Espíritu

José Juan González Jiménez
Departamento de Literatura Comparada
Facultad de Humanidades, UPR RP

Son las 3:34 de la madrugada. Afortunadamente, no parece encontrarse ni un alma alojada entre las paredes de tu apartamento; ya ni recuerdas la última vez que viste una mosca. —Un perro no vendría mal— te repites por séptima vez, como si no te propusieras lo mismo todos los malditos días. Jamás podrías alimentar un perro. Abres la puerta de la nevera, las vagas luces de neón son el único alumbrado digno de enfrentarse a la oscuridad de esas horas. Siempre te brindan comodidad, aun cuando lo único que puedes discernir en el vacío oscuro de tu cocina son esas febriles luces. Cierras la nevera. Abres la nevera. Cierras la nevera de nuevo. —¿Quién carajos prepara café a esta hora? —te murmuras, pero luego recuerdas que debe haber por lo menos seis pies de concreto sólido entre tu hueco y el del vecino, y concluyes que solo son cosas tuyas, que el pequeño monito dentro de tu cerebro anda averiando los controles, burlándose de ti como siempre. —Apuesto a que no te tomaste la pastilla anoche, ¿verdad? Eso pensé. —Abres los gabinetes superiores en donde se supone que se encuentran las malditas pastillas; naturalmente, no están ahí.

Luego de otra ristra de pútridos insultos hacia el universo, recuerdas que intentaste hacer algo particularmente estúpido con ellas anoche y te diriges hacia donde crees que las viste por última vez: el baño. Después de rebuscar un poco debajo del lavamanos, encuentras el contenedor abierto; las pastillas están todas regadas entre los detergentes. Concluyes que se te debieron haber caído en algún momento. Decides tomarte dos; sientes que la suerte hoy está de tu lado. —Asqueroso— la reacción habitual. Mientras tratas de contener tus náuseas, te percatas que el espejo parece estar tintándose de un pálido amarillo debido al goteo de agua (te juras y perjuras que es agua) que proviene del techo. Quisieras que lo único que se refleje en tu sucio espejo quebrado sea, bueno, tú al fin y al cabo. Demás está decir que los espejos no obedecen nuestros quereres; son objetos vanidosos por naturaleza. Maldices el techo, maldices el goteo, maldices el asqueroso espejo amarillo y la asquerosa pastilla, y sales del baño.

 

Te duele el estómago, pero, a pesar de ello, regresas a la cocina, sacas el vasito de plástico duro que te gusta usar para el whiskey y extraes de la alacena la botella que te ganaste en la rifa del trabajo el año pasado. —La hemos hecho rendir, ¿ah? Todavía va por la mitad y renunciamos hace cuanto... ¿2 meses? Casi nada. —Caminando a la sala te purgas la boca del asco y buscas la caja de cigarrillos que por alguna extraña razón está tirada debajo de la alfombra. —Solo uno. —Ah, la ironía de ir a la gasolinera sin auto. Como están las cosas, es probable que te peguen un tiro si caminas hasta la farmacia, o peor… Agarras el encendedor que se encuentra encima del viejo reclinable roto, pero ya no le queda gas. —Añade otra más a la lista. —Regresas de nuevo a la cocina y prendes el cigarrillo con el encendedor de gas largo que usas para la estufa: nunca encendió bien esa estufa. Un presentimiento indescriptible te compele a meditarla un poco y mientras observas sus negras hornillas frías puedes sentir una punzada en las puntas de tus dedos. —Que frío está todo, y no hay nadie. No hay nadie, —te repites temblando— no hay nadie… —Sabes que no hay nadie, lo sabes, no puede haber nadie.

 

Dudas, pero aceptas que no sientes hambre. Fumigas un poco las esquinas del mostrador y regresas a la sala. Te sientas en el reclinable que se queja un poco más fuerte de lo habitual.

 

—Cállate —le murmuras mientras introduces tus manos dentro de sus cojines que rechinan con el mismo desgano de siempre. Encuentras el control remoto y celebras silenciosamente con un gesto de manos al ver que tiene baterías. Ya ni sabes qué hora es. Enciendes el televisor. Entre la estática puedes divisar los logotipos de la estación de noticias local y escuchas la misma maldita cancioncita que llevan usando como tema por los últimos 10 años. La imagen se aclara. —Gente muriendo. Gente peleando. —Crees que te sientes mejor. Apagas el televisor y te despides de tu vaso de restaurante de comida rápida que sirve como cenicero. En realidad, no recuerdas haberlo colocado ahí en primer lugar, pero tal parece que las cosas se te han estado escapando de la memoria recientemente. Eso debe ser. Te levantas del reclinable y te acuestas sobre el sofá, que por fortuna no tiene la sábana enterrada entre sus fauces. —Bueno, hoy será otro día. —Efectivamente, mañana será otro día y, a fin de cuentas, no importa cuánto desciendas hacia las profundidades; soledad

—verdadera soledad— no habrá nunca ahí abajo.

Posted on June 1, 2021 .

El inspector y la Fuente de Neptuno

Anamaría Isabel Rey Bollentini
Departamento de Psicología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

 

Se empieza a escuchar el rumoreo en las calles, son apenas las seis de la mañana y todavía se encuentra dando vueltas sudado en su cama. Otra noche más sin poder dormir. Decide levantarse, aunque el calor de su cama lo llama. Va directo al baño y se mira en el espejo. El agua fría lo obliga a despertarse. Esta vez no puede despegar los ojos del espejo: lleva tan sólo un mes trabajando en el área de homicidios en la comisaría del Centro de Madrid y ya se puede ver el efecto por las ojeras que se van trazando en su rostro. En su armario reina el orden absoluto. Solo tres colores resaltan: negro, blanco y azul. Todas sus camisas cuelgan por color y cada una sin un pliegue. En la gaveta sus pantalones están doblados a la perfección y cada uno de sus zapatos está uno al lado del otro. Termina decidiéndose por una camisa blanca de botones con unos vaqueros oscuros, lo mismo de siempre. Antes de salir, ve en la puerta que todavía está pegada la nota que se había escrito varias noches atrás, la cual dice: “llamar a mamá y felicitarla”. Sale de su apartamento a las seis y media como todos los días, sube por la calle Toledo y se detiene en un pequeño café. El olor a croissant acabado de hornear y de café invaden el lugar. Era una cafetería de no gran tamaño llena de espejos en cada pared, lo que daba la ilusión de que era mucho más grande de lo que mostraba. Hoy está la señora gritona atendiendo, según sus cálculos tiene unos cincuenta años y es obvio que también unos kilos de más, pero hace unos panes y dulces de alta calidad. Pide un espresso negro como es de costumbre, en estos días es lo único que lo mantiene vivo, y, al último momento, decide llevarse un churro. Se toma el café de un sorbo, vuelve a retomar su camino rumbo a la estación La Latina mientras devora aquel churro todavía caliente. Piensa que no lleva mucho tiempo en Madrid y ya se conoce las calles y el metro como la palma de su mano. Se había transferido desde Barcelona porque quería librarse de su familia, ya que sus padres no estaban muy de acuerdo con la carrera que había elegido. Es el menor de tres hermanos varones, los dos con carreras muy importantes, uno es abogado y el otro está metido en la política. Se acuerda de aquel momento en el que le dijo a su madre que se transfería a Madrid, cómo lloró esa noche. Las calles se están empezando a llenar con otros peatones y varios negocios van abriendo sus puertas, la pequeña librería de la esquina ya está abierta; a veces compra el periódico ahí, pero hoy no quiere. Le da un vistazo al cielo y se dice a sí mismo “qué mal tiempo, hoy seguro lloverá”. Como de costumbre no lleva paraguas, piensa que es de gente mayor. Las nubes son de color gris y parecen salidas de una película de terror: la ciudad tiene un color entre grisáceo y azul.  Además, el viento comienza a ser insoportable. Por fin llega a la estación, puntual como todos los días, a las siete, coge la línea cinco hasta Callao solo para poder apreciar a la chica pelirroja. No sabe su nombre ni su edad, debe tener casi treinta años como él; siente una atracción inexplicable hacia ella. Tiene una cabellera jamás vista con unos rizos rojos que le llegan a mitad de espalda, y no se pueden quedar atrás sus grandes ojos verdes, que con una mirada te petrifican. La mañana anterior vestía un traje corto negro con uno tacos del mismo color, y llevaba una chaqueta de color rojo que le llegaba hasta mitad de pierna. Siempre se viste muy elegante, debe tener un trabajo importante y por su porte se podía ver que había estudiado toda su vida en colegios privados. Cuando llega al andén no encuentra a la chica, siente una leve incomodidad, un gran peso en su corazón, algo que usualmente no le pasa. Piensa que a lo mejor hoy no tiene que trabajar o que simplemente está tarde. Aunque la chica no está, sí vio al jovencito que siempre anda con ella. Debe tener alrededor de dieciséis años, es de estatura media, blanco y de pelo castaño; es común y corriente como cualquier otro chico de escuela superior. Por lo que había aprendido en la academia, sabe que, por los gestos y la manera de hablar, el chico y la chica no se conocen, pero siempre se sientan en el metro a conversar. El altoparlante anuncia que el tren va a llegar con diez minutos de atraso. Él mira el reloj y ya sabe que va a llegar tarde al trabajo. Mientras espera, el chico se le acerca y le dice “usted es inspector de la policía, ¿verdad?”. Él le contesta con un simple sí, no le gustaba mucho conversar con chavales y no era de tener muchos amigos. El muchacho se queda parado al lado de él y no deja de mecerse, finalmente dice “es evidente que es policía, se le puede ver a un kilómetro, soy Javier, pero mis amigos me llaman Javi”. Vuelve a revisar el reloj y el muchacho continúa “le tengo una pregunta, hipotéticamente ¿si alguien muere ahogado podría quedar evidencia del asesino?”. Se queda un poco sorprendido por la pregunta y el joven se da cuenta de esto. “No se preocupe, es que anoche vi un episodio de Mentes Criminales, es una serie americana y pues me quedé con la duda”. Se le escapa una sonrisa y piensa en cuán inverosímiles son las series hoy en día. Mira al muchacho y le dice “bueno pues, matar a alguien ahogándolo es un crimen muy difícil de probar, es muy probable que no haya huellas en el cuerpo, entonces, pues, nos toca buscar la evidencia en otras partes”. El muchacho sigue meciéndose y le responde “eso fue lo mismo que yo pensé, pero en la serie encuentran tres huellas distintas”. Se le vuelve a dibujar una sonrisa en el rostro y contesta “no le hagas caso a las series que son pura ficción, para eso deberías mejor leer a Sherlock Holmes”. El chico lo miró medio confuso y le dijo “es que ya me lo he leído, me apasiona mucho el tema de los crímenes, que tenga un buen día inspector”. Está a punto de preguntarle por la chica, pero se escucha el estruendo del tren que entra a la estación. Está repleto de personas y el olor es repugnante. Se baja en Callao, de ahí camina hasta la comisaría que queda justo al lado de El Corte Inglés, aquella tienda en la que había esperado horas a que su madre terminara las compras y que tanto detestaba. Mientras sube los escalones Mateo, su compañero, está bajando y le dice “Alejandro, tenemos que irnos, han encontrado el cuerpo de una chica flotando en la Fuente de Neptuno”. Este es el tercer cuerpo de mujer, en menos de un mes, que encuentran flotando en alguna fuente. El primer cuerpo había aparecido en la Fuente de Apolo y el segundo en la Fuente de Cibeles, ya no era una casualidad. Se montan en el carro y la sirena empieza a sonar, eran tan solo cinco minutos, pero parecía casi una eternidad. Llegan a la escena del crimen y, mientras se acercan, logra divisar una chaqueta roja flotando. El oficial que ya se encontraba en el lugar le dice “hemos encontrado esto en su bolsillo”. Le echa un vistazo y reconoce su tarjeta de presentación. Todo el mundo le clavó la mirada. En ese instante suena la alarma del despertador, se levanta de un tirón, todavía sudando y jadeando.

Posted on June 1, 2021 .

Buen intento

Adriana Morales Díaz
Departamento de Literatura Comparada
Facultad de Humanidades, UPR RP

Llevaba solo unos cuantos meses trabajando en el supermercado del pueblo. Este edificio le pertenecía a una de las familias más viejas de aquí. De generación en generación lo iban heredando, expandiendo y mejorando. Realmente no sé cómo conseguí el trabajo. Llevaba meses solicitando en diferentes lugares, hasta que me llegó la llamada de este supermercado. Fue ideal: Quedaba cerca de donde vivo y lo conocía de rabo a cabo. Además, ya no tendría que estar metía’ en mi casa.

Me asignaron a las cajas. Trabajaba justo frente de la que tenía asignada el hijo del dueño. Cada vez que necesitaba cambio, él iba a mi estación. Podía ir a cualquier otra, ya que las demás cajas normalmente tenían más chavos, pero él se empeñaba en ir a la mía. Ni siquiera decía un “permiso” cuando aparecía. Me daba empujoncitos hasta que me salía del medio.

Eso sucedía siempre... y siempre le decía, con mi voz más controlada –Per-mi-so –. Evidentemente, no me hacía caso. Cuando terminaba de tomar el cambio que necesitaba, se volteaba para mirarme fijamente, para que, sin que me lo perdiera, viera aquella guiñaíta que me dirigía. Eso, también, sucedía siempre. De hecho, sucedía varias veces durante el día.

A mí se me envenenaba la sangre. 

A cada rato llegaban estudiantes de la escuela superior que quedaba frente al supermercado. Iban al medio día, después de las tres de la tarde, cuando los despachaban, estaban libres o cortaban clases. Compraban porquerías para comer. Nunca supe si eran babosos de por sí o si se babeaban cuando se ligaban al hijo del dueño. Yo viraba los ojos cada vez que las nenas chillaban porque el cajero más lindo del supermercado les hacía la misma guiñaíta que me hacía a mí.

Un día, el hijo del dueño me cogió virando los ojos. Cuando la pavera de los estudiantes bajó de volumen porque salieron del supermercado, decidió coger uno de los paquetes de chocolates que quedaban al lado de la caja: un paquetito de Kisses, pa’ colmo. Abrió la bolsita, sacó uno y me lo entregó después de que, por primera vez, depositara cambio en mi caja diciéndome – Toma y no te me pongas así, Ojitos Lindos –.

Sentí que los cachetes se me calentaban y no sabía si era por pasme o por rabia. Después de ese suceso no volvió a ocurrir nada. Hasta hace poco. 

Las luces del atardecer se colaban por las puertas corredizas del supermercado.  Estaba cobrándole a mi última clienta del día cuando el dueño se me acercó para decirme que comenzara a organizar la mercancía de los pasillos. El dueño del supermercado se veía sumamente cansado; tenía unas ojeras que yo jamás le había visto a alguien. Y se entiende porque, con toda esta locura por la pandemia, la cosa en los supermercados ha estado bien fuerte.

Después de darme aquellas instrucciones, el dueño se dirigió a su hijo para dejarle las llaves y le dijo – Toma, no puedo más con mi vida. Ayuda a la nena y después cierras bien. Nos vemos en casa –.

El hijo le gritó un “bendición”, pero solo logré escuchar cierto murmullo como respuesta. Quizás por el cansancio del don, o quizás por la condená’ mascarilla que ahora todos tenemos que usar. Luego, se cerraron las puertas corredizas por última vez ese día.

Nos quedamos él y yo solos. Lo miré por un rato, sin estar muy segura de lo que debía hacer. Él me miraba también. Después de lo que pareció una eternidad se escuchó una voz, – Puesss… comienza tú allá y yo acá, hasta encontrarnos en el pasillo del medio y terminamos – me dijo el hijo del dueño. Tardé unos segundos en entender, hasta que logré contestarle un – Dale –.

Íbamos poco a poco organizando toda la mercancía. Moviendo lo que no iba aquí pa’ allá y surtiendo lo nuevo para los clientes del próximo día.

Comencé a escuchar como un sonido y pronto noté que era música. Me imaginé que debía ser el hijo del dueño escuchándola desde sus audífonos.  Pensé que eso era una buena idea y me arrepentí de haber dejado los míos enredados en mi cama. Así que, para no aburrirme más de la cuenta, oyendo los choquecitos que daban algunas latas, me puse a tararear en voz baja las canciones que escuchaba todos los días en la radio del supermercado.

Cuando llegué al último pasillo, me percaté que ya no se escuchaba la música de los audífonos. Al voltearme, vi al hijo del dueño mirándome.

– Tienes una voz chula – me dijo cuando arreglaba los paquetes de arroz.

Le contesté un corto y seco – ¡Ja! –. Tomó todas mis fuerzas no mirarlo. “¡Nena, acaba y termina!” me reproché.

Estuvimos otro rato en silencio. Hasta que el hijo del dueño preguntó – ¿Qué te pasa, Ojitos lindos? –.

 – ¿Por qué me dices así? Tú sabes mi nombre – le contesté, más cortante que como quise que se escuchara.

Permaneció callado un rato, quizás midiendo las siguientes palabras que iba a pronunciar. – Puesss, por to’ esto que está sucediendo, y que tenemos que usar estas vainas, eso es lo único que veo de ti. Ahora resaltan más. Además, de verdad son lindos. Son como brillantitos – explicó 

Me quedé perpleja. O sea, ¿quién hubiese pensado que el hijo del dueño, en verdad era tan… chulo?

– Eee… pues, ¿gracias? – le dije, tratando de que no se me quebrara la voz. Él no contestó nada más, aunque sabía que sonreía.

Cuando finalmente terminamos, recogimos nuestras cosas y salimos juntos hacia nuestros carros.

 – Nos vemos mañana – me despedí hasta que el hijo del dueño, por primera vez desde que trabajo en ese supermercado, hizo un ademán para despedirse con un gesto de chocarnos los puños. Yo pues para no quedar mal, le devolví la despedida y me tomó de sorpresa. En vez de hacer lo que pensé que haría, abrió su mano y me agarró por la muñeca, halándome hacia él.

Todo sucedió demasiado rápido y ese atrevimiento pudo haber sido exitoso. Me haló hacia él, haciéndome tropezar un poco, y se inclinó para darme un beso.

Repito, pudo haber sido exitoso. Casi perfecto. Pero ahora, con toda esta situación, ya a uno se le olvida la nueva moda. No fue hasta que sentimos la presión de nuestros labios, o mejor dicho, el contacto de las mascarillas, que lo recordamos.  

Cuando el hijo del dueño se dio cuenta de su fracaso, pude ver de cerca cómo aquellos ojitos de las guiñaítas se convirtieron en platillos. Soltó mis manos a las millas y si no fuese por la cercanía, casi ni hubiese percibido aquel murmullito de un – Nos vemos –.

Se montó en su carro y arrancó desapareciendo en la penumbra de la calle.

Me quedé sola y confundida frente a mi carrito escriquillao’, con una sonrisita escondida detrás mi mascarilla. 

Quizás luego, cuando to’ esto mejore, pueda reclamarle aquel besito enclaustrado.

Posted on June 1, 2021 .

Overcoming Silence

Nahiomy Cruz Betancourt
Programa de Información y Periodismo
Escuela de Comunicación, UPR RP

An elderly man sat on a bench pondering how a simple seat could be as uncomfortable as the unnerving silence on his mind. That void was not there before, and it felt wrong.

The last memory, fresh on his mind prior to arriving at his seat, was of a disheartening room. An eerie beep and his consistent worrying thoughts kept him company. Four white walls encircled, tightened around him as he felt his lungs expel a decaying puff of air. He grasped pale blue sheets in his hand when he could barely breathe. The man peeked at the only nearby window and the green scenery beyond.

The view of the outside world full of life helped him hold on until his will and body collapsed. His surroundings turned dark, and the noise abandoned him.

Along came the silence after his aged eyes opened to admire the scenery he had peeped before. He now sat on a worn-out bench encompassed by a spirited park. A large lake stretched as far as his old-fashioned vision would permit him. Above head, a flock of birds could be heard. His gaze squinted as he tried to catch a glimpse of the flying creatures. Instead, he was met with a great tree. The leaves moved slowly against the wind making it seem as if the life around him was in slow motion.

People walked by leisurely, some accompanied, some alone. Many wandered with a small, metal piece attached to their hands. Every one of them bore different styles of hair and clothing. However, they had one thing in common. They passed with a purpose.

The passersby’s upbeat demeanor frightened him. Most of all, made him swell with envy. These newfound emotions rattled him. How can they continue? Are they not afraid?

The man’s frigid body tensed as he glared at a passing mother and her giggling baby.

He gazed at the people around him, not understanding the mix of emotions he observed. The man perceived feelings of glee, some of regret. Others had indescribable harmony. None felt the deep melancholy he experienced.

If he were honest, he would say he did not care if he lost himself, as long as he regained what was most precious to him. However, the person that meant everything to him no longer existed. He would not be able to see her or apologize to her. 

After that thought, he did not sense quiet anymore.

The silence transformed into ringing. The elder felt pangs of pain shoot down his arms and shoulders, down to his feet and up to his head. Paralyzed, he closed his eyes so that he could try to endure the aching attacks. He was slipping-

“Are you okay, sir?” a small voice sounded beside him. The elderly man opened his eyes to find a short young boy with curly black hair. He sat on the bench licking away at his vanilla ice cream.

“You looked like you were going to throw up and I wanted to help, but I didn’t want vomit on my ice cream, and I didn’t know what to d-”

The man puffed and tried to regain himself while gruffly asking the child, “What do you want, kid? Can’t you see I’m in pain?”

The child considered the elder’s question and shrugged it off. “Mom told me experiences are like a test. You know? Like the type of test you have to take in school?” the young boy stopped once again; he studied the person beside him. “Maybe this is your test. I don’t know if I failed my test, but I really didn’t want vomit all over my ice cream,” he smiled sheepishly at the considerably taller elder who furrowed his brows disbelievingly.

The kid glanced down when he met his gaze. “You know, when I get sad about something, mom always says, ‘think of life as a video game’ and I love games so that makes life more fun!” the boy’s face slightly lit up at the mention of his hobby. 

Then, he turned toward the elder. “Maybe you just need to learn how to deal with the things that make you sad,” the kid said with such carefree honesty that it made the man question how young he really was. He shook his head, dismissing the boy.

Maybe if I do not listen to him, he will go away. The youngling paused to eat more of his slowly melting delight.

“Look, as long as you don’t let the bad monsters take you, you’ll be okay. When they get close, it’s going to be hard to fight them like in my favorite video game!” the boy slightly perked up causing drops of ice cream to fall on his dark brown skin. Then, he frowned and cleaned them up against his shirt.

The man’s wrinkly eyes narrowed at the kid, and thought, what type of mother would say that nonsense to a child? “Where are your parents?”

“I don’t know, around here somewhere. I’m not worried though.” 

“You should be. The world is a dangerous place. You could be kidnapped or worse.”

“But I’m here with you.”

“I could kidnap you. You don’t know me, and I don’t know you.”

“Well, I’m Axel. Now you know me,” the kid smiled at him and returned to his dessert. “What’s your name?”

“Not important. How old are you?”

“I’m 8. But next month I’ll be 9, so I’ll be a big kid!”

“Either way you’re still a child,” he scoffed out loud, not surprised. “You don’t know anything about life.”

Instantly, cold sweat ran down the man’s back. Although Axel did not show any signs of being upset, the elder worried for a moment that his words had gone too far.

The boy stayed quiet for a while, blissfully enjoying his ice cream as if he did not hear the man.

“Do you like planes?” asked Axel while taking a small glimpse at a bird flying over them before it disappeared behind a tree. Gray clouds formed overhead without warning.

Dumbfounded at the randomness of the child, the elder answered without giving the question much thought, “I’ve never been on one. Always been too afraid.”

“Well, my mom is a pilot, pretty cool huh?” the elder rolled his eyes, nevertheless intrigued.

“Mom says that she feels as if she’s guiding people to a better place,” he smiled to himself. “People say my mother is very wise, but I don’t think I know what that means.”

 Axel’s words piqued the elder’s interest. He was not sure when he last witnessed such a young soul look up to his mother. The scene appealed to the man.

“Your mother is very wise.”

The little boy turned to him and his face lit up at the elder’s words. Axel’s sudden happiness made the old man grimace. “My mother is always helping people,” the boy paused for a second and considered the man.

“Maybe she can help you too?” asked Axel, hoping. The elder recognized this emotion, it was one he knew but not well enough. For a moment, he thought the child was onto something. Instead, it made him think Axel was just naive. He should not have expected more of the child.

“Sorry, kid, but it’s too late for me.”

The silence returned, but it did not hurt him. It was a bittersweet quiet that left him perplexed. The elder peered at the fresh green grass and contemplated the little boy’s words. Then, a single raindrop fell against the pavement in front of him. One after the other, drops of rain cascaded in front of the pair.

In a matter of minutes, it began pouring. The tree behind them unsuccessfully shielded them from the downpour. The leaves, before were a lime color, now displayed a dark shade of gray that cast shadows among the two opposites. Though they were soaking in the rain, they did not mind the water clinging to them.

“I despise the rain,” the old man grumbled loud enough for the kid to hear. It reminded him of that terrible day when his life changed. He considered venting to the child. Even if Axel would not understand, nobody else seemed keen to hear him. Besides, the kid seemed smart, despite his age. “It reminds me of someone special I lost.” Not being able to look him in the eye, the man turned to watch the drops patter against the lake’s surface. 

Unexpectedly, Axel jumped beside him in agreement and shouted, “Something like that happened to me too. I told my mother that I hate the rain, but you want to know what she told me?”

The man nodded, not entirely paying attention to the 8-year-old. He was entranced by the rain shower in front of him.

“Well, I had this plant when I was little...” Axel paused to flick away strands of his wet hair from his forehead. The elder looked at him with a raised brow. Nonetheless, he discreetly moved strands of short gray hair from his forehead. The young boy smiled sheepishly and continued his undoubtedly peculiar tale.

“One day it was raining, just like now! And I told my mom I was worried about a plant I had outside because it would drown from all the rain!” Axel’s eyes widened, reminiscing the momentary frustration. “Mom said I couldn’t take it inside though, so I waited till’ the next day to check on my plant and it turned into a small flower! In such a short time too! Can you believe it?”  

The elderly man frowned. He was almost to his limit with the child’s strange narrations when Axel’s expression turned unusually severe. The boy stared at him, his face unreadable. “I need you to answer this seriously,” the man worried for a moment, unsure if he was the reason Axel’s mood had changed. “Is my shirt all messed up?” Spots of ice cream and blobs of water covered his striped shirt.

 The man coughed and covered his mouth to hide his raspy laugh while he shook his head. Axel glared playfully at the elder while he returned to his tale. “Anyway, mom told me that sometimes rain is needed to grow. Awesome, right? Then I thought that rain really isn’t that bad if it can make flowers grow.”

The elder considered this 8-year-old’s anecdotes. Slowly, a new thought brewed.

After a while, the man spoke “Her name was…” I cannot say it, it is too painful. He reminded himself of that day every moment. “She was my daughter. I fought with her before she passed in a car accident.” His daughter was his world.

Axel looked at him expectantly and offered him a small smile “But that doesn’t mean you won’t see her again, right?”

“I am afraid that if I see her, she will resent me.”

The youngling looked up at the man. “There’s only one way to find out,”

The man considered Axel’s words. For a long time, he had only known agony or anger. After spending time with the child, he noticed his chest appeared light. The silence in his mind did not make him feel incomplete. It strangely started to forge something different.

He thought back a few minutes ago to the miserable old man on a park bench all alone. It did not have to be like this. It could not end like this. His daughter would not like to see him in this state.

While Axel frowned, realizing his ice cream was now a puddle on the floor, the old man understood the message. The boy was sent by somebody. He held the hopeful thought close to him while he gripped his chest.

He did not let the bad monsters inside his mind rampage and destroy.

He did not have to suffer alone anymore.

The elder glanced at the kid whose focus changed to his ruined shirt. So, the old man got up from his seat and walked toward the rain. Once he was under the cascading rain shower, he did not let the torment surpass him.

The man felt faith in himself. He hoped that he would soon be reunited with his daughter.

Wait for me, Emily…

In the darkness, he traveled in the dim light.

Moments later, the sky cleared. The rain clouds dispersed, and the stuffy air became lighter. The kid sadly pouted at his spilled ice cream, as if forgetting about the previous conversation.

There, on a park bench, sat a boy who forgot about his melted ice cream. Instead, started observing people pass by with a big smile on his face. The lake remained steady. The trees’ bright leaves waved gently against the breeze. A dove situated itself on a branch of a tall tree. The world seemed to go on as usual.

There on a park bench sat a child. Alone.

Posted on June 1, 2021 .

Un barco y una escalera

Xavier D. Ortiz Torres
Programa Interdisciplinario
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Obra de tono absurdo de dos personajes y un lugar.

Personajes:

Pulsar: Persona de más de treinta años delicada e inquieta.

Cuerda: Persona de más de treinta años emocionalmente flexible y pacífica.

Lugar: En un barco, cerca de un puerto.

 

Barco roto cerca de un puerto. La luna está asomándose entre las nubes. El agua refleja su luz y a veces su forma. PULSAR llega al puerto con una mochila bastante pesada. Se trepa en el barco. CUERDA sale de la cabina del capitán.

CUERDA: ¡Qué bueno que llegas! Te estaba esperando. 

PULSAR: Traje lo que me pediste.

CUERDA: Perfecto. Sácala aquí.

PULSAR: ¿Aquí?

CUERDA: No me contradigas.

PULSAR saca la escalera de la mochila. Al sacarla, la escalera se rompe un poco.

CUERDA: ¡Carajo, la rompiste!

PULSAR: Aquí todo se rompe. Tu mirada, la noche... nosotros.

Pausa

CUERDA: El agua sigue entrando y saliendo por el mismo hoyo.

PULSAR: ¿Por qué no lo tapas?

CUERDA: Porque no lo rompí yo.

PULSAR: Pero tú vives aquí.

CUERDA: Porque me dejaste aquí.

PULSAR: Siempre puedes irte.

CUERDA: Pon la escalera en el medio.

PULSAR: Dame un momento.

PULSAR se va al área del puerto. Comienza a buscar en el piso.

PULSAR: (Conversando con el piso). Sí, llegué y le di la escalera. No me la llevaré, por eso es que tú estás abajo. Cuando subes a mi cabeza me vuelves loco con que si fue mi culpa y yo no lo acepto. Quédate ahí.

CUERDA: (Desde el barco). La consciencia también rompe.

PULSAR: (Poniendo la escalera en el medio). Ya está en el medio. Me voy.

CUERDA: Enséñame a usarla.

PULSAR: ¿Cómo? Es una escalera.

Suena Olas y arenas de Sylvia Rexach. Hay una pausa entre ambos. Sus cuerpos escuchan la canción.

PULSAR: ¿Todavía?

CUERDA: En las noches me ayuda a descansar. A veces pienso que permite que el hoyo se cure solo.

PULSAR: Nada se cura solo.

CUERDA: Yo sí.

Pausa corta

PULSAR: Subes de esta manera y ya.

CUERDA: Pero... ¿No está al revés?

PULSAR: Las patas deben tocar el piso.

CUERDA: No, las patas van hacia arriba.

PULSAR: (Hacia el puerto). ¿Escuchaste eso? ¿Qué hacen las patas arribas?

CUERDA: La escalera tiene hambre de ser diferente.

PULSAR: ¿Y qué sugieres?

CUERDA: Que se use al revés.

PULSAR: Entonces la viramos y me voy.

Juntos viran la escalera con las patas hacia arriba.

CUERDA: ¿No quieres subir?

PULSAR: Ya estoy viejo para eso.

CUERDA: Eso también se rompe. 

PULSAR intenta irse, pero se detiene.

PULSAR: Solo una vez.

CUERDA: Obvio. Es mi escalera y no la usarás más de una vez.

PULSAR comienza a subir mientras CUERDA aguanta la escalera. Al llegar arriba, PULSAR se detiene y ve todo como un lugar nuevo.

PULSAR: Tienes razón, así se usa mejor.

CUERDA: Déjame subir.

PULSAR: No, no es como antes.

CUERDA: Déjame estar arriba contigo.

CUERDA sube. Ambos están arriba mirando el cielo estrellado. Poco a poco se encuentran con la mirada. Se reconocen por primera vez.

PULSAR: Perdón por romperte.

CUERDA: Yo sé.

PULSAR: ¿Me perdonas?

CUERDA: No sé.

PULSAR: ¿Aún recuerdas?

CUERDA: Cada día.

PULSAR: Deseo volver.

CUERDA: Siempre puedes.

PULSAR: Tengo miedo.

CUERDA: No importa.

PULSAR: Sí, importa.

CUERDA: Confía. Mírame.

PULSAR: Yo...

CUERDA: Nosotros...

PULSAR: Unidos...

CUERDA: Siempre...

 Se besan.

PULSAR: Rico.

CUERDA: Sabroso.

PULSAR: Abrázame.

CUERDA: No me dejes caer. 

PULSAR: Si te caes, me caigo.

PULSAR y CUERDA se abrazan.

PULSAR: (Señalando la sombra en el agua). Míranos, somos un puente. 

CUERDA: Uno que estaba roto y ya no.

PULSAR: ¿Cómo que roto?

PULSAR se baja la escalera se cae y CUERDA cae.

CUERDA: Cabrón.

PULSAR: Pendeja.

Ambos se dan la espalda. CUERDA se vira y le habla a PULSAR.

CUERDA: Mírame.

PULSAR, se va al puerto a hablar con el piso.

PULSAR: No estoy roto. (Hacia el puerto). Y tú déjame en paz.  Ya pedí perdón.

CUERDA: A veces no basta ser un puente si no hay nada al otro lado para cruzar. Entra.

PULSAR: No.

CUERDA: Entra y llévate la escalera.

PULSAR: Es tuya y está rota.

CUERDA: Estaba dentro de tu bulto.

PULSAR: Pero te la traje a ti.

CUERDA: Como siempre. (Dándole una soga). Esto es tuyo.

 

PULSAR coge un extremo de la soga y camina a otro lado del barco. Están mirándose desde polos opuestos. Hay un silencio. Ambos comienzan a realizar acciones contrarias casi como un juego. CUERDA mueve su mano arriba, PULSAR mueve un pie arriba. Miradas atravesadas. Abren una silla. Se amarran la soga al ombligo, se alejan y se tensa. Pulsar se enreda en la soga, CUERDA llega al extremo opuesto. PULSAR se desenreda y cambian de polos opuestos. Uno se acuesta, otro salta. Uno hala, la otra suelta. Uno corre, otro se sienta. Uno arrastra, el otro se deja llevar. PULSAR se sale del barco, CUERDA va a la orilla. PULSAR no puede caminar, regresa. CUERDA se trepa en la escalera. PULSAR sube a la escalera, CUERDA baja.  Corren en círculos como intentando tocar al otro. Se detienen. Buscan un área filosa y rompen la soga. Se miran. CUERDA celebra. PULSAR llora. CUERDA llora, PULSAR celebra. Hay una pausa. Se reconocen por segunda vez. Se quedan serios. Se dan cuenta que el barco se hunde. Salen al puerto. Se miran y comienzan a reírse sin parar. Caen al piso de la risa.

 

PULSAR: ¡Ay no puedo!

CUERDA: Es tu culpa.

PULSAR: La escalera se hunde.

CUERDA: El barco se hunde.

PULSAR: No queda nada.

Dejan de reírse.

CUERDA: No queda nada.

PULSAR: Ya no está roto... está hundido.

CUERDA: No faltaba mucho para que pasara.

PULSAR: Perdón.

CUERDA: Me perdono.

PULSAR: Perdón.

CUERDA: (Señalando el barco). Ya es tarde.

PULSAR: Sufrí.

CUERDA: A tu manera.

PULSAR: Como único me enseñaron.

CUERDA: Te quise enseñar.

PULSAR: No basta.

CUERDA: Resuélvete.

PULSAR: Ayúdame.

En silencio CUERDA le da la espalda. PULAR coge la soga rota y le hace un nudo. Se acerca a CUERDA.

CUERDA: ¿Qué quieres?

PULSAR: Ven conmigo.

CUERDA: ¿A dónde?

PULSAR: Dos lados rotos hacen uno.

CUERDA: ¿Confiar en ti? ¿Otra vez?

PULSAR: (Señala al suelo). Mira... Ya no molesta. 

CUERDA: ¿Reconoces el quebranto?

PULSAR: Ahora nos reparamos juntos.

CUERDA: Lo que queda de nosotros.

Cada uno aún conserva la soga amarrada a su ombligo. PULSAR señala la soga.

PULSAR: Hay que halar juntos. Cada cual a su lado. Luego se hará fuerte y regresamos.

CUERDA: ¿Y si encuentro otra soga?

PULSAR: Lloraremos.

CUERDA: Otro duelo...

PULSAR: Otro silencio...

CUERDA sonríe, deja de sonreír. Sonríe, deja de sonreír y busca el pedazo roto de PULSAR.

CUERDA: La soga tiene dos lados. Si se quiebra en el medio, puede unirse con otra o con la misma. 

PULSAR: Es que se me hizo tan difícil aceptar que reconocer mis grietas me haría tanto bien. Estar hundido, pero acompañado nunca fue tan bien.

PULSAR, ayuda a CUERDA a amarrar la soga.             

PULSAR y CUERDA: Encontrarse en la fragilidad, eso hace el puente fuerte.

Se cogen de las manos y se lanzan al mar. La luna sale nuevamente, brillando y se ve la silueta del puente. El mar se encuentra con el puerto; hay una luz que los une.

 

FIN

Posted on June 1, 2021 .

Larvado

Stephany Ivette Cádiz Burgos
Programa de Relaciones Públicas y Publicidad
Escuela de Comunicaciones, UPR RP

 

Ahí dentro

hay un invernadero,

ventanales opacos,

lúgubre y descuidado.

 

Ahí dentro,

protegido del resto,

hay un jardín hermoso

Un jardín secreto.

 

Ahí dentro,

la esencia del yo

Preciado tesoro

que emerge entre miedos.

Posted on June 1, 2021 .

Salvaged Bodies

Paula V. Ayala López
Departamento de Inglés
Facultad de Humanidades, UPR RP

 

I sliced clean my fingers

and sewed them onto your hands,

replacing the ones you’d burnt

tracing the acid tears of a lover.

You cut a part of your chest

After I ripped mine apart

Trying to tear out my heart, egest that damned

                                                                       soft

                                                                       capricious

                                                                       malleable

                                                                       thing

Why does it still scare you

to know we are scraps of each other?

Your cry is a midnight call

about how your/my digits have turned verdigris

threatened to fall under the weight of your damp desolation

because there is no one else there to dry them

—I’ve tried to preserve these pieces of you but they

    still crumble; I told you this would happen,

    I didn’t want to know you so I wouldn’t forget

but I tell you the plaque over my heart

has turned rust red-brown, cracked and bleeding,

and I don’t mind for I know another will come

and lend me the crook of their elbows, their spines,

the curve of their shoulders, the corners of their smiles,

just as a stranger will to you.

I will not lie.

We might grow rigid, foreign to each other’s existence,

But you will find me when you need to,

and if we knew how to move together once,

we can make something of these fumbling forms

and learn to dance again.

Posted on June 1, 2021 .

Eclipsar

Gabriela P. Massanet Prado
Departamento de Ciencias Ambientales
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Para toda persona que al eclipsar no se cohíbe,                                            

de penumbra efímera y alma libre. 

 

Toca a tu puerta una vez más.             

Conoce dónde estás.                       

El universo invade tu mente.                    

Asciende hasta tu pedestal.                               

Exacerba tus palpitaciones.

 

Su penumbra invade tu pensar.

Su fuego quema tu silencio.

Sus llamas invisibilizan tu espacio.

Su abismo es el único sendero.

 

Te conduce a lo desconocido.

Tal parásito secuestrador                   

se apodera de tu ente.

 

No les creas.                                            

En este teatro,                                                  

no eres el actor principal.

 

Eres el títere mudo del villano,                         

al que solo con el tiempo                        

reconocerás,                                                  

del cual solo escaparás                          

cuando así lo dicten los dioses,                            

cuando aprendas                                   

mejor que él su libreto.

 

Mantén la calma,                                        

serena tu alma.

 

Pronto aprenderás                                      

a reconocer su proximidad.                         

Tu instinto te llevará a escapar.        

Huirás, cual tus pensamientos                                      

al qué pasará.

 

En ese entonces,

renacerás del eclipse,

serás libertad.

Posted on June 1, 2021 .

Ella

Gabriela P. Massanet Prado
Departamento de Ciencias Ambientales
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Es muchísimo más

que los someros paisajes

admirados por viajeros al aterrizar,

que su inescrupuloso reflejo,

que las voces invasoras, ajenas y nocturnas…

 

No es la llanura que aborrece,

ni la abundancia

que alaban con creces.

 

Es más

que las tibias playas en sus costas

y los caudalosos ríos de sus adentros.

 

Le adornan accidentes,

no tan solo voluptuosas montañas

e inclinadas pendientes.

 

Es todo,

la vida etérea habita en ella.

 

En ella

quien da vida con lentejuelas

a las grietas en sus caderas,

a esas que aborrecía,

pero ahora contonea.

 

En ella

quien torna sus inseguridades

indiscretas,

se acepta

y les inquieta.

 

La vida etérea habita en ella

mantra de la nobleza y la lealtad,

la compañía y la libertad.

Posted on June 1, 2021 .

Return to Paradise

Nabila Crane Bared
Programa de enseñanza de inglés
Facultad de Educación, UPR RP

La fragancia se desprende de la rosa 
su color blanco flota en el aire
sus pétalos de seda son intangibles al tacto
La rosa no existe: aun la tengo en la mano.

Luce López Baralt, Luz sobre Luz (2012)

Hace cinco años me asesinaste—sin remordimiento-- 

                        Sin arrepentimiento.

Creí haber visto tu sonrisa desde lejos: 

Mi alma alcanzó el cielo y la vendí en un instante.

Mi resolución inspiró mi retorno—

¡Pensé: “un día regresaré... un día serás TÚ el humillado, traicionado, desamparado! 

...un día te llegará tu destino, prometido por tu querida”

--te voy a pasar por la piedra—

 

Un día me verás a la distancia con un puño cerrado 

Y manos ensangrentadas: 

Pero el sol te cegará y no sabrás que tu querida te entrega su dulce venganza:

Me arrodillo y coloco a tus pies tu muerte segura—

  

Una rosa blanca se derrite en un instante.

  

Te soplo un beso—

 

 

Suspiro

Mientras

Susurro

En tu oído:

                                               Te amo.

  

Tu alma se acercará al cielo. 

¿Y yo?

Resucitaré:

Al fin,  

Al fin,  

 Me he liberado de ti.

Posted on June 1, 2021 .

Dulce, dulce paz

Nabila Crane Bared
Departamento de Educación
Programa de enseñanza de inglés, UPR RP

el aire la vela, vela
el aire la está velando

Federico García Lorca,
“Romance de la luna, luna”
Romancero Gitano (1928)

Siempre me he imaginado muerta, con una bata blanca, acostada por un río tranquilo, mi alma flotando sobre el árbol centenario que cuida las noches escalofriantes de un oscuro y muy callado sitio.

Ahí me encontrarás.

Pelo negro empapado, piel gris,

Y el silbido muy, muy extraño que viene de tu corazón.

 

Presta mucha atención:

Una canción de cuna delata mi salvación—el viento pita:

“Duérmete mi niña, duérmete mi amor, duérmete pedazo de mi corazón”.

Mi último suspiro, finalmente, sumamente tranquila:

“El amor Locura todo”.

 

Nos retrata mi amiga bruja desde lejos, mientras ambos caemos en un profundo sueño. Ella mueve su varita y sonríe mientras nos mira—

Recita calladita:

“Que descansen en paz”.     

                        Dulce, dulce paz.

Posted on June 1, 2021 .

Slowly Revealing

Nabila Crane Bared
Programa de enseñanza de inglés
Facultad de Educación, UPR RP


Longing and Desire

Desire with Longing

There was the longing to be desired

There was the desire to be longed for

I longed for you without knowing why

I desired you without knowing how

I gave in without realizing I was giving in

Desire unfurled and I longed to be with you Forever


.

Posted on June 1, 2021 .

Coffee Grinds

Melanie Ortiz-Álvarez de la Campa
Departamento de Biología
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

the sweet aroma of your apology,

drifting in our living room,

shapes in its mist an effigy

to the deity we made into our heirloom

 

a single cup, filled to the brim,

which you lay in the comfort of my hands

as we try our best to forget him;

yet this wound withstands time’s sands

 

perhaps these walls can contain us,

turn our solid beans into loose powder,

give us a mug where we hold forgiveness

and ground our past into newfound power.

Posted on June 1, 2021 .

Frosbite

Melanie Ortiz-Álvarez de la Campa
Departamento de Biología
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

what if the devil ran cold?

would your touch burn on my frozen skin,

or thaw my fingers in your presence?


what if hell froze over?

would you remain my eternal damnation,

or cast my sentence in hitched breaths?


what if a phoenix rose from snow?

would it bury us in an avalanche,

or preserve us in a block of ice?


what if fire could cool us?

would your passion feel like frostbite,

or continue to melt my core?

Posted on June 1, 2021 .

Fall and Leaves

Melanie Ortiz-Álvarez de la Campa
Departamento de Biología
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP


They fall.

And fall,

and fall,

and fall.

They are always falling

Nothing can stop them

 

Not even the sweet  b r e e z e  blowing

Or the warm sunlight glowing

All over their green, veined skin.

They just can’t help

falling

The ground calls to them

Enticing them to make that last jump

Gravity becomes their mistress

And all they have to do is

fall.

They do not realize the consequences

They do not notice how the colors change

Their priority is only: Falling


How I wish I could join them

Out there flowing incessantly in the  b r e e z e 

Going              the                   takes

where             tide                  me

My colors changing from green

In the end, we are all falling

Some just faster than others

As the leaves of autumn stack in the gutter,

˜˷

˜˷

˜˷

Our bodies soon will stack each other.

Posted on June 1, 2021 .

(R)existencia

Melanie Ortiz-Álvarez de la Campa
Departamento Biología
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Esta obra es un dibujo digital creada utilizando la plataforma de Autodesk Sketchbook. La obra representa la resistencia de las personas transgénero ante la discriminación que enfrentan en nuestra sociedad. El paño verde y el mensaje de Vivxs Nos Queremos ambos son asociados con la resistencia feminista contra las tasas altas de femicidio en Latinoamérica y Puerto Rico. Sin embargo, con esta obra quería visibilizar la importancia de las personas trans y negras en estas luchas sociales, quienes a veces son excluides de la narrativa feminista. El titulo (R)existencia combina estas dos nociones de Resistencia y Existencia para comunicar que las personas trans y negras existen y resisten al igual que cualquier otra persona del movimiento. 

Posted on June 1, 2021 .

Overview on the opinion of changing the standard p-value from 0.05 to 0.005 throughout the academic disciplines

Erick Miguel Ivanovich Méndez
Departamento de Matemáticas
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Gabriela M. Lozano Pérez
Departamento de Matemáticas
Facultad de Ciencias Naturales, UPR RP

Abstract

The article “Redefine Statistical Significance” by Benjamin et al. (2018) proposed to change the p-value threshold from 0.05 to 0.005 to reduce the increasing rate of false positives. Therefore, we studied the question of how people from different disciplines feel about the current p-value threshold. Furthermore, we gathered data with a programing language from various scientific papers that cited Benjamin et al. (2018) via article keywords, then categorized and organized these citations. Finally, we concluded that a need for a new method surpassed that of those who wanted to only change the p-value to 0.005.

Keywords: p-value thresholds, changing p-values, statistical significance, Bayesian statistics

Resumen

El artículo “Redefine Statistical Significance” de Benjamin et al. (2018) propuso cambiar el límite del p-valor de 0.05 a 0.005 para reducir la tasa de falsos positivos. Por lo tanto, estudiamos cómo se sienten las personas de diferentes disciplinas sobre el límite del p-valor. Además, recopilamos datos con un lenguaje de programación de varios artículos científicos que citaban a Benjamin et al. (2018) vía palabras clave, que luego se categorizaron y organizaron. En conclusión, la opinión sobre la necesidad de un nuevo método superó la de aquellos que solo querían cambiar el p-valor a 0.005.

Palabras clave: límites del p-valor, cambiando los p-valores, significancia estadística, Estadística Bayesiana

Introduction  

In all scientific disciplines, statistics has had an important role in assuring that experiments and scientific studies can be regarded as trustworthy. Moreover, Benjamin et al. (2018) has warned against this practice of the adoption of p-values as a unique or single standard for publication. For many years, the p-value statistics was being misused as a definitive statistical significance amidst growing concerns regarding reproducibility issues, which Ioannidis (2019) pointed out as the case in most biomedical articles. Moreover, Greenland et al. (2016) agreed with the notion of a misinterpretation. In his article, he prepared a list of 25 points on how different disciplines have erred with the p-value and other statistics. However, in the article “Redefining Statistical Significance” by Benjamin et al. (2018) argued that the lack of reproducibility in scientific studies in general was due to the current p-value threshold. Previously, the American Statistician Association published a statement regarding the definition of the p-value: “Informally, a p-value is the probability under a specified statistical model that a statistical summary of the data (e.g., the sample mean difference between two compared groups) would be equal to or more extreme than its observed value” (Wasserstein & Lazar, 2016, p.131). However, Wasserstein & Lazar (2016) pointed out that this statement was made with the purpose of satisfying a definition in which both Bayesian statisticians and frequentist statisticians could agree upon, not to tackle the underlying problem of misinterpretation brought by Ioannidis (2018) or underreporting and misinterpreting conclusion derived from a test hypothesis pointed out by Lakens et al. (2018).

In the light of the troubles surrounding p-values, many proposals have been made for the sole purpose of mitigating reproducibility. In the case of Benjamin et al. (2018) they proposed a solution deemed controversial that “for fields where the threshold for defining statistical significance for new discoveries is p-value < 0.05, we propose a change to p-value < 0.005” (p. 6). Additionally, Benjamin et al. (2018) argued that if Bayes factors were paired with p-values on individual test hypotheses, we would see an improvement by increasing categorical Bayes factor numbers from weak to substantial or strong. However, within different scientific disciplines there are conflicted views on the matter. For example, Amrhein and Greenland (2017) argued that the redefinition of a new arbitrary p-value was not viable and instead we should be focusing on previous evidence from multiples studies to take decisions instead of relying on a new threshold.  On the other hand, although some scientists, like Colquhoun (2017), agreed with the idea of mixing p-values with Bayesian methods for substantial evidence, some others like McShane et al. (2019) flat-out suggested abolishing statistical significance to an arbitrarily set threshold of p-values.

Although many disciplines have argued for many ways to solve the problem regarding reproducibility, there is no consensus on how to move forward. However, if you look at the number of times Benjamin et al. (2018) has been cited since his publication (more than 1400 by the time of writing), we know that the community has something to say about the issue, but no one has taken the time to recollect or study what their opinion is. Therefore, we want to question the overall opinion of the different scientific disciplines regarding what we should do with the p-value. Furthermore, we expect that the overall consensus disagrees with changing the threshold of the p-value from 0.05 to 0.005, and instead find broader support for new statistical methods in combination with p-values. As for new statistical methods, in general, we refer to different techniques already suggested by Ioannidis (2018), such as: abandoning p-values entirely for determining statistical significance; using alternative inference methods such as, Bayesian statistics; focusing on effect sizes and their uncertainty; training the scientific workforce, and addressing biases that led to inflated results. On the other hand, Lakens et al. (2018) in his article “Improving Inferences About Null Effects with Bayes Factors and Equivalence Tests” further supported the use of both frequentists and Bayesian statistics because it improved on statistical significance and decision making. In general, we are arguing that if we show that the overall consensus of the disciplines is willing to change the p-value, we will be adding concrete evidence that can help end the stalemate on how to approach this issue.

Methodology

We used the program Publish or Perish to obtain the articles that cited Benjamin et al. (2018). In doing so, we gathered around 904 results. Afterwards, we cleaned up the data, including the ones that were repeated or collected incorrectly. In the end, we ended up with 878 articles. Then, we used Python 3 to organize the articles based on keywords and the journals they were published. Some articles were added to more than one category. Furthermore, we noted that not every article had an identifying name nor journal; therefore, we organized those by hand. Then again, we looked at how in the articles was augmented the p-value < 0.005 threshold. Because of the lack of information, we categorized the opinions by reading some of the articles. Moreover, another problem we encountered was the inaccessibility of some scientific articles due to paywalls which could affect our results.

Discussion

The main takeaway from the collected data was the number of papers that have cited “Redefining Statistical Significance;” around 900 articles have cited the work made by Benjamin et al. (2018). Importantly, publications made after the methodology was completed were not reported in this paper. Then, our final yield of articles collected resulted in 664 citations in total. First, we found that the scientific disciplines of Psychology, Statistics, Biology, and Medicine made up 65% of all the articles that referenced Benjamin et al. (2018). Additionally, we noted that the discipline of Psychology contributed to most of the articles invested in this issue while Statistics, the epicenter of this topic in question, was the second scientific discipline that issued the highest numbers regarding citations of the paper.

Graph 1: Distribution of Opinion within the top 6 scientific disciplines

Graph 1: Distribution of Opinion within the top 6 scientific disciplines

In Graph 1, we depicted the distribution of the top 6 fields that cited Benjamin et al. (2018). First, the discipline of Psychology was the top contributor with 146 citations. Second, the field of Statistics with 145. Next, the other 4 included Biology with 94 citations, Medicine related articles with 77, Economics with 39, and Neuroscience with 28. Additionally, we divided the data into 5 different categories: the agreement of changing the p-value to 0.005, agreement of changing the p-value to 0.005 but only if it has more information, advocating for the use of another p-value, such as 0.005 or 0.001, and advocating for the need of a new method and the final category for articles with no set opinion on the matter.

For the top two fields, Psychology and Statistics, the opinion of using a new method was higher than the rest. Furthermore, we realized that between these two categories, even though they both suggested new methods with a higher frequency, there was a bigger acceptance of changing the p-value to 0.005 in Psychology than there was in Statistics. Moreover, we noticed that they agreed in that there is a need for a new and more effective statistical method. On the other hand, with Biology, Medicine and Neuroscience, we saw that the proposed change in p-value had a decrease when compared to Psychology and Statistics. Interestingly, this sudden decrease was traced back to reproducibility. As argued by Ioannidis (2018), when a p-value gets lowered, the samples’ size must increase to compensate and fall within the margin of confidence, which means the cost for experiments increase. Thus, we reasoned that the disinterest in disciplines like Biology, Medicine and Neuroscience come as a direct result of an economic issue.

&nbsp;Graph 2: Overview of the Opinion of the Scientific Community regarding P-values

 Graph 2: Overview of the Opinion of the Scientific Community regarding P-values

In Graph 2, we depicted the general overview of the whole scientific community that made up the data set. In this, the number of articles arguing in favor of a new method are 242 or 34.4%; modifying the p-value to 0.005 and having a new method is 70 or 10.5%; those advocating for a change of p-value to 0.005 has 172 or 25.90%, and those who want the p-value at 0.05 or maintaining the status-quo has 77 or 11.6%. Furthermore, when we add the total of articles that supports a new method and/or changing the p-value to 0.005 (242, 70, and 172) has 484 or 72.89% approval. On the other hand, if we add those who support a new method, we see that it is 312 or 46.99%. Therefore, we argue that the overall approval of needing a change in statistical significance for a new method outpaces that of simply changing the p-value to 0.005, even though there is no consensus on what that change should be. Notably, the articles denoted as Other are those that do not explain their stance clearly or do not have a stance in any p-value. Nevertheless, that number, even if it coalesced behind maintaining a p-value of 0.05 (106 or 15.96%), would not change the fact that most of the support is in favor of a change.

Conclusion

The biggest takeaway and importance of this investigation is that there is an overall acceptance of the need for a new method and/or changing the p-value. Initially, we did expect that the overall consensus disagrees with changing the threshold of the p-value from 0.05 to 0.005, and instead advocate for a new method. Indeed, the data points to the vast majority of articles agreeing with the idea of applying new methods. However, we did not expect that change to the p-value to a new threshold of 0.005 would be as overwhelming. In our findings, the need for new methods overpowers the rest of the opinions by a large margin, since most of them either wants to change the p-value to 0.005 with a new method or simply have a new method.

 The acceptance of 0.005 and other p-values can be predominantly seen in Science related fields. Compared to the fields of Statistics, Psychology, and Economics, the sum of the articles that suggests keeping use of p-values is greater than those who would rather abolish it. Consequently, we suggested that this could be because these disciplines have no interest in developing new techniques but rather applying them. Moreover, using new methods may imply learning complex ideas that those disciplines would rather avoid for convenience as Ioannidis (2018) details. Next, we need to address that possible issues and errors done throughout this investigation could be in the organization and identification of articles step and the lack of accessibility of articles. Nonetheless, we can improve this work by applying more human and computer resources to achieve a more accurate result. In conclusion, we can continue developing the ideas of this paper by next asking who amongst the different disciplines are using different p-values or new methods and who remain in a 0.05 threshold.

References

Amrhein, V., & Greenland, S. (2017). Remove, rather than redefine, statistical significance. Nature Human Behaviour, 2(1), 4. https://doi.org/10.1038/s41562-017-0224-0

Benjamin, D. J., Berger, J. O., Johannesson, M., Nosek, B. A., Wagenmakers, E.-J., Berk, R., Bollen, K. A., Brembs, B., Brown, L., Camerer, C., Cesarini, D., Chambers, C. D., Clyde, M., Cook, T. D., De Boeck, P., Dienes, Z., Dreber, A., Easwaran, K., Efferson, C., … Johnson, V. E. (2018). Redefine statistical significance. Nature Human Behaviour, 2(1), 6–10. https://doi.org/10.1038/s41562-017-0189-z

Colquhoun, D. (2017). The reproducibility of research and the misinterpretation of p-values. Royal Society Open Science, 4(12), 171085. https://doi.org/10.1098/rsos.171085

Greenland, S., Senn, S. J., Rothman, K. J., Carlin, J. B., Poole, C., Goodman, S. N., & Altman, D. G. (2016). Statistical tests, P values, confidence intervals, and power: A guide to misinterpretations. European Journal of Epidemiology31(4), 337–350. https://doi.org/10.1007/s10654-016-0149-3

Ioannidis, J. P. A. (2018). The proposal to lower P value thresholds to .005. JAMA, 319(14), 1429–1430. https://doi.org/10.1001/jama.2018.1536

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Lakens, D., Adolfi, F. G., Albers, C. J., Anvari, F., Apps, M. A. J., Argamon, S. E., Baguley, T., Becker, R. B., Benning, S. D., Bradford, D. E., Buchanan, E. M., Caldwell, A. R., Van Calster, B., Carlsson, R., Chen, S.-C., Chung, B., Colling, L. J., Collins, G. S., Crook, Z., & Zwaan, R. A. (2018). Justify your alpha. Nature Human Behaviour, 2(3), 168–171. https://doi.org/10.1038/s41562-018-0311-x

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Acknowledgement

We want to thank our mentor and guide doctor Luis Perrichi Guerra for tasking us on this relevant yet controversial topic; his support was of inspiration to better our work after presenting it on the SIDIM at UPR-Cayey in 2019 and finally publishing it.

Appendix A

Note 1. *New Method stands for suggesting a new method of statistical significance and Other includes articles that do not show any preference. In his paper, “The Proposal to Lower P Value Thresholds to .005” Ioannidis (2018) suggests new methods fo…

Note 1. *New Method stands for suggesting a new method of statistical significance and Other includes articles that do not show any preference. In his paper, “The Proposal to Lower P Value Thresholds to .005” Ioannidis (2018) suggests new methods found in the table titled “Various Proposed Solutions for Improving Statistical Inference on a Large Scale” (Ioannidis, 2018, E2) such as abandoning p-values entirely, using alternative inference methods such as Bayesian statistics, focusing on effect sizes and their uncertainty, training the scientific workforce, and addressing biases that led to inflated results.

Source: Table with the data gathered from articles that cited Redefine Statistical Significance, the total is 710 and not 664 because some articles were considered for more than one type.

Posted on June 1, 2021 .

Meme sharing "culture" and psychological well-being from a neuroscientific framework

Eva M. Hernández-Cuevas
Departamento de Psicología
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Abstract

Memes are cultural replication units of social experiences that use humor to become viral.  Neural systems are involved in social media use. To explore the relationship between psychological well-being (PWB) and meme-sharing behavior, I administered a questionnaire containing the PWB Scale, the Mood regulation and Escape subscales, and mental health-related memes to 249 Puerto Rican residents. I established five hypotheses that were tested with an Independent samples t-test, a one-way ANOVA, and Pearson’s correlation. The results demonstrate that individuals with lower PWB tend to share mental health memes to release tension/distract from problems.

Keywords: memes, internet, social media, psychological well-being, cognitive neuroscience

 

Resumen

Los memes son replicaciones culturales que utilizan humor para volverse virales. Hay sistemas neuronales involucrados en el uso de redes sociales. Para explorar la relación entre el bienestar psicológico (BP) y compartir memes, administré un cuestionario en-línea que incluyó la Escala de BP, las subescalas de Regulación del Ánimo y de Escape, y memes de salud mental. Establecí cinco hipótesis las cuales fueron examinadas con una prueba t de muestras independientes, un ANOVA unidireccional y correlaciones de Pearson. Los resultados demuestran que las personas con menor PWB tienden a compartir memes de salud mental para liberar tensiones/distraerse de sus problemas.

Palabras claves: memes, internet, redes sociales, bienestar psicológico, neurociencia cognitiva

Meme sharing “culture” and psychological well-being from a neuroscientific framework

In our modern world, Internet and social media use has become an essential part of our daily lives by creating a space for virtual social interactions. According to Hootsuite’s Global Report (2019), 57% of the world’s population are internet users and 45% are active social media users. The average daily time of social media use is 2 hours and 16 minutes; hence, social networking is part of the daily routine of many people. As recompiled in this Global Social Media Report, most social media users are young (59%) from ages 18-34 (Hootsuite, 2019). This report also states that the top three most used social platforms are Facebook, YouTube, and WhatsApp (Hootsuite, 2019). One of the key behaviors in these social networks is sharing content. Particularly, sharing memes has become very popular, which are humorous images shared massively in social media. As meme-sharing gains popularity, humorous content regarding mental health and psychological well-being are also shared.

Memes are more than just a funny image. The term meme was introduced in 1976 by British evolutionary biologist Richard Dawkins in his work The Selfish Gene. According to Dawkins (2006), memes are a cultural parallel to biological genes. They act just like genes, but in culture: they carry information, are replicated, and are transmitted from one person to another (Dawkins, 2006). In culture, memes can be an idea, a skill, a behavior, a phrase, or a fashion. Memes are transmitted and replicated through all forms of communication: verbal, visual, or electronically. When Rogers (2019) examines Dawkins, the author expresses that the memes that are most successful in being copied and transmitted become the most prevalent within a culture. In the early 21st century, Internet memes gained popularity. These memes spread by imitation in various types of Web sites though pictures, videos, or other media. Therefore, the modern definition of meme is “an image, video, or piece of text typically humorous in nature, that is copied and spread rapidly by Internet users, often with slight variations” (Oxford University Press, 2019).

Literature Review

There has been research about how memes, from Dawkins’s biological perspective, affect mental illnesses. Specifically, Leigh (2010) explains in his book that memes enter the brain through bits of information and can be transcribed and translated into different forms of language or sensation. Leigh explains that memes work like epigenetics, because they act as environmental factors that influence one’s gene expressions over time.

Previous studies suggest that smartphone and social media use is an essential part of young people’s daily life. According to Botterill et al. (2015), youth have a constant challenge of time management in the modern world. Due to these challenges, social networking allows youth to interact with others and socialize without having to schedule or meet up physically. Botterill et al. (2015) study with undergraduate college students in Canada found that “the extensive use of social media by millennials is a symptom of the challenge of social synchronization in fragmented times” (p. 549). Essentially, due to the rush of daily modern life, teenagers and young adults rely on social media to make social interactions less difficult. Thus, the increase of social media usage reflects how society has “fragmented” or distanced human connections. However, social media provides a virtual space for the youth to be able to connect with others at anytime and anywhere.

Kross et al. (2013) studied how Facebook use predicts declines in subjective well-being in young adults. Specifically, subjective well-being refers to how people experience and evaluate the quality of their lives and specific domains and activities (Diener et al., 1997). In Kross et al. study (2013), the researchers utilized various scales to measure subjective well-being, such as the Satisfaction with Life Scale, the Beck Depression Inventory, the Rosenberg Self-Esteem Scale, and the Social Provision Scale. Thus, subjective well-being is a conglomeration of factors that attribute to one’s sense of wellness. Results from this study suggest that Facebook use may be associated to a decline in subjective well-being, but it may also help to reduce tensions, which in turn lead to a more frequent use of that social media. Therefore, it can be questioned how it is possible that Facebook use can decline subjective well-being, yet be used to reduce tensions.

In another study, the authors found that the most shared memes on Facebook are those that are self-defeating (Taecharungroj & Nueangjamnong, 2015). These types of memes are used to express humor by making fun of himself/herself in a negative way. According to the authors, these memes “meet the need of the people to communicate and express one’s thoughts and feelings” (p. 300). In fact, a study examined whether individuals experiencing significant depressive symptoms would differ from non-depressed controls in their interpretation of internet memes related to depression (Akram et al., 2020). The authors found that the perception of humor, relatability, shareability and mood improving potential of depressive memes were all greater in individuals with depression symptoms. These results were more frequent amongst individuals with symptoms of depression in comparison to non-depressed controls. These findings highlight how depressed individuals may share these aggressive or self-defeating memes to cope with their negative emotions and interact with others that may feel the same way.

In Puerto Rico, research on memes as a coping mechanism in tragedies or times of uncertainty are starting to be studied (Flecha Ortiz et al., 2020; Gil-Rodríguez, 2018; Ríos Picorelli, 2020; Rodríguez, 2018; Rodríguez Soto, 2020). These studies demonstrate how Puerto Rican individuals come together in times of austerity, colonialism, political injustice, corruption, and uncertainty. Humor, across the literature, is exhibited as a coping mechanism and liberation of psychological tensions. Furthermore, creating, sharing, and interacting with these political and humorous memes strengthens the sense of community in Puerto Rican culture.

Framework

Social Media and Neuroscience

The Emerging Neuroscience of Social Media is a framework proposed by Meshi et al. (2015) to study social media through the neurocognitive sciences. The authors explain that most people use social media for two primary reasons: (1) to connect with others; and (2) to manage the impression they make on others. By social networking, one interacts with others and create groups. According to the authors, these groups increase the potential not only to survive, but also thrive. Inside these groups, strong social bonds are made, which enhance psychological well-being and protect individuals from feelings of loneliness and depression (Meshi et al., 2015). Social media allows one to connect with others via five key behaviors: (1) broadcast information, (2) receive feedback, (3) observe the broadcasts of others, (4) provide feedback, and (5) compare with others (Meshi et al., 2015). These behaviors rely primarily on three domains: social cognition (i.e., mentalizing), self-referential cognition, and social reward processing (Figure 1).

Figure 1: Proposed brain networks involved in social media useNote: Extensive neuroimaging research into social cognition with offline paradigms has revealed several key brain networks that may be involved in social media use. (1) The mentalizing network (brain regions in blue): dorsomedial prefrontal cortex (DMPFC), temporoparietal junction (TPJ), anterior temporal lobe (ATL), inferior frontal gyrus (IFG), and the posterior cingulate cortex/precuneus (PCC); (2) the self-referential cognition network (brain regions in red): medial prefrontal cortex (MPFC) and PCC; and (3) the reward network (brain regions in green): ventromedial prefrontal cortex (VMPFC), ventral striatum (VS), and ventral tegmental area (VTA).Source: Adapted and reproduced, with permission (Meshi et al., 2015).

Figure 1: Proposed brain networks involved in social media use

Note: Extensive neuroimaging research into social cognition with offline paradigms has revealed several key brain networks that may be involved in social media use. (1) The mentalizing network (brain regions in blue): dorsomedial prefrontal cortex (DMPFC), temporoparietal junction (TPJ), anterior temporal lobe (ATL), inferior frontal gyrus (IFG), and the posterior cingulate cortex/precuneus (PCC); (2) the self-referential cognition network (brain regions in red): medial prefrontal cortex (MPFC) and PCC; and (3) the reward network (brain regions in green): ventromedial prefrontal cortex (VMPFC), ventral striatum (VS), and ventral tegmental area (VTA).

Source: Adapted and reproduced, with permission (Meshi et al., 2015).

Humor Relief Theory

Memes are humorous images that are shared in social media. It is hypothesized that by sharing this humorous content there can be a relief of psychological tensions. The relief theory states that people experience humor and laugh because they sense stress has been reduced in a certain way. Humor use results as a release of nervous energy. This tension reduction may engender humor by reducing the state of arousal (the “jag” theory) or increasing the arousal (the “boost” theory), depending on the perspective. Some elaborations of the relief theory hold that humor may result from releases of energy that subconsciously overcome sociocultural inhibitions (Meyer, 2000).

Psychological Well-Being

According to my hypothesis, the release of these psychological tensions will lead subsequently to a psychological well-being. There are six distinct components of psychological well-being (Ryff & Keyes, 1995). Self-Acceptance can be defined as the positive evaluations of oneself and one's past life. Second, Personal Growth is a sense of continued growth and development as a person. Third, Purpose in Life is the belief that one's life is purposeful and meaningful. Fourth, Positive Relations with Others is the possession of quality relations with others. Fifth, Environmental Mastery is the capacity to effectively manage one's life and surrounding world. Lastly, Autonomy is the capacity that one has a sense of self-determination (Ryff & Keyes, 1995). PWB is attained by achieving balance affected by both challenging and rewarding life events. Therefore, this construct will be used to measure the interaction of PWB with sharing memes in social media.

Research Significance

There is a gap in research aimed to explain the psycho-social mechanisms that underlie social media use, specifically, sharing memes. Past research shows that social media use may lead to addiction, antisocial behaviors, low self-esteem, and other declines on psychological well-being (Caplan, 2007; Dalvi-Esfahani et al., 2019; Gámez-Guadix et al., 2013; Odacı & Kalkan, 2010; Saaid et al., 2014;). Few studies have examined social media use from a psychological perspective in Puerto Rico. Therefore, this study aims to explore the relationship between meme-sharing and PWB among a sample of young people living in Puerto Rico. Results from this study could contribute to create a working model to study social media use in Puerto Rico, utilizing the Emerging Neuroscience of Social Media.

 Hypotheses

Since our literature review suggests that sharing self-defeating memes is a common practice in young social media users, especially for those with depression symptomatology, we hypothesize that: (1) participants that share mental health-related memes have a lower PWB than those who do not, (2) participants that share mental health-related memes are younger than those who do not, (3) participants that share memes to escape from their reality and to regulate their mood have a lower PWB, (4) participants with lower PWB tend to share mental health memes to liberate their psychological tensions and get help from others, (5) participants with lower PWB may find self-defeating memes funnier and more relatable than those with higher PWB.

 Method

This study was authorized by the University of Puerto Rico – Rio Piedras Campus IRB under the standards of ethical research with human participants. All the collected information is confidential, anonymous, and was recorded securely in Google Forms.

Participants

Inclusion criteria for this study were being 18 years old or above, being a resident of Puerto Rico, and having the ability to read and understand Spanish. Participants were recruited through online posts in social media, emails, and flyers posted in public spaces. The questionnaire and flyer were posted in Facebook, Twitter, Instagram, and sent through multiple chats in WhatsApp. Participants also forwarded or re-shared the questionnaire. Additionally, the questionnaire was sent through the University of Puerto Rico’s institutional email. 

In total, two hundred and forty-nine Puerto Rican residents from ages 18 to 62 years participated in this study. One-hundred and ninety-seven (79.1%) participants identified themselves as women, 50 (20.1%) identified as men, and two (0.8%) were non-binary. The majority of the sample consisted of young adults between the ages of 18 to 25 (77.9%) or aged 26-35 (14.1%). About 93.6% of the sample was 40 years old or younger.  The average age was 24.64 (SD = 7.74). About 81.9% of the sample were college students, mostly from a public university (n = 160), and mostly enrolled in a bachelor program (n = 154).

 Measures

Overall, the self-report online questionnaire had 54 questions and took about 10-15 minutes for completion. In addition to questions to collect basic socio-demographic data, the following measures were included in the questionnaire.

Psychological Well-Being Scale (PWB)

The PWB Scale, specifically the short version translated into Spanish by González Rivera et al. (2016), contains 17 Likert scale-type questions and yields a score ranging from 17 of 102. The scale goes from 1 to 6 (this being 1 = strongly disagree, 2 = disagree, 3 = mostly disagree, 4 = mostly agree, 5 = agree, 6 = strongly agree). It consists of four subscales: Environmental Mastery (EM), Purpose in Life (PL), Self-Acceptance (SA), and Autonomy (AT). The instrument is scored by summing the results. This scale has a maximum score of 102.

 Experiences of Sharing Memes in Social Media

This section consisted of 14 questions about the experiences, interpretations, and purposes of sharing memes in social media. The section starts by asking the perceived time individuals consider that they share memes per day (1 = almost never, 2 = less than 30 minutes, 3 = between 30 minutes and 1 hour, 4 = between 1 to 2 hours, 5 = between 2 to 3 hours, 6 = 3 or more hours a day). Participants also had to answer what social media they use the most to share memes. Also, we included questions asking the main reasons for which they share memes. Furthermore, we included an item asking the participants if they share mental health memes or not. If participants considered that they shared mental health memes, they were then asked why they believe they share this type of content online.

Additionally, this section included the Escape subscale from the Social Media Use Disorder Scale (van den Eijnden et al., 2016) which consisted of three yes (1) or no (0) type questions that were adapted to sharing memes on social media. Specifically, these questions asked if the participants share memes online to forget about their problems, to not have unpleasant thoughts, and escape negative feelings. We also adapted the subscale Mood Regulation from the Generalized Problematic Internet Use Scale 2 (translated into Spanish by Gámez-Guadix et al., 2013) to meme sharing. This subscale consisted of three Likert-type questions with scoring options that range from 1 to 6 (this being 1 = totally disagree, 2 = mostly disagree, 3 = fairly disagree, 4 = fairly agree, 5 = mostly agree, 6 = totally agree). This subscale assessed if the participants shared memes online to reach out to others when feeling lonely, and to feel better when sad or angry.

Meme Interpretation

The survey questionnaire concludes with six memes related to mental health. For the purpose of this study, a mental health-related meme is a humorous image that refers to one’s feelings of PWB and relationships with others. These images were recompiled from Facebook pages that post mental health-related memes. We also searched keywords in Google such as “wholesome”, “positive”, “depressive”, and “self-defeating” memes. The first three memes were self-defeating or negative memes, which had content referring to depression symptomatology (See Figure 2). The other three memes were “positive” or “wholesome” memes, which referred to maintaining relationships with others, wanting affection, and providing affection to others (See Figure 3). We did not include memes with explicit content (i.e., explicit language, drug use) or content that may be too triggering for the participants (i.e., suicide, abuse). Only memes in Spanish were included in the questionnaire. Each meme was evaluated by the participants according to their humor from 1 to 5 (1 = unfunny, 2 = not so funny, 3 = neutral, 4 = somewhat funny, 5 = very funny). They also scored it by how identified they felt with the image (1 = not identified, 2 = not very identified, 3 = neutral, 4 = somewhat identified, 5 = very identified). Lastly, they would choose if they would share the meme or not in their social media of preference.

Figure 2: Self-defeating MemesSource: Memes recompiled from Facebook pages. From left to right: Nancy Risas (n.d.), Memes topito2019 (2021), and Tío Indie 505 (2019).

Figure 2: Self-defeating Memes

Source: Memes recompiled from Facebook pages. From left to right: Nancy Risas (n.d.), Memes topito2019 (2021), and Tío Indie 505 (2019).

Figure 3: Positive or “Wholesome” Memes&nbsp;Note. Even if these images were intended to be positive in content, N4 and N6 show aggressive behavior that might be categorized as negative. However, these are considered positive because they demonstrate loyalty and affection. Furthermore, N5 shows a man that may look sad; however, the meme illustrates a need for care and physical affection.Source: Memes recompiled from Facebook pages. From left to right Ramiiro (2019), Mac DeMarco Memex (2019), and Dopl3r (2017).

Figure 3: Positive or “Wholesome” Memes 

Note. Even if these images were intended to be positive in content, N4 and N6 show aggressive behavior that might be categorized as negative. However, these are considered positive because they demonstrate loyalty and affection. Furthermore, N5 shows a man that may look sad; however, the meme illustrates a need for care and physical affection.

Source: Memes recompiled from Facebook pages. From left to right Ramiiro (2019), Mac DeMarco Memex (2019), and Dopl3r (2017).

Data Analyses

All statistical analyses were performed using the Statistical Package for the Social Sciences V 26. Descriptive statistics were first utilized for the sociodemographic information and to explore the distribution of the other variables. To assess the reliability of the measures, Cronbach’s alpha was utilized. To answer my H1 and H2, two Independent Samples t-tests were conducted. The first one examined the differences in mean PWB between those who share mental health memes and those who do not. The second Independent Samples t-test examined the differences in average age between those who share mental health memes and those who do not. To answer our H3, I ran a one-tailed Pearson Correlation to assess the relationship between the Escape and Mood Regulation subscales with PWB. Subsequently, for my H4 I explored the relationship of Psychological Well-Being with the purposes of sharing mental health memes on their social media utilizing a One-way ANOVA. For my H5, a one-tailed Pearson Correlation was conducted to explore the interaction between humor and identification with memes, with the total score of Psychological Well-Being. A significance level of at least .05 was employed for all statistical tests.

Results

Psychological Well-Being

This instrument had a high internal reliability (α = .86) in the current sample used. The distribution of PWB Total scores significantly differed from a normal distribution (Kolmogorov-Smirnov Test = .067, p = .008). The mean score was 74.60 (see Graph 1). To better describe the distribution of PWB sub scores, we divided the scores from this sample into four groups: high well-being (≥87; n = 41), above average (≥76 but <87; n = 87), below average (≥63 but <76; n = 82), and low well-being (<63; n = 39).

Graph 1: Total scores in Psychological Well-Being ScaleSource: This graph was generated through SPSS with the results of this study.

Graph 1: Total scores in Psychological Well-Being Scale

Source: This graph was generated through SPSS with the results of this study.

Experiences in Meme Sharing

Time per day sharing memes in social media

Almost 1 of every 4 participants (24.3%) answered that they spent between 2-3 hours a day sharing memes on their social media. However, the median time spent on social media to share memes, according to this sample, was between 1-2 hours a day. Six participants did not answer this question.

Social media of preference

The majority (75%) of the sample prefers to use Facebook to share and post their memes online, followed by Twitter (13.9%), Instagram (7.4%), Reddit (2.5%), Tumblr (0.8%), and lastly 4chan (0.4%). Five participants did not answer this question.

Why share memes online?

The majority (64.5%) of the sample reported that they share memes for fun and entertainment. In addition, 14.1% of the participants affirmed that they share memes for humorous reasons. Although, it should be noted that these first two options are very similar in nature, meaning that humor and entertainment are much alike. Third, 7.3% answered that they shared memes to feel better about their surroundings and 5.6% to distract themselves from their reality. Twenty participants (8.1%) answered that they shared memes online to interact with their colleagues and make new friends.

Escape

This subscale consisted of 3 yes or no questions asking if during the past year, they share memes on social media to (1) forget about problems, (2) not think about unpleasant things, and (3) escape from negative feelings. “Yes” was scored as a one and “no” as a zero. This subscale had a high reliability (α = .84). In this sample 40.5% scored zero, 13.4% got one point, 15.4% got two points, and 30.8% got three points total (M = 1.36, SD = 1.29). Two participants did not answer. Also, there was a statistically significant negative correlation between the total score of Escape and PWB, r(246) = -.277, p < .001. This means that the lower the PWB, the more participants tend to share memes to escape from their psychological disturbances.

Mood Regulation

This subscale consisted of three Likert type questions scored from 1 (totally disagree) to 6 (totally agree). Participants’ scores were classified into these categories: below average 3-7 (27.3%), average 8-13 (45.0%), and above average 14-18 (27.7%). This subscale showed a high reliability (α =.80). The mean score of the sample was 10.35 (SD = 4.35). There was a statistically significant negative correlation between the total score of Mood Regulation and PWB, r(246) = -.244, p < .001. This means that the lower the PWB, the more participants tend to share memes to regulate their mood.

Sharing mental health memes

More than half (56.6%) of the sample share mental health memes on their social media. According to the Independent Samples t-test, the null hypothesis regarding means differences was rejected (t(242) = -2.654, p =.008). Therefore, there is a significant difference in means scores in the total score of PWB between those who share mental health memes (M = 72.72, SD = 12.48) and those who do not (M = 76.98, SD = 12.48). The “true” differences in means between the two groups can vary between -7.42 and -1.10 with a 95% confidence interval (CI). Furthermore, the average age of those that share mental health memes in our study is younger (M = 23.51, SD = 6.70) than those that do not (M = 26.12, SD = 8.82). According to our Independent Samples t-test (t(190) = -2.54, p =.012), the differences in means between the results of both groups can vary between -4.57 and -0.66 with a 95% CI.

In terms of the why individuals share mental health memes on social media, 5.7% answered that they share this content because other people do and find it funny. Only two people answered, “so other people can help me,” however, these individuals had the lowest PWB from the group (See Table 1). Furthermore, 28.5% answered “so other people that are going through the same problems as me could relate” and 21.5% chose “to liberate my tensions and/or distract myself from my personal problems”. Ninety-nine (43.4%) participants stated that they do not share mental health memes. Twenty-one (8.4%) participants did not answer. Additionally, according to our One-way ANOVA, there was a barely significant relationship between PWB and the purposes of sharing mental health memes [F(4, 223) = 2.42, p = .05]. A Fisher’s Least Significant Difference post hoc test revealed that that those who did not share memes had a higher PWB (9.76 ± 1.26 min, p = .01) in comparison to participants who share memes to release tension or distract themselves from their problems.

Table 1: Descriptive Statistics for Subgroups Defined by their Mental Health Meme-sharing Behavior

Table 1: Descriptive Statistics for Subgroups

Defined by their Mental Health Meme-sharing Behavior

Evaluation of Memes

Humor

According to the participants’ ratings of how humorous they found the memes, from the six images presented, the two funniest memes were N2 (M = 3.68, SD = 1.30) and N4 (M = 3.78, SD = 1.23). N4 was found the most humorous of all. This meme (N4) was intended to be “positive” and not self-defeating (see Figure 3). We also summed a total score of the Humor scale and correlated it to the PWB Total score. There was a small but significant inverse relationship between PWB and how humorous the participants found these images (r(248)= - .259, p < .001). Therefore, the less PWB in this sample, the funnier they found the memes.

Self-identification

 The same two images (N2 and N4) were the most relatable of all. The most relatable image was N2, a self-defeating meme (M = 3.56, SD = 1.30), and N4 in second place (M = 3.08, SD = 1.51) according to our Self-identification scale. We also summed a total score of this scale and correlated it to the PWB Total score. There was a small but significant inverse relationship between PWB and how relatable the participants found these images (r(248) = - .321, p < .001). Therefore, the less PWB in this sample, the more they relate to these memes.

Sharing Memes on Social Media

According to the participants’ answers, memes N2 (64.8%) and N4 (53%) where also the two most frequently considered to be shared online.

 Discussion

This study examined the relationship of PWB between sharing mental health memes, humor, self-identification, and motivations for meme-sharing. In alignment with Akram and colleagues’ (2020) study, our results demonstrate that participants that share mental health-related memes have a lower PWB in comparison with those who do not. Thus, there is a need in this population to share this type of content in their social media. Individuals that share mental health-related memes in their social media connect with others through the five key behaviors established by Meshi and colleagues’ (2015) neuroscience of social media. Therefore, these individuals (1) share mental health memes online, (2) receive feedback from these memes, (3) observe the content shared by others, (4) provide feedback, and (5) compare themselves with others. Understanding that these behaviors take place in neural pathways (See Figure 1), especially social reward processing, future research may explore the neural mechanisms of meme-sharing and potential reward processes.

Additionally, our results indicate that participants with lower PWB tend to share memes to escape from their reality and regulate their mood. Specifically, there is a statistically significant weak inverse correlation between having a lower PWB score and sharing memes to escape reality and mood regulation score. It is important to take into consideration that these subscales were adapted from the Social Media Use Disorder Scale (van den Eijnden et al., 2016) and the Generalized Problematic Internet Use Scale 2 (translated into Spanish by Gámez-Guadix et al., 2013) to meme sharing. Therefore, these scales may evaluate problematic or addictive tendencies in social media usage. In essence, there may be an addictive component in meme-sharing due to its escapist capacities.

It was observed that individuals with lower PWB scores tend to share memes to seek help from others, liberate their tensions, and distract themselves from their problems. According to our one-way ANOVA, a significant lower PWB was observed among those who share memes to release tension or distract themselves from their problems in comparison to those who do not share mental health-related memes. From these results, we can infer that those with low PWB may have a greater need to liberate stressors, while those with a higher PWB do not. This means that a main motive of sharing memes related to mental health is to cope with stressors and control one’s emotions. These results may align with past research that has demonstrated how sharing memes may be a collective coping mechanism to subsist difficult times, especially in Puerto Rico (Flecha Ortiz et al., 2020; Gil-Rodríguez, 2018; Ríos Picorelli, 2020; Rodríguez, 2018; Rodríguez Soto, 2020).

Although the relationship between the participants’ PWB and the purposes of sharing mental health memes was barely significant, the second option: “so other people can help me” had lowest mean of PWB (see Table 1). Therefore, not only do participants with lower PWB share this type of content to feel better, but also to receive guidance from others. Meshi et al. (2015) established that social networking allows individuals to interact with others and create groups. Therefore, these groups increase social bonds, which enhance PWB and protect individuals from feelings of loneliness and depression. Through meme-sharing, individuals establish connections by posting relatable content.

Although we proposed that most participants would share mental health memes to liberate tensions, a 28.5% of the sample answered that they share them so other people could relate to their experiences, and this was the most frequent reason endorsed within that question. In comparison, 19.7% of the sample answered that they share mental health memes to liberate their tensions. Additionally, when examining another question about memes in general, we found that the vast majority (64.5%) of the sample chose that they share memes (not specifically mental health memes) for fun and entertainment. Sharing memes for fun could also be related to a need to escape from tensions and a coping mechanism through humor.

As stated in previous literature (Botterill et al., 2015; Kross et al., 2013; Meshi et al., 2015), our results evidence that social media provides a space for youth to express themselves, cope with their environment, obtain feedback from others, and battle feelings of loneliness. According to Botterill et al. (2015), youth use social media to battle the challenges of daily life. This can be observed and remarked in our study because the average age of those that share mental health memes in our study is younger (M = 23.51, SD = 6.70) than those that do not (M = 26.12, SD = 8.82). By analyzing out results, youth use social media to cope with the many challenges of life, including those related to psychological tensions.

The catharsis of psychological tensions is also related to the use of humor in meme-sharing (Akram et al., 2020; Taecharungroj & Nueangjamnong, 2015). Humor and self-identification are key factors in sharing memes on social profiles. Taecharungroj and Nueangjamnong (2015) found that the most shared memes on Facebook are those that are self-defeating. In our study, this can be demonstrated with meme N2. This image can be classified as self-defeating, and it received the highest average in the self-identification scale, and most participants (64.8%) answered that they would share it on their profiles. Because this meme was one of the funniest, most relatable, and considered to be shared, there could be a possible relation with these variables. Therefore, in the future, the relationship between humor, self-identification, and intent to share memes on social media could be studied. Our findings show that those with lower PWB may find self-defeating memes funnier and more relatable. Therefore, individuals that have various stressors in their lives and find it difficult to adapt to their environment, may utilize self-defeating humor to cope with their life’s challenges.

Limitations

Just like any other study, my research has various limitations. Firstly, my sampling procedure was through availability and convenience. Therefore, my sample is not representative, especially considering that the majority of the participants were women and undergraduate students. Furthermore, in my one-way ANOVA there was not an equal distribution in the groups, which may affect the statistical significance and its validity. Additionally, variables that may be affected by meme-sharing were not taken into consideration, such as self-esteem, social depravations, productivity, among others. These results need to be carefully interpreted because compulsive social media use and meme-sharing could imply a lowering of PWB. Having these limitations in mind, the hypotheses of this study are consistent, but not definitive and do not imply causality.

Concluding Remarks

As memes and humorous content is shared on social media, many psycho-social interactions arise with it. Evidence suggests that there is a tendency of sharing memes to reduce psychological tensions in the means of a better psychological well-being. I also noticed that there are not only individual factors in meme sharing, but also collective factors in group formation and enhancing relationships with others. Hence, sharing content on social media profiles may be a canal to feel understood, comprehended, and not feel alone. For future research, relationships may be examined between sociodemographic variables, such as age, and sense of humor. Additionally, future studies may examine the neurological mechanisms that underlie meme-sharing behaviors. In conclusion, meme-sharing, humor, and self-identification are key factors when dealing with the many challenges of our daily lives, both psychologically and socially.

 

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Posted on June 1, 2021 .

Fondos federales y estatus territorial de Puerto Rico: análisis del caso Vaello Madero v. Estados Unidos

Rachel A. Román Villalobos
Departamento de Ciencias Políticas
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Resumen

La Cláusula Territorial permite al Congreso decidir arbitrariamente cuáles garantías constitucionales aplican a los territorios no incorporados. Un resultado de ello ha sido la desigualdad en los fondos federales que recibe Puerto Rico versus los estados. En el 2017, Vaello-Madero demandó al Gobierno federal por excluirlo de los beneficios del programa SSI que recibía cuando vivía en Nueva York, tras mudarse a Puerto Rico. Alegó que la exclusión violaba la Quinta Enmienda, retando así el estatus territorial que permite ese trato desigual. Este ensayo analiza el desarrollo del caso y las implicaciones que podría tener sobre el estatus, concluyendo que la Corte Suprema resolverá la controversia sin afectar el estatus.

Palabras claves: cláusula territorial, conflictos constitucionales, fondos federales, trato diferenciado, estatus territorial

 

Abstract

The Territorial Clause allows Congress to arbitrarily decide which constitutional guarantees apply to unincorporated territories. One result has been the inequality in the federal funds that Puerto Rico receives versus the states. In 2017, Vaello-Madero sued the federal government for excluding him from the benefits of the SSI program he received when living in New York, after moving to Puerto Rico. He argued that the exclusion violated the Fifth Amendment, thus challenging the territorial status that allows such unequal treatment. This essay analyzes the development of the case and the implications it could have on the status, concluding that the Supreme Court will resolve the controversy without affecting the status. 

Keywords: territorial clause, constitutional issues, federal funds, unequal treatment, territorial status

Introducción

En agosto del 2017, el Gobierno federal comenzó una acción civil en la Corte de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico con el objetivo de recuperar $28,081 que le fueron otorgados al Sr. José Luis Vaello Madero por concepto del programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI por sus siglas en inglés) mientras residía en Puerto Rico, puesto que la reglamentación de dicho programa establece que serán beneficiarios solo aquellos que residan en los 50 estados de la Unión, el Distrito de Columbia o las Islas Marianas del Norte. Esta demanda fue declarada inconstitucional en la corte distrital federal bajo el alegato de que la exclusión de Puerto Rico del SSI suponía una violación a la Quinta Enmienda, que bajo la cláusula del debido proceso prohíbe que se le niegue a cualquier persona la protección igualitaria de las leyes.

Dicha decisión entraña un importante conflicto en cuanto al estatus de Puerto Rico: la arbitrariedad que existe por parte del Congreso para decidir cuáles garantías constitucionales aplican a la Isla como territorio no incorporado.  Por eso, al retar el trato diferenciado bajo la Quinta Enmienda, se retó también el estatus colonial. En este ensayo pretendo discutir los hechos del caso, su evolución hasta septiembre del 2020, y las implicaciones que podría tener sobre el estatus territorial de Puerto Rico.

 Hechos del caso

Presentación de la demanda  

El Sr. Vaello Madero, nacido en Puerto Rico en el año 1954, se mudó a Nueva York en 1985. En el verano del 2012, padeciendo serios problemas de salud, decidió solicitar al SSI y resultó elegible. Desde entonces comenzó a recibir su cheque mensualmente en su cuenta de un banco de Nueva York. Un año más tarde, decidió regresar a Loíza, Puerto Rico, para cuidar de su esposa, quien se había mudado allí para atender sus propios problemas de salud, y continuó recibiendo los pagos del SSI. En el verano del 2016, tras solicitar los beneficios del Título II del Seguro Social, dicha agencia se dio cuenta de que Vaello Madero ya no residía en Nueva York y se descontinuaron sus pagos mensuales del SSI. Como se comentó, la reglamentación del programa especifica que solo quienes residan dentro de los 50 estados de la Unión, el Distrito de Columbia o la Islas Marianas del Norte, podrán ser beneficiarios. En el 2017, el Gobierno federal no tan solo emprendió una acción civil en la Corte de Distrito para recuperar la suma de dinero que había recibido el demandado estando en Puerto Rico, sino también una acción penal por reclamos fraudulentos al Seguro Social que podía implicar hasta cinco años de cárcel. [1]

En dicha Corte, se procedió a hacer un trámite sumario, procedimiento legal especial que logra la resolución más rápida de una controversia y que no incluye argumentación oral. Esto significa que las partes someten sus argumentos de forma escrita, sin darse el procedimiento en corte que permite sopesar las reclamaciones legales después de la presentación de evidencia. Generalmente se sigue este tipo de proceso cuando no existe una disputa en cuanto a los hechos del caso.[2] Los abogados que le fueron asignados a Vaello, dado que este no contaba con defensa, impugnaron que la exclusión de Vaello del SSI violaba las protecciones de la Quinta Enmienda (Emmanuelli 2020). El caso entonces fue asignado al juez Gustavo Gelpí, quien es conocido por su activismo en favor de la anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos por la vía legal. Luego de conocer esto, el Gobierno federal pidió abandonar el caso alegando falta de jurisdicción bajo la disposición 42 U.S.C. 408 (a) (4), debido a que no se cumplieron los requisitos administrativos de la Administración del Seguro Social (SSA por sus siglas en inglés). La defensa de Vaello se opuso al abandono voluntario de la demanda, argumentando que el Gobierno federal lo hizo cuando percibió que su denuncia sería contraproducente. La Corte estuvo de acuerdo con Vaello y expresó que sí tenía amplio poder de jurisdicción sobre la cuestión, aunque sí descartó la acción penal. Ambas partes procedieron a someter sus argumentos y el juez Gustavo A. Gelpí terminaría por resolver a favor de Vaello Madero en febrero de 2019,[3] lo cual podía anticiparse por su fuerte postura en contra de la doctrina de la no incorporación a Puerto Rico. Incluso en el año 2008 el juez llegó a sostener en una de sus opiniones que la Isla ya estaba incorporada como estado (El Nuevo Día 2008). El caso de Vaello supuso otra instancia en la cual el juez podría abogar por la igualdad de los puertorriqueños residentes en la Isla con aquellos ciudadanos estadounidenses que viven en los estados.

Determinación de la Corte de Distrito

Los argumentos de las partes se resumían en lo siguiente: Vaello impugnaba la exclusión de los residentes de Puerto Rico del SSI como una violación a la cláusula del debido proceso de ley (contenida en la Quinta Enmienda), mientras que el Gobierno federal sostenía que las determinaciones del Congreso en cuanto a los requisitos de elegibilidad del programa guardaban una fuerte presunción de constitucionalidad, ya que de acuerdo con la Cláusula Territorial, el Congreso tenía permitido legislar de forma diferenciada para los territorios en materias de seguridad social siempre que hubiese una base racional. La base racional se define como aquel fundamento para una legislación o acción de una agencia gubernamental que no es arbitrario y que tiene una relación racional con un interés estatal legítimo. En este caso, las bases racionales del Congreso –resaltadas por el Gobierno federal– eran que sería costoso extender el programa a la Isla y que los puertorriqueños no pagan impuestos federales sobre ingresos, queriendo decir que no aportan al Tesoro federal, de donde se nutre el SSI. Además, el Gobierno federal tomó como base los casos de Harris v. Rosario y Califano v. Torres.

Antes que todo, es importante entender la manera en que comenzó a operar la Cláusula Territorial para Puerto Rico y demás territorios estadounidenses a partir de los Casos Insulares. La Cláusula Territorial contenida en la Constitución daba al Congreso la facultad de legislar para los territorios, pero no establecía de forma clara si la Constitución aplicaba a los mismos. A inicios del siglo XX, uno de los denominados ‘‘Casos Insulares’’ trajo el dilema de si Puerto Rico debía ser tratado como parte de los Estados Unidos para efectos de la administración de tarifas. Su incorporación significaba que la cláusula de uniformidad de la Constitución (Art. 1, Sec. 8) impediría al Congreso imponerle barreras tarifarias, y que la Constitución, así como la ley federal, le iban a ser aplicadas por entero, al igual que a las demás posesiones. El resultado fue lo opuesto y se decidió que el Congreso podía imponer barreras tarifarias a Puerto Rico, y que la Carta de Derechos no protegería a los puertorriqueños que vivieran en la Isla. De esta manera, se estableció un precedente de trato desigual que, bajo la Constitución y estatutos federales, afectaría a todos los territorios no encaminados a la anexión (Fisher 1980, 131; Duffy y Cepeda 2009, 661-665; Ramos de Santiago 1979, 338-347).

Por otro lado, hace falta discutir brevemente los casos de Califano y Harris, que el Gobierno federal utilizó para justificar el trato desigual en Vaello. En Califano v. Torres (1978) se retó la exclusión de los puertorriqueños del SSI como una violación al derecho a viajar, lo cual la Corte Suprema descartó aclarando que se había hecho una interpretación incorrecta de ese derecho y que la ley guardaba una fuerte presunción de constitucionalidad según las bases racionales que le dieron pie: (1) que Puerto Rico tiene un régimen único de impuestos donde sus residentes no contribuyen al Tesoro Federal; (2) que el costo de incluir a Puerto Rico en el programa sería extremadamente alto (estimado de $300 millones al año); y (3) que la inclusión de la Isla en el SSI podría afectar gravemente su economía.[4] En Harris v. Rosario (1980) la Corte sostuvo que el nivel más bajo de reembolso provisto a Puerto Rico bajo el programa de Ayuda a Familias con Niños Dependientes (AFDC por sus siglas en inglés) no violaba la garantía de igual protección de la Quinta Enmienda, reiterando la validez de las bases racionales utilizadas por el Gobierno en Califano.[5] No obstante, desde este último caso comenzó la resistencia con la opinión disidente del juez liberal y activista por los derechos civiles de los negros Thurgood Marshall, de la cual el juez Torruella haría eco en su opinión sobre Vaello (Smith 2014).[6]

Debido a que en Vaello se estaba impugnando una violación a un derecho fundamental y, a su vez, un trato discriminatorio, el juez Gelpí aplicó un escrutinio estricto. En este tipo de escrutinio, donde se evalúa la intromisión del Estado con un derecho fundamental, es decir protegido por la Constitución, al Estado le toca demostrar que con su intrusión está defendiendo un interés gubernamental apremiante, y que no tiene otros medios menos restrictivos para hacerlo sino la intrusión de la cual está siendo acusado. En estos casos, se asume la inconstitucionalidad del estatuto, regla u orden que se reta. El enfoque del juez Gelpí fue discutir si la restitución que solicitaba el Gobierno federal a Vaello era constitucional. Lo primero que hizo fue revisar la Ley del SSI. Este programa se creó para asistir personas de edad avanzada, ciegas o con alguna discapacidad que tengan necesidad económica y, a diferencia del Seguro Social y Medicare, los individuos no contribuyen al mismo. El segundo aspecto revisado fue la Cláusula Territorial. El juez encontró que esta no puede ser utilizada por el Gobierno federal para determinar cuándo y dónde aplica la Constitución a sus ciudadanos. Aunque el Art. IV de la Constitución confiere al Congreso el poder de promulgar todas las normas y reglamentos que considere necesarios para gobernar los territorios de los Estados Unidos, no por eso el Congreso puede activar o desactivar a su conveniencia los derechos constitucionales –en este caso al debido proceso de ley y a la igualdad de protección– que disfruta un ciudadano estadounidense, por que este se traslade de un Estado continental a Puerto Rico. Tal autoridad, dijo, significaría que el Congreso y el presidente deciden qué es la Ley, y no la rama judicial.

Este planteamiento sobre la Cláusula Territorial es interesante porque parece obviar otras instancias en las que se limitan las protecciones constitucionales a ciudadanos estadounidenses por vivir en Puerto Rico, como no poder votar por el presidente de los Estados Unidos y el que no aplique la cláusula de uniformidad contributiva. Con relación a la autoridad del Congreso, pese a la interpretación del juez, el estado de derecho que impera es uno donde el Congreso realiza el discrimen y el tribunal decide si es constitucional o no. El tercer aspecto que el juez Gelpí analizó fue el de la garantía de la igual protección en la Quinta Enmienda, y cómo se estaba viendo afectada por la reglamentación del SSI hacia los puertorriqueños residentes en la Isla. Es aquí también donde demostró por qué dicha reglamentación era una categoría sospechosa y, por lo tanto, sujeta a un escrutinio estricto. Las categorías sospechosas son aquellas que utilizan características o rasgos personales para establecer diferencias entre personas o grupos de personas que, como regla general, no deben utilizarse en la formulación de leyes y se consideran discriminatorias. Como se desprende de Windsor, la cláusula del debido proceso de ley contenida en la Quinta Enmienda prohíbe que se le niegue a cualquier persona la protección igualitaria de las leyes, específicamente cuando el motivo sea que el Congreso desea dañar a un grupo políticamente impopular. En esos casos, al tribunal le toca dilucidar si la ley está motivada por un propósito indebidamente discriminatorio.[7] En Vaello, la justificación del Gobierno estuvo basada meramente en la autoridad que tiene el Congreso para promulgar legislación social y económica.

Según Gelpí, esta justificación no era racional y resultaba sospechosa por tres factores que relegan a una condición de inferioridad a los puertorriqueños residentes en la Isla: una abrumadora mayoría son de origen hispano, han sido históricamente tratados de forma desigual y son un grupo sin poder político, puesto que no pueden participar de las elecciones presidenciales ni del Congreso. Su conclusión fue que una clasificación que por la fuerza de los hechos está basada en el origen hispano, es constitucionalmente inadmisible; que la raza no puede ser un pretexto para calificar o descalificar a un grupo de la participación plena en la democracia estadounidense; y que los derechos fundamentales de la igualdad de protección y el debido proceso son otorgados a todos los ciudadanos estadounidenses sin distinción. Si Gelpí hubiese tenido razón en sus planteamientos, terminaría revocando los Casos Insulares, una cuestión sumamente difícil. Por eso veremos que, en el Tribunal de Apelaciones, el juez Torruella tomó una ruta distinta, siguiendo los Casos Insulares como precedente.[8]

Determinación del Tribunal de Apelaciones de Boston

La Corte del Primer Circuito decidió el caso en abril de 2020. Su determinación fue la misma que la de la corte distrital, aunque bajo un razonamiento distinto. Aparte de seguir los Casos Insulares, se utilizó un escrutinio racional que, a diferencia del escrutinio estricto, implica asumir la constitucionalidad del estatuto, regla u orden que se reta, y para sostener su validez basta con demostrar que con ello el Estado persigue un interés legítimo. Cuando un juez aplica este examen, de cierta manera da deferencia al estado respecto a la creación de sus leyes y reglamentaciones, y disminuye el estándar con el que se evalúa cierto estatuto.[9] El juez Torruella, por tanto, examinaría si la exclusión de los residentes de Puerto Rico del SSI estaba vinculada a un interés gubernamental legítimo. Es importante insistir en que para Vaello el Gobierno federal descartó el argumento de que extender el SSI a la Isla podría afectar su economía. El juez del tribunal apelativo realizó su análisis solo sobre los argumentos de que Puerto Rico tiene un régimen único de impuestos y que sería costoso extender el programa a la Isla. Califano y Harris, por su parte, fueron descartados como precedente, ya que para ambos se ofreció un juicio sumario, y el efecto de este tipo de juicio se limita a los conflictos presentados en ese momento. Además, Torruella indicó que Califano no fue decidido con base en la cláusula de igual protección de las leyes sino con base en el derecho a viajar, y que Harris no implicaba directamente al SSI, sino al AFDC. Aun así, reconoció que las decisiones de estos casos, al ser del Tribunal Supremo, son inalterables hasta que la propia Corte diga lo contrario.

Con relación al argumento de que Puerto Rico tiene un régimen único de impuestos, hay que señalar que el Gobierno federal dijo primero que los residentes de la Isla no aportaban al Tesoro de los Estados Unidos, y luego, especificó que generalmente no pagaban impuestos federales sobre ingresos, lo cual implicaba que no debían ser beneficiarios de un programa que se nutre de estos fondos. El juez Torruella descartó el primer argumento haciendo un análisis minucioso de las aportaciones que hacen los puertorriqueños al fisco federal. Primero, señaló que los puertorriqueños de 1998 a 2006 contribuyeron de forma consistente más dinero que al menos seis estados y que las Islas Marianas del Norte, con $4 billones anuales en forma de impuestos federales y otras imposiciones. Segundo, que aún a partir del 2006 –cuando estalló la crisis económica– y después del huracán María en el 2017, los puertorriqueños continúan aportando grandes sumas al Tesoro Federal por medio del IRS: $3,443,334,000 en 2018; $3,393,432,000 en 2017; y $3,479, 709,000 en 2016. En tercer lugar, desglosó el tipo de contribuciones que hacen los puertorriqueños: (1) impuestos federales sobre la renta de los residentes de Puerto Rico sobre los ingresos de fuentes fuera de Puerto Rico (regido por el Código de Rentas Internas), (2) impuestos sobre ingresos de todos los empleados federales, (3) impuestos de nómina asociados al Seguro Social, (4) impuestos de nómina asociados al Medicare y (5) impuestos de nómina por desempleo.

Respecto al segundo punto, el juez reiteró parte del análisis del juez Gelpí, indicando que la elegibilidad al SSI está completamente separada del historial de pago de impuestos del individuo y que cualquier persona que sea elegible al SSI no va a tener los ingresos suficientes como para pagar impuestos federales sobre la renta, sin importar dónde viva. De este modo, la idea de que alguien tiene derecho al SSI en la medida que haya pagado impuestos sobre ingreso se invalida y resulta antiética ante el propósito mismo del programa. La Corte también aclaró que los beneficios del SSI no son como otros programas donde los fondos están atados a lo que se haya contribuido (ej. Seguro de Incapacidad del Seguro Social). Por todo lo anterior, concluyó que la exclusión por motivo de que Puerto Rico tiene un sistema único de impuestos no era racional.

Acerca del argumento de que sería costoso extender el SSI a la Isla, la Corte de Apelaciones expresó que el Congreso no puede buscar ahorrar dinero a expensas de discriminar contra un grupo de personas. A la luz de la Quinta Enmienda, este trato arbitrario está prohibido y es más grave por el hecho de que los perjudicados son una minoría insular. Se supone que el propósito de la cláusula de la igual protección sea asegurar que una minoría no sufra por legislación de la mayoría (Fisher 1980, 128). La conclusión fue que la exclusión categórica de los residentes de Puerto Rico que, de otra manera son elegibles para los beneficios del SSI, no está racionalmente relacionada a un interés gubernamental legítimo. Por tanto, dicha exclusión se declaró inválida y se afirmó la determinación de la Corte de Distrito para dar un juicio sumario al demandado.[10]

Posibles implicaciones del caso sobre el estatus territorial

Tras la decisión del tribunal apelativo, el optimismo creció entre el sector estadista puertorriqueño por el hecho de que Puerto Rico podría alcanzar la igualdad de fondos en el SSI. También porque una creciente igualdad en las leyes se percibe como una inclinación hacia la estadidad. Sin embargo, Jennifer González, estadista y Comisionada Residente en Washington, admitía que era muy probable que el Departamento de Justicia federal apelara la decisión, ante el pleno del Primer Circuito de Apelaciones federales o ante la Corte Suprema (El Nuevo Día 2020). Efectivamente, el 7 de septiembre de 2020 el gobierno de Estados Unidos acudió al Tribunal Supremo de los Estados Unidos con una petición de certiorari (Figueroa Cancel 2020), recurso extraordinario mediante el cual se solicita al Tribunal Supremo revisar una decisión del tribunal apelativo y en donde queda a discreción del Tribunal si hacer dicha revisión, para intentar revertir la decisión.[11] A partir de este hecho, existen varios escenarios posibles.

La Corte podría no atender el recurso y esto no tendría ningún efecto sobre el estatus. Debido a que Vaello fue resuelto mediante un juicio sumario, su resolución se limita al conflicto presentado en ese momento (Emmanuelli 2020). Es decir, Vaello no tiene que devolver el dinero que le fue otorgado estando en Puerto Rico, pero eso no se traduce en que las bases de esa decisión pueden ser utilizadas para exigir que se extienda el SSI a la Isla y por supuesto, la doctrina de los Casos Insulares quedaría inalterada. Sin embargo, este escenario es cada vez menos probable debido a la creciente presión respecto a la inconstitucionalidad del trato desigual en materia de fondos federales.

En agosto de 2020, guiado por la decisión del juez Torruella sobre Vaello, el juez federal en San Juan William G. Young confirmó la inconstitucionalidad de la exclusión del SSI y ordenó que los puertorriqueños pudieran tener acceso al programa, así como a los programas de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) y a subsidios por bajos ingresos (LIS) de la parte D de Medicare. Esto tras la demanda de nueve ciudadanos en contra de los departamentos estadounidenses de Salud, Agricultura y el Seguro Social (Delgado 2020). Lo acontecido sugiere que si el Tribunal Supremo no toma una determinación, más jueces federales podrían seguir la decisión de Torruella y más personas obtendrían acceso a los programas, afectando la política pública existente y convirtiéndose en una carga inesperada para el fisco federal.

 Si la Corte Suprema acogiera el recurso y decidiera tomar una posición respecto a la validez de los Casos Insulares, que en última instancia permiten los estatutos discriminatorios, esto implicaría tomar una decisión en cuanto al estatus político de Puerto Rico. Al revocar su validez, se quebraría el poder del Congreso para lidiar con los territorios como territorios y, por tanto, habría que comenzar un proceso de descolonización (Fisher 1980, 133-137). Según el Lcdo. Rolando Emmanuelli, el comienzo de este proceso y su orientación dependerá de cuál sea la opción más económica para Estados Unidos (Emmanuelli 2020). Por otro lado, de sostenerse la validez de los Casos Insulares, Puerto Rico seguiría estando sujeto al discrimen del Congreso como territorio no incorporado.

A pesar de lo anterior, la Corte no está obligada a atender el dilema de los Casos Insulares y el abstenerse de hacerlo mantendría el estado de derecho actual. La Corte podría ceñirse a determinar si Puerto Rico está protegido por la cláusula de igual protección para efectos del Acta de Seguridad Social, que creó la reglamentación del SSI. Si el resultado es afirmativo, el que un estatuto valide una protección constitucional hacia un territorio no quiere decir que sea mandato constitucional. Esto seguiría dejando espacio para la incertidumbre de cómo y dónde aplica la Constitución estadounidense (Cleveland 2002, 39-250). Si el resultado es negativo, igualmente se mantendría esta incertidumbre. Ambos resultados representarían la doctrina de los Casos Insulares que permite evaluar, caso a caso, la aplicabilidad de la Constitución para los territorios. Seguramente esta determinación también estará mediada por un análisis de cuán costoso sería que los territorios comiencen a estar protegidos por la Quinta Enmienda para efectos del Acta de Seguridad Social.

Conclusión

Pese al entusiasmo que el caso de Vaello pueda suscitar como una posible vía hacia la descolonización, la Corte Suprema no tiene por qué atender los Casos Insulares en sí, y por tanto no se afectaría el estatus de la Isla. Este es el escenario que estimo más probable. En ese caso, al ceñirse la Corte a determinar si Puerto Rico está protegido por la cláusula de igual protección para efectos del Acta de Seguridad Social, tomará en cuenta el cargo presupuestario que una respuesta afirmativa provocaría. Por ende, buscará establecer una base racional clara de por qué los territorios no pueden recibir estos programas o simplemente reforzará las bases racionales que ya ha ofrecido el Gobierno federal. Lo que sí es bastante seguro es que el Tribunal atenderá el caso para impedir que cortes distritales y apelativas sigan el razonamiento del juez Torruella. Solo queda esperar para conocer realmente hasta qué punto se cumplirán las expectativas que el caso ha creado respecto al estatus de la Isla.

Bibliografía de referencias 

Cleveland, Sarah H. “Powers Inherent in Sovereignty: Indians, Aliens, Territories, and the Nineteenth Century Origins of Plenary Power over Foreign Affairs”. Texas Law Review 81, no. 1 (November 2002): 1–284. https://biblioteca.uprrp.edu:2062/docview/203692921?pq-origsite=summon

Christina Duffy Burnett y Adriel I. Cepeda Derieux. “Los casos insulares: Doctrina Desanexionista”. Revista Jurídica 78, no. 3 (July 2009): 661-699. http://biblioteca.uprrp.edu:2134/ehost/pdfviewer/pdfviewer?vid=1&sid=c8448d56-765c-4fad-9dcd-debc43d1ddd3%40psídc-v-sessmgr02

Delgado, Carlos A. “Un juez federal declara inconstitucional negar a residentes de Puerto Rico otros beneficios que se otorgan en los estados”. El Nuevo Día, 3 de agosto de 2020.

https://www.elnuevodia.com/corresponsalias/washington-dc/notas/un-juez-federal-declara-inconstitucional-negar-a-residentes-de-puerto-rico-otros-beneficios-que-se-otorgan-en-los-estados/?utm_medium=Social&utm_source=Twitter#Echobox=1596491051

Emmanuelli, M. [Bufete Emmanuelli, C.S.P.]. (14 de abril de 2020). Bufete Emmanuelli Informa: La decisión del caso de Vaello #48 [Archivo de video]. https://www.youtube.com/watch?v=1pGp36qkOqM

Figueroa Cancel, Alex. “Gobierno de Estados Unidos apela decisión que declaró inconstitucional la exclusión de Puerto Rico en tres programas federales”. El Nuevo Día, 13 de septiembre de 2020. https://www.elnuevodia.com/noticias/tribunales/notas/gobierno-de-estados-unidos-apela-decision-que-declaro-inconstitucional-la-exclusion-de-puerto-rico-en-tres-programas-federales/

Fisher, Stewart W. “The Supreme Court Says No to Equal Treatment of Puerto Rico: A Comment on Harris v. Rosario”. North Carolina Journal of International Law and Commercial Regulation 6, no. 1 (1980): 127–39. https://scholarship.law.unc.edu/ncilj/vol6/iss1/8/?utm_source=scholarship.law.unc.edu/ncilj/vol6/iss1/8&utm_medium=PDF&utm_campaign=PDFCoverPages

“Justicia federal tiene bajo estudio la decisión del circuito sobre el SSI”. El Nuevo Día, 13 de abril de 2020. https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/justiciafederaltienebajoestudioladecisiondelprimercircuitosobreelssi-2560833/

Ramos de Santiago, Carmen, comp. El desarrollo constitucional de Puerto Rico: Documentos y casos. Puerto Rico: Editorial Universitaria, 1979.

“Silencio sepulcral en Justicia local”. El Nuevo Día, 14 de noviembre de 2008.

 https://www.elnuevodia.com/noticias/politica/notas/silencio-sepulcral-en-justicia-local/

Smith, R. C. “Marshall, Thurgood”. En R. C. Smith, Facts on File Library of American History: Encyclopedia of African American Politics (2nd ed.). CREDO Reference. 2014.

Notas

[1] United States of America v. José Luis Vaello-Madero, 19-1390 (1st Cir. 2020).

[2] La definición de trámite sumario se obtuvo de “Summary Process”, Legal Dictionary, Accedido el 20 de abril de 2021 de https://legal dictionary.thefreedictionary.com/Summary+Process.

De esta definición procede que un juicio sumario es aquel en el cual se llega a la decisión sin argumentación oral.

[3] United States of America v. José Luis Vaello-Madero, 19-1390 (1st Cir. 2020).

[4] “Califano v. Torres”, FindLaw, Accedido el 23 de mayo de 2020 de https://caselaw.findlaw.com/us-supreme-court/435/1.html.

[5] “Harris v. Rosario, 446 U.S. 651 (1980)”, JUSTIA, Accedido el 24 de mayo de 2020 de https://supreme.justia.com/cases/federal/us/446/651/

Para más información del caso ver “Califano v. Torres”, FindLaw, Accedido el 23 de mayo de 2020 de https://caselaw.findlaw.com/us-supreme-court/435/1.html.

[6] Uno de los señalamientos más importantes del juez Marshall fue que, aunque la Corte Suprema había reconocido en otras instancias (Downes v. Bidwell y Balzac v. Porto Rico) que varias disposiciones de la Constitución no aplicaban a Puerto Rico, la validez de esas decisiones era cuestionable (Torres v. Puerto Rico), debido a que en otros casos se habían reconocido garantías constitucionales a los puertorriqueños. En Calero-Toledo v. Pearson Yacht Leasing Co. se sostuvo que Puerto Rico estaba protegido por la cláusula del debido proceso, tanto de la Quinta como de la Decimocuarta Enmienda; en Examining Board v. Flores de Otero por la garantía de igual protección de la 5ta o 14ta Enmienda; y en Torres v. Puerto Rico por la Cuarta Enmienda. Además, al momento al menos cuatro miembros de la Corte creían que todas las provisiones de la Carta de Derechos aplicaban a la Isla. Él creía que la Corte había obviado estos precedentes y se mantuvo apoyando el trato diferenciado siempre que hubiese base racional, aun cuando esto perjudicara a los que residían en Puerto Rico en comparación a quienes vivían en los estados.

[7] La definición de propósito impropio se obtuvo de “Improper purpose definition”, Law Insider, Accedido el 9 de abril de 2021 de https://www.lawinsider.com/dictionary/improper-purpose

[8] United States of America v. José Luis Vaello Madero, 17-2133 (D.P.R. 2019).

[9] A pesar de que la norma es utilizar un escrutinio estricto siempre que se perciba una intrusión con un derecho fundamental, no ocurre todo el tiempo. El tipo de escrutinio elegido queda a discreción del juez.

[10] United States of America v. José Luis Vaello-Madero, 19-1390 (1st Cir. 2020).

[11] La definición de petición de certiorari se obtuvo de “Recursos que se presentan ante el Tribunal Supremo”, Ayuda Legal Puerto Rico, Accedido el 20 de abril de 2021 de https://ayudalegalpr.org/resource/recursos-que-se-presentan-ante-el-tribunal-supremo?ref=QLtYD.

Posted on June 1, 2021 .

Los servicios ofrecidos por el Departamento de Corrección y Rehabilitación y narrativas sobre su impacto en la vida de confinado: historias de vida

Alexa Y Ríos López
Departamento de Trabajo Social
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Paola Sánchez Melo
Departamento de Trabajo Social
Facultad de Ciencias Sociales, UPR RP

Resumen

El presente trabajo sobre los Servicios Ofrecidos por el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) y su impacto en la vida de confinados, desde un enfoque cualitativo, busca comprender cómo la educación y otros servicios ofrecidos por el DCR de Puerto Rico impactan la calidad de vida en cuanto a la reinserción, la reincidencia y el desarrollo de relaciones interpersonales de un confinado. Se realizaron entrevistas semi estructuradas a dos participantes (hombres, mayores de 21 años) y en base a esto se pudo hallar narrativas sobre el impacto significativo pero contradictorio de estos servicios en la vida de los dos exconfinados. Debido al número de participantes, es importante mencionar que los hallazgos y análisis expuestos en la investigación no pueden ser generalizados.  

Palabras claves: reinserción, reincidencia, relaciones interpersonales, confinados, sistema carcelario

 

Abstract

The following article utilizes a qualitative approach in hopes to understand how education and other services offered by the Department of Corrections of Puerto Rico have an impact in the lives of exconvicts. Considering the ex-convicts reinsertion into society, their chance of incurring in recidivism and the strain on interpersonal relationships. Two semi-structured interviews were executed (men over 21 years old). Based on these interviews it was found that the impact of these services is significant but contradictory in the lives of exconvicts. Because of the number of participants is important to mention that the findings and the analysis exposed in the investigation cannot be generalized.

Keywords: social reintegration, recidivism, relationships, convicts, prison system

Presentación del problema de la investigación

Esta investigación tiene como finalidad explorar y describir el impacto de los servicios ofrecidos por el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) en Puerto Rico desde la experiencia de personas exconfinadas y cualificar cuán importantes son estos servicios para el individuo en los distintos ámbitos de su vida. Desde un enfoque cualitativo, buscamos comprender cómo la educación y otros servicios ofrecidos por el DCR impactan la calidad de vida en cuanto a la reinserción, la reincidencia y el desarrollo de relaciones interpersonales.

Ante este proyecto investigativo nuestra pregunta es la siguiente: ¿Cómo los servicios del Departamento de Corrección y Rehabilitación impactan la vida de la población confinada desde la experiencia de personas exconfinadas en Puerto Rico? Por consiguiente, entre las categorías identificadas para guiar la investigación se encuentran: servicios ofrecidos por el DCR, servicios ofrecidos en la comunidad, impacto en la reinserción, impacto en la reincidencia y desarrollo de relaciones interpersonales.

El propósito de este trabajo es profundizar sobre los efectos de los servicios ofrecidos a través del DCR de Puerto Rico en la población confinada, desde la experiencia de la población exconfinada. A raíz de este objetivo general, se desarrollaron los siguientes objetivos específicos:

  1. Identificar los servicios recibidos a través del DCR, desde la experiencia de personas exconfinadas en Puerto Rico.

  2. Explorar el impacto de los servicios ofrecidos a través del DCR a la población confinada en la reinserción en Puerto Rico desde la mirada de personas exconfinadas.

  3. Explorar el impacto de los servicios ofrecidos en la comunidad a la población confinada, desde la mirada de personas exconfinadas en Puerto Rico

  4. Indagar el significado que han tenido los servicios ofrecidos por el DCR en la población de confinados con respecto a la reincidencia en Puerto Rico, desde la experiencia de personas exconfinadas.

  5. Examinar cómo los servicios ofrecidos por el DCR aportan al desarrollo de las relaciones interpersonales de los confinados, desde la experiencia de personas exconfinadas en Puerto Rico.

Breve discusión bibliográfica

Según expresa Sued, “la cárcel no protege al ciudadano, sólo castiga al condenado; no le resuelve a la víctima, ni enmienda el daño ocasionado” (2010, p. 1). A través del tiempo, se ha ido estudiando la relación que existe entre la educación y las cárceles y se ha intentado identificar el efecto que tienen los servicios ofrecidos por el DCR y el impacto con relación a la reincidencia y la reinserción. Mediante diversas investigaciones, se ha descubierto que los programas educativos impactan de manera positiva la población confinada del país. “Los estudios realizados en Estados Unidos, Canadá y España entre otros países (incluso en América Latina) evidencian, en efecto, una correlación entre la actividad educativa y la no reincidencia delictiva de las personas” (Torrijos, 2009, p. 33). Según Deborah Colón Ortiz (2017) propone en su estudio “Educación tras las rejas en Puerto Rico”, existe evidencia que indica la efectividad de los servicios educativos ofrecidos en las cárceles y cómo estos reducen la reincidencia a las instituciones penales.

El DCR, a través de la Oficina de Proyectos Especiales y Desarrollo Programático, presentó en el 2015 un perfil variado de la población confinada. En el informe se encuentran los siguientes datos: el sexo que predomina en las instituciones penales del país es el masculino, sobresaliendo sobre las féminas con un 97%; el 20% de las edades más concurridas en las instituciones está basado en 25 a 29 años; el 54.88% de la población confinada proviene de barrio o barriada; el 93% de la población proviene de un sistema escolar público, la educación del 92.07% de la población era educación básica, es decir, elemental, intermedia y superior; de la misma manera nos informa que solo el 38% logró culminar su cuarto año de la escuela superior; el 57% de la población confinada era desempleado, al momento de entrar a la institución; el 90.52% de la población es juzgado por un delito grave; el 2.05% tiene pena de reincidencia y el 72.76% de la población padece de reincidencia habitual; el 19.20% ha estado ingresado en algún programa en la comunidad, es decir, este por ciento de la población confinada ha estado ingreso en programas alternativos al confinamiento (Departamento de Corrección y Rehabilitación, 2015). 

El DCR cuenta con servicios sociopenales que procuran el bienestar común de los confinados. Entre otros servicios que ofrecen, se encuentran:

  • Diseña el Plan Institucional para iniciar el proceso de cambio en comportamiento que redunde en la reeducación y reintegración del confinado en la libre comunidad.

  • Ofrece orientación y referidos para el Negociado de Evaluación y Asesoramiento, Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción, Hogares CREA, Programas Religiosos, agencias y entidades públicas, consejería, orientación.

  • Evalúa y concede los permisos de Visitas a Familiares, Pases sin Custodia, actividades especiales tales como: deportivas y recreativas, culturales, educativas, religiosas y ferias de artesanías.

Según el Departamento de Corrección y Rehabilitación (2015), existe una variedad de programas educativos y vocacionales para la población confinada. Los programas ofrecidos por el DCR buscan aportar de manera positiva el proceso de rehabilitación y reeducación de los confinados. De la misma manera, los programas buscan fortalecer las destrezas para el establecimiento del individuo una vez haya cumplido con el tiempo establecido en prisión. Entre los programas mencionados en el DCR se encuentran: el programa de reinserción comunitaria, los pases extendidos, el pase extendido con monitoreo electrónico, la comunidad de desarrollo integral, los centros educativos y de rehabilitación cristiana, y los hogares de adaptación social.

Sin embargo, ¿cuán accesibles se encuentran estos servicios y programas para el beneficio de los confinados? Según estadísticas de la Oficina de Proyectos Especiales y Desarrollo Programático y el DCR, “el 19.20% (2,318) de los confinados expresó haber estado ingresado en algún programa en la comunidad previo a su ingreso actual al sistema correccional, 78.86% (9,521) no tiene ingresos previos a programas y el 1.95% (235) no ofreció información” (Departamento de Corrección y Rehabilitación, 2015, pp. 113-115). Existen fuentes académicas que sustentan los servicios ofrecidos en Estado Unidos, sin embargo, “en los países latinoamericanos, de Asia, y África, es decir, en los países que más lo requieren no existe una política estructurada de aprendizaje continuo” (Torrijos, 2009, p. 32). Estas estadísticas nos permiten ver de manera más completa la falta de accesibilidad de los servicios ofrecidos por el DCR hacia la población confinada y la complejidad de la problemática a investigar.

Es de relevancia recalcar la existencia de manuales y reglamentos, sustentados por una base legal y por el DCR, que respaldan los servicios educativos en las instituciones penales. Un ejemplo de estos sería el reglamento para la expedición de un certificado de rehabilitación y capacitación para trabajar y el manual del programa de servicios educativos. El último, tiene como base la “resocialización” de los confinados y minimizar los factores para delinquir. Este tiene como base legal la Ley núm. 116 de 22 de julio de 1974, según enmendada, que crea la administración de corrección (Departamento de Corrección y Rehabilitación, 2011). Por otro lado, el reglamento para la expedición de un certificado de rehabilitación y capacitación para trabajar establece los criterios y procedimientos para poder obtener un certificado de rehabilitación y capacitación que genere aportes a la búsqueda de empleo. Este reglamento se sustenta de un plan reorganizacional Núm. 8 de 2011 donde se establecen las facultades del DCR (Departamento de Corrección y Rehabilitación, 2011). Por lo antes expuesto, se justifica una investigación cualitativa de este fenómeno. 

Discusión del método empleado para recopilar los datos e información

Esta investigación complementa la revisión de literatura e integró historias de vida y experiencias de los exconfinados de Puerto Rico a la misma. Por tanto, esta investigación tiene un enfoque cualitativo. Según Hernández Sampieri et al., “se investiga y se describe detalladamente las situaciones, eventos, personas, interacciones, conductas observadas y sus manifestaciones (2014, p. 9). Este enfoque está sustentado por el paradigma naturalista, el cual “estudia los objetos y seres vivos en sus contextos o ambientes naturales y cotidianidad” (Hernández Sampieri et al., 2014, p. 10). Así que, en la investigación se cuestiona la efectividad de los servicios ofrecidos por el DCR y su impacto en las diferentes categorías establecidas.

Aunque este es un fenómeno estudiado, no existe mucha literatura académica con datos que presenten el mismo en Puerto Rico por lo que el alcance de nuestra investigación es exploratorio. Por otro lado, el diseño de investigación es un diseño fenomenológico que se basa en las experiencias individuales de cada sujeto y se enfoca en las vivencias de los participantes, perspectivas y los diferentes puntos de vista de las situaciones de cada uno de ellos (Hernández Sampieri et al., 2014).

En esta investigación la población a estudiar son los exconfinados en Puerto Rico. Los mismos se escogieron bajo unos criterios de inclusión y exclusión. Los criterios de inclusión son: ser mayor de 21 años de edad y haber pertenecido a la población correccional en Puerto Rico; los criterios de exclusión son: haber reincidido y estar recluido en alguna institución del DCR al momento de la entrevista.

Al ser una investigación cualitativa la “muestra son personas, eventos, suceso y comunidades sobre los cuales se recolectarán datos, sin que necesariamente sea representativo del universo o población estudiada” (Hernández Sampieri et al., 2014, p. 394). La muestra para utilizar sería la muestra de participantes voluntarios. La misma tiene como base la participación voluntaria de los individuos para así profundizar en las experiencias de cada uno (Hernández Sampieri et al., 2014). Los participantes son receptivos a la invitación. A los participantes se les contactó mediante una persona enlace o gatekeeper. Según Hernández Sampieri et al., esta persona “ayuda al investigador a localizar participantes y lo asisten en la identificación de lugares” (2014, p. 366).

El recogido de datos se llevó a cabo mediante entrevistas semiestructuradas sobre el impacto que tienen los servicios ofrecidos por el DCR de Puerto Rico, en la vida de las personas exconfinadas. Para cumplir con la ética de la investigación se les proveyó un consentimiento informado. Mediante este contacto se les informó a los participantes sobre: la participación voluntaria, que esperar de la investigación, los riesgos de participar de ella y que se hará con la información recopilada. Ante los motivos de la explicación se encuentra, el explorar el impacto de los servicios ofrecidos por DCR en la población confinadas, desde la experiencia de personas exconfinadas en Puerto Rico. Entre los riesgos de participar de la investigación se encuentra: el revivir experiencias pasadas y el exponer sentimientos en base a las experiencias de los exconfinados. De ser necesario, al participante se le puede coordinar servicios de salud mental en la comunidad con el Centro Universitario de Servicios y Estudios Psicológicos (CUSEP).

Se contactaron a cuatro personas, posibles candidatos a participar de la investigación. Finalmente, se completaron dos entrevistas con una guía de preguntas para llevar a cabo una entrevista semiestructurada. Las entrevistas duraron aproximadamente dos horas, incluyendo el completar la recolección de datos de todas las categorías e identificar categorías emergentes en el proceso. Algunas de las preguntas de la guía de la entrevista semiestructuradas fueron:

  1. Identificar algún programa ofrecido por el DCR y decir cómo describe el programa y qué importancia le otorga.

  2. ¿Qué servicios recibió el entrevistado (beneficios, deficiencias, opinión de estos)?

  3. ¿Cómo fue el proceso de reinserción a la libre comunidad?

  4. ¿Qué servicios recibió fuera de la cárcel?

  5. ¿Cómo relaciona los servicios ofrecidos por el DCR ante la reducción en la reincidencia?

  6. ¿Qué aspectos sobre los servicios ofrecidos por el DCR puede resaltar usted en cuanto a la reincidencia?

Plan de análisis   

La técnica implementada para el análisis de datos fue la transcripción de entrevistas. Para llevar a cabo el ejercicio de transcripción de entrevistas se utilizó el programa O Transcribe. El mismo cuenta con herramientas para incorporar audio, tomar notas y disminuir la velocidad de la grabación. Para llevar a cabo un razonamiento de los datos recopilados a través de los entrevistados, se identificaron ciertas categorías, entre ellas: servicios ofrecidos en la comunidad, servicios y su impacto en la reincidencia, impacto en la reinserción al igual que los servicios y el impacto en las relaciones interpersonales.

El plan de análisis consta en recopilar datos mediante entrevistas semiestructuradas sobre el impacto que tienen los servicios ofrecidos por el Departamento de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico, en la vida de las personas exconfinadas. Luego, revisar los datos recopilados y organizarlos en categorías creadas partiendo de los objetivos de la investigación. Como paso final se encuentra la codificación cualitativa de las categorías donde se comienzan a adjudicar significados para el entendimiento del fenómeno estudiado. En base a lo que expresan los individuos en las entrevistas el rol del investigador es describir y definir las categorías identificadas

Hallazgos y discusión

A lo largo de la investigación se pudieron rescatar pensamientos, experiencias y posicionamientos que colaboraron con el análisis de las investigadoras. Sin embargo, es importante recalcar que los hallazgos y análisis expuestos en dicha investigación no se deben generalizar. 

No obstante, a través de la categoría de los servicios ofrecidos por el DCR y la categoría de los servicios ofrecidos por el DCR en la comunidad, se pudo identificar una ausencia o falta de recursos que aporten a una rehabilitación para los confinados. Sí se habló de servicios esenciales como recreación, fe y, lo que por ley ahora se exige, educación. Sin embargo, los efectos que tienen en la población no aportan a su crecimiento personal y de rehabilitación. El sujeto uno menciona que “hay como que dos procesos que yo pude dividir como en los primeros seis años, que fue la ausencia total de recursos por parte del Estado”. El sujeto dos, por su parte, comenta “¿qué hace uno, una vez sale de la institución, que te ofrecen? no tienen servicios y yo no le tiro a Corrección…”. De la misma manera, afirma que los servicios sí están presente en el DCR, pero los confinados no se benefician de la misma manera. El sujeto uno también reclama la falta de recursos profesionales en las instituciones y habla del efecto que tiene en los confinados: “un trabajador social real, un psicólogo, un psiquiatra, esas cosas nos faltaron verdad porque tratan de encajonar a todos los confinados al mismo proceso de tratamiento cuando cada ser humano es independiente, único, exclusivo, personal”.

Por medio de la categoría de los servicios en la reinserción, se encontró que no existen servicios que complementen y ayuden en la transición de la cárcel y la libre comunidad, una vez salgan del sistema. No obstante, la ayuda que le brinda el DCR a los confinados y el apoyo constante que reciben de su parte es vital para el proceso dentro del sistema. Sin embargo, una vez fuera, se cuestiona si el apoyo dentro de las instituciones limita la autosuficiencia del individuo. El sujeto uno menciona al respecto: “yo creo que fue más difícil salir que entrar porque aunque uno no se percate inconscientemente te vas institucionalizando”. Al respeto, el sujeto dos expresa: “cumplimos con unas, que se yo, 'expectativas' y asumimos unas posiciones de liderato y en cierta forma y al salir tú vas olvidando todo”.

Según el trabajo de Szifris et al. (2018), existe una diversidad de dimensiones que tienen un impacto en la reinserción y el proceso de rehabilitación social; estas son la motivación, los métodos utilizados y la calidad de servicios. La motivación se ve representada, según lo expresado por el sujeto uno referente a los posibles beneficios de los servicios ofrecidos por el DCR: “yo creo que en algo sí yo puedo decir y señalar, que en algo contribuyeron fue en eso, en mantener la esperanza de que si se podía hacer”. Dicho sujeto comentó también: “yo no recibí servicios de nadie en aquella época, estamos hablando de los años 2000, básicamente yo salí perdido porque no hubo esa preparación antes de y después de tantos años yo ingresé siendo un adolescente salí siendo un adulto”.

Mediante la categoría de los servicios en la reincidencia, se encontró que, como nos confirma la literatura, muchos de los confinados vuelven a entrar al sistema pues no tienen los recursos y las herramientas de rehabilitación suficientes para una adaptación adecuada una vez salen a la libre comunidad. Como menciona el sujeto dos: “fueron muchos... muchas veces vi entrar a la misma persona 3 veces”. De igual manera, el sujeto uno comenta: “¿pero de qué estamos hablando? Entonces eso es una limitación bien grande entonces si el 65% está reincidiendo entonces tu no sirves como agencia tu no cumples las expectativas”.  En la revisión de literatura se discute cómo el 68.39% de los confinados han reincidido, validando lo antes expresado por el sujeto uno (Departamento de Corrección y Rehabilitación, 2019). Por otro lado, se discute la importancia de la educación en el sistema y su impacto en la reincidencia y en la reinserción de los confinados. Según Vidal (2003), cuánto más se educa a los reclusos, menos reinciden, y si en algo coincidieron ambos sujetos fue en la importancia de recursos y la necesidad de una educación que los ayude en los procesos, especialmente en la reinserción a la libre comunidad para evitar la reincidencia.

Ante la categoría de las relaciones interpersonales, se halló que la familia es un factor importante y clave en el proceso de rehabilitación. Los servicios enfocados a la familia son claves para el proceso de adaptación dentro y fuera de la cárcel. Según nos presentó el sujeto dos: “los más que podría afectar a una población, en cuanto a un servicio débil, que no tenga esa fuerza para aportar y ayudar, sería la parte familiar. Es bien importante lo que es la familia en la vida de uno”.

Conclusiones 

A lo largo de la realización de esta investigación sobre los servicios ofrecidos por Departamento de Corrección y Rehabilitación y su impacto en la vida de personas confinadas, desde la experiencia de personas exconfinadas en Puerto Rico, se encontraron diferentes hallazgos con relación a las categorías a investigar. Ante las categorías de los servicios ofrecidos por el Departamento de Corrección y Rehabilitación se encontró que los participantes mantienen una contradicción en cuanto a las contestaciones. Sin embargo, se reconoce la falta de servicios en el nivel de máxima seguridad. Por otro lado, se encuentra la categoría de servicios ofrecidos en la comunidad, en la cual los sujetos entrevistados admiten y reconocen la falta de servicios fuera de la institución. El sujeto dos es parte de estos servicios que ofrece el DCR, pero no reconoce los mismos. Al contrario, expone la falta de recursos que existen para cumplir con dicho programa.

En tercer lugar, se encuentra la categoría de los servicios ofrecidos por el DCR y el impacto en la reinserción. Ante esta categoría, los sujetos resaltan la dificultad para ingresar a la comunidad una vez salen de la institución. El sujeto uno discutió la falta de preparación y cómo esto dificulta el proceso de reinserción. El sujeto dos salió de la cárcel hace cinco meses y nos relató su experiencia y el impacto en nuestra realidad. Por consiguiente, se encuentra la categoría de los servicios ofrecidos por el DCR y el impacto en la reincidencia. Ambos sujetos reconocen que la reincidencia es una problemática notable en la comunidad confinada y exconfinada. Para sostener esto, hacen referencia a las distintas dificultades a las que se enfrenta el confinado en su proceso de rehabilitación.

Las relaciones interpersonales (cuarta categoría) fueron aludidas por ambos sujetos de manera abundante. Los sujetos entrevistados les atribuyen una gran importancia a los lazos personales y cómo estos aportan al desarrollo del individuo dentro y fuera de la institución penal.

Finalmente, a raíz de las diversas respuestas ofrecidas por los participantes, nacen diferentes categorías emergentes que las investigadoras no consideraron en el proyecto. Entre ellas se encuentran guardias de custodia, espiritualidad, rehabilitación y salud emocional de los participantes dentro y fuera de las instituciones. A modo de conclusión, se sugiere que se realice un estudio de mayor magnitud, con más participantes y dirigido a estas categorías emergentes. 

Referencias

Colón Ortiz, D. (2017). Educación tras las rejas: Factores que auxilian y fomentan la participación de confinadas y el cumplimiento de programas educativos en la prisión (Número de publicación 10267044) [Tesis doctoral, Universidad del Turabo]. ProQuest Dissertations and Theses Global.

Departamento de Corrección y Rehabilitación. (2019). Informe Mensual de Casos en Programa Alternos al Confinamiento. Estadísticas.PR https://estadisticas.pr/en/inventario-de-estadisticas/informe-mensual-de-casos-en-programas-alternos-al-confinamiento-mensualanual   

Departamento de Corrección y Rehabilitación. (2011). Reglamentos para la expedición de un certificado de rehabilitación y capacitación para trabajar.  https://transicion2016.pr.gov/agencias/137/informe%20de%20reglamento%20y%20normas/regl.%20n%c3%9am.%208118%20reglamento%20para%20la%20expedici%c3%93n%20de%20un%20certificado%20de%20rehabilitaci%c3%93n.pdf

Departamento de Corrección y Rehabilitación. (2015). Perfil de la Población Confinada. (pp. 113-115, 129-131). San Juan, Puerto Rico. https://estadisticas.pr/files/inventario/publicaciones-especiales/DC_perfil_poblacion_confinado_2015.pdf

Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la investigación (6ta ed.). McGraw-Hill.

Sued, G. (2010, abril 09). Cárcel, ¿para qué? El Nuevo Día. https://biblioteca.uprrp.edu:2057/newspapers/c%C3%A1rcel-para-qu%C3%A9/docview/378659040/se-2?accountid=44825

Szifris, K, Fox, C., & Bradbury, A. (2018). A realist model of prison education, growth, and desistance: A new theory. Journal of Prison Education and Reentry, 5(1), 41-58.

Torrijo, H. (2009). Panorama Internacional de las políticas de educación en prisiones. Una perspectiva global de las instituciones democráticas de justiciar. Converge, 42(2-4), 25- 61. https://biblioteca.uprrp.edu:2057/scholarly-journals/panorama-internacional-de-las-pol%C3%ADticas-educaci%C3%B3n/docview/877617587/se-2?accountid=44825

Vidal, J. (2003, Feb 14). Trasfondo; Educación contra la reincidencia. La Opinión.  

https://biblioteca.uprrp.edu:2057/newspapers/trasfondo-educacion-contra-la-

reincidencia/docview/368380881/se-2?accountid=44825  

Posted on June 1, 2021 .