialización acelerada de la isla. Tres décadas después, la Sonora Ponceña lanzó “Boranda”, retratando a Puerto Rico como un paisaje desolador. Contextualizando la letra de “Boranda” con la situación económica de Puerto Rico a fines de la década de 1970, cuestiono la narrativa convencional de éxito/fracaso de Manos a la Obra y complico narrativas de la historia económica de la isla durante este periodo.

Palabras claves: Puerto Rico, Operación Manos a la Obra, industrialización, economía, salsa

Abstract
On May 12, 1947, Puerto Rico's legislature enacted the Economic Incentives Act, a series of incentives and subsidies aimed at attracting American industrial investment. This strategy powered the island's aggressive industrialization efforts. Three decades later, the Puerto Rican salsa band, La Sonora Ponceña, released their single “Boranda,” portraying Puerto Rico as a desolate landscape. Contextualizing “Boranda's” lyrics with Puerto Rico’s economic situation during the late 1970s, I question the conventional success/failure narrative of Operation Bootstrap and complicate narratives of the island's economic history during this period.

Keywords: Puerto Rico, Operation Bootstrap, industrialization, economy, salsa

 

Introducción

Cuando el Partido Popular Democrático (PPD) de Luis Muñoz Marín ganó la mayoría en el Senado de Puerto Rico en las elecciones de 1940, la isla se encontraba en una situación económica desesperada: la mayoría de la población de Puerto Rico, compuesta por trabajadores agrícolas, vivía en la pobreza extrema. Las dificultades económicas causadas por la Gran Depresión en la década de 1930 y la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial resaltaron la urgencia de industrializar sectores de la economía puertorriqueña. En 1942, el gobernador estadounidense Rexford Tugwell creó la Compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico por iniciativa de Teodoro Moscoso (Maldonado, 2021). La tarea de la Compañía de Fomento era atraer inversiones estadounidenses para crear nuevas instalaciones manufactureras en la isla. Aunque solo logró crear trece plantas entre 1943 y 1947, la labor de la Compañía de Fomento tuvo suficiente éxito para que la legislatura puertorriqueña aprobara la Ley de Incentivos Económicos de 1947 para reforzar los esfuerzos publicitarios de la compañía. La Ley estableció una serie de exenciones fiscales y subsidios a la inversión diseñados para crear un entorno de inversión atractivo en la isla para las empresas con sede en Estados Unidos (Cabán, 1989), creando la base del modelo económico que caracterizó la Operación Manos a la Obra de Muñoz y Moscoso.

Puerto Rico experimentó un crecimiento industrial y urbano significativo a un ritmo acelerado durante las siguientes dos décadas. En 1949, solo se establecieron cincuenta plantas manufactureras en Puerto Rico; a finales de la década de 1960, más de dos mil fábricas manufactureras operaban en la isla (Maldonado, 2021). De manera similar, el ingreso per cápita y el Producto Interno Bruto de Puerto Rico se había disparado, creciendo un 400% entre 1950 y 1973 y un 300% en 1977, respectivamente (Maldonado, 2021). La transformación económica de Puerto Rico permitió a los trabajadores agrícolas anteriormente empobrecidos hacer la transición hacia una clase media estable que existió por primera vez en la historia de la isla. La propiedad de viviendas privadas aumentó exponencialmente y los proyectos de vivienda pública sustituyeron a los fanguitos y arrabales del campo y los suburbios. El gobierno puertorriqueño también amplió la infraestructura vehicular, médica y educativa en todo el país.

Como puertorriqueño que he vivido todo el desarrollo de la crisis fiscal actual de Puerto Rico, crecí escuchando a familiares y conocidos recordar los “buenos tiempos” de Manos a la Obra. Poco antes de comenzar este proyecto de investigación, escuché un sencillo de la Sonora Ponceña titulada “Boranda” mientras escuchaba casualmente salsa en la radio. La letra de la canción era sombría y describía a Puerto Rico como un páramo seco afectado por una grave sequía. Al crecer escuchando comentarios e historias de familiares y conocidos sobre un Puerto Rico próspero desde la década de 1960 hasta la eliminación de la sección 936, me intrigó esta descripción pesimista de Puerto Rico, especialmente durante una época que quienes me rodean describen como próspera. Esto me planteó dos preguntas primordiales: ¿por qué las mentes creativas de la Sonora Ponceña sintieron la necesidad de representar a Puerto Rico de esa manera? y ¿mis nociones preconcebidas sobre Operación Manos a la Obra eran erróneas?

Este proyecto de investigación muestra cómo la música salsa grabada en Puerto Rico durante la década de 1970 (en el caso de este artículo, el sencillo “Boranda” de la Sonora Ponceña) puede utilizarse como punto de partida para problematizar y analizar el entendimiento popular sobre la economía de Puerto Rico durante esta década. Primero, describo la relación entre la Operación Manos a la Obra, el desplazamiento de puertorriqueños y el desarrollo de la música salsa en la ciudad de Nueva York. Continúo brindando una breve reseña de la carrera musical de la Sonora Ponceña y el contenido lírico de la canción “Boranda”. Luego, resumo la crisis económica que afectó a la economía puertorriqueña después de la recesión de 1973, demostrando cómo la canción refleja el estado de la economía puertorriqueña durante la década de 1970.

Los vínculos entre Operación Manos a la Obra, desplazamiento y la música salsa

El establecimiento de la Ley de Incentivos Económicos de 1947 marcó el comienzo de la Operación Manos a la Obra y el fin de industria monopolizada de la caña de azúcar en Puerto Rico. Durante los primeros años de industrialización, las plantaciones de caña de azúcar en el campo fueron eliminadas progresivamente en favor de plantas manufactureras en áreas urbanas (Ayala, 1996). A pesar de la lenta transición, las plantaciones cesaron sus operaciones a un ritmo más rápido que el que podían establecerse nuevas fábricas a finales de los años cuarenta y durante los cincuenta. La disminución del empleo agrícola y la falta de empleo industrial en la primera década de Operación Manos a la Obra agravaron el problema histórico de poblaciones de trabajadores agrícolas “excedentes” en la isla. Esto impulsó la migración de trabajadores puertorriqueños del campo a las ciudades en desarrollo alrededor de Puerto Rico y a los Estados Unidos (Duany, 1984).

Entre 1950 y 1960, más de cuatrocientos cincuenta mil puertorriqueños emigraron a Estados Unidos en busca de empleo en las florecientes industrias de la posguerra (Ayala, 1996). Muchos inmigrantes se establecieron en ciudades de la costa este y el medio oeste, particularmente en la ciudad de Nueva York. Lamentablemente, la situación socioeconómica de muchos puertorriqueños no mejoró. Los inmigrantes puertorriqueños, considerados por muchos estadounidenses como personas incultas e inasimilables, fueron marginados en distritos históricamente afroamericanos y a menudo se vieron obligados a vivir en viviendas destartaladas y hacinadas. Las barreras raciales, lingüísticas, educativas y de habilidades laborales negaron a la mayoría de los puertorriqueños de clase trabajadora las oportunidades de empleo buscadas (Duany, 1984). En cambio, estaban “ubicados en los sectores rezagados y en el residuo 'subdesarrollado' del industrialismo: en la manufactura ligera (que pronto comenzaría su desplazamiento hacia el Tercer Mundo), en empleos de construcción poco calificados y, sobre todo, en el sector de servicios personales. -Conserjes, lavaplatos, porteros, etc” (Quintero-Rivera y Márquez, 2003, p. 219).

De todos los enclaves puertorriqueños en los Estados Unidos, el más relevante para esta discusión es la comunidad puertorriqueña de East Harlem en la ciudad de Nueva York. A finales de la década de 1960, el barrio de East Harlem fue el hogar de uno de los movimientos culturales latinos más importantes: la música salsa. Musicalmente, la salsa es la síntesis de décadas de mezcla entre la música afroamericana y latina (principalmente cubana) en los salones de baile de la ciudad de Nueva York y los clubes sociales del Caribe. El núcleo melódico de la música salsa gira en torno los géneros cubanos del son y la guaracha, y se canta en español con una variedad de esquemas de rima. A pesar de la fuerte herencia cubana en los fundamentos melódicos de la salsa, el género se caracteriza por su percusión trepidante y sus secciones de metales agresivas del jazz.

La salsa, en sus primeros años, fue impulsada política y culturalmente en respuesta directa a las injusticias sociales que enfrentaban los grupos de inmigrantes puertorriqueños dentro de la ciudad de Nueva York que se reasentaron en los Estados Unidos en un intento de sobrevivencia socioeconómica. Como afirma Jorge Duany, “las mejores canciones de salsa expresan los problemas de esta clase desfavorecida. La escasez, la violencia, la desigualdad, la marginalidad y la desesperación se traducen en las palabras y la música de los cantantes e intérpretes populares del barrio” (1984, p. 206). En su artículo “Migration and worldview in salsa music” (2003), Ángel Quintero-Rivera destaca el álbum anticolonialista Justicia de Eddie Palmieri, la naturaleza rebelde y el tono audaz de “Abran paso” de Ismael Quintana (entonces de diecisiete años), la toma satírica y consciente del racismo de Willie Colón en la portada de su álbum de 1975 Se chavó el vecindario y la integración de la música folclórica latinoamericana dentro de la estructura musical en muchas de sus producciones.

A menudo, los músicos puertorriqueños fusionaban elementos de la música folclórica puertorriqueña con la música salsa. Considero estas inclusiones como un paso lógico en los esfuerzos de manifestación cultural y política de los músicos de salsa, ya que la música ha sido históricamente un pilar central de la cultura puertorriqueña. Aunque los músicos puertorriqueños han incorporado diferentes estilos de música folclórica al género de la salsa, como el aguinaldo y los seises del campesinado y la bomba de las poblaciones afrodescendientes de Puerto Rico, destaco específicamente la incorporación de la plena dentro del género. Muchos músicos y compositores de la diáspora emplearon estructuras narrativas similares a las de la plena en sus canciones para proporcionar comentarios sociales dentro de la salsa. Esto es más evidente en los primeros trabajos musicales de la dupla Colón-Lavoe entre 1967 y 1973. Algunas de sus canciones más populares durante este período incluyeron aquellas que giraban en torno a los vicios, la violencia y los dilemas socioculturales que afectaban a las comunidades puertorriqueñas en la ciudad de Nueva York. Las tendencias narrativas en la salsa madurarían desde las letras crudas y jocosas del dúo Colón-Lavoe hasta las elocuentes metáforas características de la salsa de conciencia de Rubén Blades a finales de los años setenta.

La Sonora Ponceña y “Boranda”

La orquesta que sería conocida como la Sonora Ponceña fue fundada por Enrique “Quique” Lucca en 1944 en el pueblo de Ponce, Puerto Rico, bajo el nombre de “El Conjunto Internacional”. Después de varias aventuras musicales e iteraciones de la banda a lo largo de los años 1940 y principios de los 1950, Quique Lucca reestructuró su “Conjunto Internacional” en 1954, esta vez llamándolo “Conjunto Sonora Ponceña” (Marin, s.f.). A poco más de una década del bautizo de la Sonora Ponceña, Enrique “Papo” Lucca, hijo de Quique Lucca, se convirtió en el líder de la orquesta. Papo Lucca conocía bien las industrias de la música latina en Puerto Rico y en el extranjero, cuando tomó las riendas de la Sonora Ponceña, puesto que Papo tocaba el piano en la banda de su padre desde los once años, interpretando versiones de canciones de Cortijo y su Combo y La Sonora Matancera en presentaciones en Puerto Rico y la ciudad de Nueva York (Lechner, 2020; Marin, s.f.).

Poco después de que Papo Lucca comenzara a actuar como líder de la orquesta, la Sonora Ponceña experimentó éxitos acelerados dentro de la escena musical puertorriqueña. Los dos primeros álbumes de larga duración de la banda, Hachero pa’un palo (1968) y Fuego en el 23 (1969), fueron bien recibidos por el público. Al mismo tiempo, el sello Fania Records, con sede en la ciudad de Nueva York (responsable de patrocinar y popularizar la “explosión de la salsa” de la década de 1970) comenzó a adquirir otros sellos para reducir la competencia en el mercado y ampliar su extensa lista de artistas virtuosos (López, 2022). Inca Records, el sello en el que Lucca y su Sonora Ponceña habían grabado sus primeros álbumes, se convirtió en subsidiaria de Fania Records en 1971.

La adquisición e incorporación de Inca Records a la “familia” Fania evolucionó rápidamente la carrera musical de la Sonora Ponceña. La inclusión de la Sonora Ponceña en el repertorio de la Fania expuso la música de Papo Lucca a un público latino más amplio de la diáspora. La integración al sello Fania también puso a Lucca y su Sonora Ponceña en constante contacto y colaboración con muchos de los artistas de Fania con sede en Nueva York. Lucca sucedió a Larry Harlow, el pianista de All Stars, en 1976 y sería llamado para arreglar y tocar en grabaciones de algunos de los artistas más famosos de Fania, incluidos Celia Cruz y Cheo Feliciano (Lechner, 2020).

Un año después, en 1977, la Sonora Ponceña lanzó su décimo álbum, titulado El gigante del sur. El tema que abre este álbum, “Boranda”, es una reinterpretación en español de una composición de bossa nova del mismo nombre. “Boranda”, que significa “seguir caminando” o “seguir adelante”, fue escrita y compuesta inicialmente por el músico brasileño Edo Lobo en 1964 (Peña, 2020). Las letras de Lobo se centran en una sequía devastadora y el desplazamiento que provoca. La canción incluye descripciones tristes de la tierra firme y emociones intensas que dichas escenas infligen a la voz cantante. “Boranda” fue traducida al español por Rubén Blades para “Papo” Lucca, cuya interpretación de la canción de Lobo redefiniría a “Boranda” de una acción a un lugar.

“Boranda”: una tierra de la desilusión y desesperanza

A pesar de las diferencias musicales obvias entre la bossa nova y la salsa, la reinterpretación de “Boranda” por la Sonora Ponceña captura la esencia melancólica de la grabación original de Edu Lobo. La pista comienza con el piano, los instrumentos de percusión y las trompetas acelerando extenuantemente en tempo y volumen hasta alcanzar un crescendo intenso y desesperado. La última nota de las trompetas resuena dramáticamente mientras el resto de los instrumentos guardan silencio. Luego las trompetas comienzan a sonar nuevamente, seguidas por el resto de la instrumentación de la banda. Quince segundos después de iniciada la canción, Luigi Texidor, uno de los vocalistas de la Sonora Ponceña y cantante de este número, exclama “¡Boranda!/Territorio Apache” mientras el pianista toca una melodía escalonada de sonido siniestro. Cuarenta segundos después de iniciada la canción, el coro profesa con desánimo: “Ay, Boranda, la tierra se secó, Boranda/Ay, Boranda, la lluvia no llegó, Boranda…”.

Después, Texidor cuenta con tristeza cómo hizo mil promesas y la oración que rezó, suplicándole a Dios que lloviera. Sin embargo, la lluvia nunca llegó. La voz cantante se culpa a sí misma diciendo “Debe ser que rezo bajo/que mi Dios no me escuchó”. Texidor luego canta tristemente con el coro de la banda: “Voy pasando, voy llorando/Voy recordando ese lugar” mientras la percusión toca un ritmo escalonado y laborioso, similar al piano en la apertura. Posteriormente, a los dos minutos y dieciséis segundos, el pianista toca las notas iniciales de “La Borinqueña”, la primera referencia a Puerto Rico dentro de la canción. Después de esto, Texidor continúa narrando impotente a la audiencia: “Mientras me voy Alejando/Más yo pienso sin parar/Que mejor me voy ahora/Que ver todo pa’ llorar…”.

Musicalmente, el final de esta estrofa marca el final de la interpretación que la Sonora Ponceña hace del texto original de Edu Lobo. El resto del contenido lírico de “Boranda” es original y la canción suena como una típica pista de salsa. El ritmo es vivo y está pensado para ser bailado. Líricamente, Texidor y el coro de la banda emplean una estructura de canto típica de “llamada y respuesta” durante la mayor parte del resto de la canción. Sin embargo, a pesar del característico sonido alegre de la canción, la letra de “Boranda” sigue siendo sombría. En la estructura de “llamada y respuesta”, Texidor improvisa las siguientes líneas desesperadas relacionadas a la falta de lluvia, en una llamando a Puerto Rico “territorio abandonao’ en la eutanasia”.

Más tarde, Papo Lucca se suma a la canción, improvisando un solo de tarareo de dos minutos mientras toca un piano eléctrico. Al final de su solo, Lucca canta apasionadamente: “Préstame tu caballo para ponerle mi montura/Porque a la pobre yegua el tajo no se le cura”. Inmediatamente después, Lucca finaliza su improvisación despidiéndose apresuradamente, como si alguien lo hubiera hecho callar o lo hubiera apresurado a terminar. Después de esto, se reanuda el ritmo original de la canción, y Texidor y el coro de la banda regresan para interactuar entre sí en la estructura de "llamada y respuesta" de antes. Una vez más, Texidor improvisa líneas sombrías entre el coro.

A los seis minutos y quince segundos, el estribillo cambia a un grito desesperado: “¿Qué ha pasado que la lluvia no llegó?”. De nuevo, Texidor improvisa líneas frenéticas en esta última sección de la canción. Termina la pista con posiblemente la línea más crucial de toda la canción: “La tierra de Boranda donde he nacido yo”. Esta línea, en conjunto con la melodía de piano en el minuto 2:16 del tema, reafirma explícitamente la intersección ente Puerto Rico y “Boranda”. La palabra “Boranda” trasciende más allá del acto de “seguir adelante”. “Boranda” es una tierra llena de desilusión y desesperanza; esa tierra era Puerto Rico.

“Boranda”: la voz de los tumultuosos setentas

La economía puertorriqueña se encontraba relativamente saludable cuando la isla entró en la década de 1970. Sin embargo, la década de 1960 comenzó a mostrar la fragilidad del modelo económico de Manos a la Obra. La expiración de los períodos de exención de impuestos, aumentos salariales y mercados de mano de obra barata en Asia impulsaron a muchas empresas estadounidenses que operaban en Puerto Rico a establecerse en otros lugares. Durante este período, el enfoque industrial de Puerto Rico se desplazó hacia industrias tecnológicamente más avanzadas, como las instalaciones petroquímicas y, más tarde, las empresas de manufactura electrónica y farmacéutica. Sin embargo, los requisitos de educación superior y habilidades laborales impidieron que muchos de los previos trabajadores encontraran empleo en estas nuevas industrias. En un esfuerzo por contrarrestar el creciente desempleo causado por el cierre de fábricas, el gobierno puertorriqueño comenzó a emplear cada vez más a extrabajadores de fábricas puertorriqueños (Echeverría, 1981).

El estallido de la Guerra de Yom Kippur y el embargo petrolero árabe de 1973 expusieron importantes debilidades en el modelo de Manos a la Obra, ya que el crecimiento económico e industrial de Puerto Rico se vio gravemente afectado. El embargo desató una recesión que perjudicó gravemente a los Estados Unidos y, como consecuencia de su dependencia absoluta de del capital estadounidense, a la economía de Puerto Rico. La falta de disponibilidad de petróleo para Puerto Rico provocó el colapso de las industrias petroquímicas en desarrollo de la isla y déficits de generación de energía, afectando al resto de los sectores industriales de Puerto Rico (Maldonado, 2021). El aumento de los precios del petróleo también incrementó los precios de los bienes de consumo en Puerto Rico, la mayoría de los cuales eran importados de Estados Unidos. Además, la recesión también obligó al gobierno puertorriqueño a implementar recortes presupuestarios, lo que resultó en despidos gubernamentales masivos.

El éxodo de las plantas manufactureras en la década de 1960, el colapso de la industria petroquímica y los despidos gubernamentales a principios de la década de 1970 dejaron finalmente a cientos de miles de desempleados. Durante la década de 1970, el desempleo oficial en Puerto Rico aumentó exponencialmente de un índice relativamente bajo de 10 a 20%, aunque otras fuentes sugieren que la cantidad de desempleo total durante la década de 1970 podría haber sido tan alta como entre 27 y 30% (Caban, 1989; Dietz, 1982; Echeverría, 1981). El aumento acelerado del desempleo, junto con los salarios estancados y el aumento de los precios de los bienes de consumo, sumieron a muchos puertorriqueños en la pobreza. Se estima que entre el 40 y el 60% de los puertorriqueños vivían por debajo del umbral de pobreza, y la gran mayoría dependía de ayuda federal como cupones de alimentos, cheques de compensación por desempleo y programas de vivienda pública para subsistir.

A pesar de las medidas de austeridad del gobierno puertorriqueño y la creciente ayuda federal de Washington, la crisis económica de los años 1970 se volvió insuperable para muchos. La situación se resume mejor en el documental de Diego Echeverría de 1981, Puerto Rico: A Colony the American Way, en el que se entrevista a una trabajadora anónima mientras espera en la fila en una oficina del Departamento de Trabajo y Recursos Humanos. “Esto es muy malo. No hay nada. ¡No hay ningún trabajo!” ella indica. Luego el entrevistador le pregunta qué haría. “¿A mí?” la trabajadora suspira, “Irme a los Estados Unidos otra vez. Nueva Jersey. Encontraré trabajo, te lo aseguro. ¡Aunque sea en una fábrica, lo encontraré!”.

La interpretación de “Boranda” de la Sonora Ponceña es nada menos que la voz de una nación desilusionada luego de que tres décadas de crecimiento económico y transformación social se detuvieran repentinamente. Antes de Manos a la Obra, la gran mayoría de la población de Puerto Rico estaba formada por trabajadores agrícolas empobrecidos que fueron explotados bajo el dominio colonial español y las empresas estadounidenses. Los puertorriqueños, los ciudadanos de “Boranda”, anhelaban la lluvia. Luis Muñoz Marín, y su Partido Popular Democrático, prometió cambios para la mayor parte del pueblo puertorriqueño; prometió que vendría la lluvia. Con Manos a la Obra, el PPD parecía haber traído la lluvia que el pueblo puertorriqueño anhelaba. La planta manufacturera convirtió al jíbaro en trabajador de fábrica, y el acceso a mejores salarios permitió a esos trabajadores de la fábrica adquirir productos que antes no podían obtener, como conjuntos extra de ropa, radios, viviendas de cemento y automóviles. Los pueblos de plantaciones se expandieron hasta convertirse en centros urbanos en auge. Se construyeron nuevas carreteras, puentes y carreteras. Se fundaron nuevas escuelas y campus universitarios. Se ampliaron clínicas y hospitales (Marín, 1961). A principios de la década de 1970, Puerto Rico había pasado de ser una isla casi enteramente agraria a uno de los centros económicos más importantes de América, y parecía que todo seguiría mejorando.

Sin embargo, los acontecimientos de 1973 detuvieron el progreso de Puerto Rico y, por un momento, pareció que todo el progreso de Manos a la Obra comenzaba a deshacerse. De repente, grandes sectores de las industrias que habían sacado a los jíbaros del campo quedaron inoperables. El costo de vida aumentó exponencialmente, empujando a miles de puertorriqueños por debajo del umbral de pobreza. Para el cortador de caña de azúcar convertido en trabajador de fábrica, el tiempo muerto entre las zafras había regresado en forma de filas largas en las oficinas del Departamento de Trabajo entre búsquedas de empleo. Con tantos trabajadores puertorriqueños viéndose sumidos en la pobreza una vez más, uno solo puede imaginarlos preguntándose si la lluvia realmente había llegado.

Conclusión

Los efectos de Operación Manos a la Obra en Puerto Rico es un tema multifacético que es difícil de etiquetar como un éxito o un fracaso. Los partidos que ven el modelo como un éxito citan los indicadores explícitos de crecimiento económico como los aumentos en los índices de Producto Nacional Bruto y Producto Interior Bruto, ingreso per cápita, número de fábricas mientras que los argumentos en contra enfatizan la naturaleza colonial inherente de muchas de las políticas económicas de Manos a la Obra. Al utilizar música, como en el caso de “Boranda” de Sonora Ponceña, se pueden crear nuevos ángulos de discusión sobre el estudio de la historia económica de Puerto Rico, desafiar nociones establecidas y comprender mejor los cambios económicos en la isla.

Debido a las limitaciones de tiempo, no puedo profundizar en otros aspectos que impactan directamente la discusión de la Operación Manos a la Obra y su impacto en Puerto Rico. Resaltos algunos como el fracaso del modelo económico en erradicar desempleo de Puerto Rico, la educación de los trabajadores puertorriqueños y la relación con requisitos laboral y de habilidades, diferencias entre industrias manufactureras e industrias elaboradas como las refinerías petroquímicas y la fabricación farmacéutica y electrónica, y los fundamentos políticos detrás del desarrollo del modelo económico de Manos a la Obra. Además, hay otros problemas subyacentes y controversias relacionadas con Manos a la Obra que reconozco pero que están fuera del alcance de la discusión, como el abandono de los sectores agrícolas de Puerto Rico, las implicaciones coloniales del modelo económico de Manos a la Obra y la experimentación y esterilización no consentidas de mujeres puertorriqueñas en un esfuerzo por aliviar el “problema de superpoblación” erróneamente percibido de Puerto Rico durante la primera mitad del siglo XX. Finalmente, la premisa central de este artículo puede ampliarse en el futuro con el estudio de canciones contemporáneas grabadas por otras agrupaciones y artistas puertorriqueños en conversación con la economía puertorriqueña de la década de los años setenta.

Referencias

 Ayala, C. (1996). The decline of the plantation economy and the Puerto Rican migration of the 1950s. Latino Studies Journal, 7(1), 61-90.

Caban, P. A. (1989). Industrial transformation and labour relations in Puerto Rico: From “Operation Bootstrap” to the 1970s. Journal of Latin American Studies, 21(3), 559–591.

Dietz, J. (1982). Puerto Rico in the 1970s and 1980s: Crisis of the development model. Journal of Economic Issues, 16(2), 497–506.

Duany, J. (1984). Popular music in Puerto Rico: Toward an anthropology of “salsa”. Latin American Music Review / Revista de Música Latinoamericana, 5(2), 186-216.

Echeverría, D. (Director). (1981). Puerto Rico: A Colony the American Way [Film; online video]. Terra Productions, Inc.

Lechner, E. (2020, March 5). Papo Lucca—Fania Records. https://fania.com/artist/papo-lucca/

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Marin, B. (s.f.). Sonora Ponceña. Fania Records. https://fania.com/artist-essentials/sonora-poncena/

Peña, T. (2020, May 22). Sonora Ponceña – “Boranda” and the “Boranda challenge”. JazzDeLaPena. https://jazzdelapena.com/puerto-rico-project/anatomy-of-a-tune-sonora-poncenas-boranda-and-the-boranda-challenge/

Quintero-Rivera, A. G., & Márquez, R. (2003). Migration and worldview in salsa music. Latin American Music Review / Revista de Música Latinoamericana, 24(2), 210-232.


Posted on December 23, 2023 .

Análisis de la organización, métodos y alcance del movimiento español y argentino (1930-1950) y su influencia en otros movimientos de izquierda

Analysis of the organization, methods and scope of the spanish and argentine movement (1930-1950) and its influence in other leftist movements

Javier J. García Quiñones

Departamento de Ciencia Política
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Recibido: 19/10/2023; Revisado: 28/11/2023; Aceptado: 10/12/2023

  

Resumen
Este estudio examina el anarquismo en España y Argentina (1930-1950) analizando sus estrategias, métodos, alcances y sus influencias en movimientos de izquierda mediante un enfoque comparativo. Estos movimientos comparten objetivos políticos y enfoques en la colectividad y la lucha por un cambio fundamental en la estructura política y social.  Evalúa cómo la represión estatal, las estrategias de comunicación y la comunidad desempeñaron roles significativos en el alcance de sus objetivos. Este estudio destaca la complejidad de los movimientos sociales anarquistas, ofrece perspectivas sobre su evolución y la importancia de abordar lagunas en la investigación.

Palabras claves: movimientos sociales, anarquismo, anarcosindicalismo, movimientos de izquierda

Abstract
This study examines anarchism in Spain and Argentina (1930-1950) by analyzing its strategies, methods, scope, and influences on left-wing movements through a comparative approach. These movements share political goals and approaches to collectivity and the struggle for fundamental change in the political and social structure. It assesses how state repression, communication strategies, and the community played significant roles in achieving their goals. This study highlights the complexity of anarchist social movements, offers perspectives on their evolution, and the importance of addressing gaps in research. 

Keywords: social movements, anarchism, anarcho-syndicalism, leftist movements

 

Problemática

Durante las décadas de 1930 a 1950, el surgimiento de los movimientos anarquistas en Argentina y España marca momentos significativos en la historia política de América Latina y Europa. A pesar de su importancia, los estudios comparativos que analizan en profundidad las similitudes y diferencias entre estos movimientos han sido escasos. Este vacío en la literatura académica limita nuestra comprensión de la influencia y el impacto de estos movimientos en la política contemporánea, motivando la necesidad de un análisis más detallado.

Para abordar los movimientos anarquistas en España y Argentina como movimientos sociales, es esencial operacionalizar algunos conceptos clave. Los ‘movimientos sociales’ se definen como “la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad concreta” (Touraine, 2006, p. 255). El componente de identidad sirve como factor de unificación del colectivo. La identidad puede variar considerablemente entre distintos movimientos, pudiendo estar arraigados en identidades étnicas o ideológicas. Su objetivo principal es forjar un sentido de identidad colectiva en el centro del movimiento. Por otro lado, el ‘anarcosindicalismo’ y el ‘anarquismo’, como explica Darlington, se diferencian de sus contrapartes socialistas y comunistas al “enfocar la agencia decisiva en la transformación revolucionaria de la sociedad en los sindicatos, en lugar de en los partidos políticos o el Estado” (2009, p. 31). Es decir, buscan establecer un orden socioeconómico colectivizado gestionado por los trabajadores y supervisado por los sindicatos, en oposición a ser controlado por partidos políticos o el gobierno (Darlington, 2009). Ambos conceptos buscan la abolición de la jerarquía a través de la eliminación del Estado como institución que exhibe el monopolio de la violencia.

Para el análisis seleccioné el caso de los movimientos anarquistas en España y Argentina, ya que estos se autodenominaron explícitamente como anarquistas, fueron muy visibles para el público y se desarrollaron en contextos históricos similares. Analizar estos movimientos anarquistas que comparten una ideología política y exhiben niveles notables de organización es esencial para intentar de entender por qué no logran plenamente sus objetivos como movimiento. Aunque no han cumplido su objetivo plenamente, estos movimientos han influenciado a otros movimientos de izquierda que sí han logrado sus objetivos.

La selección de estos casos lleva a las siguientes preguntas esenciales para esta investigación. ¿Cuáles son las diferencias entre los movimientos anarquistas en Argentina y España? ¿Cuáles son los factores que influyen en los resultados de estos movimientos? Estas preguntas son fundamentales para entender no solo la historia y el impacto de estos movimientos, sino también para extraer lecciones valiosas que puedan identificarse o aplicarse a movimientos similares en el futuro. En las siguientes secciones, exploraré más a fondo las dinámicas y desafíos que enfrentaron los movimientos anarquistas en estos países. Consideraré el contexto histórico en el que se desarrollaron los movimientos, los hallazgos que surgieron de dichas investigaciones y las similitudes y diferencias identificadas entre los movimientos.

Esta investigación es importante ya que aborda a los movimientos anarquistas en España y Argentina con estrategias similares, ambos orientados hacia un cambio fundamental en el que el Estado no ocupe una posición central en el panorama político. Utilizo un método de análisis histórico y crítico de fuentes primarias y secundarias producidas tanto por exponentes de los propios movimientos como por estudiosos que los han analizado. De tal manera, estaré comparando las estrategias de estos movimientos con el propósito de aumentar el entendimiento de cada uno.

España

En la década de 1930, España fue escenario de la Guerra Civil (1936-1939), un conflicto entre el bando nacional liderado por el general Francisco Franco y el bando republicano liderado por el presidente Manuel Azaña. El bando de la izquierda, conocido como el republicano, estaba compuesto por el gobierno, sindicatos, comunistas, anarquistas y numerosos obreros y campesinos (don Quijote, s.f.).

La literatura académica sobre el anarquismo en España se enfoca en gran medida en su evolución durante la Guerra Civil Española. Durante este período, militantes y simpatizantes organizaron “grupos de afinidad” en respuesta a la represión gubernamental. Según Medina (2020), en este período se crearon al menos 377 agrupaciones de afinidad claramente anarquistas (ver Figura 1).  

Figura 1: Distribución por año de los grupos de afinidad creados en España (1930 – 1938)
Fuente: Recuperado de Medina, 2020

Estos desempeñaron un papel clave en la estructuración de sindicatos y eventos culturales para promover la revolución social (Medina, 2020) (ver Tabla 1).

 

Tabla 1: Asociaciones significativas para los movimientos anarquistas
en España y Argentina y el movimiento Zapatista en México
Fuente: Recuperado de Medina, 2020; Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018;
Cubells-Aguilar, 2019

 

Para el 1939, al final de la Guerra Civil Española, el régimen de Franco implementó políticas que prohibieron la propaganda anarquista y la formación de grupos con posturas contrarias al franquismo, marcando el declive del movimiento anarcosindicalista español. Este cambio significativo en la política tuvo profundas implicaciones en la trayectoria del anarquismo en España.  Como explica Graham (2005), además de la represión franquista, se presentaron profundas divisiones políticas internas en el movimiento, incluyendo la fragmentación de las comunidades de trabajadores. La fragmentación se debió en gran medida a la falta de comunicación entre las comunidades, lo que resultó en que se centraran en sí mismas. Igualmente, a pesar de todas sus políticas sociales progresistas, los líderes se mostraron incómodos con la nueva política de movilización de masas introducida por la República (Graham). Aunque miles de trabajadores españoles se habían comprometido a la transformación social a través de la colectivización en el sur republicano y en otros lugares, estas iniciativas radicales permanecieron en gran medida locales y altamente fragmentadas (Graham).

Mientras en España el anarquismo experimentaba un declive bajo el régimen de Franco, en Argentina, durante el mismo período histórico, el movimiento anarquista se desarrollaba con desafíos distintos.

Argentina

El anarquismo en Argentina durante las décadas de 1930 a 1950 se destaca por su diversidad en el uso de la palabra escrita, con un énfasis en el uso de la imprenta y los periódicos. A diferencia de otros movimientos de izquierda, el anarquismo argentino se caracteriza por la ausencia de una autoridad central reconocida, lo que llevó a constantes divisiones y la formación de nuevos grupos y publicaciones que se autodenominaban los verdaderos defensores del ideal anarquista (Anapios, 2016). “Por el contrario, la regla general fue el constante desdoblamiento en nuevos grupos, círculos y publicaciones que seguían identificándose como anarquistas y se presentaban como los verdaderos defensores del ideal” (Anapios, 2016, 15). Por ejemplo, en el ámbito de la prensa, cada agrupación publicaba varios periódicos simultáneamente, lo que generaba una superposición de voces anarquistas. Esta abundancia de perspectivas anarquistas a través de los periódicos proporcionaba a las comunidades acceso a una amplia gama de pensadores y temas, adaptándose a las necesidades locales y manteniendo la perspectiva anarcosindicalista.

En este contexto, la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) se destaca como un actor fundamental (ver Tabla 1). Esta organización obrera anarcosindicalista, cuya definición ideológica se reafirmó en agosto de 1928, utilizó una red de periódicos para mantener informados a los trabajadores sobre protestas y huelgas en diferentes regiones, convirtiéndose en un pilar del movimiento anarquista argentino (Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018). En este contexto, los periódicos y la participación en FORA se convirtieron en pilares fundamentales del movimiento. Sin embargo, a pesar de su influencia, el movimiento anarquista argentino enfrentó desafíos significativos, incluyendo una intensa represión estatal y militar que marcó un período oscuro en su historia.

La represión estatal y militar contra el movimiento anarcosindicalista fue liderada por figuras gubernamentales como José Félix Uriburu y Juan Domingo Perón, quienes llevaron a cabo medidas represivas entre 1921 y 1955. La represión se caracterizó con el cierre de periódicos y sindicatos anarquistas, llevando a violencia, exilio, arrestos, persecuciones y ejecuciones, evidenciando la hostilidad de sectores de la élite burguesa y política del país hacia el anarquismo (Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018). Además, aunque algunos sectores anarquistas preferían utilizar métodos de propaganda y discurso en lugar de recurrir a la violencia, las diferencias internas dentro del movimiento contribuyeron al aumento de la represión violenta. La conexión global con la Guerra Civil Española a través de la Solidaridad Internacional Antifascista también influyó en el movimiento anarquista argentino (Cappelletti y Palmer-Fernández, 2018). Aunque FORA y la Federación Libertaria Argentina (conocida como FACA) demostraron apoyo internacional, desafíos internos y la movilización liderada por Domingo Perón contribuyeron al declive de las organizaciones anarquistas en Argentina., marcando un período oscuro en su historia.

Análisis

Al explorar las dinámicas del anarquismo en España y Argentina durante las décadas de 1930 a 1950, se observan notables contrastes en sus experiencias históricas. Mientras España se vio inmersa en la Guerra Civil Española, dando forma a un movimiento anarquista marcado por la represión franquista y divisiones internas, Argentina experimentó un desarrollo caracterizado por la diversidad y la constante formación de nuevos grupos. Estas diferencias se reflejan en sus estrategias al responder a la represión estatal y militar. En el caso de España, la represión estatal llevó a la fragmentación de grupos de trabajadores, contribuyendo a que el sindicalismo revolucionario tuviera un impacto significativo en la ola de activismo de la clase trabajadora que abarcó varios países a principios del siglo XX (Darlington, 2009). Por otro lado, en Argentina, la represión estatal y militar enfrentó desafíos internos, resultando en una movilización menos violenta liderada por Juan Domingo Perón, quien no empleó la violencia como estrategia de represión primaria contra los anarquistas. En cambio, se concentró en cooptar a las masas trabajadoras como una alternativa política más viable al movimiento anarquista. Estas diferencias sugieren respuestas variadas y complejas de los movimientos anarquistas en cada contexto frente a la represión, influyendo en sus trayectorias históricas respectivas.

La comparación demuestra que la acción anarquista en ambos países compartió factores estratégicos que condujeron a la movilización política, pero difieren en sus enfoques. En España, el movimiento se centró más en la militancia, lo que llevó a que los sindicatos anarquistas españoles se organizaran como grupos militares capaces de resistir la represión violenta franquista. En Argentina, el movimiento se enfocó en el uso de periódicos y protestas en masa, lo que resultó en menos militancia y, por lo tanto, menos defensa contra la represión violenta de figuras como Uriburu. Ambos movimientos fundamentaron su movilización en la creación de grupos de afinidad, donde la identidad anarquista fortalecía las relaciones comunitarias y facilitaba la acción masiva del movimiento. Al comparar estos movimientos, podemos observar cómo las comparaciones entre distintos movimientos sociales en diversos contextos regionales y periodos históricos son fundamentales para comprender su impacto en la sociedad, ampliando así el poder explicativo de la investigación más allá del análisis de un solo caso. Examinar como estas dinámicas han influido en otros movimientos de izquierda, también nos permite ampliar nuestra comprensión de las interconexiones entre distintos contextos espaciotemporales.

Aunque la evolución del anarquismo en España y Argentina tuvo sus diferencias, el incumplimiento de sus objetivos principales los hace similares. No obstante, propongo que dichos movimientos anarquistas lograron influenciar movimientos de izquierda que, aunque no se autodenominan anarquistas, comparten elementos clave con los movimientos de España y Argentina. Un ejemplo de ello es el movimiento Zapatista en México, que comparte similitudes en métodos e ideología. Esto lo convierte en un caso relevante para analizar cómo los movimientos anarquistas posiblemente han influido en elementos de otros movimientos de izquierda.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) (ver Tabla 1) surgió el 1 de enero de 1994, tras la implementación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Aunque existe un debate sobre si el movimiento Zapatista puede clasificarse como de izquierda, debido a sus fundamentos ideológicos principalmente indígenas, académicos concluyen que, independientemente de sus raíces, el movimiento se identifica claramente como de izquierda. Argumenta Cubells-Aguilar que la autonomía indígena, que implica la capacidad de “elegir sus propias autoridades, ejercer su justicia, crear sus propios sistemas de salud y educativo, tener medios de comunicación que respondan a sus intereses, defender su lengua y sus maneras propias de expresar su cosmovisión”, se convirtió en una estrategia de lucha a nivel nacional para los pueblos originarios a raíz de los Diálogos de paz entre el gobierno mexicano y el EZLN (2019, p. 216). Además, varias de las propuestas indígenas comparten similitudes con los movimientos anarquistas en España y Argentina. Como explica Gómez Suárez, estos consideran que sus formas de democracia indígena priorizan la importancia de lo colectivo frente a lo individual, “la búsqueda del consenso, la autonomía municipal y el 'mandar obedeciendo', deben ser parte orgánica de la nueva construcción política” (2003, p. 49). A diferencia de los movimientos anarquistas previamente discutidos, este movimiento no busca un cambio completo en la estructura de gobierno a nivel nacional, sino que buscan establecer sus visiones de un futuro político sin la autoridad del Estado. Holloway y Peláez (1998) argumentan que a los Zapatistas no les interesa institucionalizarse como partido ni participar de otras formas tradicionales de la política, similar a la práctica anarquista de no aspirar a ser parte del sistema político, sino de crear algo distinto.  Lo mismo es expresado en el siguiente comunicado del EZLN:

El 'centro' nos pide, nos exige, que firmemos rápidamente un acuerdo de paz y nos convirtamos en una fuerza política 'institucional', es decir, que nos convirtamos en otra parte más de la maquinaria del poder. A eso respondemos 'NO', y no lo entienden. No entienden que no estamos de acuerdo con esas ideas. No entienden que no queremos oficinas ni cargos en el gobierno. No entienden que estamos luchando no para que las escaleras sean limpiadas de arriba a abajo, sino para que no haya escaleras, para que no haya reino alguno. (EZLN, según citado en Holloway & Peláez, 1998, p. 4)

Esta afirmación puede entenderse como otra manifestación de las prácticas anarquistas, pero a través de otras vías ideológicas. En este caso, se hace referencia a las ideologías indígenas que, de manera similar al pensamiento anarquista, buscan una sociedad sin la necesidad de acceder al poder político. Igualmente, esto destaca la discrepancia entre la suposición de que la gente busca el poder, un enfoque central en el discurso político y la realidad cotidiana, lo que hace que la postura del EZLN sea una de izquierda similar a la de los movimientos anarquistas (Holloway & Peláez, 1998).

Un aspecto crucial del movimiento Zapatista es el acuerdo alcanzado entre el EZLN y el Estado de México, conocido como Los Acuerdos de San Andrés Larráinzar. Establecidos en 1996 tras demostraciones militantes en Chiapas, México, estos acuerdos incorporan numerosos puntos propuestos por el EZLN, incluyendo el compromiso del Gobierno Federal mexicano de combatir la pobreza y la marginación de los pueblos indígenas:

Esta nueva relación debe superar la tesis del integracionismo cultural para reconocer a los pueblos indígenas como nuevos sujetos de derecho, en atención a su origen histórico, a sus demandas, a la naturaleza pluricultural de la nación mexicana y a los compromisos internacionales suscritos por el Estado mexicano, en particular con el Convenio 169 de la OIT. (Organización Internacional del Trabajo, 1996, énfasis del documento)

Además, como explica Cubells-Aguilar (2019), en agosto de 2003, ante la falta de reformas constitucionales por parte del estado mexicano para reconocer la autonomía indígena, el movimiento zapatista dio un paso adicional estableciendo los cinco Caracoles Zapatistas. Estos actúan como centros políticos y culturales en correspondencia con las cinco zonas zapatistas, abordando problemas “que superan el ámbito municipal y requieren de una coordinación superior” (Cubells-Aguilar 2019, p. 216). Esto indica que el movimiento Zapatista ha influido exitosamente en la configuración de políticas gubernamentales, obteniendo concesiones importantes y promoviendo una transformación social que responde a sus objetivos. Este proceso de diálogo y negociación es una estrategia que comparte similitudes con las tácticas anarquistas de descentralización y participación directa.

El éxito del movimiento Zapatista sirve como herramienta para comprender por qué los movimientos anarquistas en España y Argentina no lograron cumplir su objetivo principal. Los logros de parte del movimiento Zapatista reflejan la efectividad de las estrategias anarquistas en la promoción de cambios estructurales y en la obtención de reconocimiento para sus comunidades. Su éxito se puede atribuir a que su grupo era uno más pequeño que no buscaba un cambio completo del Estado en comparación con los grupos anarquistas establecidos. Como consecuencia, el movimiento Zapatista no enfrentó una represión violenta a gran escala, sino que logró un acuerdo, permitiendo que se pudiera dar de manera más exitosa. Mientras la literatura discutida sobre el anarquismo en España y Argentina documenta la continua represión estatal en los casos anteriores, en México se observa cómo el Estado manifiesta su intención de establecer una nueva relación con el movimiento. Además, existe una diferencia ideológica significativa entre los movimientos establecidos; mientras que en España y Argentina se basaron en ideas anarquistas y en sindicatos de trabajadores, en México se centraron en la identidad de un colectivo indígena.

Conclusión

Este trabajo analiza los movimientos anarcosindicalistas en España y Argentina durante las décadas de 1930 a 1950. Estos movimientos, de orientación izquierdista, se basaron en el fortalecimiento de relaciones comunitarias y en la promoción de discursos colectivos. A pesar de algunas similitudes en sus métodos, como el uso de periódicos y la participación en sindicatos, difieren en su grado de utilización. Por otro lado, los resultados de estos movimientos fueron similares y aparentan haber sido influidos por el tipo de Estado contra el cual se enfrentaron. En el caso del EZLN, lograron negociar con un Estado democrático, mientras que en España y Argentina sufrieron una represión violenta bajo regímenes dictatoriales. Los elementos utilizados para llegar a tal punto respaldan la perspectiva que el EZLN se destaca como un movimiento social indígena que comparte ideales de izquierda y sindicalismo.

Más que brindar una perspectiva para analizar los factores que influyen en los resultados de los movimientos anarquistas en España y Argentina, el ejemplo del movimiento Zapatista sugiere que las ideas y tácticas de los movimientos anarquistas de otras regiones pueden inspirar y tener resonancia en movimientos contemporáneos que buscan cambios sociales y políticos, incluso cuando las circunstancias locales y los objetivos específicos difieren. Aunque existe una gran variedad de movimientos de izquierda no anarquistas, se puede describir una serie de características y actos solidarios con la teoría anarquista. De tal manera, se enfatiza la complejidad y la adaptabilidad de los movimientos sociales de izquierda en diferentes contextos políticos, proporcionando un punto de partida para explorar cómo estas características han influido en la evolución y los resultados de estos movimientos. Esto implica que el anarquismo no es una receta exacta, es primordialmente una acción. Como explica Marín Silvestre,

…no existe como tal si la práctica no va unida a la teoría. Una persona anarquista, cooperativa, mutualista, individualista, naturista, atea, neomalthusiana o humanitarista puede siempre comportarse como tal en la vida pública y privada, en cualquier entorno cotidiano. Basta con que desafíe poderosamente cualquier autoridad y cualquier desigualdad. Por este motivo el anarquismo puede aparecer en momentos de grandes alteraciones sociales o en periodos de calma, en zonas industriales o en el agro, en ciudades o en cuencas mineras. Y siempre con la misma divisa: «Contra toda autoridad». (2014, p. 12)

Esta reflexión sobre los movimientos anarquistas y de izquierda resalta la importancia de abordar las lagunas en la investigación, especialmente en lo que respecta su impacto político e influencia. Además, este estudio también destaca la necesidad de profundizar en lo que respecta a la influencia de la identidad en la organización de los movimientos sociales. El análisis de estos elementos no solo contribuye a una comprensión más profunda de la historia de estos movimientos, sino que también ofrece perspectivas valiosas para la comprensión de movimientos similares en el futuro. Dado esto, se debe examinar la influencia de los movimientos anarquistas en otros movimientos sociales. Encuentro que la inclusión de más movimientos de izquierda en estudios posteriores tiene el potencial de enriquecer el análisis realizado en esta investigación. Esto podría confirmar o desmentir la observación que la creación de una identidad comunitaria es una característica similar en los movimientos anarquistas en España y Argentina, así como en el movimiento indígena en México.

Agradecimientos

Agradezco al Dr. Héctor Martínez por sus aportaciones, consejos y colaboración durante el proceso de desarrollar esta investigación. Igualmente, agradezco a Stephanie Jiménez Rivera por su labor como editora y apoyo técnico a través de este escrito.

Referencias

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Cappelletti, Á. J. (2018). Anarchism in Latin America. AK Press.

Cubells-Aguilar, L. (2019). Pluralismo jurídico e interculturalidad en México: los jmeltsa’anwanejetik y las juntas de buen gobierno zapatistas. Revista Internacional de Pensamiento Político, 14, 209-228. https://upo.es/revistas/index.php/ripp/article/download/4777/4159

Darlington, R. R. (2009). Syndicalism and the influence of anarchism in France, Italy, and Spain. Anarchist Studies, 17(2). Recuperado de https://salford-repository.worktribe.com/output/1459649

don Quijote. (s.f.). Guerra Civil Española. https://www.donquijote.org/es/cultura-espanola/historia/guerra-civil/

Gómez Suárez, Á. (2003). La narración política del movimiento zapatista. América Latina, Hoy, 33, 39-62. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/308/30803303.pdf 

Graham, H. (2005). The Spanish Civil War: A very short introduction. Oxford University Press.

Holloway, J., & Peláez, E. (Eds.). (1998). Zapatista! Reinventing revolution in Mexico. Pluto Press.

Marín Silvestre, D. (2014). Anarquismo: una introducción. Ariel.

Medina, A. L. (2020). Los «grupos de afinidad», actores del proceso cultural y societario ácrata (España, 1930-1939). Cuadernos de Historia Contemporánea, 42, 215-240. https://doi.org/10.5209/chco.71904

Organización Internacional del Trabajo. (1996, 16 de enero). Pueblos Indígenas [Pronunciamiento Conjunto que el Gobierno Federal y el EZLN enviarán a las Instancias de Debate y Decisión Nacional]. https://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/mdtsanjose/indigenous/pronun.htm

Touraine, A. (2006). Los movimientos sociales. Revista colombiana de sociología, (27), 255-278.  https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/7982/8626


Posted on December 23, 2023 .

El uso de kirazuri en el ukiyo-e en los períodos Edo, Meiji, Taishō y Shōwa

The kirazuri use in Ukiyo-E during the Edo, Meiji, Taishō, and Shōwa periods

Kelly T. Caballero Álvarez

Departamento de Lenguas Modernas e Historia del Arte
Facultad de Humanidades, UPR RP

Recibido: 19/9/2023; Revisado:  19/11/2019; Aceptado: 3/12/2023

  

Resumen
Gracias a las misiones budistas desde China y Corea, el uso del polvo del mineral mica en la técnica del kirazuri (aplicación de material brillante) aparece en el grabado de los periodos Edo, Meiji, Taishō y Shōwa de Japón. Su empleo revela distintas significaciones en el tipo de retratos, figuras o estrategias que se presentan. Este trabajo aborda el estudio del kirazuri en el grabado japonés.

Palabras claves: mica, kirazuri, ukiyo-e, Japón

Abstract
Thanks to Buddhist missions from China and Korea, the use of mica mineral powder in the kirazuri technique (application of shiny material) appears in wood engraving from the Edo, Meiji, Taishō and Shōwa periods of Japan. Its use reveals different meanings in the type of portraits, figures, and strategies represented. This work addresses the study of the kirazuri technique in Japanese woodblock printmaking.

Keywords: mica, kirazuri, ukiyo-e, Japan

 

Introducción

El uso artístico de piedras preciosas en pigmentos se remonta en la historia desde hace siglos. Colores como azul (azurita y lapislázuli), verde (malaquita), rojo (hematita y cinabrio) y negro (hueso y carbón) se han encontrado en el arte occidental, tanto en óleos como en arte rupestre y maquillaje. Algunos de estos pigmentos aumentaban el valor de las obras y se reservaban para la alta sociedad, como lo era el pigmento azul ultramar obtenido de la piedra lapislázuli (LeCroy, 1). El esfuerzo por hacer del arte algo único, de alto valor, limitado o exclusivo no se detuvo ahí. El uso de minerales como el oro, plata, cobre, latón y aluminio se ha encontrado hasta en la arquitectura. La mica no es la excepción. Este mineral, que a simple vista parece ser una roca normal a las orillas de un río o en las montañas, tiene mucha utilidad estética para los artistas japoneses de Ukiyo-e (grabado en madera japonés). Desde el siglo IV se ha encontrado el uso de polvo de mica en el fondo de las obras de esta técnica artística para resaltar figuras y personajes ficticios e históricos. A este método le llamaron kirazuri, que se traduce a “aplicación de brillo”.

Durante 1900, surgió una necesidad de recopilar información sobre el Ukiyo-e, de la cual se formaron diferentes organizaciones de aficionados que se encargaron de realizar exposiciones, reuniones, tertulias y de redactar tanto revistas, catálogos, libros y periódicos sobre esta técnica artística, no solo para llevarla fuera de Japón, sino también para revivir y fomentarla (Kazuhiro, 2004). Estos esfuerzos se vieron interrumpidos en múltiples ocasiones por diferentes motivos. El tema del kirazuri, como técnica en el grabado japonés no ha sido investigado en años recientes con excepciones de algunos artículos muy cortos. La mayoría de las fuentes analizadas han sido obtenidas de libros impresos que datan de 1960 al 1993, en los cuales el tema no se toca a fondo. Su mención es mínima y breve en toda referencia reciente en la que se tiene la gracia de leer la palabra, sin mencionar la limitación lingüística de los mismos ya que todas las fuentes son en inglés, alemán o japonés. En la literatura estudiada se encuentra información general sobre el grabado japonés en sus inicios, sobre las figuras más representadas y su contexto sociocultural e histórico-religioso. Dentro de la literatura seleccionada, se destacan Ukiyo-e to Shin Hanga: The Art of Japanese Woodblock Prints (1990), editado por Newland y Uhlenbeck, y Japanese Print-Making: A Handbook of Traditional & Modern Techniques (1966) por Toshi Yoshida y Rei Yuki, donde único se encuentra el concepto de kirazuri definido y explicado. En el libro, el autor presenta todas las técnicas del grabado japonés explicadas paso por paso, sus herramientas y hasta cómo cuidar de ellas. Estos dos primeros libros son de la colección de la biblioteca personal de Carlos Marichal. Por otro lado, History of Japanese Art (1993), por Penélope Manson, estudia profundamente sobre todos los periodos de Japón y todos los aspectos del arte japonés. En el mismo se hace mención del uso de la mica en el grabado japonés, lo que originó esta investigación.

 

Proceso de producción

Cada estudio o taller tiene su propio proceso de producción (Shin-Hansa, 30). Este se puede dividir en alrededor de siete a ocho pasos, pero pueden variar dependiendo del estilo, el diseño o el propósito del artista. Primero, se dibuja el boceto sobre papel mino-gami, papel parcialmente transparente para transferir la imagen a la madera. Segundo, se realiza el dibujo detallado. Tercero, se presenta al encargado para aprobación. Cuarto, se transfiere la imagen a la madera utilizando aceite de semilla de cáñamo para hacerlo transparente. Quinto, se cava el primer bloque de madera llamado bloque sumi. Sexto, se realiza la primera impresión de prueba. Esta se puede repetir las veces que sea necesario hasta obtener la impresión deseada (Shin-Hansa, p. 32). Si la obra es a color, se cava un bloque por cada color que se vaya a utilizar, los cuales podían llegar hasta 20 bloques o más para una sola ilustración, haciendo este paso el más largo y tedioso de todos (Department of Asian Art, 2000). Séptimo, se procede a imprimir en un papel de corteza interior de moreras ya que era un papel absorbente y lo suficientemente fuerte para soportar numerosos roces. Como último paso y el objeto de esta investigación, se aplica el brillo, técnica conocida como kirazuri.

Kirazuri

Tōshi Yoshida y Rei Yuki definen el kirazuri como “impresión de mica para obtener un tono plateado en el grabado” (1966, 168). Su traducción más sencilla es kira “brillo” y zuri “aplicación”. El uso en el ukiyo-e se hizo más frecuente para el siglo XVIII (Museum of Fine Arts, 2020). La mica no era utilizada como pigmento, si no como material para detallado. En algunos casos se mezclaba con pigmentos para lograr un efecto traslúcido. Al añadir estos pigmentos el nombre del método cambia: shiro-kirazuri (blanco), kuro-kirazuri (negro y gris oscuro) y beni-kirazuri (rojo). Existen tres formas de kirazuri: a) furikake (también conocido en español como “polvoreado” y es cuando se aplica polvo de oro, plata, cobre, latón o harina de arroz seca (Shin-Hansa,1990 p 34), escamas de pez o caracol; b) hakuoshi  (“frustrado o laminado” y es la aplicación de pan de oro o plata) y c) monogami o “arrugado” (técnica de arrugar el papel para producir grietas irregulares para luego cubrir únicamente con mica).

Bajo el kirazuri existen varios tipos o métodos de aplicación. Cuando la mica se mezcla con tinta se llama surikira; cuando se humedece la superficie para adherir el polvo de mica suelto para luego remover el exceso con la brocha mizakabe se le llama mikakira; mientras cuando la mica en polvo es mezclada con el aglutinante antes de la aplicación se le llama okikira (Yoshida & Yuki, 1966). Como aglutinante se utilizaba clara de huevo o pasta de arroz (Shin-Hansa, 1990). Luego de que la obra estuviera completada y la tinta ya seca, se humedecía el papel con el aglutinante utilizando la brocha tradicional mizubake (Yoshida & Yuki, 1966). Se polvoreaba la mica generosamente sobre el aglutinante aún fresco y se esparcía el polvo de este mineral con brochas llamadas haku-hake para cubrir la zona deseada (Shin-Hansa, 1990).

La mica utilizada con más frecuencia es la blanca, pero este mineral se forma en una variedad de colores que incluyen el amarillo, gris, marrón, verde, rosa y violeta. Mica es el término de un grupo grande de silicatos laminares (Hudson Institute of Mineralogy, s.f) y se conocen 28 especies de las cuales siete son de las formaciones más comunes. Moscovita (blanca, amarilla, perlado blancuzco), biotita (negra, gris oscuro), flogopita y vermiculita (marrón, amarillo, crema, perlado amarillento), paragonita (amarilla, blanca, plateada, perlada), lepidolita (rosa, violeta) y glauconita (verde, verde azul, verde amarillo) son las utilizadas para dar el famoso brillo del kirazuri. Se originan de depósitos de fluidos derivados de sedimentos con contacto directo y no directo con actividad magmática, siendo la glauconita la única encontrada en suelos marinos. La mica se forma en capas transparentes finas que permiten que la luz viaje entre ellas teniendo como causa el brillo (Dietrich, 2018). En la Figura 1 se presentan especímenes de mica con la variedad de formaciones utilizadas en el kirazuri.

Figura 1: Especímenes de mica
Fuente: Hudson institute of Mineralogy

Japón tiene cientos de depósitos de origen hidrotermal en donde se forma, eventualmente, la mica (Higashi, 2000). Este país ha estado minando desde el periodo Nara y Heian (710-1192), tres periodos antes del Edo (National Museum of Nature and Science, s.f.). Algunos de estos depósitos se encuentran en las prefecturas japonesas Shiga, Nagasaki, Ehime, Iwate, Hiroshima, Aishi, Wakayama, Kyoto, Hyogo, Gifu, entre otras (Hudson Institute of Mineralogy, s.f.). La dureza de estos tipos de minerales varía entre el uno al tres y medio dentro de la escala de dureza de gemas del uno al diez. Son relativamente suaves y se pueden pulverizar con poco esfuerzo. Todo esto hizo que la mica fuera lo bastante accesible para muchos artistas en estos periodos por lo que su uso, a pesar de ser una estrategia para llamar la atención del espectador y añadirle exclusividad, era muy común. 

Artistas que utilizaron la técnica Kirazuri

En la historia del arte siempre hay artistas que se destacan, se reconocen y se estudian por sus influencias en movimientos de arte dentro de periodos específicos. Si pensamos en Impresionismo, puede que uno de los primeros artistas que nos venga a la mente sea Vincent Van Gogh. En Japón, se dentacan artistas como Kitagawa Utamaro 1753-1806 (periodo Edo 1603-1868), Tōshūsai Sharaku -1825 (periodo Edo 1603-1868) e Ito Shinsui 1898-1972 (periodo Meiji 1868-1912, Taishō 1912-1926 y Shōwa 1926-1989). Fueron los artistas más reconocidos de sus epocas y quienes impactaron tanto el mercado del arte como las tendencias en las técnicas y estilos. Se mostrara una obra de cada uno de ellos en donde se puede observar el uso y aplicacion del polvo de mica.

En los retratos eróticos de Kitagawa Utamaro se encuentran representadas trabajadoras sexuales del distrito Yoshiwara, el cual estaba en el centro de la capital de Japón Edo, Kyoto, donde la prostitución era legal y protegida por el gobierno. No obstante, es importante notar que el hecho de que la misma estaba legalizada no significaba que era decisión de la mujer terminar en el distrito o casa de prostitución (Meurer, 23). La mujer en el ukiyo-e es considerada un objeto de admiración y deleite tanto público como personal. Como objeto en el sentido de que quiera o no, siempre será representada de forma sexual o sensual: encerrada en las casas de prostitución, antes, durante y después del coito, personificada en el teatro, lavando su cabello en la intimidad de su casa, durante su tiempo de ocio. En la Figura 1 es representada una mujer del distrito Yoshiwara; en el fondo de la obra se observa unas grietas y un leve brillo en el papel donde se encuentra aplicada mica blanca.  

Figura 2: Kitagawa Utamaro, Ten physiognomic types of women: Coquettish type, s. XVIII
Grabado en madera: Tinta y color con mica blanca sobre papel
Fuente: Library of Congress 

En los retratos de Tōshūsai Sharaku se representan actores de kabuki (teatro japonés). En este tipo de teatro los hombres solían hacer los papeles femeninos ya que para ese periodo no se le permitía a la mujer actuar. El artista vendía sus ejemplares frente al teatro antes, durante o después de las funciones, y hacía los retratos en un formato pequeño, manejable y de bajo costo para que cualquier persona pudiera adquirir un retrato de su personaje favorito de la obra presentada (Shin-Hansa, 1990). Al observar la Figura 2 podemos observar la mica gris o plateada en el fondo de la obra. 

Figura 3: Toshusai Sharaku, Actor de Kabuki Segawa Tomisaburo, 1794
Grabado en madera: Tinta y color con mica gris/plateada sobre papel
Fuente: Museo Nacional de Japón 

En cuanto a los retratos de Ito Shinsui, se encuentran representadas figuras femeninas un tanto sensuales. A diferencia de las representaciones de Kitagawa Utamaro, en estas se presenta a la mujer haciendo tareas cotidianas en las que no está sexualizada. En la Figura 3 se puede observar un cuadro amarillento en el fondo de la obra en donde se encuentra mica amarilla.

Figura 4: Ito Shinsui, Sasayaki (“A Whisper”), agosto 1954
Grabado en madera: Tinta y color con mica amarilla sobre papel
Fuente: Instituto de Arte de Minneapolis

 

Conclusión

Se podría decir que el proceso del kirazuri no es exclusivamente la aplicación de mica, sino que cualquier tipo de aplicación que conlleve destello o brillo como detallado en el ukiyo-e. Mientras que Tōshi Yoshida y Rei Yuki definen y especifican que el kirazuri es la aplicación del mineral de mica, con esta investigación se ha encontrado que abarca otros materiales como harina de arroz, polvo de concha, oro, plata, cobre y latón. En efecto, a estas obras costosas, exclusivas y comisionadas privadamente se les aplica la mica por estética y por estrategia de mercadeo, ya que la decisión de utilizar el método del kirazuri es tomada por los editores y no por los artistas. Todavía la mayoría de estos ejemplares con el acabado brillante se encuentran en colecciones privadas y listas de subastas, y siguen siendo valorados por de precios bastante altos. Así también, el uso de la mica se encuentra frecuentemente en retratos de actores de kabuki y bijin-ga, siendo estas las figuras más representadas y resaltadas por la misma ya que “se reservaban grandes extensiones de mica triturada para los fondos de bijin y estampados de actores” (Shin-Hansa, 1990).

 

Referencias

Department of Asian Art. (2000). Woodblock prints in the Ukiyo-e Style. En Heilbrunn Timeline of Art History. The Metropolitan Museum of Art.

Dietrich, R. V. (2018). Mica mineral. Britannica. https://www.britannica.com/science/mica

Higashi, S. (2000). Ammonium-bearing mica and mica/smectite of several pottery stone and pyrophyllite deposits in Japan: heir mineralogical properties and utilization. Science Direct, 15 www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0169131799000526

Hudson Institute of Mineralogy. (s.f.). Mica group: Mineral information, data and localities. Mindat.org. www.mindat.org/min-6728.html

Hudson Institute of Mineralogy. (s.f.). Muscovite from Japan. Mindat.org. www.mindat.org/locentries.php?m=2815&p=14488

Kazuhiro, K. (2004). A short history of the Ukiyo-e society of Japan. Impressions, 26, 94–105.

LeCroy, B. (2022). Gems on canvas: Pigments historically sourced from gem materials. Gems and Gemology, 58(3), 318-337. http://dx.doi.org/10.5741/GEMS.58.3.318

Meurer, J. (2020). Women in Ukiyo-e. (Publication no. 950) [Honors program thesis, Regis University]. Regis University Student Publications (comprehensive collection). https://epublications.regis.edu/theses/950/

Museum of Fine Arts, Boston. (2020, julio 26). Mica: Ukiyo-e colorant. The Conservation and Art Materials Encyclopedia Online. https://cameo.mfa.org/wiki/Category:Mica:_Ukiyo-e_colorant

National Museum of Nature and Science. (s.f.). Mining in the Edo Period. Google Arts and Culture. https://artsandculture.google.com/story/mining-in-the-edo-period-national-museum-of-nature-and-science/GwWxVjKjiOKAIQ?hl=en

Newland, A. R., & Uhlenbeck, C. (Eds.). (1990). Ukiyo-e to Shin Hanga: The art of Japanese woodblock prints. Mallard Press.

Yoshida, T., & Yuki, R. (1966). Japanese print-making: a handbook of traditional & modern techniques. Charles E. Tuttle.


Posted on December 23, 2023 .

The detriment of the air conditioning unit and ways to improve ventilation in tropical and arid architecture

El detrimento de la unidad de aire acondicionado y formas de mejorar la ventilación en arquitectura tropical y árida

Mauricio Luengo Ríos
Programa de Bachillerato en Diseño Ambiental
Facultad de Arquitectura, UPR RP

Recibido: 19/09/2023; Revisado: 04/12/2023; Aceptado: 12/12/2023

 

Abstract
The invention of the AC Unit by Willis Carrier changed how billions of people live worldwide. The commercialization of this invention led to the designing of architecture dependent on the AC Unit throughout tropical and desertic countries. Globalism introduced to developing nations the illusion of modernity, which led to the construction of unsustainable skyscrapers and shopping malls common in many countries. With the threat of climate change looming, passive ventilation and Vernacularism provide solutions that can create a more sustainable architecture.

Keywords: ventilation, air conditioning unit, architecture, modernity, vernacularism

Resumen
La invención del aire acondicionado por Willis Carrier cambió la forma en que viven miles de millones de personas en todo el mundo. La comercialización de este invento llevó al diseño de arquitectura dependiente de la unidad de aire acondicionado, aun en países tropicales y desérticos. El globalismo introdujo en las naciones en desarrollo la ilusión de la modernidad, lo que llevó a la construcción de rascacielos y centros comerciales insostenibles, comunes en muchos países. Ante la amenaza del cambio climático, la ventilación pasiva y el vernacularismo brindan soluciones que pueden crear una arquitectura más sustentable.

Palabras claves: ventilación, unidad de aire acondicionado, arquitectura, modernidad, vernacularismo

Introduction

One of the most important factors when creating the design of a new building as an architect, architectural designer, or engineer is ensuring the client's steady access and flow of fresh air within the building while protecting them from the elements. For these reasons, humans have devised solutions to keep either cold or warm in their buildings. As new technologies emerge, systems have been created to simulate cool or warm environments in places where such temperatures are virtually impossible. Architects foresaw the advent of these systems and designed buildings that require an A/C or HVAC system, especially in tropical countries. With the rejection of vernacular practices in favor of modern international architecture unsuitable for local climates worldwide, mechanical ventilation systems have become the standard for countries submitted to the illusion of modernity.

History of Ventilation in Warm Climates

The first form of ventilation appeared in ancient times as people needed to find a way to get rid of smoke created by fires in their huts to keep themselves warm. The most notable ancient climate control system being the radiant heating systems of ancient Rome, in which hollow tiles under the floor transmitted heat from stoves located in the peripheries of the building to smokestacks (Janssen, 1999). Most tropical and desert-based civilizations developed ways of combating the scorching heat by building structures that responded to the elements of their climate, leading to the development of vernacular architecture. As European countries occupied territories worldwide, architects began to adapt European design standards to make living more comfortable for the new occupants. Such examples may be observed in colonial architecture around Asia, Africa, the Caribbean, and the Southern US. In these houses, ' designs were adapted and built with front porches, large windows, and high ceilings, and coated with white paint or plaster to keep fresh air in an inhospitable climate due to heat or humidity. Nobody expected that design would be changed with the invention of a machine that changed how humanity lived.

The Invention of the AC Unit

The first air conditioning unit was patented by Willis Haviland Carrier in 1902. It was originally conceived to solve a humidity problem at a printing plant in New York City. This first air conditioning unit turned hot air into cool air by sending it to coils of cool water while removing moisture to control humidity. Later, as technology advanced, the Carrier Air Conditioning of America would create a model that would serve as the basis of modern-day air conditioning units (Varrasi, 2011). These new units use electricity to power these devices, turning hot air from outside into cool air. The fact that new technology was created to prevent hot air from ever entering a building while keeping its interior as cool as its owner sees fit revolutionized the way humans settled and developed architecture in the twentieth century and beyond.

The Post-War, Suburbanization, and Modular Low-Cost Housing

As the Second World War concluded, many Western countries, specifically Europe, began constructing buildings in glass and concrete to reconstruct major European cities from the devastation caused by the war. This new architecture was made of cheap materials that retained heat, only released at night, creating an Urban Heat Island Effect (EPA 2023). These structures were also built with low ceilings, which prohibits air from going up to a higher place, trapping the heat inside the structure, which is a problem as, in the future, both America and Europe will suffer warmer summers. The decrease in window sizes was also present, prohibiting the entry of cool air. As a result, buildings would have to be cooled in the summers and warmed in the winters using artificial systems. As the Cold War advanced and new economic theories were created, modernist architecture gained traction throughout the many countries of the developing World.

Globalism and the Illusion of Modernity

During the end of the twentieth century, the old ideologies of the Second World War died out as the Socialist Bloc collapsed, starting with the fall of the Berlin Wall in 1989 and the Collapse of the Soviet Union in 1991. This led the Western Capitalist nations to gain a world hegemony and spread neoliberalism throughout the World. This led to the development of a new global supply chain, as large corporations outsourced their manufacturing jobs to low-income countries, bringing in new wealth for many people. The agricultural and medical revolution of the mid-twentieth century led to an exponential growth in the population of these territories, as people in low-income countries produced more offspring as they became healthier, had better access to food, and gained sexual consciousness.

Most of these new infrastructures built in developing countries were designed in the international and post-modern styles, ignoring their locations’ climactic and environmental conditions. For example, the large glass structures seen in desert cities such as Dubai and tropical cities such as Singapore and Kuala Lumpur attract heat as it gets trapped in the glass that makes up the facade of the building, thus making its surrounding area hotter than the actual climate of the city, causing the Urban Heat Island Effect (EPA, 2023). This predicament calls for mechanical ventilation, which led to the introduction of AC units to these buildings to keep a cool microclimate inside these steel and glass furnaces.

These structures were erected as developing countries fell into the illusion of modernity, which implies that, for a country to be considered modern or “developed," its infrastructure should resemble the infrastructures of economically dominant nations for further development and economic progress. This way of thought is partly true, as many countries that have adopted modern structures have gained global popularity due to this practice and a large influx of tourists and businesses that have helped diversify their respective economies and create jobs. On the other hand, this is just an illusion that tries to hide the large economic disparity in the developing World, as many people crowd themselves into slums surrounding large cities. At the same time, the wealthy minority lives in luxury apartments situated in glass and steel towers. This means that many people living below the poverty line were not able to afford AC units, instead having to resort to living in dense slums that don’t have electricity services to run any type of artificial ventilation due to population increase and taxpayer refusal to subsidize electricity for the poor (Rutu et al., 2019). This practice of cookie-cutter housing is also commonplace in suburban development projects in Latin American countries such as Puerto Rico, where low ceilings, small windows, and heat-attracting cement have made it virtually impossible to enjoy good ventilation, thus creating the necessity of air conditioning units inside residential structures, which come at a hefty price for the electric bills of many.

High Electricity Consumption

World's population is happening mainly in developing countries, which means that most of the planet’s people are dependent on artificial cooling systems that are powered by electric energy, even in portions of developed countries such as most of Australia and the American states of Arizona, New Mexico, and Southern California. This means that, as more people live in humid climates such as those of India and Southern China and arid climates such as most of the Middle East and Northern Africa, more people will pay copious amounts of money for electricity to keep their homes cool. If one were to run a window AC unit at total capacity, the cost could range from six to thirty-six cents an hour, with an average of ten cents. Monthly, the costs would add up from $3.82 to $35.57 per month, which makes for an annual cost of $46.50 to $432.75 a year. It is estimated that in the US, air conditioning usage comprises 8.2% of the average household's electric bill (James, 2023). Suppose one considers the significantly lower income in less-developed countries, which are majorly located in the hotter, more humid, and arid southern hemisphere. In that case, this expense is an economic burden to the primarily low-income households that inhabit these territories.

Other than the high costs that come with high electricity consumption levels, it also places a heavy burden on many countries' electric infrastructures. It is said that central air conditioners and mini split AC units can consume from 0.48kW/h to 5.14kWh. Larger, 6-ton or SEER AC Units can consume up to 3.75kWh of electricity (Poed & Learn Metrics, 2022). That does not sound like much, but when those numbers are added up to a large population, billions upon billions of kilowatts are wasted due to electricity consumption from AC units. It is estimated that in the United States, 235 billion kWh were used by American households (Poed & Learn Metrics, 2022). This is worrying because most electric systems in developing nations are not on par with the needs of their population, as they do not have enough resources as developing nations have and do not have enough spending power to implement new energy-efficient technologies that can help sustain a robust electric system. For this reason, these countries have no choice but to use cheap sources such as coal and natural gas to power up their already small and feeble electric systems—which leads, in turn, to the creation of fossil fuels that harm the planet.

Climate Change

High energy consumption levels exacerbate the climate crisis the globe is currently facing, as most countries are still using fossil fuels to power up their homes and businesses. Even though the planet's population has lowered its fossil fuel consumption, from 94.5 percent in 1970 to 79.7 percent in 2015 (World Bank, 2014), there is still a way for humanity to reach a sustainable carbon footprint. Coal, oil, and gas are still primarily used, as 77 percent of the planet’s energy consumption was sourced from these materials in 2021 (Truman, 2023). Combined with other environmental and behavioral factors, these fuels create a significantly hotter environment, as heat waves of record temperatures have been plaguing temperate countries, which means that people in hotter climates will suffer more in these heat waves. These heat waves have also catalyzed many more severe health problems.

The increase in hot temperatures throughout the planet also contributes to the melting of ice caps and glaciers in the northern and southern poles, which lead to rising sea levels. One city suffering from this effect is Miami, Florida, which has built a metropolis of concrete, glass, steel, wood, and gypsum board on terrains six feet or less below sea level, making up 56% of Miami-Dade County's land. The Southeast Florida Regional Climate Compact warns that in the next century, sea levels can rise from three to eight feet, making over half of the land in the county uninhabitable (Rivero, 2023). This is due to poor infrastructure practices, such as changing the local terrain to fit humanity's needs by building canals, highways, large suburbs, and other unsuitable projects for tropical climates. This includes houses and buildings built from the perspective of Northern, cooler climates that rely on air conditioning to function in the area. Rising sea levels are not the only threat to the quality of life in these warm climates, as rising heat also accompanies increased natural disasters.

Natural disasters and extreme weather events have increased in severity as the planet suffers from man-made climate change. Hurricanes, typhoons, and rainstorms become more severe, causing billions of dollars in damage costs. The World Meteorological Organization has reported that a total of 3.6 trillion US dollars have been lost due to damage costs related to natural phenomena and a total of 2,064,929 deaths related to natural disasters (WMO, 2021). Many of the structures in these disasters are often lost to mass floodings and large gusts of wind. As a result, their inhabitants may need more than water and electricity to live through prolonged amounts of time. These problems are rooted in how people design their living spaces, as they might design structures unsuitable for resisting the elements and surviving the aftermath of such catastrophes. For these reasons, there must be an overhaul in how ventilation is considered in the architectural design of the places suffering the worst of the climate crisis.

Humanity must change how they live and consume water, food, and, most importantly, electricity if the climate crises are to be subverted. The first way to change people’s lifestyles is to transform the spaces that humans live in into spaces more suitable for nature, climate, and people's overall health. The first step that should take place is to completely reform how the modern man ventilates his buildings, from switching from electricity-dependant AC units and HVAC systems to forms of natural ventilation to better suit his climate. Many natural, historical, and vernacular solutions can serve as a guide to reform the ventilation design in spaces, especially in countries and regions with hot and arid climates.

Natural Ventilation

Understanding how natural ventilation works and behaves is an important step to improving the architecture of tropical and arid homes to break from the dependence on mechanical ventilation. There are two main types of natural ventilation. The first one is wind Ventilation, in which wind forces and pressures are used to ventilate an architectural structure. This is achieved by openings in the building, such as windows and doors, strategically placed and scaled to get the maximum amount of fresh air. The other type of natural ventilation is buoyancy-driven, emphasizing the air density inside the structure. As cool air enters the building, it becomes less dense as it becomes separated from the exterior of the building, making it warmer, thus rising to a higher place in the building, which is supposed to have an exit for warm air, such as a clerestory or roof window, making the structure's interior cooler. There are many ways to design spaces that maximize natural ventilation to achieve a cooler building without artificial methods.

How windows are placed relative to a building's inner structure is one of the most important factors when designing buildings with natural ventilation, as designing larger windows and emphasizing window placement can help cool the house without any electricity. Shorter distances result in better ventilation, as if the space is too large, the wind will weaken before traveling from one side to another. It is best to have the large space be placed perpendicular to the prevailing wind and to have smaller room. An overlooked method for natural ventilation in modern architecture is the placement of a courtyard in the center of the house. This allows wind to travel shorter distances and hot air to escape the building through a central space.

The structure's height is also an important factor that can help cool a building without artificial ventilation. This can be achieved using high ceilings, which attract the warm air to the top of the structure as air density decreases, keeping heat from interacting with the cool air on the structure's floor (Holder, 2022). This practice has been made obsolete as cost-measuring standards have been put in place in many parts of the World. One solution is to increase height standards from eight to ten or twelve feet, as hot air can escape from the ground without interfering with the cool air below. Even with solutions that can be applied to modern styles popular around the World, there are local solutions that can help solve the ventilation dilemma.

Vernacular Solutions

As the illusion of modernity has plagued many developing countries, inhabitants of developing countries have started to abandon local solutions to deal with heat. Examples of vernacular practices worldwide exist within the original architecture of the many cultures that inhabit humid and arid climates. These solutions must apply to the design of new structures as a restoration of the local architecture or adaptation to fully fit modern style standards.

The Middle East and Northern Africa are some of the most arid regions on the planet, which require their people to design structures that would keep them cool in harsh environments. This adaptation resulted in the surge of the Malquaf in Egypt and Iran. The Malquaf comes in two forms: a triangular-shaped shaft spurting out of the building and the form of a tower topped with arches and wooden logs acting as vents. In a traditional Middle Eastern structure, cool air from the prevailing winds enters the windcatcher, another name for the structure, and travels to ground level like a chimney. Hot air comes out through clerestories located in a lower tower or a courtyard, using high ceilings and other practices to its advantage (Sakr, 2011). This form of ventilation is so sustainable that it has been adapted to use in modern architecture, as it has been implemented in arid areas in Australia, for example, and has been recovered in the Middle East.

Vernacularism holds sustainable solutions to the problem of modern ventilation dependency since such solutions respond to the area's local climate, as every part of the World has different climates, temperatures, wind directions, and ecosystems, to which each culture tries to respond. By combining vernacular solutions with other solutions mentioned before, such as the use of natural ventilation and developing new building standards, and the dependency on air conditioning units in tropical and arid lands will slowly die off in favor of more sustainable solutions.

Conclusion

As the climate crisis gets more severe, it is paramount that people be educated about the benefits of natural ventilation over the AC unit. This also must be addressed in higher institutions that influence architectural culture, such as academia and international architectural boards. Through adopting vernacular and passive solutions, changes in standards, and passive ventilation methods, dependency on the AC unit will decrease, and architectural ventilation in tropical and arid countries will find itself in a better position than it is today. By opening the minds of architects, architecture students, and other professionals alike, we can learn from our mistakes and work together to find solutions for a better, more sustainable future.

 

References

James. (2023, April 14). Cost to run window ACS [1,037 units studied: cheapest revealed + calculator]. Eco Cost Savings. https://ecocostsavings.com/cost-to-run-window-ac/

Janssen, J. E. (1999). The history of ventilation and temperature control. Ashrae Journal, 41, 47-52.

LearnMetrics. (2022, July 9). How much electricity (kwh) do air conditioners use? (calc + chart). https://learnmetrics.com/how-much-electricity-kwh-do-airconditioners-use/

Rivero, N. (2023, March 11). Miami’s hidden high ground: what sea rise risk means for some prime real estate. WUSF. https://www.wusf.org/environment/2023-03-11/miamis-hidden-high-ground-what-sea-rise-risk-means-for-some-prime-real-estate

Rutu, D., Smyser, C., & Koehrer, F. (2019). The bottom line where and how slum electrification succeeds: A proposal ... Live Wire. https://documents1.worldbank.org/curated/ar/682681560515584101/pdf/Where-and-How-Slum-Electrification-Succeeds-A-Proposal-for-Replication.pdf

Sakr, A. (2011). The vernacular architectural ventilation techniques in hot‐dry climates [Master’s thesis, University of Queensland]. https://doi.org/10.13140/RG.2.1.2728.9126

The World Bank. (2014). Fossil fuel energy consumption (% of total). https://data.worldbank.org/indicator/EG.USE.COMM.FO.ZS?end=2015&start=1960

Truman, D. (2023, March 10). Charted: Global energy consumption by source, and carbon emissions (1900-2021). Visual Capitalist. https://www.visualcapitalist.com/cp/charting-consumption-production-fossil-fuels/

United States Environmental Protection Agency (EPA). (2023). Reduce urban heat island effect. https://www.epa.gov/greeninfrastructure/reduce-urban-heat-island-effect

Varrasi, J. (2011, June 6). Global cooling: The history of air conditioning. The American Society of Mechanical Engineers. https://www.asme.org/topics-resources/content/global-cooling-the-history-of-air-conditioning

World Meteorological Organization. (2021, September 9). Weather-related disasters increase over past 50 years, causing more damage but fewer deaths.   https://public-old.wmo.int/en/media/press-release/weather-related-disasters-increase-over-past-50-years-causing-more-damage-fewer

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Posted on December 23, 2023 .

¿Quién está en el hogar? Un acercamiento a la población urbana del Naguabo de 1910

 Who’s at home?  Approaching Naguabo’s urban population in 1960 

 

Valeria L. Jaime Hernández 

Departamento de Sociología y Antropología 

Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

 

Recibido: 19/09/2023; Revisado:  28/11/2023; Aceptado: 5/12/2023 

Resumen 

Esta investigación utilizó el censo de 1910 Puerto Rico para estudiar las labores que se llevaban en el interior de las casas y quiénes las realizaban. La muestra corresponde a las familias que vivieron durante 1910 en la calle Celis y la calle Acosta del municipio de Naguabo. La investigación concluye que predomina la presencia de mujeres en el espacio doméstico, tantos aquellas que realizan los quehaceres de sus casas como las empleadas en casas particulares o que trabajaban por cuenta propia. Los datos también presentan un porcentaje significativo respecto a la presencia de niños y niñas en los hogares.  

Palabras claves: Naguabo, censo, trabajo doméstico 

Abstract 

This research used the 1910 census of Puerto Rico to study the tasks carried out inside the houses and who performed them. The sample corresponds to the families that lived during 1910 on Celis Street and Acosta Street in the municipality of Naguabo. The research concludes that the presence of women in the domestic space predominates, as many were doing housework, being employed in private homes, or working from their own households. The data also present a significant percentage regarding the presence of boys and girls in homes. 

Keywords: Naguabo, census, domestic work 

 

Introducción 

Durante 1915, en el municipio de Naguabo ocurrió un incendio que se originó en las calles Acosta y Celis, ubicadas en el casco urbano. El incendio fue de tal magnitud que impactó la plaza de recreo y al menos 175 casas (Boletín Mercantil, 1915). Dicho evento provocó la reconstrucción de varios edificios que rodean el casco urbano. El interés de esta investigación es explorar cuáles fueron las posibles dinámicas domésticas que se dieron en los espacios de viviendas del casco urbano de Naguabo. Sin embargo, no se puede perder de perspectiva que los resultados de la investigación no son representativos de la totalidad de individuos que vivieron en la zona urbana del Municipio.  

El espacio geográfico de esta investigación está ubicado en las calles Celis y Acosta del municipio de Naguabo, mientras que el marco temporal corresponde a 1910. El propósito principal del estudio es indagar sobre los trabajos que se llevaban a cabo en el hogar por medio de los datos presentados en el censo decenal correspondiente a 1910. De igual forma, se utilizaron las variables relacionas al género y la edad para conocer quiénes se encontraban en los espacios de vivienda. 

El objetivo general de esta investigación es examinar las ocupaciones registradas en el censo de 1910 que se ejercían en las casas; mientras el específico, identificar qué personas realizaban las ocupaciones que tomaban lugar en las casas según el censo de 1910 tomando en consideración el género y la edad de los individuos.  

Contexto histórico 

De acuerdo con López Cruz (2005), la familia es un concepto universal y diverso; se comporta como grupo, sistema e institución. Históricamente, sus funciones han sido dirigidas a satisfacer las “necesidades biológicas, económicas, educativas psicológicas y legales de los individuos y la sociedad” (López Cruz, 2005, p.6.). Es dentro del espacio doméstico donde la familia facilita la socialización de sus miembros y genera diferentes tipos de sistemas de alianza. También, una de las funciones económicas de los grupos doméstico consiste en el intercambio de bienes materiales, culturales o simbólicos. Sin embargo, con la aparición de la sociedad industrial y los hogares de las clases trabajadores, la función pedagógica y productiva del espacio doméstico poco a poco fue disminuyendo. De manera similar, todos los miembros del grupo debían buscar la forma de conseguir ingresos para el hogar (Segalen, 1988). 

En el caso de la familia puertorriqueña de inicios del siglo XX, López Cruz (2005) argumenta que esta presentaba una estructura patriarcal en la que el hombre era la figura de autoridad y quien manejaba los recursos de la familia. También relacionado con la producción industrial, la familia se fue trasformando en una unidad de consumo. Es durante esta época cuando las mujeres se van insertando poco a poco en el espacio de trabajo remunerado; este tipo de trabajo podía llevarse a cabo tanto dentro como fuera del hogar. De acuerdo con Dietz (1989), esto implicó un cambio en las estructuras sociales en la isla.   

Para propósitos de esta investigación, se estarán evaluando quiénes realizaban trabajo dentro de las casas en dos calles del casco urbano del municipio de Naguabo: las calles Celis y Acosta. El interés por seleccionar estos espacios responde a un incendio que se reportó durante 1915 en la zona. La Figura 1 presenta el reportaje de periódico en la que identifican las calles mientras que la Figura 2 muestra la localización de estas en relación con la plaza. El plano de la Figura 2 corresponde a 1920, ya que fue el que se encontró más próximo al año 1910. Gracias a las aportaciones de Cintrón Ferrer (1990) y Rosario Natal (1984) se conoce que una de las problemáticas que Naguabo se asociaba a su ubicación geográfica. Debido a las fuertes inundaciones y efectos de los huracanes en la zona, el casco urbano fue relocalizado en 1820 a donde se encuentra actualmente, ya que estos elementos impactaban la salud, producción y estabilidad económica de los naguabeños. 

Figura 1: Fragmento del informe del incendio, 1915 

Fuente: Boletín Mercantil de puerto Rico 

Figura 2: Plano del Pueblo de Naguabo, 1920 

Fuente: Archivo General de Puerto Rico

Metodología 

La fuente primaria de esta investigación cuantitativa es el censo de 1910 (United States Bureau of the Census). Específicamente se utilizaron datos sobre las calles Celis y Acosta, ubicadas en el casco urbano del municipio de Naguabo. Se seleccionaron estas calles ya que fueron de las más afectas durante el incendio que ocurrió en 1915. Aunque no se conoce para esta investigación la expansión del incendio, la calle Celis fue una de las más impactadas, e incluso se expandió hasta la plaza por el lado de la calle Muñoz Rivera.  Podemos interpretar que una porción significativa de las viviendas ubicadas en estos espacios fue destruida.  

Para realizar el estudio se transcribieron las primeras tres plantillas de censo disponibles para cada calle. Luego, se procedió a seleccionar aquellas personas cuya ocupación o lugar de trabajo estuviese identificado como “en casa” o “casa particular”. Como parte del procesamiento de información, las variables dependientes fueron el sexo y la edad de los individuos que ocupaban el espacio de las casas. Las edades fueron agrupadas en 0-5, 6-11,12-18, 18-26, 27-59 y 60 años o más. El propósito de esto fue presentar las diferentes etapas del ciclo de vida de las personas, es decir, diferenciar los infantes, niños, adolescentes, jóvenes adultos, adultos y aquellos en la vejez. La muestra recopila la información correspondiente a 97 personas, representando 34 familias.  

Por otra parte, para interpretar y contextualizar la información, se realizó una revisión de literatura. Para esto, se consultaron las bases de datos digitales del Sistema de biblioteca de la Universidad de Puerto Rico, al igual que algunas tesis disponibles en la Colección puertorriqueña. Otras plataformas consultadas fueron Isuzu y archive.org para consultar el censo y el Archivo digital de Puerto Rico para consultar mapas.  

Hallazgos  

La Tabla 1 muestra las ocupaciones que se reportaron en el censo como realizadas en casa y casa particulares. La primera columna presenta el tipo de ocupación, la segunda la cantidad de mujeres que la realizaban y a tercera la cantidad de hombres. También se presenta la sumatoria de personas que tenían cada ocupación.

Tabla 1: Distribución de tipo de ocupación según el genero 

Fuente: Elaborado por la autora a partir de Censo E.E.U.U. 1910 

De acuerdo con lo reportado en el censo, predominan las mujeres que realizaban el quehacer de casa y aquellas personas cuya ocupación solo estaba identificada como “en casa”. Todas las personas cuya ocupación fue registrada como “en casa” eran menores de 11 años. Por otra parte, las demás ocupaciones eran realizadas por mujeres, con excepción de los sirvientes. Para esta variable se reportaron 6 mujeres que eran sirvientes y 4 hombres.  

La Figura 3 presenta el porcentaje por grupos de edad según la muestra: predominan los niños y niñas de 0-5 años (26,8%) y las personas adultas de 27-59 años (26,8%). 

Figura 3: Distribución de porcentaje por la edad  

Fuente: Elaborado por la autora a partir de Censo E.E.U.U. 1910 

Discusión 

Previo a la discusión de los hallazgos, hay que recalcar que la muestra que utilizamos es limitada y por tanto no replica la totalidad de las personas que vivieron en las calles Celis y Acosta, y mucho menos son representativas del casco urbano del municipio de Naguabo. De acuerdo con los datos obtenidos, la presencia de la mujer predomina en el espacio doméstico, sin embargo, no es un espacio exclusivo ya que también se encuentran hombres, en un número reducido, La muestra reporta hombres trabajando en el área doméstica, específicamente como sirvientes, siendo dos de estos empleados. Aunque se identificaron cocinera, planchadoras lavanderas, costuras y sirvientes, la ocupación predominante fue aquella asociada a los quehaceres de la casa. En cierta medida, el censo de 1910 reconoce este tipo de labor como trabajo, aunque no sea renumerado. Colon Warren (2004) argumenta que, debido a que este tipo de trabajo no genera ingreso, quienes los realizan han quedado invisibilizados ante una sociedad que depende de la compra y venta de materiales para satisfacer sus necesidades, pasando por alto el rol de ese espacio doméstico en los procesos de socialización.  

Por otra parte, entendiendo el contexto económico de la época, varias mujeres debían encontrar formas de generar ingresos, ya fuera para complementar los ingresos del hogar o porque eran las jefas del hogar. Por tanto, el generar ingresos desde el hogar facilitaba el poder realizar los quehaceres de la casa simultáneamente. En este particular Dietz (1989) argumenta que, durante los primeros años de presencia estadounidense, los niveles de desempleo aumentaron considerablemente entre la población masculina. La población femenina se hizo de un espacio laboral en el área doméstico, pudiendo complementar sus tareas del hogar con ingresos. Estos elementos se vuelven pertinentes también en estudios relacionados a la familia ya que para autoras tales como López Cruz (2005) los elementos de clase, economía y género se intersecan y están interactuado constantemente, particularmente ante el cambio promovido por la política capitalista estadounidense (López Cruz, 2005).  

De igual forma, es significativa la presencia de niños en el hogar, quienes a su vez pudieron apoyar las tareas que se realizaban en el interior de sus casas. Segalen (1986) menciona que, dentro de la familia, cada miembro tenía tareas por cumplir. Es decir, que las mujeres fueran quienes estaban registradas como las ejecutoras de tareas específicas no es sinónimo de exclusividad. Dentro de las tareas domésticas, se encuentran la preparación de alimentos, limpieza del espacio, el lavado y planchado de ropa, el cuidado de los más pequeños del hogar, entre otras. Ante la diversidad de tareas, es altamente probable la colaboración de niños y niñas en la realización de labores domésticas. Por consecuencia, esto nos invita a cuestionarnos los roles de género puesto que, si todos los infantes eran masculinos, ¿quiénes estarían colaborando en las labores del espacio doméstico? 

Los datos presentados se vuelven relevantes ya que en una futura investigación arqueológica se pudieran encontrar materiales relacionados a las labores que tomaran lugar en el interior de la casa. A su vez, a pesar de la información que el censo provee, este no pierde su carácter de producción cultural (Fliess, 2000; Senatore & Zarankin 2005). Entre estos materiales podremos encontrar, por ejemplo, planchas para la ropa, dedales, agujas y cacerolas. Sin embargo, también pudieran encontrarse materiales para cada grupo demográfico tales como joyería, accesorios personales, o en el caso de niños y niñas, material escolar o incluso juguetes. El hogar es donde posiblemente estas personas construían su cotidianidad y pasaban la mayor parte del tiempo. Por tanto, deben quedar rastros de las actividades que realizaban. Esto incluye el trabajo, la educación, alimentación, el ocio y entretenimiento. 

Por otra parte, Cintrón Ferrer (1990) y De Córdova (1968) destacan la influencia de inmigrantes de diversas nacionalidades en Naguabo. Principalmente, la revisión de literatura destaca el impacto de estos en el comercio y la economía del municipio. Sobre este particular, las aportaciones de Úbeda y Delgado (1998) y Rosario Natal (1984) se vuelven relevantes ya que permiten conocer parte de los comercios y producciones que permitían la movilidad económica en el municipio. Por tanto, recordando que el área seleccionada en este estudio se encuentra en el casco urbano y próximo a la plaza de recreo, áreas consideras como el centro de actividad humana e intercambio (Schlafer Román, 1998; Sepúlveda, 2004), se pudiera utilizar el censo para investigar con una muestra más amplia sobre las etnicidades y demás ocupaciones de los naguabeños que vivían en esta zona. De esta manera, se pudieran identificar qué rol fungieron en la economía del municipio. 

Otras líneas de investigación pudieran ir dirigidas a identificar la presencia de hombres que trabajaban en el espacio doméstico. En esta investigación se identificaron cuatro; en una muestra más amplia existen mayores posibilidades de identificar si hubo presencia masculina realizando tareas domésticas. De acuerdo con Pérez Rosado (2017), los trabajos domésticos han sido altamente feminizados. Una investigación de esta índole permitiría cuestionar dicha postura. De igual forma, en el caso de argentina, Wainerman (2002) presenta que, ante las circunstancias socioeconómicas y la inserción de la mujer en el mercado laboral, las tareas distribuidas por género se ven alteradas, cuestionando así las narrativas de reconocer el espacio privado como espacio de mujeres y el espacio público como espacio de hombres. El censo también es una herramienta que puede permitir explorar si las propuestas de Wainerman (2002) son aplicables a Puerto Rico. 

Conclusiones 

El espacio dentro del hogar ha sido considerado históricamente en nuestra cultura puertorriqueña como un lugar dominado por mujeres. Los datos recopilados del censo decimotercero de los Estados Unidos para Puerto Rico, específicamente en las Calles Celis y Acosta del municipio de Naguabo demuestran que sí existe una mayor presencia femenina en el espacio doméstico. Sin embargo, también se registró presencia masculina. Por otra parte, se encontró que en los hogares existió un porcentaje significativo de niños y niñas menores de edad en los hogares seguido por mujeres en edad adulta.  

Esta investigación propone que el conocer de antemano las tareas que se realizaban en espacios específicos y las personas que habitaban ellos ofrece indicadores y permite generar preguntas sobre los posibles hallazgos en investigaciones arqueológicas. De manera similar, cumpliendo con el carácter de Ciencia Social de la Arqueología, se propone el cuestionamiento de las narrativas tradicionales de relacionadas a los roles de género, principalmente en el espacio doméstico, desde perspectivas arqueológicas.  


Referencias 

Cintrón Ferrer, M. (1990). Los grandes comerciantes de Naguabo de 1865-1875: domino económico extranjero. [Tesis de maestría no publicada]. Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.  

Colón Warren, A. E. (2004). Introducción.  En M. E. Enchautegui (Ed.), Amarres en el trabajo de las mujeres: hogar y empleo (pp. 75-157). Oficina de la Procuradora de las Mujeres.  

De Córdova, P. T. (1968). Memorias geográficas, históricas, económicas y estadística de la Isla de Puerto Rico (Vol. 2). Instituto de Cultura Puertorriqueña.  

Dietz, J. L. (1989). Historia Económica de Puerto Rico. Ediciones Huracán, Inc.  

El incendio de Naguabo. (1915, 16 de febrero). Boletín Mercantil de Puerto Rico, (39), 12. https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn91099739/1915-02-16/ed-1/seq-12/ 

Fliess, K. H. (2000). There’s gold in them thar—documents? the demographic evolution of Nevada’s Comstock, 1860 through 1910, and the intersection of census demography and historical Archaeology. Historical Archaeology, 34(2), 65–88.  

López Cruz, N. (2005). La familia: un enfoque interdisciplinario. Publicaciones LiLo, Inc.  

Pérez Rosado, J. (2017) Diferencias de una minoría: diversidad en los oficios de las mujeres de dos barrios de San Juan, Puerto Rico, en el 1910. Revista [IN] Genios, 4(1), 1-16. https://www.ingeniosupr.com/vol-41/2017/12/1/diferencias-dentro-de-una-minora-diversidad-en-los-oficios-de-las-mujeres-en-dos-barrios-de-san-juan-puerto-rico-en-el-1910 

Plano del Pueblo de Naguabo. (1920). Mapoteca (Gaveta 18, Plano 370), Archivo General de Puerto Rico. https://archivonacional.com/PL/1/1/2754 

Rosario Natal, C. (1984). Naguabo: notas para su historia. Oficina Estatal de Preservación Histórica de La Fortaleza. https://issuu.com/shpopr/docs/notas_para_su_historia_naguabo 

Schlafer Román, E. V. (1998). Evaluación arqueológica fase 1: remodelación de la plaza de recreo, Naguabo, Puerto Rico. Programa de Arqueología, Instituto de Cultura Puertorriqueña. 

Senatore, M. X., & A. Zarankin. (2005). Arqueología histórica y sociedad moderna en Latinoamérica. Gabinete de Arqueología Boletín, 4(4),104-112.Segalen, M. (1986). Historical anthropology of the family. Cambridge University Press.  

Sepúlveda, A. (2004). Puerto Rico urbano: atlas histórico de la ciudad puertorriqueña (Vols.1-4). Carimar. 

Úbeda y Delgado, M. (1998) Isla de Puerto Rico: estudio histórico geográfico y estadístico de la misma. Academia Puertorriqueña de la Historia.  

United States Bureau of the Census. (1982). 13th Census 1910 Porto Rico, vol. 36 Naguabo y Patillas, pp. 885-1,749. https://archive.org/details/thirteenthcensus1773usce/page/n884/mode/1up?view=theater 

Wainerman, C. (2002). Familia, trabajo y género: un mundo de nuevas relaciones. Fondo de Cultura Económica de Argentina, S. A.  


Posted on December 23, 2023 .

Friend or foe? The role of regional organizations in the hegemonic ambitions of China and Russia

¿Amigo o enemigo? El rol de organizaciones regionales en las ambiciones hegemónicas de China y Rusia  

 

Cristina Torija García  

Departamento de Ciencia Política 

Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP 

 

Recibido: 17/09/2023; Revisado: 22/11/2023; Aceptado: 29/08/2023

 

Abstract 

Do regional organizations support or undermine great powers' hegemonic ambitions? How do their hostilities affect regional organizations? To answer these questions, this article analyzes China-ASEAN dynamics after the Scarborough Shoal standoff and Russia-CIS relations after the Russo-Georgian War. I hypothesize that CIS supports Russia’s ambitions in the “post-Soviet region,” ASEAN unity threatens China’s interests, and the chosen incidents disrupted cohesion inside both organizations. Using text analysis, I find mixed support for these hypotheses. Despite observing that CIS supports Moscow’s ambitions, China rejects third-party intervention, and the standoff disrupted ASEAN consensus, the war caused no visible reaction inside CIS. 

Keywords: International Relations, hegemonies, regional organizations, Russia, China 

Resumen 

¿Las organizaciones regionales consolidan o socavan las ambiciones hegemónicas de grandes potencias? ¿Cómo afectan sus acciones hostiles a organizaciones regionales? Este artículo analiza las dinámicas China-ASEAN después del incidente del Atolón de Scarborough y Rusia-CEI tras la Guerra Rusa-georgiana. Mi hipótesis plantea que CEI apoya las ambiciones rusas en la región “pos-soviética”, la unidad en ASEAN amenaza los intereses chinos y los incidentes escogidos perturbaron la cohesión en ambas organizaciones. Se encuentra que CEI apoya las ambiciones rusas, China rechaza la intervención de terceros y el incidente alteró el consenso en ASEAN, la guerra no tuvo efectos en el CEI. 

Palabras claves: Relaciones Internacionales, hegemonías, organizaciones regionales, Rusia, China  

Introduction 

Inside the field of International Relations (IR), the importance and effectiveness of international organizations (from here on IOs) has long been a controversial topic. There is no better proof of this than the persistent debate between the two dominant IR paradigms in the North American academic field: liberalism and realism. Neoliberals argue that IOs allow states to achieve their interests through cooperation and maintain a lasting peace between them (Axelrod & Keohane, 1985; Keohane & Martin, 1995). In opposition, realism, and its variants give little importance to IOs because the international system is inherently anarchic, where competition and mistrust prevail between states (Waltz, 2000). However, for the English School, a theoretical approach largely unknown in North American academia, an IO’s effectiveness depends on the primary institutions – a set of practices and rules that dictate relations between 2 or more states – that regulate it (Stivatchis, 2017). This perspective offers us a more sensitive analysis of the historical dynamics between states and their regional contexts, allowing for a more complex but complete understanding of the role of IOs. Thus, an IO can be a "friend" or "foe," depending on the primary institutions that rule it. 

This research project centers around the following questions: 1) Do regional organizations support or undermine the hegemonic ambitions of great powers in their region? and 2) How do hostile actions by these regional powers affect IOs in the region? To answer these questions, I analyze the dynamics between China and the Association of East Asian Nations (ASEAN) after the Scarborough Shoal incident in 2012 and those between Russia and the Commonwealth of Independent States (CIS) after the Russo-Georgian War in 2008. In recent decades, the South China Sea has been a hot spot, with skirmishes erupting sporadically between the states that court its resource-rich and strategically well-placed shoals, including China and ASEAN member states. The Scarborough Shoal standoff was one of these instances and proved how ill-equipped ASEAN is to deal with these disputes. At the same time, Russia has been trying to reclaim its hegemony over the former Soviet sphere of influence for decades after multiple regional states started to fraternize with Western IOs. Their most recent attempt to discourage integration into these is its ongoing invasion of Ukraine, but it is the 2008 Russo-Georgian war that establishes the precedent. My hypothesis states that 1) China, having various maritime disputes with ASEAN member countries, sees this organization as a threat to its regional interests; 2) the CIS favors Russia's hegemonic ambitions in its former sphere of influence or "post-soviet space"; and 3) both the Scarborough Shoal standoff (2012) and the Russo-Georgian War (2008) eroded the cohesion inside ASEAN and CIS. Through text analysis, my findings offer mixed support for these hypotheses. On the one hand, China rejects ASEAN mediation on its maritime disputes in the South China Sea (SCS), advocating for bilateral negotiations. Likewise, the CIS' lack of response to Russia's invasion of Georgia during the 2008 war suggests it favors Moscow's hegemonic ambitions. While this study finds evidence that the Scarborough Shoal standoff undermined ASEAN's internal cohesion, I found no evidence that the Russo-Georgian War affected the CIS similarly. These conclusions offer a nuanced outlook on the role of IOs in power dynamics and regional cooperation, with China’s case highlighting instances where IOs are “foes” to superpower interests, while Russia’s case demonstrates that IOs can also be “friends” that support hegemonic ambition. 

Literature Review 

Theoretical frame, research design, and case selection 

My research adopts the English School of International Relations as its theoretical approach, using Hedley Bull’s The Anarchical Society and Adam Watson’s The Evolution of International Society as its theoretical references. Mainly, I use its definition of institutions as the set of norms and practices that determine or regulate relations between a group of states (Bull, 1977). This, together with its concept of secondary institution (organization or IO) —bureaucratic bodies whose operation is governed by primary institutions (Stivatchis, 2017)— allows us to understand how a hegemonic relationship can be upheld through a regional organization. In other words, if a de facto regional hegemony led by a superpower already exists, this dynamic will be reflected in the primary institutions that regulate relations between the states of the region. Since primary institutions determine how IOs act (Stivatchis, 2017), a hegemony or sphere of influence will also manifest in the region's secondary institutions (or regional organizations). On the other hand, if a regional great power has hegemonic ambitions, this will also appear in the primary institutions it promotes.  

According to the English School, hegemony occurs when a state exclusively controls the foreign relations between a group of states or has indirect influence over the military, normative, or cultural aspects of the region with the consent of the regional states but allows them to remain independent in domestic matters (Costa-Buranelli, 2017; Watson, 1992). Thus, this research article defines "hegemonic ambitions" as a state's intention to establish or preserve a zone of influence, placing itself as the leading voice in its region's international matters and opposing the intervention or mediation of international organizations or other great powers. Similarly, a regional organization has "internal cohesion" when its members maintain a united front. This cohesion is destabilized when dissidence between members causes external actors and even the members themselves to question the autonomy or legitimacy of the organization.  

This research project is descriptive in nature and uses text analysis to examine primary sources such as charters, multilateral agreements, and official statements made by Chinese and Russian officials on the selected incidents. I analyze the ASEAN+3 (APT) charters instead of ASEAN's because they are the ones that dictate ASEAN-Chinese relations since Beijing is not a member of this IO. These documents include The Joint Statement on East Asian Cooperation at the 3rd APT Summit (1999), the President's Statement at the 11th APT Summit (2007), and the Declaration on the Conduct of Parties in the Sea of South China (2002). For the CIS, I examine the Charter of the Commonwealth of Independent States (1993). Next, I analyze official statements from the Chinese and Russian governments regarding the chosen incidents to identify the primary institutions mentioned and promoted. Afterward, I processed all the primary institutions found using NVivo, turning these data into word clouds that better visualize which institutions are the most mentioned. All the data collected is summarized in Table 1 comparing ASEAN-China and CIS-Russia dynamics.

Table 1: Dimensions analyzed in this research 

Source: Own elaboration 

Methodology 

Case studies and results 

  1. ASEAN in China's hegemonic ambitions: Does one dragon support another? 

Created on August 8, 1967, the ASEAN aims to promote Southeast Asian cooperation in the economic, social, technological, and educational fields and promote regional peace following the statutes of the United Nations (UN) (The Founding of ASEAN, n.d.). Its members are Brunei, Cambodia, Indonesia, Laos, Malaysia, Myanmar, the Philippines, Singapore, Thailand, and Vietnam. Initially, this new organization was intended to defend the region from external influences and confront the spread of communism in neighboring countries (Council of Foreign Relations, 2022). However, with the end of the Cold War, the IO expanded its membership to other countries and former regional enemies (ASEAN Member States, n.d.; Council of Foreign Relations, 2022). In 1999, the ASEAN Plus Three (or APT) forum was created to include China, South Korea, and Japan in regional cooperation (ASEAN Plus Three, n.d.; East the Asian Summit ASEAN, n.d.). 

In the three documents analyzed regarding ASEAN-China dynamics, as shown in Figure 1, the most frequently mentioned primary institutions are war (peace), international law, and diplomacy. These three institutions only tell us a little since they are prevalent in IO charters. The institutions mentioned less frequently prove to be more enlightening. Notably, the Declaration of Conduct of Parties in the SCS mentions the institution's freedom of navigation. It includes a section calling all parties to refrain from populating uninhabited islands, reefs, atolls, and cays. This demonstrates that ASEAN tries to maintain a neutral position on maritime disputes in the SCS. It does not refer to them as such but as uninhabited territories, indicating that this subject is highly controversial among its members.

Figure 1: Word cloud of the institutions mentioned in the APT charters and the Declaration of Conduct of Parties in the South China Sea 

Source: Own elaboration 

On April 8, 2012, the Philippines sent a warship to Scarborough Shoal after Chinese fishing boats were sighted in the area. China sent surveillance vessels to protect its fishermen, arguing that the Philippine vessel prevented them from leaving the bay and violated Chinese sovereignty. The Philippines declared its intention to resort to international mechanisms, such as asking ASEAN to intervene or appeal to UNCLOS, while China insisted on solving the matter through bilateral negotiations. Located 123 miles off the Philippine coast, the shoal is claimed by China, the Philippines, and Taiwan. Beijing cites various historical maps to support its sovereignty over the Scarborough Shoal, which they call Huangyan Island. According to its government, China has officially administered the atoll since the Yuan Dynasty in the 13th century, and maps drawn since then have always marked it as a Chinese territory (Embassy of the People’s Republic of China in the Republic of the Philippines, 2012). The Philippines claim sovereignty over this territory, known to them as Bajo de Masinloc, because it lies in their exclusive economic zone according to UNCLOS, and several historical maps drawn during the Spanish colonization identified the shoal under this name (Embassy of the People’s Republic of China in the Republic of the Philippines, 2012).  

In July, a few months after the standoff, ASEAN held its annual summit in Phnom Penh, the capital of Cambodia. In these meetings, the heads of state and foreign ministers of the member countries discuss matters of regional cooperation. At the end of each meeting, they must issue a joint communiqué summarizing the points considered. The hosting government holds the ASEAN chairmanship for that year, granting it veto power over the organization's joint statements issued at that summit; in 2012, that role and power fell to Cambodia. During one of the meetings in Phnom Penh, a debate broke out about whether to include the issue of SCS territorial disputes in the final communiqué. Countries like the Philippines and Thailand argued that it should at least indicate the issue had been raised, as it was another area of cooperation between ASEAN countries. In opposition, Cambodia advocated for its exclusion since this type of dispute fell under bilateral relations and, therefore, ASEAN should not interfere. Despite attempts to persuade the Cambodian representative to compromise, Cambodia vetoed the inclusion of SCS territorial disputes in the joint statement. Failing to reach a consensus on what should be included in this document, ASEAN failed to issue a joint statement for the first time. 

This episode called into question ASEAN’s effectiveness and unity. Several international newspapers highlighted the divisions within the organization, alluding to the “cacophony” (Higgins, 2012) and “acrimony” (Chal Thul & Grudgings, 2012) among its member countries. In November of that year, during the APT summit, Japanese Prime Minister Yoshihiko Noda again brought up the SCS issue, citing its impact on the stability of the Asia-Pacific region (Szep & Pomfret, 2012). Shortly after, Cambodia's foreign ministry responded, claiming that ASEAN leaders had agreed not to internationalize the SCS issue (Szep & Pomfret, 2012). This rekindled tensions, particularly on the Philippines’ side, prompting its president, Benigno Aquino, to denounce Cambodia’s statement. Aquino claimed that no such consensus had been reached at the last ASEAN summit and that his country would seek other routes to ensure its sovereignty over the SCS territorial disputes (Szep & Pomfret, 2012). Many saws China's shadow in this time of chaos within ASEAN, as Cambodia is one of its main Southeast Asian allies and receives substantial economic aid packages from Beijing (Bower, 2012; Council of Foreign Relations, n.d.; Higgins, 2012). The Chinese Foreign Ministry echoed the Cambodian government's statement, declaring that ASEAN had reached a "common position" not to internationalize territorial disputes in the SCS (Szep & Pomfret, 2012). This disruptive intervention, which caused ASEAN's authority and independence to be questioned, demonstrates that China sees ASEAN as a menace or a "foe" to its ambitions as a superpower in the SCS region. 

In its official statements regarding maritime disputes with the Philippines since the Scarborough Shoal standoff, Beijing has always emphasized bilateral negotiations, refusing to internationalize the issue. China has considered the Philippine government's insistence on taking this dispute to international courts as an act of bad faith since both countries had long agreed to settle their disagreements through bilateral negotiations. Despite this, in January 2013, the Philippine government instituted arbitral proceedings against China under Annex VII of the UNCLOS through the Permanent Court of Arbitration (Permanent Court of Arbitration, n.d.). In the following month, Beijing stated in response to this appeal, emphasizing that maritime disputes with the Philippines should be resolved through bilateral negotiations. China also refused to send a representative to the proceedings since it did not recognize the arbitration process initiated by the Philippines (Permanent Court of Arbitration, n.d.). Figure 2 shows bilateral negotiations are the most frequently mentioned institution in official Beijing communiqués regarding Sino-Philippines tensions after the Scarborough Shoal incident. Hence, China is against third parties mediating in the SCS, particularly IOs such as ASEAN, to the point that it is willing to sabotage this organization through its allies. This supports my hypothesis that China sees ASEAN as a “foe” to its hegemonic interests in the SCS.

Figure 2: Word cloud of the institutions mentioned in the PRC’s statements regarding the Scarborough Shoal standoff with the Philippines 

Source: Own elaboration 

 

2. The CIS in Russia’s hegemonic ambitions: Wolf under IO’s clothing? 

The Commonwealth of Independent States (CIS) was founded in 1991, just after the disintegration of the USSR (CIS Internet Portal, n.d.). It is therefore not surprising that all of its member states are former Soviet republics – Armenia, Azerbaijan, Belarus, Georgia (now a former member), Kazakhstan, Kyrgyzstan, Moldova, Russia, Tajikistan, Turkmenistan, Ukraine, and Uzbekistan (CIS Internet Portal, n.d). The organization fosters regional cooperation on various issues, particularly regarding the economy, security, migration, and science (Historical Reference CIS, n.d.). Its administrative body is the Executive Committee, whose headquarters are in Minsk and Moscow (Executive Committee of the Commonwealth of Independent States, n.d.).  

The most frequently mentioned primary institutions in the Charter of the Commonwealth of Independent States are war (peace), international law, and sovereignty (Figure 3). As with ASEAN/APT, the first two institutions only tell us a little since they are found in almost every organization worldwide. However, the institution's sovereignty and territoriality indicate that, for the new republics that founded this organization, ensuring dominance within their borders and avoiding foreign intervention in their territories was of the utmost importance. Another institution worth highlighting is historical ties (Figure 3). All the member countries of the CIS were part of the Russian Empire and the USSR or were under its zone of influence. Therefore, these countries have historically been under a regional hegemony led by Russia. Despite the USSR's collapse in 1991 and many of these states establishing alliances with other powers, the fact that historical ties are included, with the hegemonic relations they entail, suggests that these dynamics continue, legitimizing a hegemonic relationship in Russia's eyes. Therefore, this charter contradicts itself. On the one hand, it gives much weight to its member states' sovereignty (an institution Russia will not respect in the future in the case of Georgia and Ukraine). On the other, it alludes to historical links between the states, which occurred under Russia's hegemony in the region. 

Figure 3: Word cloud of the institutions mentioned in the Charter of the CIS 

Source: Own elaboration 

In August 2008, Georgian President Mikhail Saakashvili ordered his troops to seize Tskhinvali, the capital of South Ossetia, after years of tension between the secessionist region and the central government. Soon after, Russia, which had unofficially supported the region's separatist movement, responded by moving its troops across the border and bombing Georgian positions (Tangiashvili, 2008). The fighting lasted five days, culminating in Russia taking control of Tskhinvali. Back in 2006, Saakashvili had accused Vladimir Putin, Russia's prime minister at the time, of supporting separatists in Abkhazia and South Ossetia. Tensions between the two countries escalated until Moscow decided to back the secessionist regions and use this as an excuse to intervene and display its military might in Georgia, which was moving closer to the Western IOs like the North Atlantic Treaty Organization (NATO) and the European Union (EU) (Fernández, 2006; Levy, 2008; Tangiashvili, 2008). A few months before the conflict broke out, Russian Foreign Minister Sergey Lavrov told the press that Russia's support for Abkhazia and South Ossetia was due to its respect for the institutions of sovereignty, territorial integrity, and international law. As shown in Figure 4, sovereignty and international law were the most frequently mentioned institutions in Russian statements regarding the Russo-Georgian War in 2008, despite their actions not concurring with them. Here, we see one of the most significant flaws in analyzing institutions based on official declarations and charters: the institutions officially mentioned are sometimes not observed or practiced in real life. 

Figure 4: Word cloud of the institutions mentioned in Russia's statements regarding the Russo-Georgian War (2008) 

Source: Own elaboration  

Unfortunately, this study has not found any CIS official statement regarding the Russo-Georgian War, either because they do not exist or due to lack of funds to access them. Therefore, no precise data can be offered about the CIS’ reaction and how it affected its internal cohesion. However, a year after the war, Georgia withdrew from the CIS, citing the IO’s inaction towards Russia after the conflict as their breaking point (Interfax-Ukraine, 2009). Since then, two other members have approached NATO and the EU – Moldova and Ukraine – hinting that Russia's actions in Georgia called into question the CIS’ role in the region (Picheta, 2023). In both cases, Russia has tried to destabilize these countries by supporting secessionist movements or by invading their territory (Picheta, 2023). The CIS, for now, seems to do nothing. 

Nonetheless, this silence is revealing. The CIS' inaction has allowed Moscow to do what it pleases with other member states without impunity. This makes the organization appear more like a mechanism to keep the post-Soviet space under Russia's yoke. It can be concluded that Russia sees the CIS as a "friend" in the region. 

Conclusion 

The dominant paradigms inside the field of IR – liberalism and realism – have always been at odds regarding the role IOs play on the international stage. According to them, IOs consist either of 1) entities that benefit all of its member states by fostering cooperation among them or 2) bureaucratic organisms reflecting the interests of the great powers that dominate them. Using the English School's theoretical approach, this study finds evidence that organizations can fulfill both functions, depending on the primary institutions that regulate their relations. As previously mentioned, the functioning or effectiveness of IOs depends on the norms that formally and informally dictate relations between their members. Regional organizations, therefore, are what institutions make them. 

In the cases of ASEAN and the CIS, this rationale appears in the former's vulnerability to maritime disputes and the latter's inaction against Moscow. ASEAN's primary institutions underscore economic cooperation and mutual accord, fostering economic growth in an underdeveloped region decades ago. This way, the Southeast Asia region (or at least most of its states) has lifted itself out of the yoke of great powers near and far. However, as seen in the 2012 ASEAN Summit in Phnom Penh, its emphasis on consensus can leave it vulnerable to outside influence through its poorest members. Likewise, since none of its primary institutions deals with resolving territorial disputes (just avoiding them), ASEAN's internal cohesion is constantly threatened by its members and non-members' race for the natural resources and strategic leverages the SCS atolls offer. 

In contrast, the CIS' actions do not coincide with the institutions of sovereignty and territoriality cited in its charter. The actual ruling institutions seem rooted in historical ties, thus maintaining the "post-Soviet space's" economic and political dependency on Russia. Hence, while ASEAN is a regional organization that can threaten significant power interests, the CIS appears to be a formal mechanism that favors Russia's hegemonic ambitions – a wolf in IO's clothing. Lastly, although my research contributes to the field's understanding of the role of IOs in hegemonic interests and how great power hostilities affect these organisms' cohesion and international legitimacy, my analysis is limited to two regional IOs and two specific critical incidents. Further investigation should look at more episodes of tension between ASEAN and China, between the CIS and Russia, or other regional powers and organizations to help strengthen the applicability of these findings. 

References 

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Bull, H. (1977). The anarchical society: A study of order world politics (3rd Edition). Palgrave. 

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CIS Internet Portal. (n.d.). Historical background: Commonwealth of independent states  https://e-cis.info/page/3509/80648/ 

Costa Buranelli, F. (2017). Spheres of influence as negotiated hegemony – The case of Central Asia. Geopolitics, 23(2), 378-403. https://doi.org/10.1080/14650045.2017.1413355 

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Higgins, A. (August 27, 2012). ASEAN struggles to cope with rival claims in the South China Sea. The Washington Post. https://www.washingtonpost.com/world/asean-struggles-to-cope-with-rival-claims-in-the-south-china-sea/2012/08/27/6b184fde-f04d-11e1-b74c-84ed55e0300b_story.html  

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Keohane, R., & Martin, L. (1995). The promise of institutionalist theory. International Security, 20(1), 39-51. 

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Stivatchis, Y. A. (2017). The English School. In S. McGlinchey, R. Walters & C. Scheinpflug (Eds.), International Relations Theory (pp. 28-35). E-International Relations. 

Szep, J., & Pomfret, J. (November 19, 2012). Tensions flare over South China Sea at Asian summit. Reuters.  https://www.reuters.com/article/us-asia-summit-idUSBRE8AI0BC20121119 

Tangiashvili, N. (September 18, 2008). Las ambiciosas políticas rusas en Georgia: desde fomentar conflictos secesionistas hasta desencadenar la guerra (ARI). Real Instituto Elcano. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/las-ambiciosas-politicas-rusas-en-georgia-desde-fomentar-conflictos-secesionistas-hasta-desencadenar-la-guerra-ari/  

Waltz, K. N. (2000). Structural Realism after the Cold War. International Security, 25(1), 5-41. https://www.jstor.org/stable/2626772  


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Posted on December 23, 2023 .

Representación de la violencia política e institucional en las artes visuales del siglo XX al XXI en Puerto Rico

Representations of political and institutional violence in the visual arts of the 20th to 21st century in Puerto Rico  

  

Rodney Padovani Casanova 

Departamento de Historia, Lenguas Extranjeras y Música 

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 16/09/2023; Revisado: 28/11/2023; Aceptado: 6/12/2023

Resumen 

Este artículo presenta cinco obras de artistas del arte contemporáneo puertorriqueño (1975-presente) para analizar la violencia institucional y política representada por las artes visuales. El trabajo explora varios momentos históricos que han tenido un impacto en la historia de Puerto Rico, así como obras artísticas más íntimas que son relevantes para los temas actuales. Observar el lenguaje violento presente en estas obras invita a involucrarse en temas como el arte de resistencia y el colonialismo en Puerto Rico. Este estudio es relevante para los temas académicos actuales, ya que corresponden a casos de racismo y violencia de género fuera del ámbito de la violencia institucional o política.     

Palabras claves: violencia institucional, violencia política, resistencia, Puerto Rico, historia del arte 

Abstract 

This article presents five works by Puerto Rican contemporary art artists (1975-present) to analyze the institutional and political violence represented by the visual arts. The work explores various historical moments that have had an impact on the history of Puerto Rico, as well as more intimate artistic works that are relevant to current issues. Observing the violent language present in these works invites us to get involved in topics such as resistance art and colonialism in Puerto Rico. This study is relevant to current academic topics, since they correspond to cases of racism and gender violence outside the scope of institutional or political violence. 

Keywords: institutional violence, political violence, resistance, Puerto Rico, art history 

Introducción  

Estudiar la imagen, obras artísticas o la representación visual como documento historiográfico o como memoria no es un campo nuevo. La memoria colectiva ha sido un fenómeno que ha atravesado la población postguerra en la segunda mitad del siglo XX en ámbitos políticos, jurídicos y académicos (Navarro-Fuentes, 2021). De hecho, muchas de estas obras forman parte del arte de resistencia ya que varias de estas tendencias contemporáneas, hasta el sol de hoy, inculcan críticas sociopolíticas a través de diversas propuestas formales artísticas, así como en otros medios artísticos. Incluso, estas propuestas artísticas proponen retar entidades opresivas mediante lenguajes populares. En otras palabras, el arte crea y en la medida que crea, resiste (Di Filipo, 2012).   

Para esto es imperativo hacer referencia a la crítica argentina del arte, Marta Traba (1930-1983).  Traba resaltada la naturaleza del arte de resistencia en Puerto Rico como un arte de “reflexión y de ‘sistema cerrado’ no connotado por el mundo” (1976, p. 6). Esta forma de inventar expresiones y códigos visuales en la isla tiene una connotación ecléctica indiferente a lo que ella llama ‘cambios exteriores’. Es decir, estos códigos visuales parten de una población que reclama particularidades complejas, como Puerto Rico, cuyo lenguaje de resistencia busca un elemento de unión y solidaridad cultural. Traba, lo que nos presenta, es un arte puertorriqueño con una clave visual que atiende “la lucha por salvar su identidad de la dependencia de Estados Unidos” (p. 6). Hoy en día, avanzando la segunda década del siglo XX, nuestro arte, como las obras que veremos aquí, sintonizan esta estética.  

En las obras que presentaré, abordaré el tema de la violencia institucional. No obstante, para efectos de Puerto Rico, debo alertar que la violencia institucional es un concepto muy amplio y no da justicia a las variantes eclécticas que veremos en breve. Existen varios tipos de violencias.  Carlos Pabón-Ortega (2022) ha estudiado el tema de la violencia extrema, un concepto amplísimo sobre la barbarie de estado en contra del pueblo, que se observa mucho dentro del Holocausto (1939-1945). La violencia a la cual hago referencia a través de las obras de arte discutidas en este ensayo es una binaria, que incluye la institucional, dentro de muchas otras formas en las cuales se puede manifestar, y la política, que funciona dentro de la misma institucional. Hay elementos de búsqueda y representación de identidad que mencionaré, que quizás hoy en día son temas que se están comenzando a adentrar en la academia como campos de estudio. Entre estos se encuentras los grupos marginados que intentan buscar visibilidad y que alertan sobre la emergencia de estado contra la violencia hacia estos grupos.   

Cuando hablo de violencia política, me refiero a un tipo de violencia cuyo    comportamiento es ejecutado por ideologías contrarias políticas, manifestada a través del asesinato en algunos casos directos e indirectos. Para efectos de este ensayo, me enfocaré en observar la violencia política ejecutada por parte del Estado a los movimientos de resistencia (Ruggiero, 2009). Esto apela a una forma de control cívico a través de la fuerza estatal o policiaca. Por otro lado, y desenredando los conceptos, cuando hablo de violencia institucional, de cierta forma implica una fuerza autorizada por el estado que consiste en una violencia que crea leyes para establecer nuevos sistemas y autoridades. Por otra parte, violentamente conserva el sistema para proteger su estabilidad, legitimando la violencia como la respuesta justa (Oliver-Olmo, 2018). En otras palabras, no es necesario el contacto directo estatal como puede ocurrir en la violencia política, sino que puede hasta bastar con elementos judiciales de parte del Estado. Va más allá del control cívico, depende de la cualidad y la formación cívica. Es difícil no comparar estos diversos tipos de violencia y ubicar los sucesos en un espectro cuando estos ocurren en todos los espectros. Podemos ver ambos casos empleados simultáneamente, pero, para efectos de este trabajo, los separo.    

Al observar la violencia política, pienso que sería más simple hacerlo desde fuera del estado que desde el estado. Sobre los casos de violencia política o asesinato político en la isla, veremos que el sentido general es violencia política, lo que se ha insinuado de diversos grupos, aunque la ejecución y el juicio violento opresivo ante estos grupos es uno que viene desde la fuerza legitima autoritativa del Estado. Por lo tanto, la Masacre de Río Piedras (1935) y de Ponce (1937), la Insurrección del 50, el caso de Cerro Maravilla (1978) y los asesinatos de Antonia Martínez (1970) y Filiberto Ojeda (2005), por ejemplo, son casos que demuestran un suceso de violencia estatal o institucional, pero a la misma vez de violencia de otras índoles como la racial. Si observamos asesinatos como los de Adolfina Villanueva Osorio (1980) y los casos de mujeres sometidas a inspecciones de enfermedad sexual durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que incluyen actos de violencia obstétrica y de género, podemos ver que también constituyen actos de violencia institucional.  

El enfoque histórico de este proyecto ronda desde 1975 hasta mediados del 2018. Los temas que se estudiarán presentarán diversas formas, directas e indirectas, sobre la violencia institucional y política, pero más importante, cómo se ven representados a través de las artes plásticas contemporáneas en Puerto Rico. Los artistas que presentaré aquí pertenecen a diferentes grupos y generaciones artísticas de Puerto Rico. Algunos comenzaron desde la generación del 60, otros de las décadas de los 70 y 80, y el resto de los artistas de los 2000 en adelante. Algunos artistas son más reconocidos que otros. Resumir la historia del arte de Puerto Rico desde el 70 es difícil para este trabajo, pero la plástica desde mediados del 70 en adelante toma un rumbo diferente a los de la generación del 50. La generación del 50 optaba por un arte que representase la identidad puertorriqueña exaltando las tres razas. Para el 70, el arte no exaltaba esta falacia racial de la isla, pero, a través de códigos visuales, expresaba temas tabús de la época, ya sean temas como la raza y la marginalización de comunidades en la isla, la violencia doméstica y el feminismo a temas de la sexualidad y la preocupación ambiental global. Para los 2000, ya nos adentramos a una época poscolonial, irónicamente, siguiendo como colonia de los Estados Unidos de América desde el 1898 (Reyes-Franco, 2015). Sin embargo, al igual que surge una nueva generación, los del 2000 enfrentan circunstancias emergentes que van a definir de otra forma su desenvolvimiento en el mundo artístico de Puerto Rico. La narrativa de la identidad nacional sigue siendo mucho más diversa y compleja que antes; los artistas jóvenes están expuestos a experimentar e investigar la hibridez y la inmediatez cotidiana en sus entornos sociales, basándose en ideas y conceptos propios que nos resultan profundamente mediatizados y de cierta forma universales (Nogueras-Cuevas, 2021).  

Ahora bien, cada obra abordará un punto de partida sobre la violencia institucional o política, un tema más específico entre ambos siglos XX-XXI, y artistas que han trascendido entre generaciones o están comenzando dentro de las artes visuales contemporáneas. Los temas de violencia institucional puede que sean directos a través de una masacre política, de temas de género e identidad de género o de negligencias del estado.

Estudio de las obras 

La primera obra es un grabado titulado “Homenaje a Adolfina Villanueva Osorio” (1980) de Luis Alonso (n. 1951) (ver Figura 1). Alonso es un artista puertorriqueño de Santurce que comenzó su carrera artística en la Escuela de Artes Plásticas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) desde 1969 al 1973. Se destacó a través del arte del cartel y de la serigrafía con el artista Lorenzo Homar (1913-2004) en el Taller de Gráfica del ICP, desempeñándose como diseñador de carteles desde 1975 (Torres-Martinó, 1987). Aunque realizaba carteles para los anuncios de la ICP, también hizo obras de su propia autoría alejados del arte figurativo puertorriqueño y más entablados a los acontecimientos trascendentales sociopolíticos de la época. “Homenaje a Adolfina Villanueva Osorio” forma parte de un portafolio xilográfico titulado Desahucio-Medianía Alta (1980) para ilustrar el poemario de Edwin Reyes Berrios (1944-2001), Son cimarrón de Antonia Villanueva (1987), aludiendo al asesinato de Adolfina Villanueva Osorio el 6 de febrero de 1980, un caso expuesto en la prensa y emblemático de la represión de personas pobres y de raza afrocaribeña (Ti, 1995). Esta obra se encuentra en la reciente exposición El arte como re-existencia: lo afro- puertorriqueño por la curadora Dra. María Elba Torres en el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y forma parte de la conversación entorno a la violencia racial desde el aspecto institucional.  

Figura 1: Medianía Alta, Serie Desahucio, Luis Alonso, (1980) 

Xilografía sobre papel japonés, 38 ½ x 25 ½ in. 

Fuente: Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico 

En este grabado podemos observar de arriba hacia abajo dos objetos, una máscara de vejigante con forma de coco y unas tablas de madera, y los pies de una persona, que muy probablemente puede ser Adolfina asesinada yaciendo entre las tablas. El color negro evidentemente alude a la raza de la víctima y el rojo a la sangre derramada, o por lo menos detona esos códigos universales. Sin embargo, el negro también puede simbolizar el luto de este evento atroz. Me llama la atención que solo esos tres elementos, que son muy claros, son lo único que ocupa la obra. Siento un silencio sepulcral observando la obra, como de decepción sobre el suceso, viendo los signos del evento, pero también es como ver los restos de Adolfina, más que solamente estampas del suceso. La obra de Alonso no solo nos plantea el suceso violento que ha marcado la comunidad de Loíza y afro-puertorriqueña hasta el día de hoy, sino que nos plantea una prepotencia institucional en contra de la comunidad pobre y negra en Puerto Rico. Esta obra es un ejemplo de representación de la violencia institucional, pero con las condiciones clasistas y racistas en la isla, a eso añadido violencia de género, dado a que no es la primera vez que ocurre un acto violento institucional abiertamente a través de la fuerza estatal. Un excelente ejemplo es el asesinato de Antonia Martínez Lagares (1970) y los exámenes inhumanos de transmisiones sexuales que sometieron a las mujeres en la ciudad de San Juan para tiempos de la primera guerra mundial en Puerto Rico (Vázquez-Lazos, 2014). Las artes no simplemente recuerdan los sucesos y nos hacen pensar, también nos muestran cómo la gente percibe esta información y cómo la difunde cuando ocurre en su momento.  

La próxima obra es una pintura titulada “The Ponce massacre” (2008) de Pedro Brull Torres (n. 1938) (ver Figura 2). Brull es un pintor puertorriqueño de Vega Baja que completó un Bachillerato en Bellas Artes en la Escuela de Bellas Artes del Instituto de Cultura Puertorriqueña durante el 1975-1979 y estudió arte mural con Rafael Ríos Rey (1911-1980) en San Juan. Fue director artístico del programa de Televisión de WKAQ por más de una década y luego abrió su propio negocio de turismo en el que tuvo su propia galería, vendiendo una gran cantidad de obras en Estados Unidos y terminó mudándose a Orlando, Florida para el 1998. Brull se convirtió en una figura muy importante en la diáspora puertorriqueña de Florida, difundiendo su arte a través de todo el estado americano. En el 2015, creó “La diáspora", un grupo colectivo de artistas puertorriqueños radicados en Orlando (“Policornistas”, 2017). “The Ponce Massacre” es una pintura que narra una escena de la Masacre de Ponce (1937), un suceso violento que ha marcado a Puerto Rico en su cultura artística e histórica, en el que hubo 19 muertos y varias personas heridas. La masacre de Ponce tomó lugar el 21 de marzo de 1937 (Domingo de Ramos), cuando la policía colonial estadounidense disparó a unos manifestantes civiles y pacíficos en una actividad organizada por el Partido Nacionalista de Puerto Rico, que conmemoraba la abolición de la esclavitud en Puerto Rico y en protesta de la detención ilegal de Pedro Albizu Campos (1891-1965).  

Figura 2: The Ponce massacre, Pedro Brull Torres, (2008) 

 Óleo sobre lienzo 72.000 x 48.000 x 1.000 in. 

Fuente: Fine Art America   

Escogí esta obra teniendo en cuenta otros carteles que conmemoran este suceso durante la historia del arte puertorriqueño porque, además de que el artista presenta la escena a través del cubismo, representa la obra dándole su toque surrealista-abstracto. Me cautiva el código visual universal al ver sangre y el dramatismo de los rostros de los personajes casi caricaturescos con la fragmentación de la composición completa. Yo lo interpreté como si desde el momento en que se dispara a los manifestantes, se rompe un cristal y se destruye toda la emoción y orgullo de estar ahí. Me cautiva también lo explícito que es al representar la bandera de Puerto Rico con agujeros de las balaceras: es un diálogo constante con el terror que se puede ocasionar hacia un pueblo. Por otro lado, vemos en esta obra un ejemplo de violencia política a través de la fuerza estatal, ya que, por diferencias ideológicas, más que éticas, se cometió el acto violento en contra del pueblo. Es importante también recalcar que obras que se pintan fuera de Puerto Rico sobre episodios tan importantes de la isla nos dan voz, aunque sean temas del siglo pasado. Además, estas informan a la diáspora y a la gente estadounidense sobre eventos que forman parte de nuestra cultura e historia y que todavía duelen.  

La tercera obra es una impresión digital titulada “Los pueblos jamás perdonan a sus verdugos” (2014) por Rafael Rivera Rosa (n. 1942) (ver Figura 3). Rivera Rosa es un artista puertorriqueño de Comerío. Luego de estudiar en la Escuela Superior Central, llega a la División de Educación de la Comunidad, donde comienza para el año 1959 su formación artística en el taller-galería Campeche con Domingo García (1932-2022). Luego, ejerce un grado en el Instituto Comercial de Puerto Rico en dibujo comercial, siendo luego contratado como diseñador gráfico en el Centro de Investigaciones de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico para ilustrar revistas, libros y diseñar carteles. Ha realizado numerosas exposiciones individuales y en colectivo, tanto en Puerto Rico como fuera de la isla. Rivera-Rosa ha creado un sinnúmero de carteles con temáticas políticas, pero de igual forma se ha destacado como pintor de obras expresionistas y abstractas. Al igual que sus carteles políticos, estas pinturas reflejan una energía de poder, y representan una manifestación profunda de libertad y de expresión; caracterizada por un lenguaje completamente social y político (“Policornistas”, 2017). Para el 1971, junto a René Pietri y Nelson Sambolín (n. 1944), funda el Taller Bija, donde produce una cantidad impresiva de diseños e impresiones de carteles políticos y de protestas.  

Figura 3: Los pueblos jamás perdonan a sus verdugos, Rafael Rivera Rosa, (2014) 

 Impresión digital 33 x 19 15/16 in. 

Fuente: Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico 

“Los pueblos jamás perdonan a sus verdugos” es una impresión digital que conmemora un suceso violento ocurrido el 25 de julio de 1978, día de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, día en el que dos jóvenes partidarios de la independencia, Carlos Soto Arriví (1959-1978) y Arnaldo Rosado (1953-1978), fueron llevados a una montaña en el centro de la isla llamada Cerro Maravilla por un agente encubierto de la División de Inteligencia de la Policía, donde fueron brutalmente asesinados por otros agentes que los esperaba en la cima. El gobernador Carlos Romero Barceló, junto a la policía, reconocían como terroristas armados a los jóvenes que habían llegado a la cima para derrumbar la torre de retransmisión de una estación de televisión. Cuando la verdad salió a la luz, se supo que ambos jóvenes se rindieron sin disparar un solo tiro, siendo viciosamente golpeados y asesinados a tiros por parte de la policía mientras estaban arrodillados (Rivera, 2021).  

La obra tiene un título provocador:  los pueblos jamás perdonan a sus verdugos. El cartel presenta un retrato del exgobernador Carlos Romero Barceló (1932-2021) vestido con una camisa azul con el logo repetido del Partido Nuevo Progresista. Colgando del cuello lleva puestos dos carteles que simulan ser tarjetas con los rostros de las víctimas del Cerro Maravilla. Ambos tienen sus rostros pintados con banderas alusivas a Puerto Rico: el del lado derecho con la bandera de Puerto Rico y izquierdo con la bandera de Lares. En su fondo, presenta un paisaje distorsionado. Casi parece ser un collage entre periódicos y medios digitales, distorsionando el paisaje y el mismo rostro del gobernador. Entre medio hay una corbata con la bandera de Estados Unidos desgarrada. De cierta forma, la obra condena los actos violentos cometidos bajo el gobierno de Romero Barceló, sin embargo, no como un homenaje, sino como protesta llamando asesino y corrupto a Romero Barceló y a su partido político. Esto es otro ejemplo de la representación de la violencia política, porque nuevamente el acto violento viene de la intolerancia política y el abuso de poder del estado y la información para salvaguardar la imagen del gobernador y su partido.  

La siguiente obra se titula “Té de perejil” (2014) por Bárbara Díaz Tapia (n. 1984) (ver Figura 4). Díaz-Tapia es una artista puertorriqueña de Bayamón. En el 2006 completó un bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en Imagen y Diseño y en el 2017 se graduó de una maestría en Bellas Artes en la Academia de Bellas Artes de Pennsylvania en Filadelfia. Ha exhibido obras en Puerto Rico y en EE. UU. Además de sus estudios formales, ha tomado numerosos talleres en educación de las artes y ha sido maestra de bellas artes. Las obras de Díaz Tapia, con su compromiso profundo a través de la crítica social, transforman la realidad al representar la degradación de la sociedad, del ser físico, del cuerpo monstruoso y del saber humano, ideas que también le inspiran a pintar. Sin embargo, a Díaz Tapia le interesa mucho yuxtaponer la historia del país y retratar sus problemas políticos dentro de la polémica de la colonia caribeña. Sus obras, muy parecidas a los conceptos bipolares del barroco, tratan de presentar lo bello contra lo grotesco a través de colores dinámicos, líneas líricas y texturas seductoras, produciendo imágenes fascinantes, pero perturbadoras (Díaz Tapia, n.f.). La artista forma parte de una generación emergente de mujeres artistas, así como Sarabel Santos Negrón (1984), con narrativas plásticas que asedian la relación entre la naturaleza y el ser humano, relaciones conflictivas y el brutal efecto en la sociedad como el uso de la flora abortiva en la experiencia vital de ser mujer (Solís-Escudero, 2016).  

Obra 4: Té de perejil, Bárbara Díaz Tapia, (2014) 

 Medio mixto: grafito, lápiz de color, tinta, gouache y acuarela sobre papel libre de ácido. 24 x 18 in. 

Fuente: Bárbara Díaz Tapia 

“Té de perejil” (2014) es una pintura hecha en diversos materiales y medios y forma parte de la colección personal de la artista, titulada Plantas abortivas (2014-2016). Dentro de la obra nos encontramos con una composición central. Vemos el esqueleto de dos piernas que entre ellas se encuentra una flor de color rojizo o de carne. De hecho, dentro de la flor parece haber señales de algún ser humano o una mano. Lo que parece ser el tallo simula ser un cordón umbilical extendido y sin cortar. De las piernas salen unas ramas que, con su posición, simulan ser músculos del cuerpo. Sin embargo, no entiendo completamente lo que ocurre al exterior de la pierna, ya que hay un tipo de perla o piedra que rodea una masa casi como un maíz. Alrededor de esa misma masa, se encuentran pétalos y hojas de la flor de perejil con su color amarillento. Hay algo interesante sobre los colores; es casi como si estuviéramos viendo un rayo X en los pies del cuerpo. Me interesa mucho las posibles interpretaciones de la obra surreal o expresionista abstracta, ya que la artista nos plantea algo bello. La creación de la vida asociada con la flor simboliza pura belleza, pero a la vez es grotesco y explícito porque la flor parece ser una placenta extraída de las piernas de la mujer. Experiencias sobre el aborto hay múltiples, y muchas sin visibilizarse. La razón por la cual elijo esta obra como parte de mi proyecto de violencia institucional es por el mensaje poderoso del perejil. Mujeres en diversas áreas del mundo son sometidas a tener que dar a luz al hijo que no quieren, por razones políticamente éticas y morales, muchas veces aferradas de una religión. Al tener este derecho de potestad sobre el cuerpo restringido de la mujer, las mujeres acuden a métodos para abortar muy peligrosos que les puede costar la vida.  

El nivel de inconsciencia e ignorancia sobre estas posturas a los embarazos no deseados ha obligado a que mujeres pierdan la vida en el intento, como lo sería con un té de perejil que puede ser altamente venenoso. Mas cuando hablamos de abortos en embarazos de personas que fueron violadas, podemos ver que, dentro de la ironía de belleza de tener un hijo, es una condena traumática que inevitablemente se convierte en algo grotesco y oscuro. Mi planteamiento sobre pinturas como estas, que explícitamente hablan sobre el limitado acceso al aborto, es cómo el impedir a la mujer tener control de su cuerpo y de obligarla a tener que dar a luz, sin saber si va a sobrevivir o tener que acudir a acciones ilegales, es un acto violento contra la mujer de su propio Estado. La negligencia del Estado las pone en peligro intencionalmente, por morales que sobrepasan la autoridad del Estado, y condenando a las mujeres por ejercer control de su cuerpo. En esto, la violencia institucional donde el Estado falla contra su propio pueblo requiere más un enfoque de violencia de género institucionalizada. 

La última obra es una pintura titulada “Alma colapsada” (2020-2021) de Gamaliel Rodríguez Ayala (n. 1977) (ver Figura 5). Gamaliel Rodríguez Ayala es un artista puertorriqueño de Bayamón, quien se formó en Comunicaciones en Artes Visuales en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico para el 2004. Luego realizó una maestría en Kent Institute of Art & Design de Inglaterra en Bellas Artes para el 2005 y para el 2011 culminó un grado de Maestría en el Skowhegan School of Painting and Sculpture de Maine, USA, en Pintura y medios interdisciplinarios. Rodríguez-Ayala se ha enfocado en el realismo social, pero en eventos actuales como el consumismo, guerras políticas, psicológicas y ciencias sociales. Muestra muchos trabajos en los que presenta paisajes a través del dibujo y experimentación de otros materiales, capturando zonas industriales abandonadas, rodeada por vegetaciones grandes, creando una temática en una yuxtaposición entre planteamientos económicos y los costos políticos del ambiente. A diferencia de otras obras que hemos visto en este proyecto y que casi todas son figurativas con una leve noción de abstracción, estas obras no presentan ninguna señal formal tradicional de identidad puertorriqueña, como se puede observar en el arte de la década del 1950. Siguen otra línea de identidad puertorriqueña mucha más íntima y que alude a otros temas sociales consecuentes que resuenan aún más desde 1975. Sin embargo, el mensaje de esta obra, que trata sobre eventos más contemporáneos, es poderosísimo. Es a través del contexto histórico-político que nos ayuda a entender sus paisajes (Rivera-Ayala, 2021).  

Figura 5: Alma Colapsada, Gamaliel Rodríguez, (2020-2021) 

Tinta y acrílico sobre lienzo 84 x 112 in. 

Fuente: Whitney Museum of American Art, Nueva York  

Alma Colapsada es una pintura de técnicas mixtas creada para una exhibición en el Whitney Museum of American Art, Nueva York, lugar que busca proveerle una voz artística e intelectual a nuevos acercamientos a la escena de artes visuales de Puerto Rico y la diáspora. A través de la exhibición (que coincidió con el quinto aniversario del huracán María, una tormenta que azotó la isla el 20 de septiembre de 2017) no existe un mundo posthuracán. Dicha exhibición explora cómo los artistas han respondido a los años de transformación desde ese evento, y reúne sobre 50 obras de artes realizadas en los últimos cinco años por un grupo intergeneracional de artistas puertorriqueños y de la diáspora. La exposición presenta las consecuencias de la tormenta que se vieron exacerbadas por la cadena de acontecimientos que precedieron y siguieron a este desastre natural, incluidas medidas de austeridad por la Ley PROMESA, la muerte de 4,656 puertorriqueños, las protestas durante el Verano del 19’ que lograron la destitución del gobernador Ricardo Roselló, la cadena de terremotos de enero 2020 y la pandemia mundial del covid-19 (Whitney Museum of Art, 2022).  

Esta obra de tinta y acrílico de Rodríguez-Ayala nos presenta un paisaje, donde se encuentra una embarcación colapsando en alta mar. A su alrededor solo hay humo, muy probablemente ocasionado por la explosión. Sin embargo, su alrededor está en color gris, mientras el barco, que está en el mismo centro de la composición, es un color azul bastante oscuro. Las interpretaciones de esta representación sencilla son muchas, ya que con un solo código visual abre puertas de interpretación de tan solo pensar en el contexto del huracán María. La iconografía de la embarcación es un constante diálogo en las obras hechas de Rodríguez-Ayala para esta exposición. Para el artista la embarcación es muchas cosas a lo largo de la historia colonial estadounidense en Puerto Rico desde el 1898. Vemos eventos como la relación colonial con Puerto Rico y Estados Unidos provocada por la Guerra Hispanoamericana (1898); la lucha por la salida de la Marina de Vieques (2003); la negligencia de recibir a la turista italiana desde el puerto de Fort-Lauderdale, como paciente cero y primera puerta del covid-19 en la isla; y la ayuda humanitaria que debía llegar de puertos internacionales denegados en los muelles, por la limitación de acceso a suministros básicos gracias a la Ley Jones (1920). No podemos dejar a un lado que en Puerto Rico 85% de los alimentos son importados, por lo que el transporte marítimo es y seguirá siendo recurso vital en la isla. Las embarcaciones para Rodríguez-Ayala significan un símbolo de alfa y omega de la dependencia estructural del transporte marítimo, así como la torre de control.   

No es coincidencia que la embarcación sea azul. Pudiesen representar los toldos de los miles de botellas de aguas y suministros escondidos al pueblo. No es coincidencia que también bajo el gobierno del PNP (representado por el color azul) haya sucedido esta negligencia nacional. Aunque no sea un lenguaje explicito, esto es otra forma de representar violencia institucional contra la isla. La mala administración, liderada por la corrupción partidaria, y la estrangulación de Junta de Control Fiscal, fueron las protagonistas de esta negligencia institucional hacia la población vulnerable, claramente en emergencia nacional sin conocimiento alguno de este secreto, mientras que el gobierno lo ocultaba. El hecho de que miles de personas murieron entonces queda en manos del estado.    

Conclusión 

Esta investigación propone ver las artes a través de un tema central, la violencia institucional y política. Además, propone cómo mediante diversas obras artística de arte contemporáneo puertorriqueño se pueden observar distintos lenguajes de violencia institucional a largo del siglo XX al siglo XXI. Artistas como Barbara Diaz Tapia y Gamaliel Rodríguez Ayala, quienes son parte de una generación emergente de arte contemporáneo puertorriqueño de este siglo, continúan haciendo arte como manera de dialogar con problemas contemporáneos. Mientras, Luis Alonso, Rafael Rodríguez Rosa y Pedro Brull Torres, quienes pertenecen a otras épocas artísticas, tienen lenguajes artísticos que trascienden a conversaciones actuales. Por ejemplo, nuestro arte de resistencia, que resalta mayormente el colonialismo estadounidense que hemos vivido desde finales del siglo XIX, es una conversación que persiste hoy en día.  

 

Referencias 

Díaz Tapia, B. (n.f.). BIO/CV: Bárbara Díaz Tapia. https://www.barbaradiaztapia.com/about  

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Nogueras Cuevas, C. (2021). FRESCOS: 50 Artistas Puertorriqueños Menores de 35.  Actar.  

Oliver Olmo, P. (2018). El concepto de violencia institucional: un enfoque desde la historia social del control y el castigo. Gerónimo de Uztariz, 24, 17-138.   

Pabón-Ortega, C. (2022). Historia, memoria y ficción: debates sobre la representación de la violencia extrema. Ediciones Laberinto.  

Reyes Franco, M. (2015). Postcolonialidad en el arte contemporáneo en Puerto Rico. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña, 3, 85-107.  

Rivera Ayala, L. (2021). El paisaje político en la obra de Gamaliel Rodríguez. Visión Doble: Revista de Crítica e Historia del Arte. https://humanidades.uprrp.edu/visiondoble/comics-punk-e-ilustraciones-una-mirada-a-los-zines-hechos-por-mujeres-en-puerto-rico-1997-2019-copy/ \ 

Rivera, N. (2021). Diez piezas sobre Maravilla. 80grados+. https://www.80grados.net/diez-piezas-sobre-maravilla/ 

Ruggiero, V. (2009). La violencia política: un análisis criminológico. M. Pastor (Trad). Antropos Editorial. 

Solís Escudero, Y. (8 de octubre, 2016). La naturaleza y el ser humano se entrelazan en Entre Reinos. El Vocero de Puerto Rico.   

Tió, T. (1995). La hoja liberada: el portafolios en la gráfica puertorriqueña. Instituto de Cultura Puertorriqueña. 

Torres Martinó, J. A. (1987). Luis Alonso: xilógrafo. Plástica, 1(16), 17-25. 

Traba, M. (22 de octubre, 1976). Arte de la resistencia en Puerto Rico. El Mundo.   

Vázquez Lazos, N. (2014). Los derechos y las mujeres de Puerto Rico durante la Primer Guerra Mundial. Perspectivas, 1(1), 68-93. 

Whitney Museum of Art. (2023). No existe un mundo poshuracán: Puerto Rican art in the wake of Hurricane Maria. https://whitney.org/exhibitions/no-existe


Posted on December 23, 2023 .

RE-VIVIENDA: Repensando la estrategia actual de diseño residencial y producción de comida en Puerto Rico a través de una propuesta sostenible

Reimagining residential architecture: An eco-innovative design proposal for climate-conscious, sustainable housing and community-focused food production in Puerto Rico 

 

Diego A. Daleccio Meléndez 

Programa de Bachillerato en Diseño Ambiental 

Facultad de Arquitectura, UPR RP 

 

Recibido: 18/09/2023; Revisado: 13/12/2023; Aceptado: 10/12/2023

Resumen 

En los últimos años ha habido un interés creciente en la reutilización de contenedores de envío abandonados como material de construcción sostenible. Este enfoque de la arquitectura ofrece una oportunidad única para utilizar materiales existentes de una manera respetuosa con el medio ambiente, reutilizando contenedores que de otro modo terminarían en vertederos. Las ideas presentadas en esta publicación parten de un esfuerzo colaborativo entre les estudiantes del taller de diseño (ARQU4134-001) dirigido por la Dra. Anna Georas en la Escuela de Arquitectura de la UPR. El mismo fue dedicado a promover la agricultura urbana en Isla Grande frente en los muelles de Crowley para crear conciencia sobre la autosuficiencia alimentaria en Puerto Rico e incluía vivienda para agricultores urbanos. Todes les estudiantes presentaron sus propuestas para un proyecto de vivienda y agricultura sostenible; RE-VIVIENDA, cuyo propósito es crear viviendas sostenibles usando los contenedores abandonados por CROWLEY en Isla Grande, fue mi proyecto individual. Este proyecto se construirá utilizando materiales mínimos con el fin de poder desmontarlos y reconstruirlos fácilmente en el futuro para extender el ciclo de vida de estos contenedores. 

Abstract 

In recent years, there has been a growing interest in repurposing abandoned shipping containers as sustainable construction material. This architectural approach presents a unique opportunity to utilize existing materials in an environmentally conscious manner by repurposing containers that would otherwise end up in landfills. The ideas presented in this publication stem from a collaborative effort among the students of the ARQU4134-001 workshop led by Dr. Anna Georas at the School of Architecture of UPR, in which all the students submitted their proposals for a sustainable housing and agriculture project. RE-VIVIENDA, whose purpose is to create sustainable homes using the containers abandoned by CROWLEY on Isla Grande, was my individual project. The project will be constructed using minimal materials, enabling easy disassembly and reconstruction in the future, thereby extending the lifecycle of these containers. 

Keywords:  sustainability, architecture, construction, housing, shipping containers  

Propuesta

RE-VIVIENDA es un proyecto que propone un nuevo precedente para la arquitectura y el urbanismo sostenible en Puerto Rico. Este proyecto propone la inserción de agricultura urbana, interior, vertical e hidropónica en los terrenos subutilizados en el área del Centro de Convenciones de Isla Grande, emplazado frente a los muelles de importación más grandes de la isla, los cuales son administrados por la empresa internacional Crowley. Esta localización estratégica enfatiza la necesidad urgente de que Puerto Rico identifique modelos de agricultura que atiendan y combatan la dependencia en alimentos importados en Puerto Rico, los cuales representan un 85% de lo que se consume anualmente en la isla. La precariedad de nuestra situación alimentaria luego del paso del huracán María (septiembre del 2017) ilustra la necesidad de incitar cambios en qué cultivamos y cómo nos alimentamos. La propuesta también se trata sobre la inclusión y educación del público, y el proveer necesidades básicas a través de sistemas como placas solares, plantas de desalinización y estrategias de diseño pasivo.  

RE-VIVIENDA es un proyecto que se divide en cuatro partes: RE-IMAGINAR, RE-CONSTRUIR, RE-NACER y RE-VIVIR. El primero, RE-IMAGINAR, se trata sobre el contexto, el “porqué”. Aquí se re imagina el site del proyecto, tomando en consideración los retos que enfrentamos y las maneras en las cuales los podemos combatir.

1. RE-IMAGINAR

Este proyecto busca no solamente promover la arquitectura sostenible un nivel global, sino combatir algunos de los problemas que enfrenta Puerto Rico, como proveer alimentos locales para la comunidad y combatir ocurrencias comunes como los desiertos de comida y precios injustos de los alimentos causadas mayormente por la ley Jones y el monopolio que la compañía de transporte marítimo, Crowley, mantiene sobre nuestros puertos.  

Se decidió desarrollar esta propuesta en Isla Grande, directamente al lado de la base de operaciones de Crowley, utilizando un hangar de aviones abandonado, originalmente diseñado por el arquitecto Albert Kahn. En relación con la arquitectura, el proyecto tiene tres componentes principales.  El primero es la reutilización de terrenos urbanos y restauración de edificios abandonados, principalmente el hangar que se mencionó previamente. El segundo componente son las viviendas para agricultores urbanos, las cuales cumplen con todas las leyes incluidas en los Códigos Internacionales de Construcción (IBC, por sus siglas en inglés), y que son de tipo R-2. El tercer componente es el mercado, cuyo propósito será proveer un espacio cívico social en donde los agricultores residentes puedan vender sus productos y a la vez promover una relación más tangible entre la comunidad local y el nuevo recinto agrícola. Además, se insertan zonas de bosques urbanos para asistir a la oxigenación del planeta. 

El próximo paso, RE-CONSTRUIR, detalla las viviendas que estaré proponiendo, lo cual sería el componente principal del proyecto. Esta sección incluye diagramas de concepto y estructurales, plantas, secciones, elevaciones y renders de las viviendas, las cuales logran rescatar y reusar un total de 192 contenedores de 40 pies y 80 contenedores de 80 pies, que de otra manera hubiesen terminado en vertederos. 

02. RE-CONSTRUIR

Se decidió crear dos tipos de viviendas, o “Modulaciones”, utilizando los contenedores reciclados. La modulación “A” se compone de módulos de vivienda dúplex. Tiene seis (6) viviendas por modulación, y cada vivienda utiliza 4 contenedores, de los cuales dos (2) se dedican a espacios de vivienda incluyendo dos cuartos, la cocina, una sala pequeña y un baño, un (1) contenedor se dedica a espacio de almacenamiento, y el ultimo contenedor se utiliza como un espacio de balcón y entrada. Todos los edificios que se han diseñado como parte de este proyecto se encuentran elevados en una base de hormigón para combatir la posible inundación futura de este terreno y proveer ventilación natural. El segundo nivel de ambas modulaciones se convirtió en un espacio de agricultura vertical e hidropónica para el uso de los agricultores resientes en las viviendas. La modulación A se detalla en las siguientes imágenes: 

Las siguientes dos imágenes muestran dos perspectivas interiores de un módulo de vivienda: 

La segunda versión de las viviendas, “Modulación B”, se compone de seis (6) viviendas “single”, las cuales utilizan dos (2) contenedores para cada módulo, uno para espacios de vivienda (cocina, cuarto, y baño) y otro como espacio de balcón. La modulación B se detalla en las siguientes imágenes: 

Las siguientes dos imágenes muestran dos perspectivas de la Modulación B, una desde el balcón compartido en el último piso, y otra desde una vista exterior: 

Para concluir, se han incluido dos imágenes que ilustran los detalles constructivos de las viviendas. Estas comprenden un corte de pared, detalles en estilo "blowup" y una sección conceptual. 

RE-NACER se centra en las áreas verdes del proyecto, abarcando tanto zonas boscosas como áreas de agricultura tradicional, además de brindar detalles sobre la planta desalinizadora y su impacto en la comunidad local. Es fundamental resaltar que, aunque elementos como la desalinización se exploran como posibles soluciones o métodos para abordar desafíos vinculados con el diseño sostenible a futuro, el enfoque principal de este proyecto sigue siendo su vertiente arquitectónica. En otras palabras, las viviendas desarrolladas a partir de contenedores de transporte abandonados se deben considerar como el eje central de la propuesta. Las propuestas adicionales integradas en el plan maestro, como las zonas agrícolas y la planta desalinizadora, son meras exploraciones requeridas dentro del alcance del proyecto; no obstante, se presentan como componentes clave debido a su relevancia y preponderancia en la actualidad. Con el propósito de transparencia, se exponen los pros y contras de dichos elementos, buscando fomentar un diálogo constructivo que permita, al final del día, determinar qué resultaría más beneficioso para Puerto Rico y su entorno ambiental. 

03. RE-NACER

La última parte, RE-VIVIR, incluye una imagen conceptual sobre el mercado público que se estará proponiendo en el hangar abandonado. Esta sección no incluye detalles técnicos, ya que se debería tratar simplemente como una visión o sueño sobre que podríamos hacer con la cantidad inmensa de estructuras abandonadas en Puerto Rico. En este caso decidí proponer un mercado público que incluye gastronomía, vegetación y balcones públicos que ofrecen vistas al proyecto y el agua.  

04. RE-VIVIR

Con esta investigación y propuesta se busca conectar, proveer, alimentar y revivir. El proyecto es tanto un sueño para un futuro sostenible como es una declaración política contra la situación actual de Puerto Rico y la tendencia internacional de subutilizar terrenos urbanos que pueden ayudar a sostener vida en el planeta. Las propuestas plasmadas en este proyecto reconocen la responsabilidad de repensar cómo se habita el planeta para garantizar un mundo más saludable para las futuras generaciones. 


Posted on December 23, 2023 .

Papi llegó a casa

Medio: Óleo sobre papel  

  

Fabiola Báez Flores 

Departamento de Bellas Artes 

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 12/09/2023; Revisado: 22/11/2023; Aceptado: 18/12/2023


Descripción 

Mi inspiración para dicha obra de arte surge de la vida cotidiana que he compartido con mi padre desde pequeña, pues es una de las personas más importantes en mi vida. Él se levanta temprano cada mañana a las 3:00 a.m. para trabajar en construcción, dedicándose incansablemente para asegurar el pan de cada día para mi familia. Mi obra se sumerge en los temas más fundamentales de mi vida: la familia, el trabajo y el amor. La figura de mi padre, laborando con determinación, es un testimonio visual del sacrificio y el profundo amor que impulsa sus esfuerzos. A través de esta obra, busco explorar la conexión y el apoyo mutuo dentro del núcleo familiar. He elegido expresar esta narrativa personal a través del óleo sobre papel. Esta elección me permite jugar con colores, sombras y detalles de una manera única, brindando una textura especial y una profundidad visual que intensifica la emotividad de la escena. Esta técnica se convierte así en mi lienzo para capturar la esencia de la dedicación y el amor que veo en la figura de mi padre. 


Posted on December 23, 2023 .

Súplicas ornamentadas

Emanuel Rodríguez Báez 

Departamento de Estudios Hispánicos 

Facultad de Humanidades, UPR RP 

 

Recibido: 20/09/2023; Revisado: 17/11/2023 Aceptado: 28/11/2023 

 

 

Tanta prisa sin ser nadie.  

Sin rumbo, sin mundo, sin disfraces…  

Sin amor que me reemplace...  

...solo me complace el odio…  

  

Carezco de labios,  

apacibles, de ternura.  

Desnudas pieles inseguras:  

las reflexiones de los sabios.  

  

Me sumerjo en mis olas.  

En la soledad de mis llantos.  

¡Harto de fingir no sufrir tanto!  

Tantas estrellas, todas tan solas.  

  

Ideas abandonadas,  

la luz de mis mentiras  

Amena envidia que inspira…  

¡Me quejo y no pasa nada!  

  

Soy palabras, soy miradas.  

Alma encantada, prisionera,  

que a estos ojos cualquiera,  

adornas, pincelada a pincelada.  

  

Tus rosadas mejillas.  

Tus gestos tan humanos,  

que a libreta, tinta y mano,  

haces de silencios, amor en letras sencillas.  

  

Y yo tan complejo.  

Ajeno en mi despacho.  

De insomnio borracho.  

En fantasías festejo.  

  

La vida que quiero.  

Libre de culpa y de frío,  

de hambre, halagos y vacíos:  

El confuso amor de un sincero.


Posted on December 23, 2023 .